lunes, 6 de junio de 2011

Caso Hank Rhon

Caso Hank Rhon: pista con rumbo desconocido

Por: Salvador Camarena

78384
En esta imagen del portal yucatan.com.mx, aparececen el ex alcalde Jorge Hank Rhon, quien levanta la mano a la hoy gobernadora de ese estado, Ivonne Ortega. De corbata roja a rayas, el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto

En el caso de la detención el sábado del ex alcalde de Tijuana Jorge Hank Rhon sólo importa mirar al futuro. La biografía del personaje arrestado por el Ejército Mexicano es tan singular que podría distraernos de lo realmente crucial: no importa tanto recordar quien ha sido, sino tratar de entender los efectos finales de la aprehensión más importante del sexenio del presidente Felipe Calderón.

Establecer los escenarios de lo que pueda ocurrir tienen que comenzar con lo que se ha informado oficialmente sobre cómo ocurrió la detención. Lo reseñado hasta hoy por la Secretaría de la Defensa mexicana es inverosímil. Nadie dice que los militares estén mintiendo, pero simplemente hay que subrayar que es muy poco creíble que, como asegura el boletín de prensa, fueron los propios hombres de Hank Rhon los que habrían delatado a su patrón. El comunicado dice a la letra: "Los hechos ocurrieron en atención a una denuncia ciudadana, la cual hacía referencia sobre la presencia de tres personas armadas a inmediaciones del hotel Palacio de dicha plaza, mismos que al ser aprehendidos por el personal militar, señalaron que en un domicilio de la colonia Hipódromo ocultaban armamento". Un escolta no entrega a su jefe. Y menos a este jefe, que ha demostrado que no olvida a uno de los suyos que ha caído en desgracia. Ver este reportaje del semanario Zeta.

Así que lo primero que hay que tratar de establecer es qué pasará con esa versión oficial que hoy agrega que a Hank Rhon le decomisaron en su domicilio 40 armas largas, 48 armas cortas y 9298 cartuchos. En cuestión de horas, un juez tendrá que resolver la situación legal del ex alcalde, quien en una primera declaración por escrito se ha desmarcado de la posesión del armamento. ¿Qué más informará la autoridad sobre la detención? ¿Qué tipo de trato mediático darán a este inculpado, cuando detenciones similares (de gente en posesión de armamento) han sido utilizadas como propaganda de la guerra anticrimen? ¿Qué discurso armará Calderón para explicar la caída de uno de los barones del PRI?

Los priistas olfatearon con semanas de antelación el golpe. Incluso se habían adelantado a tratar de descalificar cualquier aprehensión --se creía que de algún ex gobernador-- y pidieron públicamente al gobierno no caer en lo que llamaron "terrorismo político". Y como nadie en la política cree en las casualidades, imposible no apreciar la rentabilidad que en el plano electoral podría tener para el PAN la detención de este emblema tricolor: si los priistas son familia, pocos apellidos más cercanos al tronco reinante del partido que el de Hank.

Demos por buena la versión del Ejército Mexicano. Los costos de jugar con la respetabilidad de esa institución cambiando en las próximas horas la versión para favorecer a Hank Rhon serían altísimos. La pregunta es si el gobierno panista querrá que los suyos utilicen electoralmente el arresto de uno de los personajes esenciales del grupo que tiene al precandidato presidencial más fuerte del PRI. El presidente Calderón no puede equivocarse en las señales. No es ésta una detención neutra. Y aun así, en el plano judicial tendrá que ser impecable el alegato del gobierno en contra del ex alcalde para que la opinión pública primero y los priistas después vean en este caso uno estrictamente legal. De otra manera, la ruptura con los priistas no sólo significará el fin de la aprobación de reformas en el Congreso, sino que se abrirá la puerta a un territorio de confrontación donde muchos alfiles de uno y otro bando caerán hundiendo a la política mexicana.

En 1994 vimos cómo se peleaban los priistas. Magnicidios y crisis financiera estancaron entonces al país. ¿En 2011 estaremos ante el choque entre los panistas y los tricolores? Ojalá que no.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario