lunes, 18 de abril de 2011

Internacionales

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Autoridades de EE.UU. discuten con varios grandes bancos de Wall Street un acuerdo para poner fin a las acusaciones de fraude en transacciones con valores de deuda respaldados por hipotecas que desataron la crisis financiera, según personas familiarizadas con el asunto. Los acuerdos, algunos de los cuales podrían cerrarse esta semana, son el primer intento importante de hacer que Wall Street pague por su papel en la burbuja inmobiliaria de EE.UU.

La inflación en la zona euro aumentó de 2,4% en los 12 meses previos a febrero, a 2,7% en lo acumulado hasta marzo, según la agencia de estadísticas de la UE. Es la tasa más alta desde octubre de 2009 y alimenta las expectativas de que el BCE seguirá subiendo las tasas de interés.

Nasdaq OMX, operadora estadounidense de bolsas, afirmó que podría estar abierta a una venta de la Bolsa de Valores de EE.UU., propiedad de NYSE Euronext, si eso la ayudara a obtener la aprobación para su planeada compra de la dueña de la Bolsa de Nueva York, según fuentes.

Shell espera comenzar a perforar en aguas del Ártico en Alaska a mediados del próximo año y tendrá un sistema de contención de petróleo diseñado específicamente para la zona, informó un director de la petrolera anglo-holandesa. Shell aún necesita permisos del gobierno de EE.UU. para avanzar con su inversión de US$3.500 millones para ese proyecto.

Siemens, gigante alemán de ingeniería, estudia abandonar su meta de ser un actor importante en el sector de la energía atómica, según personas al tanto, luego de la crisis nuclear en Japón. Aunque aún no tomaron una decisión, los directores están replanteando un plan de asociarse con la empresa rusa Rosatom, según las fuentes.

El gobierno sueco le dio a la endeudada automotriz Saab la aprobación provisoria para vender propiedades y reducir su deuda con el Banco Europeo de Inversiones. El país liberó parte de las garantías vinculadas a un préstamo de US$577 millones del BEI a Saab, que necesita fondos para pagarles a sus proveedores y reanudar la producción.

El gobierno argentino buscará un crecimiento económico más acelerado, declaró el ministro de Economía, Amado Boudou. Según el funcionario, no existe un auge del consumo en Argentina sino una expansión sostenible que no requiere un enfriamiento de la economía.

Japón le pidió a Brasil que relaje sus restricciones a la importación de alimentos nipones establecidas tras la crisis nuclear provocada por el terremoto y tsunami de marzo. Brasil ahora exige que todos los alimentos importados de Japón estén acompañados de certificados que garanticen su seguridad. El ministro japonés de Relaciones Exteriores, Takeaki Matsumoto, asegura que ningún producto contaminado está siendo exportado.

México recibiría este año unos US$20.000 millones en inversión extranjera directa, según el subsecretario de Hacienda, Gerardo Rodríguez.

Brasil debería permitir la apreciación del real

Brasil debería permitir la apreciación del real

Por Mary Anastasia O'Grady

Porto Alegre, Brasil—Tal vez no sirva de mucho consuelo para los estadounidenses, pero Washington no es el único lugar que usa matemáticas poco claras para tratar de ocultar su adicción al gasto. Los políticos brasileños emplean tácticas similares.

El economista Raul Velloso, uno de los analistas más respetados de las cuentas fiscales de Brasilia, analizó un ejemplo de los trucos a los que recurre el gobierno aquí la semana pasada en un discurso ante la 23ª edición anual del "Foro para la Libertad" organizado por el Instituto de Estudios Empresariales, orientado al libre mercado.

Velloso les dijo a los asistentes que cuando el Ministerio de Planificación de la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores, anunció este año un recorte de 50.000 millones de reales (US$31.000 millones) de gasto proyectado en el presupuesto de 2011, dejó a periodistas y analistas confundidos sobre si esto significaba una reducción real de los gastos del gobierno frente al año anterior. El gobierno respondió con evasivas. Velloso, entonces, acudió al sitio web del propio Ministerio de Hacienda para dilucidar la confusión. Al comparar la nueva cifra con el gasto real de 2010 quedó en evidencia, indicó, que el muy promocionado "recorte" era en realidad un aumento de 9,5% en el gasto primario (sin contar el servicio de la deuda) para 2011.

El punto es que mientras los políticos pueden intentar confundir, Internet y las demandas de los mercados globales de capital dificultan que el gobierno brasileño oculte lo que realmente está haciendo. Esta realidad será importante para los brasileños en los próximos meses, porque la inflación está en aumento y, de no mediar un cambio en las políticas, es probable que siga subiendo.

