jueves, 19 de mayo de 2011

Hasta la madre de sangre..

Hasta la madre de sangre... y de mierda

Una revisión crítica de las protestas por la paz y de los aprovechamientos que de ellas se hacen, lo mismo desde la sociedad que desde el gobierno; la violencia viene de lejos, y continuará.

Marcha contra la inseguridad en la Ciudad de México, el 30 de agosto de 2008.
Marcha contra la inseguridad en la Ciudad de México, el 30 de agosto de 2008. Foto: Arturo Bermúdez

VIOLENCIA EN “YO”.- Hace unos meses quise escribir un artículo sobre lo molesta que me resultaba la situación en que se estaba convirtiendo la seguridad del país. Me parece que el origen de dicha molestia, haciendo una reflexión un tanto seria, se halla en el carácter excesivamente mediático de los personajes a quienes, de manera horrenda, les ha tocado vivir la sinrazón violenta en carne propia, a saber, la desaparición o muerte de sus hijos o familiares.

No quise, entonces, exponer ciertas experiencias de antaño, igual de espantosas pero nada mediáticas. Sin embargo, y a la luz de lo ocurrido con la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, veo pocos motivos para no hacerlo, dada la exacerbación que ya ha comenzado a cristalizarse a propósito de pronunciamientos políticos en boca de personajes que tendrían que mostrar una gran solidez en su cohesión no sólo marchística sino en su visión ideal, intelectual y social, o en una visión que, por poética, tire a libertaria. No fue así. Bienvenidos a lo humano.

UNA MIERDA DE ANTAÑO

El senador priista Manlio Fabio Beltrones, quiso poner su granito de arena en el aprovechamiento de esta marcha ciudadana al sugerirle al presidente Felipe Calderón que escuchara a los manifestantes, so pena de equivocarse una y otra vez, y claro, de recibir su dosis de castigo civil. De inmediato Javier Sicilia lo bajó de su nube al decir: “No se equivoquen; sí, hay miles de muertos con Calderón, pero la mierda la comenzaron ellos (en alusión al PRI)”. Es de ahí, de la época de los años ochenta, de donde manan imágenes e historias que, por violentas e inhumanas, me cuesta trabajo reconstruirlas.

Recuerdo que en la periferia de la Ciudad de México, en la ruda e industrializada área correspondiente al cinturón de miseria clasemediera donde viví —Neza, Naucalpan y demás—, se dio una violencia encolerizada tanto por las migraciones internas de trabajadores como por la miseria, la falta de oportunidades, las pandillas, los innumerables asaltos bancarios (antes, los chavitos y los jóvenes querían ser asaltantes) y los atentados sangrientos tachados de terroristas y desestabilizadores por el PRI-Gobierno (como cuando aparecieron, en Ciudad Azteca, un montón de policías asesinados, al parecer, por integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre).

Así las cosas, en aquel tiempo y en aquel lugar, si alguien tenía una mínima conciencia estaba en verdaderos problemas. El peligro no sólo se encontraba en las calles, sino en las casas: para todo y en todo, el sistema de corrupción del PRI-Gobierno se hacía sentir. Muchas calles de mi barrio eran intransitables, pues se tenía que pagar cuota. Las balaceras cotidianas se exacerbaban los fines de semana; pasaba el vocho gritón anunciando un periódico en el que se informaba de algún “muertito” o varios. Si querías organizar lo que fuera, tenías que pertenecer forzosamente a alguna instancia política del PRI: estaba en la primaria cuando, para que nos dieran apoyo para montar unas danzas, nos afiliaron, y sólo hasta entonces pudimos competir bailando por nuestra escuela. ¡Niños! En el Frente Juvenil Revolucionario, que, creo, todavía existe.

En las casas, los padres abofeteaban a los hijos que se atrevieran a hablar de política, y mantenían sometida la dinámica familiar a sus limitaciones, logros, frustraciones o vicios, y golpeaban a placer a las mujeres del hogar en aras de no dejar a su suerte u olvido a nuestra cultura de la canción ranchera o romántica. El PRI fuerte, decidido, mordaz, corrupto y asesino lograba, así, traspasar las paredes y llegar a la mesa de casa, a la cama matrimonial, a las costumbres y a las formas: a la cultura nacional. Hombre fuerte, partido fuerte. Represión obligada, violencia asegurada.

