domingo, 29 de mayo de 2011

Los hombres-lodo

Los hombres-lodo

José Cárdenas

El próximo encuentro televisivo entre los candidatos a gobernar el Estado de México será el 8 de junio. El pronóstico es que Eruviel Ávila, Alejandro Encinas y Luis Felipe Bravo Mena se darán con todo. Adiós diplomacia y buenos modales.

Desde sus propios cuarteles, sus estrategas los vieron muy guangos en su primera aparición en pantalla, con Denise Maerker. Por eso, lo que no mostraron en la tele comenzaron a exhibirlo en la calle. El destino los alcanzó.

En 38 días, de aquí al 30 de junio (fecha en que terminan las campañas; la elección es el 3 de julio), veremos montañas de lodo para arrojarlas al adversario. Bolas de cualquier tamaño y material pestilente cruzarán el firmamento mexiquense.

Pregunta el reportero: -¿Y cómo se le revira a un Encinas duro en el templete, pero decentito y bien portado ante las cámaras?

-Con todo. Cuando Encinas fue jefe de Gobierno en el DF, se convirtió en el Juanito de Andrés Manuel López Obrador. Le permitió lo que quiso. Hasta bloquear el Paseo de la Reforma. ¿Así de populares serán sus decisiones desde la casa de gobierno en Toluca?

En la tele, demasiada decencia parece dejadez. Y esto a ninguno de los tres gallos le conviene. Ni a Eruviel Ávila, cuya posición en las encuestas (49.1%) le da margen para decrecer y aún así llegar con 15 o más puntos de ventaja sobre Alejandro Encinas (23%) y Luis Felipe Bravo Mena (16.3% y cayendo). Holgura dura y madura.

La encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior de ayer sostiene: Solos, ni el PAN (55%) ni el PRD (61%) le pueden ganar al PRI en el Estado de México; 57% de las personas cree que “hicieron bien en no aliarse”, debido a “sus ideologías diferentes”. Sin embargo, “avanza la idea (52%) de que unidos PAN y PRD sí lograrían derrotar al PRI”.

Sólo un candidato priista capaz de perder un punto al día produciría el vuelco. Descartado. Sería algo inesperado para los estudiosos de los procesos electorales.

Además de prometer el oro y el moro y ofrecer “La Cumplidora”, Encinas ya comenzó a madrear con todo. Que si Eruviel paga helicóptero de tres mil 500 dólares la hora. Que si “por órdenes del presidente Felipe Calderón” le bajaron su publicidad de la final del futbol, en CU. Grandes segmentos están hartos de atestiguar guerras de lodo, de soberbia, acusaciones sin prueba y descalificaciones antes que propuestas y compromisos. Si se les pasa la mano a los enlodadores, el resultado puede ser contraproducente.

¿Y Bravo Mena?

El presidente del PAN, Gustavo Madero, por fin se placeó con él en Tlalnepantla. También lo hicieron en día de asueto burocrático los secretarios Ernesto Cordero, Javier Lozano y Alonso Lujambio. Va implícito el apapacho de Los Pinos. El candidato blanquiazul entra a la segunda semana con el hándicap de su arranque tardío y un perfil desangelado en los medios, por más que se quiso pintar de retador directo de Eruviel.

MONJE LOCO. En política los hechos son los hechos, pero lo que cuenta es la percepción. Si Bravo Mena sigue de “colero” lo llevarán a “dar el Acapulcazo” —dicen—. Es decir, a ceder sus votos a favor de Encinas. Lo que sea con tal de impedir el triunfo del PRI. Y Eruviel, risa y risa. Ya se sabe, ya se supo.

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