Estados Unidos tiene a 500 agentes en México; reportan aumento de 2005 a 2011
Son integrantes de organizaciones como la DEA, la CIA, el FBI, que ayudan a la PGR a obtener información sobre narcotraficantes y grupos criminales
Aurora Vega
El objetivo de estos elementos —que se encuentran en México legalmente— es obtener información sobre las organizaciones criminales, investigarlas y perseguirlas, a fin de que sus actividades no pongan en peligro la seguridad de la Unión Americana.
Según los funcionarios de la PGR, en 2005 sólo 60 agentes estadunidenses estaban desplegados al sur de su frontera.
Actualmente, las autoridades mexicanas colaboran con alrededor de 500 integrantes de las agencias Antidrogas (DEA), Central de Inteligencia (CIA) y para el Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), además del Buró Federal de Investigación (FBI), y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
La PGR ha informado de diversos operativos en los que la colaboración con los agentes de esa nación ha resultado provechosa. Una de éstas fue la detención del capo Teodoro García Simental El Teo, en octubre de 2008.
Otro caso fue tras el asesinato de una funcionaria del consulado de Estados Unidos en Chihuahua, Lesley A. Enríquez, y su marido, Arthur H. Redelfs, en marzo de 2010.
Un tercer suceso fue la investigación realizada en San Luis Potosí después del homicidio de Jaime Zapata, integrante del ICE, en febrero pasado.
Trabajan en México 500 agentes de EU
Aunque la Procuraduría General de la República (PGR) guarda bajo reserva por 12 años la información sobre el número de agentes estadunidenses que colaboran con ella en territorio mexicano para obtener información sobre las organizaciones criminales, investigarlas y perseguirlas, funcionarios de esa dependencia revelan que se trata de 500.
Según esas fuentes de la PGR, en 2005 se tenía el registro de 60 agentes estadunidenses trabajando en México: de las agencias Antidrogas (DEA), Central de Inteligencia (CIA) y para el Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), además de la Oficina Federal de Investigación (FBI), y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Actualmente, la Procuraduría General de la República trabaja en colaboración con alrededor de 500 integrantes de diversas agencias de seguridad de Estados Unidos, revelaron esos funcionarios.
En muchas ocasiones, agregaron, hay expertos mexicanos que laboran para las agencias del vecino país en materia de inteligencia, con la encomienda de infiltrarse en las diversas organizaciones del crimen organizado.
Les proporcionan pistas
La Procuraduría General de la República precisa en sus informes de resultados que una muestra de la cooperación binacional en territorio mexicanos en materia de combate a las organizaciones criminales y al narcotráfico fue concretar la detención de Teodoro García Simental, El Teo.
Éste fue capturado por policías federales en una residencia de La Paz, Baja California Sur, luego de un seguimiento por parte de agentes de la DEA.
El Teo, que representaba los intereses del cártel del Pacífico en la península de Baja California y cuyo enfrentamiento constante con el líder del cártel de Tijuana, Fernando Sánchez Arellano, había provocado numerosos asesinatos, tenía como principal colaborador a Santiago Meza López, El Chago, también conocido como El Pozolero del Teo.
Meza López está acusado de deshacer alrededor de 300 cuerpos en sosa caústica. Las víctimas eran en su mayoría personas ejecutadas por García Simental.
Por ello, cuando el 12 de enero de 2010 en el exclusivo fraccionamiento Fidepaz, policías federales lograron la detención de El Teo, la PGR dio a conocer que su captura se debió a la cercana colaboración con agentes de la DEA y el ICE, quienes llevaron a cabo labores de inteligencia para su detención.
Otros resultados
Ése no es el único caso en el que se puede establecer la presencia y ayuda de agentes estadunidenses en territorio mexicano, pues recientemente se produjo la investigación realizada en en San Luis Potosí después del ataque en el que falleció Jaime Zapata, integrante del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
En esa ocasión se conoció que agentes estadunidenses reconocieron que, por acuerdo entre los gobierno de ambos países, se permitió que ingresaran a México aviones no tripulados, conocidos como Global Hawk, para tareas de inteligencia y para dar seguimiento a las actividades de narcotraficantes y líderes de organizaciones criminales.
Otro caso donde el gobierno de Estados Unidos incrementó la presencia de agentes de su país en México fue por el asesinato de una funcionaria del consulado de la Unión Americana en Chihuahua, luego de que un comando atacara a Lesley A. Enríquez, de 35 años, y su marido, Arthur H. Redelfs, de 34 años, en Ciudad Juárez.
En las indagatorias colaboraron el FBI, la DEA, el ICE), la ATF, y agentes del Departamento de Estado.
También está el operativo contra Arturo Beltrán Leyva, uno de los líderes de la organización de narcotraficantes del mismo nombre.
La localización de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, se dio a través de la DEA, tras lo cual la Secretaría de Marina llevó a cabo un operativo que terminó en un enfrentamiento en el que murió ese narcotraficante en Cuernavaca, Morelos.
Planes de Cooperación
En marzo pasado se informó que Estados Unidos planeaba duplicar la cifra de agentes del ICE en la frontera con México.
Lo anterior después del asesinato de Jaime Zapata, agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
La cifra de efectivos del ICE en esa zona sería de 40, según el director de ese organismo, John Morton, al comparecer ante la comisión de adjudicaciones de la Cámara baja.
John Morton describió entonces la situación de seguridad en México como un “entorno peligroso”, y dijo que la mayoría de los casos de crimen organizado que investiga en la frontera suroeste de Estados Unidos tienen una fuerte relación con México.
“Estamos realizando una evaluación sobre la seguridad de nuestros agentes. Sabemos que estamos mandando gente a un lugar peligroso y estamos adoptando varias medidas”, precisó Morton.
Una semana antes, el presidente Felipe Calderón rechazó la posibilidad de autorizar a agentes estadunidenses a portar armas en territorio mexicano.
Morton reconoció que la cooperación con las autoridades mexicanas ha mejorado mucho en los últimos cinco años, pero advirtió que es un “trabajo en proceso”.
La semana pasada, Estados Unidos anunció una mayor colaboración con el gobierno mexicano en seguridad en la frontera con Centroamérica.
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