No recuerdo época más violenta que aquella. Logro dar con sucesos como el secuestro de un niño para sacarle a la familia 30 mugres pesos de antaño; encañonar a dos adolescentes para quitarles pulseras de fantasía; no volver a ver a compañeritos escolares que, sencillamente, desaparecieron a las afueras de la escuela; esconderse de persecuciones pandilleriles que terminaban en matanzas; ver desde mi cuarto cómo les volaban la cabeza a unos tipos; velar a unas ancianas, vírgenes, que tenían una tiendita, violadas y asesinadas sin piedad; ser sacado de casa, a los 17, a punta de pistola por un par de judiciales, junto con un hermano mayor, ante la crisis nerviosa de una hermana embarazada a punto de abortar; coches que arrastraban jóvenes en la madrugada; plomazos y balas perdidas a la una de la tarde… y tantas otras acciones inhumanas que nadie retomó, que nadie siquiera recordó, que nadie curó ni quiso curar. Tal vez porque hoy el tufo a mierda sólo adquiere consistencia a la hora de evocar la palabra narco, y sólo en ciertos sectores. Lo demás es incluirnos ahí en donde antes nunca existimos.

Al centro, Javier Sicilia y Julián Le Barón a la cabeza de la marcha.
Al centro, Javier Sicilia y Julián Le Barón a la cabeza de la marcha. Foto: Mónica González
“NO MÁS … NOMÁS”

“No más sangre”, leo hasta el infinito, logo repetitivo producto de la izquierda de moda, de la no izquierda, de la no derecha, de la todo y nada, de la no sé qué, del círculo paradójicamente rojo. “No más sangre”. ¿Los chorros o ríos de la vida nacional hoy, hace cuatro años o hace 10, acaban de tocar el piso? ¿Las salpicadas gotas han manchado algunos vestidos, pantalones, guayaberas, sombreros? ¿Antes no había jóvenes, madres, hombres, niños, ancianos, nadie, muertos, asesinados, cruel y horriblemente asesinados? ¿Sólo asesinatos actuales nos bastan para mostrar gran indignación? ¿Indignación de qué, ante qué, para qué, para quiénes y por quiénes? ¿Sólo ante la carencia del ser querido hay Patria, hay salvación, hay el coraje? ¿Es únicamente en estas circunstancias cuando, de repente, así, sin más, esa cosa malformada llamada País aparece? ¿Y todas esas conductas cotidianas, tan guarras, tan carentes de principios básicos de civilidad, desde la fechoría del facineroso hasta el peligro y la irresponsabilidad de la “señora bien” que conduce su automóvil sin soltar el celular, pasando por la trampa y el golpe entre grandes empresarios (sin importar que sean los más ricos del mundo; todo por rasgarle más al pastel de las tarifas), hasta las triquiñuelas y relaciones corruptas en los mundillos intelectual y universitario (plazas compradas, vetos, amiguismos, enemiguismos…), todo, sin mencionar los tiraderos de basura y mierda, producto lo mismo del nene que todo lo tira sin corrección alguna o de la abuelita bonachona pero puerca? ¿Qué decir de pactos de televisoras que con sus transmisiones sencillamente nos enjaretan sin pudor que no tienen el valor y que sí, sí les vale?

¿La miseria de ver poco a poco, cíclicamente, las cloacas que se destapan a punta de incendios en guarderías, de accidentes mineros, de inseguridades en todas esas empresas que las secretarías de Hacienda y del Trabajo conocen muy bien (o tendrían que saberlo), y que no hacen absolutamente nada para sancionarlas, de finiquitos fuera de la ley, de salarios preocupantemente bajos, de chambas hambreadoras, de personajes que deambulan cada vez más pidiendo dinero en las calles para terminar tirados en las mismas por las noches, de los chicles que nunca se venden, de niños que siguen naciendo sin ton ni son tan sólo para tener qué y cómo celebrar un 10 de mayo, todo eso nos exime de estar participando en su construcción? ¿De ese tamaño es nuestra indignación? ¿Nuestra irresponsable modorra se termina con lo ocurrido a nuestro ser querido? Y con lo ocurrido a nuestro país querido, ¿qué?

Una sociedad así de dañada, donde nadie es responsable de nada sino el chivo expiatorio, sobre todo gubernamental, sin entender que ese ámbito, después de todo, no es más que la extensión de nosotros mismos, es una sociedad que no ha aprendido, ni aprenderá, del más mínimo de sus errores. Nada como la mierda cotidiana para saber que las omisiones son históricas y nada como ella para saber, también, que es de la familia, las familias, esa imagen de organización social tan idílica como perversa e hipócrita, de donde manan, también, las mejores taras y los más despreciables, pero justificados hasta el vómito, comportamientos.

Ya nos los traducía, al final de aquella época, el actor Héctor Suárez a través de el personaje televisivo El Destroyer en su programa “¿Qué nos pasa?”, un guarro que se la pasaba haciendo desmán y medio y que, siempre, al sorprenderlo in fraganti y cuestionarlo sobre sus destructivas acciones, terminaba respondiendo: “Pos… pos… ¡nomás, nomás!”.

