DPA: Honduras se prepara para regresar a la OEA
Washington, 30 may (dpa) - Honduras se apresta a regresar este miércoles a la Organización de Estados Americanos (OEA), con lo que espera culminar el proceso de vuelta a la normalización de sus relaciones internacionales tras el golpe de Estado de 2009.
El país centroamericano permaneció fuertemente aislada a causa del golpe del 28 de junio de 2009, que la convirtió en un paria hemisférico y en doloroso recuerdo de un pasado antidemocrático que la región creía haber dejado atrás hace largo tiempo.
La intención tanto de la OEA como de los países centroamericanos que más han presionado por el retorno de Honduras es que ése sea por la puerta grande, durante una Asamblea General extraordinaria convocada en la sede del organismo en Washington.
«Tengo la esperanza fundada de que el miércoles (…) culmine este período difícil y se retorne a la plena normalidad de nuestra organización con el retorno de Honduras plenamente a sus funciones en la organización», declaró el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, desde Tegucigalpa.
Insulza viajó a la capital hondureña para recibir junto con el presidente Porfirio Lobo al ex mandatario Manuel Zelaya, cuyo regreso a Honduras ha sido la llave que ha abierto el proceso de readmisión en el organismo hemisférico.
Aunque desde la asunción de Lobo Honduras ha ido restableciendo gradualmente sus relaciones con la comunidad internacional, el regreso a la OEA es considerado la culminación de este proceso de readmisión ante un mundo que condenó con una sola voz un golpe de Estado que trajo a la memoria las peores imágenes del pasado no tan lejano de América Latina.
Consciente de la importancia del gesto, Lobo enviará una alta delegación conformada por la ministra de la Presidencia, María Guillén, el canciller, Mario Canahuati, y el secretario de Planificación, Arturo Corrales.
Se espera asimismo la asistencia de al menos varios cancilleres centroamericanos, los países que más han pujado por el retorno de Honduras.
«Honduras tiene que ingresar con todo el derecho, como le corresponde», sostuvo el embajador salvadoreño ante la OEA, Joaquín Maza.
Que Honduras recibirá los votos suficientes como para volver -al menos dos tercios de los actualmente 33 miembros activos- es algo de lo que nadie duda, en vista del fuerte respaldo de todo el hemisferio al proceso.
La gran pregunta es si su retorno será por «consenso», es decir, por unanimidad, o si el organismo se verá obligado a votar, un procedimiento que prefiere eludir para mostrar una imagen de unidad en decisiones tan importantes como es la de la readmisión de uno de sus miembros suspendidos.
La clave de esta decisión la tiene Ecuador, el único país que ha expresado su oposición a debatir el retorno de Honduras aludiendo a la insuficiencia de cambios institucionales en el país centroamericano así como a su situación de derechos humanos, algo que también han destacado numerosas organizaciones civiles que también se oponen a la vuelta a la OEA de Tegucigalpa.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó la semana pasada que su país no respaldará la vuelta de Honduras si no se castiga a quienes provocaron el golpe de Estado, algunos de los cuales, recordó, ocupan «altos cargos» en el actual gobierno de Lobo.
Organizaciones como el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) circularon en los pasados días una carta en la OEA reclamando también que no se admita a Honduras de vuelta al considerar que «el Estado hondureño aún tiene serias deudas con la institucionalidad democrática, el Estado de derecho y los derechos humanos».
Salvo el retorno con garantías de Zelaya, «a día de hoy no se han cumplido las condiciones mínimas establecidas por la OEA que justifiquen el levantamiento de la suspensión», sostiene la misiva.
Pese a estas denuncias, no es probable que la OEA vaya a cambiar de opinión respecto al retorno de Honduras, algo que desea tanto Tegucigalpa como el propio organismo hemisférico, que espera así poder centrarse en otros temas y cerrar un capítulo con muchas sombras.
En vista de que la inminente Asamblea General anual se centrará asímismo en un tema que atañe sobre todo a Centroamérica, la «seguridad ciudadana» y, como parte de ella, el combate del narcotráfico que cada vez penetra más esta región, la presencia de uno de los países del área más afectados, como es Honduras, resulta además vital para el éxito de la cita del 5 al 7 de junio en San Salvador.
Con pragmatismo político, un diplomático de la OEA desestimó a la agencia dpa en los pasados días las dudas aún pendientes sobre la situación de derechos humanos en Honduras.
«Honduras no se suspende por derechos humanos sino por el golpe de Estado», zanjó
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