El problema comenzó con la decisión del ex presidente Lula da Silva de aumentar drásticamente el gasto fiscal y expandir el crédito a través del banco de desarrollo brasileño en 2010 con el objetivo de estimular la economía de cara a las elecciones presidenciales. La estrategia funcionó. Su jefa de gabinete, Rousseff, ganó. Ahora, sin embargo, los brasileños pagan el precio.

En marzo, la inflación anualizada alcanzó 6,3% comparada con la meta del banco central de 4,5%. Numerosos analistas quieren que el gobierno controle la inflación a través de una reducción del gasto. Pero Velloso me dijo que los salarios del sector público y los pagos de transferencia del gobierno, como las pensiones para adultos mayores y los programas sociales incluida "bolsa familia", ahora representan alrededor de 75% del gasto primario en el presupuesto, y que Rousseff no muestra interés de recortarlos. Eso no es de extrañar, puesto que son clave para su poder político.

Controlar los salarios del sector público y los beneficios es importante para el futuro de Brasil, pero la austeridad pura no es la única forma de superar el problema. El fortalecimiento del real también moderaría el alza de los precios. Y eso podría ocurrir en el corto plazo. El problema es que una decisión de apoyar un real fuerte requeriría un replanteamiento de la política industrial brasileña. En esta materia Rousseff también encontraría resistencia política, aunque si estuviera dispuesta a hacerlo.

Brasil ahora es un competidor de primera categoría en los mercados de recursos. Es un exportador neto de petróleo y minerales y también una potencia agrícola. Esto ha convertido al país en un destino atractivo para la inversión extranjera. No hay que perder de vista que un motivo por el cual el país es tan competitivo en productos como la soya es que los productores han podido importar tecnología de todo el mundo para mejorar la producción. A medida que los dólares han llegado al país, el tipo de cambio se ha fortalecido.

Sin embargo, el poderoso es un dolor de cabeza para el sector manufacturero de Brasil debido a que los productores domésticos dependen fuertemente de una moneda débil para que sus productos sean competitivos en el extranjero. Esta realidad, después de seis décadas de política industrial ostensiblemente diseñada para convertir al país en un jugador global de las manufacturas, es una lección de cómo no enfocar el desarrollo económico.

Los altos aranceles y barreras no arancelarias —que dicho sea de paso son mucho más bajos que hace dos décadas— sólo volvió a los fabricantes menos capaces de competir en el exterior. Una regulación laboral sofocante, altas tasas de un complejo código tributario y la práctica del gobierno de usar los ingresos fiscales para generar lealtades políticas en lugar de invertirlos en infraestructura también obstaculizan la competitividad brasileña. El golpe final son las altas tasas de interés, que paradójicamente son consecuencia de los esfuerzos del gobierno por contener la inflación que crea con el gasto fiscal. Esas altas tasas de interés actúan como un imán para atraer el capital golondrina y, de esta forma, aprecian el valor del real. El banco central ha intentado combatir esto mediante la compra de dólares. Velloso me dijo que el costo de esta intervención fue de alrededor de 1,4% del PIB en 2010.

Esta política económica no es sustentable si Brasil quiere reclamar a su legítimo rol en el mercado global. Lo más inteligente sería permitir el fortalecimiento del tipo de cambio, observar la caída de la inflación y las tasas de interés, y permitir que los productores brasileños contraten, despidan, obtengan ganancias e importen en la medida en que sea necesario para ser competitivos. Los políticos no quieren aceptar este aprendizaje, pero como señala Velloso, el siglo XXI no les ofrecerá ninguna alternativa.

Las acciones de EE.UU. registran fuertes descensos

Las acciones de EE.UU. registran fuertes descensos

Por Brendan Conway
Dow Jones Newswires

NUEVA YORK—Las acciones en Estados Unidos caían de forma abrupta el lunes luego que Standard & Poor's rebajara su perspectiva para la calificación del gobierno del país y advirtiera que el perfil fiscal de Estados Unidos podría volverse "significativamente más débil" que el de sus pares si los encargados de las políticas monetarias no pueden controlar el déficit presupuestario.

El Promedio Industrial Dow Jones Industrial caía 207 puntos, o 1,7%, a 12.135 al tiempo que todos los componentes del índice pierden terreno. El Standard & Poor's 500 descendía 19,01 puntos a 1.300,67, con las acciones de los sectores energético y financiero registrando las mayores pérdidas. El índice Compuesto Nasdaq retrocedía 37 puntos a 2.727.

La agencia calificadora de riesgo sorprendió a los mercados al rebajar su perspectiva para calificación de la deuda de Estados Unidos de "estable" a "negativa", para dar cuenta de los déficit fiscales y el mayor endeudamiento del gobierno.

Las acciones de Citigroup cedían los avances previos a la apertura del mercado. La firma informó que resultados para el primer trimestre mejores a lo previsto y un descenso en las pérdidas por préstamos netos. Los ingresos se situaron levemente por debajo de las proyecciones.

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