Marcha contra la delincuencia del 27 de junio de 2004.
Marcha contra la delincuencia del 27 de junio de 2004. Foto: Mónica González
Una marcha más, el seis de abril pasado.
Una marcha más, el seis de abril pasado. Foto: Henry Romero/ Reuters
UNA MARCHA NI TAN LIBRE NI TAN INDEPENDIENTE

Más allá de las crónicas, lo más atractivo sobre la marcha fue la declaración que hizo Sicilia al pedir la cabeza del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna. Para el poeta, si el Presidente oyó de verdad a esa multitud, cesará a este funcionario. Hubo sorpresa por la declaración, sobre todo porque el discurso de Sicilia, hasta ese momento, había oscilado entre la amargura y dolor personales, y ciertos destellos de opinión política, caracterizados por la frase “¡Estamos hasta la madre!”, pero no mucho más.

En declaraciones para MILENIO Televisión, tanto Julián Le Barón como María Elena Morera —también organizadores de la protesta—, se dijeron sorprendidos por esta declaración, pero omitieron dar detalles del por qué había esas diferencias entre los organizadores. Le Barón dijo que no sabía por qué Sicilia dijo lo que dijo, pero que la estrategia del gobierno estaba mal. La dirigente de Causa Común expresó: “No a la renuncia de García Luna y sí a grupos de trabajo para empezar a hacer propuestas. En las marchas de 2004, 2008, no todos eran víctimas, necesitamos solidaridad; luego a construir cosas”. “¿Estás decepcionada?”, la cuestionó el nueve de mayo Ciro Gómez Leyva: “Me sorprendió, nuestras diferencias las planteamos, era un tema que no estaba consensado”.

Ese tema no estaba consensado. Entonces, ¿cuáles sí? Pedir la caída de una cabeza así no es cualquier cosa. ¿A estos arrojos nos tendremos que enfrentar con las posibles candidaturas independientes de la pomposamente llamada “sociedad civil organizada”? Al tiempo.

Marcha por la paz del ocho de mayo pasado.
Marcha por la paz del ocho de mayo pasado. Foto: Mónica González
Foto: Alexandre Meneghini/ AP
DE FRANCESAS, DE DROGAS Y DE MIMIC

En Francia, en 1971, a propósito del debate sobre la legalización del aborto, el diario Le Monde sacó un desplegado a doble página con los nombres de 343 mujeres, muchas importantes y conocidas públicamente: diputadas, actrices, intelectuales, profesoras universitarias y científicas. Jeanne Moreau, Simone de Beauvoir, Delphine Seyrig, Catherine Deneuve, Giséle Halimi, Françoise Fabian, Micheline Presle, Christine Rochefort y Marguerite Duras, entre otras, plasmaron allí un sísmico “SÍ, YO ABORTÉ”.

Esto representó una acción decisiva, inventiva y diferente a la masculina forma de hacer política que, aun así, tardó tres años en dar frutos; a saber, su traducción en una política pública concreta para detener las muertes de miles de mujeres a causa de abortos clandestinos. No fue sino hasta 1974 cuando en Francia se logró el derecho al aborto en el gobierno de Valéry Giscard D´Estaing. Pero quedó como antecedente fundamental el que, al hablar de derechos, y por aquello de incluir las exigidas obligaciones, se dio en primera persona un valiente primer paso.

En México, en mayo de 2011, vivimos las secuelas de una elección presidencial cuyo eslogan ganador fue la promesa de tener empleo. Pero un eslogan no es estrategia ni política pública clara y viable; ante la presión social, ya ganada “la silla”, se decidió ir por otra vía, una propia de la agenda de la derecha política: la seguridad. ¿Problema a vencer? El moralmente reprochable uso de las drogas. Nada mal para un país de millones de hipocritones, cuya gran mayoría consume, o ha consumido, alguna. ¿El pretexto? ¡Que la droga no llegue a tus hijos!

Así las cosas, y sin tocar nunca la importancia de las políticas públicas para resolver este problema (tal y como siempre lo hacen, de manera muy contundente y clara, con las cifras macroeconómicas), de lo que se trata ahora es de no dejar pasar la oportunidad de medirse en la palestra pública. La derecha ideológica, en ese sentido, ha ganado ya: todos opinan alrededor de sus temas.

Alejandro Poiré, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional, dijo que el gobierno apoyaba la marcha, no así el que se haya pedido la cabeza de García Luna. El presidente Calderón dijo que la sociedad está exigiendo soluciones a todos los gobernantes, pero rechazaba que se quisiera sacar raja política de esto y que su estrategia era lo más viable (ya lo había mencionado en su discurso previo en cadena nacional), poniendo por delante la victoria fuerte de los buenos sobre los malos.

Pero abordando en serio la raíz del narcotráfico, ¿cuándo podremos leer en México un desplegado con nuestros intelectuales, artistas, profesores, investigadores, científicos, locutores, actores, actrices, políticos y demás personajes públicos en donde manifiesten: “SÍ, YO FUMÉ MOTA”? ¿En otros 40 años? Digo, pensando en el ejemplo de aquellas mujeres francesas. Sólo se necesita un poco de verdadera dignidad, aquella que habla en primera persona, al ser consecuente con el ejemplo casero para, desde ahí, construir algo real, algo concreto.

