viernes, 27 de mayo de 2011

Arriban militares a SLP y Apatzingán

Arriban militares a SLP y Apatzingán; se van de NL

El lunes pasado hubo un tiroteo de 48 horas en el municipio de Tierra Caliente.
Arribo del convoy del Ejército y la Policía Federal a Apatzingán.
Arribo del convoy del Ejército y la Policía Federal a Apatzingán. Foto: Samuel Castillo/AFP

El cadáver de un Tlacuache carbonizado sigue al frente de una camioneta quemada que, así, da la “bienvenida” a la comunidad de Vicente Guerrero. El lunes, este poblado con menos de mil habitantes, padeció cuarenta y ocho horas de fuego cruzado entre los llamados Caballeros Templarios e integrantes de La Familia michoacana.

Apenas una centena de personas ha regresado para ocupar sus viviendas. Los pocos que se han atrevido, vienen casi de paso.

En el terreno aún quedan huellas de los enfrentamientos, como los automóviles y camiones quemados que aún semibloquean las carreteras. Es el sello de La Familia para bloquear a sus rivales. Y aunque el ejército llegó desde el miércoles, no ha sido suficiente para devolver la tranquilidad a los habitantes de esta tierra ardiente.

En la cabecera municipal, Buenaventura-Tomatlán, los cuatro albergues que se destinaron para recibir a los exiliados de la violencia, lucen por la mañana y tarde semivacíos. Muchos regresaron a sus comunidades, dice Osvaldo Esquivel, presidente municipal que luego de un recorrido, aseguró a sus gobernados que era momento para volver.

“Pero estamos listos para recibir a la gente si regresan por la violencia”, dice Blanca, encargada de un refugio donde cerca de novecientas personas se alojaron en días pasados. “Nunca habíamos vivido una situación similar. La gente llegaba llorando, desesperada por el miedo. Aquí les dimos cobijo y comida.”

Desde el puerto de Lázaro Cárdenas, un convoy de 10 camionetas artilladas y tres camiones con unos 130 efectivos de la Marina, salió temprano a la zona de conflicto. Patrullaje y atención a la población, son dos de sus prioridades.

Armados para enfrentar cualquier contingencia y durante el tiempo que sea necesario, uno de sus comandantes asegura que la situación en el estado no es para tomarse las cosas a la ligera.

Por la carretera, el grupo avanza para encontrarse en Apatzingán con más elementos del Ejército y la Policía Federal. El convoy mixto entra en caminos y veredas de Buenavista y Vicente Guerrero. A su paso, algunos aplauden, son los que se quedaron. Otros, con miradas recelosas, intentan ser indiferentes frente a la presencia de este grupo que impone.

Al frente de la formación, hay un camión Escorpión de la Federal y el llamado “Rino”, ambas unidades están blindadas y sirven de punta para proteger al resto en caso de emboscada. Detrás, las unidades rápidas también de la Federal, seguidas por el grupo de asalto de la Marina. A la retaguardia quedan las unidades del ejército. Todas llevan empotradas armas de alto poder.

Un soplón en el camino, aseguraba que las amenazas del día apuntaban a que hacia las ocho de la noche, La Familia regresaría para sacar a todos de sus casas. Rumores que se han convertido en letanías diarias de esta gente.

Las rancherías están solas, como en otros tantos sitios. Cualquier sonido sobresalta. En eso se ha convertido la vida de Tierra Caliente, una zozobra constante y perturbadora que deja en los rostros de sus habitantes una mueca de lástima profunda.

Reforzarán San Luis Potosí

En los próximos días arribarán a San Luis Potosí 567 elementos que conforman un batallón y dos compañías del Ejército mexicano, con el propósito de reforzar la seguridad en la entidad, informó el gobierno estatal en un comunicado.

La gestión fue realizada por el gobernador del estado, Fernando Toranzo Fernández y Guillermo Galván Galván, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional.

La petición tuvo lugar en una reunión en la Ciudad de México, en donde el mandatario estatal solicitó a Galván Galván el apoyo para las tareas de fortalecimiento de la vigilancia de San Luis Potosí.

En Nuevo León, además de sustituir a la Secretaría de Seguridad Pública, la corporación Fuerza Civil provocará el repliegue del Ejército mexicano de las calles del estado, anunciaron ayer por separado el gobernador Rodrigo Medina y el vocero de seguridad, Jorge Domene Zambrano.

Este último recordó que la participación de los militares en la entidad era parte de un convenio que tenía fecha de caducidad y el retiro de la Sedena será gradual.

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