viernes, 27 de mayo de 2011

OTRO ERROR EN LA CAMPAÑA PERUANA

Portavoz de Keiko Fujimori: "Nosotros matamos menos"

Una vez más en la campaña electoral de Perú, los portavoces de los dos candidatos parecen trabajar para sus rivales. Ahora le tocó a Keiko Fujimori.

El ahora ex portavoz del fujimorismo, Jorge Trelles.
Martín Higueras / Iberoamérica
Hace algunas semanas, los protagonistas de la campaña electoral en Perú fueron los portavoces de los dos candidatos que se enfrentarán en la segunda vuelta y no por sus aciertos, sino más bien todo por el contrario: por sus metidas de patas.
En una entrevista en el canal Panamericana Televisión, el portavoz de Fuerza 2011 (partido de Keiko Fujimori), Jorge Trelles, señaló que su candidata no tendría problemas en debatir sobre temas relacionados con los derechos humanos. Al ser preguntado acerca de las imputaciones que se hacen por los crímenes cometidos durante la gestión de Fujimori, Trelles fue claro: "En todo caso, nosotros matamos menos, menos que los dos gobiernos que nos antecedieron".
Tras conocerse estas declaraciones, se desató una oleada de críticas contra Trelles y el fujimorismo, por lo que Keiko salió a rechazar las palabras de su portavoz, mientras que su candidato a la primera vicepresidencia, Rafael Rey, comunicó su destitución. Sin embargo, la hija de Alberto Fujimori intentó explicar la situación y dijo que Trelles estaba haciendo un comentario sobre el hecho de que la Comisión de la Verdad y Reconciliación -una comisión encargada de elaborar un informe sobre la peor etapa del terrorismo en el Perú- certificase que en el gobierno de su padre hubo menos "desaparecidos".
Tras este episodio, el candidato Ollanta Humala consideró "condenable, vergonzosa y contra la moral" la afirmación de Trelles y dijo que le da "pena competir" en estas elecciones con un proyecto político que se expresa en esos términos. "Ese es un tema que sale del marco de la discusión de la democracia. Esa declaración es condenable, vergonzosa y contra la moral y, sobre todo, nos demuestra que es el mismo proyecto que gobernó el país en los noventa, y lo que quiere ahora es completar su tercer período continuando con la misma praxis", enfatizó.
Keiko Fujimori sigue líder en las encuestas
Antes de que se conociera este nuevo error de campaña, se conoció la última encuesta de intención de voto. Según el sondeo de la empresa Datum, publicado por el diario Perú21, la candidata Keiko Fujimori conseguiría la presidencia frente a Ollanta Humala con una estimación de voto del 46% a Fujimori, frente al 40,2% de Humala.
"Todas las anteriores encuestas realizadas por las compañías afiliadas a APEIM (Asociación Peruana de Empresas de Investigación de Mercado) daban empate técnico, es la primera vez que esto se rompe. Y esto se debe a que el número de indecisos, que con la simulación (sondeo) optan por una opción, se ha reducido", afirmó Manuel Torrado, director de Datum.
La candidata de Fuerza 2011 ha aumentado su respaldo en la capital y en el norte del país. "Keiko Fujimori ha subido unos cinco puntos en esta última encuesta, pero Humala también, aunque menos, un poco más de un punto. (...) Lima y el norte han terminado por decidir. Se da una división del país. La capital y el norte, más modernos y desarrollados, están con Fuerza 2011, y el resto del país, el sur, el centro y el oriente, están con Humala", aseguró Torrado.
Otra encuesta, llevada a cabo por el estudio CPI, da a Fujimori el 52,9 por ciento de los votos, frente al 47,1 por ciento conseguido por Humala.

A la deriva

PSOE

A la deriva

GEES

&quote&quoteLa crisis sucesoria en el PSOE a quien le está costando caro es a España. Con nuestros compromisos y misiones en el exterior desatendidas; con un presidente del Gobierno sin autoridad ni legitimidad para el Gobierno.
Como hemos relatando en esta columna, la aún ministra de Defensa no ha ejercido nunca como tal: concibió desde el principio el Ministerio como un inmenso plató de televisión desde el que catapultar su imagen política. Probablemente haya sido la peor titular de Defensa de la democracia, pese a lo cual, convertida en una agencia de publicidad andante, no pocos socialistas querían verla dirigiendo al PSOE, pese a su manifiesta incapacidad gestora. Nunca se interesó ni se involucró en los problemas reales de los militares, lo que se tradujo en problemas sin resolver –relativos a material, renovación y organización– y en problemas nuevos creados por su afán de protagonismo –Ley de Carrera Militar, Reales Ordenanzas, Ley de Derechos y Deberes–. Pese a que las lágrimas de la ministra son lo único que parecen interesar en nuestro país, no está de más recordar que, despistada y noqueada, sigue teniendo una responsabilidad enorme, tanto en lo relativo a nuestra participación en misiones militares como en organizaciones internacionales. Y nada indica que vaya a poner más interés que el escaso mostrado hasta ahora. El Ministerio sigue a la deriva.
Por otro lado, la imagen del presidente es de mayor deterioro. Se trata de un Zapatero inconsciente de la moción de censura sufrida en las urnas el pasado domingo, dispuesto a agotar "como sea" la legislatura, al margen de la deriva del país, en el interior y en el exterior. Además, está la manifiesta debilidad mostrada ante los "barones" de su partido, inadmisible en un presidente del Gobierno. Y no digamos ya la pública impotencia que muestra ante su ministro del Interior, que cada vez asoma más como el verdadero poder en la sombra del Gobierno ante un temeroso presidente incapaz de hacer valer su voluntad en el ejecutivo o en su propio partido.
Por su parte, el ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, parece ya centrado obsesivamente en sí mismo y en su propia carrera política. Sólo responde a estímulos que afectan a su imagen, pero no más. En el Congreso, se zafa como buenamente puede de las preguntas sobre el caso del chivatazo a ETA, en un empeño por salvar su pellejo que contrasta con la facilidad para sacrificar a los miembros de la policía, por colaboradores que sean. Por lo demás, permanece atrincherado en el Ministerio, desatendiendo importantes crisis de orden público como las de las acampadas, espacios de ilegalidad, impunidad y desafío al Estado de Derecho. O renunciando a liderar cualquier lucha contra el brazo político de ETA, cuyos miembros están ya amenazando y provocando a las fuerzas democráticas en el País Vasco y Navarra.
En fin, que la crisis sucesoria en el PSOE a quien le está costando caro es a España. Con nuestros compromisos y misiones en el exterior desatendidas; con un presidente del Gobierno sin autoridad ni legitimidad para el Gobierno, semiinconsciente y noqueado; y con un ministro del Interior convertido en el hombre fuerte del país, más ocupado en eliminar a sus enemigos políticos en la sucesión que en atender a sus obligaciones institucionales. Entre una y otra cosa, España es un país a la deriva.

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