¡Estoy hasta la madre de esa comunicación entre cabrones, entre sordos, que muy temprano se golpean y se arreglan para luego pasar al gran letargo! ¡Y surge el nuevo “Ya basta”, previa otra pequeña o gran desgracia! Porque las ganas de pelear o de manifestarse se vuelven las protagonistas del momento, y la desgracia se nos queda, esa sí, para siempre. ¡Estoy hasta la madre de esos “Ya basta” huecos que, desde que era niño, han estado hechos de lo mismo de aquello que, supuestamente, atacan! ¡Hasta la madre de ese lenguaje ciudadano de muy hombres que ni resuelve, porque emocionalmente todo generaliza, ni aterriza, porque todo idílicamente lo revuelve!

Entrevista con Osama Ben Laden

Entrevista con Osama Ben Laden: “Hemos incitado y animado a matar estadunidenses y judíos. Eso es cierto”

Una entrevista inédita donde el líder de Al Qaeda explica los motivos religiosos y políticos que condujeron al 11-S. Afirmaba el saudí: “Ellos matan a nuestras mujeres y nuestros inocentes, y nosotros mataremos a sus mujeres y a sus inocentes hasta que dejen de hacerlo”.

Osama Ben Laden con su entonces consejero y hoy posible sucesor, el egipcio Ayman al-Zawahiri, durante una entrevista en Paquistán realizada en 2001.
Osama Ben Laden con su entonces consejero y hoy posible sucesor, el egipcio Ayman al-Zawahiri, durante una entrevista en Paquistán realizada en 2001. Foto: Reuters

El periodista de origen sirio Tayseer Allouni, nacionalizado español con el nombre de Taysir Alony, lanzó al éxito global a la cadena árabe Al Jazeera, con sede en Qatar, cuando atrajo la mirada de la prensa mundial convertido en el primer periodista que logró una entrevista exclusiva con Osama Ben Laden luego del 11 de septiembre del 2001 (11-S). La entrevista se realizó en la tienda de campaña del líder extremista en plena invasión estadunidense de Afganistán. Sin explicar a nadie cómo lo logró, Alony llegó con su cámara hasta una secreta tienda de beduino en los alrededores de Kabul, la capital afgana, apenas un mes después del atentado con aviones tripulados por suicidas y que derrumbaron las dos torres del World Trade Center. Poco después, Alony recibiría del líder de Al Qaeda el video donde el jeque saudí reivindicó para Al Qaeda la autoría de los ataques del 11-S.

Taysir destronó de este modo al veterano corresponsal de guerra Peter Arnett, quien en 1991 puso a la cabeza de la prensa mundial a la cadena CNN. Arnett cubría conflictos bélicos desde la guerra de Vietnam, pero en la Guerra del Golfo, el 17 de enero de 1991, se volvió célebre al ser el único periodista en filmar las primeras 16 horas de la lluvia de misiles teledirigidos sobre Bagdad. Arnett había entrevistado a Ben Laden en 1997, cuatro años antes de los ataques del 11-S, y fue el único que pudo seguir transmitiendo la guerra en directo con la arriesgada decisión de no instalarse en el mismo edificio elegido por todos los demás corresponsales extranjeros, que luego fueron un blanco fácil del ataque, lo que los dejó fuera de combate.

Lo más sorprendente es que la entrevista de Alony con Ben Laden nunca fue emitida, ni siquiera por Al Jazeera (que significa “La Isla” o “La Península”, en alusión a la península arábiga). La cadena árabe, que buscaba demostrar su independencia, apenas se atrevió a divulgar un breve fragmento ante la dolida opinión pública occidental, unificada en contra del líder de la red extremista de Al Qaeda, comandada por el jeque saudí. En esta edición de M Semanal ofrecemos los pasajes más relevantes de esa entrevista.

El periodista Taysir Alony fue condenado en España en 2005 por supuestos vínculos con Al Qaeda, pero quedó en libertad por motivos de salud.
El periodista Taysir Alony fue condenado en España en 2005 por supuestos vínculos con Al Qaeda, pero quedó en libertad por motivos de salud. Foto: Bernardo Rodríguez/ AFP

Una investigación secreta de un periodista español que utiliza el seudónimo de Antonio Salas (M Semanal, núm. 705) desde que se infiltró, a principios del 2001, en organizaciones ilegales de cabezas rapadas neonazis y redes de prostitución, tardó años en conseguir esta entrevista completa realizada por Alony. Salas dijo a M Semanal que al final encontró a Alony, “su domicilio y la mezquita en la que hace sus oraciones”, pero que fue advertido por otros colegas de que “ofrecer detalles (en un libro) podría afectar el proceso” contra el periodista sirio, arrestado y condenado en noviembre de 2003 por la Audiencia Nacional en España por su supuesta colaboración en los atentados del 11-S: fue detenido en su domicilio español acusado de “colaborar con la organización terrorista Al Qaeda”, y fue condenado a siete años de prisión en 2005 por el juez Baltasar Garzón.

La razón principal de su encarcelamiento, según la defensa, fue la entrevista realizada a Osama Ben Laden, lo que lo convirtió en persona non grata para los gobiernos de la Coalición —Estados Unidos (EU), Gran Bretaña, España— que invadió Irak para deponer al gobierno de Sadam Husein. El seis de octubre de 2006 fue puesto en arresto domiciliario debido a su estado de salud. Las tomas de video de la entrevista con Ben Laden se usaron durante el juicio como prueba de su relación con Al Qaeda.

Alony, nacido en Deir Ezzor, Siria, en 1955, es un economista que llegó a España a trabajar como traductor del árabe para la agencia EFE, y trabajó en forma independiente, como freelance, para la cadena de televisión Al Jazeera, hasta que en 1999 dejó su segundo trabajo para el Instituto de Estudios de Paz en Granada cuando la cadena árabe reconoció su talento y lo envió como director de la oficina de Kabul. Luego fue enviado a Irak para cubrir la invasión estadunidense y la caída de Sadam Husein.

Pocos periodistas saben que Alony fue el único reportero que, disfrazado de talibán, grabó la triste destrucción de las ancestrales y espléndidas representaciones de Buda en Bamiyan, con bombazos colocados por los islamistas radicales en marzo de 2001; éste es un dato ofrecido al público por Salas, quien, encubierto durante seis años bajo el seudónimo de un extremista, Muhammad Abdalah, obtuvo las investigaciones policiales en las que se basó el proceso. En su libro El Palestino reveló datos de su búsqueda sobre los pasos del colega: “Según los informes policiales a los que he tenido acceso, y que reproduzco literalmente, los investigadores consideran ‘hechos probados’ que Abu Dahadah Taysir (Aluni) mantenía contactos telefónicos, personales y orgánicos, desde 1995 a 2001 (…) mantenía una estrecha amistad y ayudaba en trámites administrativos al miembro de la célula de Al Qaeda en España, Mohamed Zaher Asade, un muyahidín enviado a Bosnia para realizar la yihad. Desde la casa de este último Taysir mantuvo una conversación con un tal Abu Salhe, con el que iba a viajar a Afganistán, a quien preguntó: ‘Si Osama estaría en Islamabad (Paquistán) y si había forma de comunicarse con él’”.

La entrevista se inicia con el saludo del propio Ben Laden, máximo responsable de Al Qaeda, quien fue muerto la semana pasada en Paquistán: Hayyakallah (“Que Alá sea contigo”).

Osama Ben Laden en uno de los videos transmitidos  en 2005 por  <i>Al Jazzera</i>.
Osama Ben Laden en uno de los videos transmitidos en 2005 por Al Jazzera. Foto: AP
TA: Antes que nada, hay una pregunta que debe rondar la mente de todo el mundo. En EU se afirma que hay pruebas irrefutables de su participación en los ataques a Nueva York y Washington. ¿Qué tiene que decir al respecto?

OBL: Alabado sea Alá, Señor del mundo. Que la paz y las bendiciones de Alá caigan sobre Muhammad, su pura familia y sus nobles compañeros. Procedamos: en lo que respecta a la descripción de estos actos como terrorismo, tal descripción es incorrecta. Estos jóvenes (suicidas), cuyo camino Alá ha iluminado, han llevado la yihad al corazón de EU, destruyendo sus símbolos más importantes, sus símbolos económicos y militares, con la gracia de Alá. Y creemos que lo han hecho en defensa propia y para defender a nuestros hermanos e hijos en Palestina y para liberar los santos lugares, lo que nosotros venimos incitando y animando a hacer desde hace tiempo. Y si incitar a ello es terrorismo, y si matar a los que matan a nuestros hijos es terrorismo, sea la historia testigo de que somos terroristas.

TA: Sí, jeque, pero los que analizan sus discursos y documentos han subrayado el juramento que usted prestó no hace mucho, y cito textualmente: “Juro por Alá Todopoderoso, que alzó los cielos sin esfuerzo, que EU nunca estará segura hasta que los que viven en Palestina disfruten de seguridad”. Así pues, es fácil para quienes hayan seguido este asunto conectar estas palabras y los ataques terroristas ocurridos recientemente en Nueva York y Washington. ¿Qué opinión le merecen estas afirmaciones?

OBL: Es sencillo establecer conexiones. Si éstas se basan en que hemos incitado a tales actos, entonces la respuesta es que sí, son correctas. Llevamos años haciéndolo, y hemos promulgado fatwas y documentos al respecto, junto con otras formas de incitación que los medios han publicado y aireado. Por tanto, si quieren decir, o usted quiere decir, que esta incitación basta para establecer conexiones, entonces éstas son correctas. Es cierto que incitamos, porque incitar es un deber comunicado por Alá a través del mejor de los hombres, el Profeta. Alá dijo: “Combate en la senda de Alá, sólo de ti eres responsable. Anima a los creyentes al combate. Alá puede contener la violencia de los infieles y es más fuerte que ellos, más terrible es su castigo” (Corán 4, 84). Y lo que Él quiso decir es que el destino de los infieles es la guerra y el combate. Esa conexión es por tanto correcta: hemos incitado y animado a matar estadunidenses y judíos. Eso es cierto.

Las montañas de Bamiyan, en Afganistán, donde permanecieron por siglos los Budas gigantes destruidos por el talibán en abril de 2001.
Las montañas de Bamiyan, en Afganistán, donde permanecieron por siglos los Budas gigantes destruidos por el talibán en abril de 2001. Foto: Omar Sobhani/ Ruters

DERROTAR A EU ES POSIBLE

TA: Jeque, la organización Al Qaeda se enfrenta en estos momentos al Estado que domina el mundo desde el punto de vista militar, político y tecnológico. Así, esta organización, cuyos medios materiales no se acercan precisamente a los que posee EU, ¿con qué lógica puede pensarse que Al Qaeda sea capaz de derrotar, por ejemplo militarmente, a EU?

OBL: Alhamdulillah... Yo digo que la batalla no es entre la organización Al Qaeda y los cruzados. La batalla es entre los musulmanes (la gente del Islam) y los cruzados. Y la organización, con la gracia de Alá, acompañó a los muyahidín de Afganistán, y solían decirnos, entre cosas aún peores: “¿Cómo pretendéis derrotar al Imperio soviético?”. Y en esa época el imperio soviético era una fuerza realmente poderosa, a la que todos temían, y ante la que la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) se echaba a temblar. ¿Dónde está ahora ese poder que Dios quiso enviar contra nosotros y nuestros hermanos muyahidines? Con la gracia de Alá, el imperio soviético se ha convertido en un rescoldo en la memoria. Hoy día ese imperio ya no existe, se ha escindido en estados más pequeños y sólo Rusia permanece. Aquel que nos ayudó con una de sus manos salvadoras y nos dio equilibrio para derrotar al imperio soviético es capaz de ayudarnos de nuevo a derrotar a EU en la misma tierra, y a contradecir las mismas opiniones, y esa es la voluntad de Alá. Por eso creemos que la derrota de EU es posible, Inshallah (con la voluntad de Dios), y que será más fácil, si Alá lo quiere, que la derrota anterior del imperio soviético.

TA: Usted dijo que derrotarán a los estadunidenses en esta tierra. ¿No cree que el hecho de que la organización Al Qaeda esté en Afganistán está costándole demasiado caro al pueblo afgano?

OBL: Bueno, esa es una opinión parcial e incompleta, planteada desde un solo ángulo. Cuando vinimos por primera vez a Afganistán para darle la victoria a los muyahidines ante la invasión soviética, en el año 1399 de la Hégira (1979 del calendario occidental), el gobierno saudí nos pidió oficialmente que no lo hiciéramos. Debido a mi entrada en ese país y a la cercanía de las conexiones entre mi familia y el aparato gubernamental saudí, llegó una carta pidiendo que Osama no fuese a Afganistán, y que permaneciese con los mohajires (inmigrantes) en Peshawar, porque si los rusos me capturaban podrían utilizarme como prueba de que los saudíes estaban ayudando a los muyahidines contra el imperio soviético, y no exagero cuando me refiero a tal prohibición, porque desde su punto de vista podía perjudicarles. Sus propias opiniones los obligaron a ello. Así, cuando acudimos por primera vez a los afganos aguantamos lo que teníamos que aguantar para vivir nuestro ser en el Islam y para proteger a los hijos y a la descendencia de la Umma, y dar la victoria a la religión. Y ese es un deber que tienen por igual todos los musulmanes, no sólo los afganos. De modo que yo y mis hermanos vinimos para hacer la yihad en cumplimiento de esa obligación, que ha de traer la victoria a nuestros hermanos en Palestina, y eso quiere decir que Osama no es el único que debe soportar este peso, sino que es una obligación para toda la Umma, porque es el Camino de Alá y hoy la yihad es un deber para todos nosotros.

El reportero de CNN, Peter Arnett, con Osama Ben Laden en marzo de 1997, durante una entrevista televisiva en Tora Bora, Afganistán.
El reportero de CNN, Peter Arnett, con Osama Ben Laden en marzo de 1997, durante una entrevista televisiva en Tora Bora, Afganistán. Foto: AFP

MATAR Y MORIR

TA: Volvamos a los ataques en Nueva York y en Washington. ¿Cómo analiza lo que ocurrió, el efecto causado en EU y en el mundo musulmán? Respóndame por separado, si no le importa.

OBL: En mi opinión, lo que ocurrió el martes 11 de septiembre en Nueva York y Washington fue un gran acontecimiento en todos los sentidos, y sus consecuencias aún se están produciendo. Y si la caída de las torres fue un acontecimiento tan enorme, imagine la magnitud de los acontecimientos que le siguieron... hablemos de las consecuencias económicas, que aún perduran. De acuerdo con sus propios cálculos, las pérdidas en la Bolsa de Wall Street alcanzaron el 16 por ciento. Dicen que es una cifra récord, una que jamás se había alcanzado desde la apertura de la Bolsa hace más de 230 años. Nunca ha habido una caída semejante.

TA: En lo que respecta a las consecuencias de estos actos en el mundo islámico, hay diferencia de opiniones. Habrá oído las declaraciones oficiales y las de personas autorizadas que afirman que estos ataques constituyen actos terroristas, que las víctimas son civiles inocentes y que los ataques son inaceptables, que no tienen cabida en el Islam moderno, etcétera. ¿Cuál es su opinión sobre las consecuencias que las acciones de su organización están teniendo sobre el mundo islámico?

OBL: Las declaraciones de los líderes, tanto en Oriente como en Occidente, han insistido en la necesidad de acabar con las causas y las raíces del terrorismo. Y tras preguntarse cuáles son, han llegado a la conclusión de que se hallan en el conflicto palestino. Por eso nuestra causa es justa, aunque por miedo a EU no puedan decirlo en voz alta. Por eso, y basándose en los acontecimientos recientes y en sus consecuencias, Bush y Blair se apresuraron a mover piezas y decir que es el momento de crear una nación independiente en Palestina. Subhanallah! ¿Acaso durante 10 años no fue el momento, y es el momento ahora, tras lo ocurrido? Por tanto, no aprenderán si no es con el lenguaje de los palos y las muertes. Si ellos nos matan a nosotros, no cabe duda de que nosotros también hemos de matarlos a ellos, hasta que estemos igualados en la escala del terror. Por primera vez en tiempos recientes el marcador se encuentra igualado entre los musulmanes y los estadunidenses, esos estadunidenses que hacían con nosotros lo que querían, que no nos dejaban siquiera el derecho a protestar (…) Esta hipocresía va más allá de la hipocresía, y es injusto. No aprenderán hasta que los ataques caigan sobre sus cabezas y, con la gracia de Alá, la batalla se libre en el interior de EU. Lucharemos por mantenerla, con la voluntad de Alá, hasta que consigamos la victoria o nos encontremos con Alá a través del martirio.

Inicio de la invasión de Kuwait por las fuerzas de Irak, lo que generaría la Guerra del Golfo de 1991.
Inicio de la invasión de Kuwait por las fuerzas de Irak, lo que generaría la Guerra del Golfo de 1991. Foto: AFP
TA: Pero jeque, por lo que veo sus respuestas siempre hacen referencia a Palestina y a su conflicto. Ha sacado a la palestra el conflicto palestino, o como usted lo llama, el conflicto de Al Aqsa, y el asunto de Arabia ha pasado, podríamos decir, a un segundo plano. ¿Cuál es su opinión al respecto?

OBL: Digo que no hay duda de que la yihad es obligatoria para todos los musulmanes con el fin de liberar Al Aqsa, o para defender a los débiles en Palestina, el Líbano y en todas las tierras del Islam, y tampoco hay duda de que liberar la Península Arábiga de los politeístas también es obligatorio para los musulmanes.

TA: ¿Qué acontecimientos le han empujado hacia el conflicto palestino?

OBL: Recientemente, el nuevo alzamiento de la bendita intifada del mes de Rayab. Fue el principal de los factores a la hora de dirigirnos en esa dirección, y en lo que respecta a nuestra intervención, nosotros nos limitamos a cumplir con nuestro deber para no permitir que nuestra religión se avergüence. Todos los asuntos tratados con anterioridad se hallan entrelazados. El ataque a los estadunidenses a través del conflicto palestino ayuda a conseguir los objetivos en Arabia, y viceversa: el ataque a los estadunidenses, considerados un escudo para los judíos, en la provincia de Tabuk y en las regiones orientales de Arabia Saudita.

Derrumbe de la  Torre norte del World Trade Center de Nueva York el 11 de septiembre de 2001.
Derrumbe de la Torre norte del World Trade Center de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. Foto: Reuters

RESPALDADO POR LA RELIGIÓN Y EL SENTIDO COMÚN

TA: ¿Y qué me dice de la muerte de civiles inocentes?

OBL: Esa muerte de civiles inocentes de la que hablan los estadunidenses y otros pueblos civilizados es una idea muy extraña. Quiero decir, ¿quién se atreve a decir que nuestros niños y nuestros civiles no son inocentes, y que está permitido derramar su sangre? Si matamos a sus civiles, el mundo entero grita contra nosotros, de Este a Oeste, y EU comienza a mover a sus marionetas y a sus aliados. ¿Quién dice que su sangre es sangre, pero la nuestra no? ¿Quién lo dice? ¿Qué pasa con los que han muerto en nuestras tierras durante décadas? Más de un millón de niños han muerto en Irak, y siguen muriendo. ¿Por qué no oímos las protestas de la gente, o por qué no nos apoyan, o por qué no nos ofrecen sus condolencias? Hace mucho tiempo, uno de los reyes entre los árabes de antaño mató a uno de los suyos, y la gente consintió que los reyes mataran a los otros hombres; pero el hermano del muerto se alzó y mató al rey, y la gente lo criticaba diciendo: “¿Has matado al rey sólo porque mató a tu hermano?”. Pero sus almas eran iguales, y la sangre de todos los musulmanes es igual, por lo que este hombre justo respondió: “Mi hermano es mi rey”. Y hoy en día, nuestros hermanos en Palestina son nuestros reyes, por lo que mataremos a los reyes de los infieles y de los cruzados, y a los civiles infieles, hasta igualar la cifra de nuestros hijos muertos, y eso viene respaldado tanto por la religión como por el sentido común.

TA: De modo que usted dice que hay que pagarles con la misma moneda: ellos matan a nuestros inocentes, y por eso nosotros matamos a los suyos.

OBL: Sí, matamos a sus inocentes, y eso lo respalda tanto la religión como el sentido común. Porque algunos de los que hablan de este asunto lo hacen desde un punto de vista religioso [...] Se dice que es incorrecto y que está prohibido, y como prueba se dice que el Profeta prohibió matar niños y mujeres, y eso es cierto. Es cierto que el Profeta lo dijo...

TA: Es precisamente lo que nos preguntamos. ¡Esa es la cuestión!

OBL: Pero esta prohibición de matar mujeres y niños no es general, y hay otros escritos que lo confirman. Alá nos dijo: “Cuando ejerzáis represalias, que sean semejantes a las ofensas que hayáis recibido”.

TS: ¿Y qué me dice del World Trade Center en Nueva York?

OBL: En lo que respecta al World Trade Center, los ataques se dirigieron contra el poder económico. ¡No era una escuela primaria! Ni una residencia. Y todo el mundo coincide en que la mayoría de los que estaban allí apoyaban a la mayor fuerza financiera del mundo, que se dedica a crear entuertos por todas partes. Y esos individuos deberían ponerse del lado de Alá, y reconsiderar su actitud y hacer sus cuentas. Tratamos a los demás como ellos nos tratan a nosotros. Ellos matan a nuestras mujeres y nuestros inocentes, y nosotros mataremos a sus mujeres y a sus inocentes hasta que dejen de hacerlo.

TA: Pero, jeque Osama, los medios de comunicación y los servicios de seguridad afirman que usted dirige una red que se extiende a lo largo de 40 o 50 países, que la organización Al Qaeda tiene un gran potencial y que usted ordena realizar muchas misiones. Que usted apoya a múltiples organizaciones islámicas que en algunos sitios son calificadas de “terroristas”. La pregunta que le hago es: ¿cuál es la magnitud de la implicación de Al Qaeda y qué efecto tiene la personalidad de Osama Ben Laden en esta implicación?

OBL: Alhamdulillah. En respuesta a su pregunta, y ya lo he dicho antes, mantengo que esta cuestión no es de una persona concreta ni de Al Qaeda. Somos los hijos de la nación islámica, con el profeta Muhammad al frente, nuestro Alá es uno, nuestro Profeta es uno, nuestra Qibla es una, somos una Umma y nuestro Libro es uno. Y este Libro sagrado, con la Sunna de nuestro generoso Profeta, nos ha impuesto la hermandad de la fe, y la hermandad entre todos los creyentes. [...] Estos jóvenes (que Alá los acepte) que se han sacrificado en Nueva York y Washington, aquellos que dicen la verdad sobre la conciencia de esta nación, son la conciencia viva que ve que hay que vengarse de los malvados, los transgresores y los terroristas que aterrorizan a los verdaderos creyentes. Por eso no todos los actos terroristas deben estar prohibidos o son incorrectos. Hay un terrorismo incorrecto y un terrorismo bueno. Si les preguntamos a los criminales y los ladrones, dirán que la policía practica el terrorismo contra ellos. ¿Vamos entonces a la policía y les decimos que están cometiendo actos terroristas contra los ladrones? No, porque el terrorismo de la policía contra los ladrones es bueno, y el terrorismo que los maleantes practican sobre los verdaderos creyentes es malo e incorrecto. Y el terrorismo de América e Israel es malo, y nuestro terrorismo es bueno, y su objetivo es evitar que ellos maten a nuestros hijos en Palestina y en otros lugares.

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