Noriega: Chávez lanza nueva ofensiva contra Honduras
ANTONIO MARIA DELGADO
El presidente venezolano Hugo Chávez emprendió una nueva ofensiva en Honduras, financiando “agentes” y promoviendo el llamado a una Asamblea Constituyente, en un renovado intento por convertir al país centroamericano en el nuevo bastión del “socialismo del siglo XXI”, alertó el ex embajador de Estados Unidos ante la OEA, Roger Noriega.
El diplomático, un aguerrido crítico del régimen de Caracas, dijo en una entrevista estar muy preocupado ante las maniobras emprendidas por Chávez para tratar de promover su “modelo autoritario populista” en Honduras, apartando para la tarea lo que podrían llegar a ser cientos de millones de dólares.
Es un intento que en esta ocasión parece estar funcionando, advirtió Noriega.
“Mi pronóstico es muy negativo”, admitió el diplomático. “Los agentes de Chávez van a sembrar el caos y la división política para neutralizar a los actores políticos tradicionales del país. Es un plan que en este momento está en pleno desarrollo y que está teniendo éxito”.
Noriega explicó que las fuerzas del chavismo parecen haber aprendido las lecciones de hace dos años, cuando el ex presidente Manuel Zelaya fue removido del poder por tratar de aplicar el modelo diseñado en Caracas, al convocar inconstitucionalmente a un plebiscito para prolongar su permanecía en el poder.
En esta ocasión, los “agentes de Chávez” están promocionando activamente una enmienda a la legislación que regula los plebiscitos y preparando el camino para una Asamblea Constituyente, organismo que ha sido instrumental en la implementación del modelo chavista en los países del ALBA, dijo.
“Todos los instrumentos de seguridad que los hondureños utilizan para defenderse del populismo autoritario hace dos años están siendo desmantelados”, comentó Noriega. “Y mi impresión es que el modelo va a ser el mismo modelo chavista”.
Ese régimen de gobierno podría no ser presidido por Zelaya, quien regresó la semana pasada a Honduras tras permanecer por un largo peregrinaje fuera del país.
El ex presidente demostró tener serias deficiencias y su imagen se ha desgastado desde que fue removido del poder, dijo.
“Creo que Zelaya es la noticia de ayer”, comentó Noriega. “Los venezolanos, y todos los demás que han tenido que trabajar con él en los últimos dos años, están cansados de él y lo más probable es que le apuesten a un nuevo caballo”.
Ese caballo podría provenir del denominado Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), organización creada como reacción al derrocamiento de Zelaya que ahora está en vías de constituirse en un nuevo partido con miras a ganar las elecciones presidenciales del 2013.
Noriega señaló que los agentes del chavismo no están escatimando esfuerzos por dividir a los existentes partidos políticos tradicionales, y a quienes actualmente respaldan al actual presidente electo del país, Porfirio Lobo.
Esto está ocurriendo bajo la vista de dirigentes políticos tradicionales, algunos de los cuales han expresado su desacuerdo con el planteamiento de adoptar un modelo autoritario populista en el país.
“Pero temo que la resistencia a estos esfuerzos será reprimida a través de las presiones de grupos violentos, sobornos u otros instrumentos que Chávez tiene en su caja de herramientas para contrarrestar los esfuerzos de resistencia, tal como ha sucedido en otros países”, expresó.
“Todo lo que esta sucediendo hoy es el resultado de una intensa interferencia y presión ejercida por Chávez contra los actores políticos del país. El diseño de las huelgas y la violencia viene de Caracas”, añadió.
Es un proyecto que también es bien financiado.
Según informaciones de inteligencia recogidas por Noriega, Venezuela ya ha aportado grandes cantidades de dinero para financiar a los agentes que tiene en Honduras.
Es difícil calcular la cantidad de dinero que el régimen presidido por Chávez ha dedicado a este proyecto político.
“Pero ellos gastaron $1,000 millones para fortalecer al [presidente nicaragüense Daniel] Ortega, y […] es posible que estén dispuestos a gastar cientos de millones de dólares para garantizar que Chávez esté en condiciones de ampliar su influencia en Honduras”, comentó.
Por otro lado, Venezuela ha tenido éxito en sus esfuerzos diplomáticos para mantener a Honduras aislada, hasta el punto de obligar a Lobo a pactar con Chávez para de esa manera abrir finalmente el regreso del país centroamericano a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Según Noriega, todo esto ha ocurrido bajo una complicidad repugnante de la comunidad internacional.
“Es una asquerosa muestra de hipocresía por parte de la comunidad interamericana”, expresó el diplomático.
“Todo esto fue diseñado por Venezuela, pero la obstaculización del reconocimiento de un gobierno electo democráticamente, mientras dictaduras en Cuba y Venezuela son bien recibidas en la OEA, es francamente una muestra de hipocresía que revuelve el estómago”, comentó.
Noriega también mostró desacuerdo con lo que ha sido una postura muy tibia por parte del Departamento de Estado ante lo que está sucediendo en el país centroamericano.
El diplomático admitió haberse sorprendido ante un reciente pronunciamiento del subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, quien agradeció a Venezuela por sus esfuerzos para ayudar a Honduras a retornar a la OEA.
Noriega dijo que ese agradecimiento es inconsistente con la manera en que el acuerdo fue conseguido, tras obligar a Lobo “a rogar de rodillas el perdón de Chávez” para poner fin al aislamiento diplomático, y con las recientes sanciones impuestas contra Venezuela por su colaboración con Irán en sus aspiraciones de desarrollar armas nucleares.
También muestra el desgano sentido por Washington hacia lo que sucede en el país centroamericano, señaló.
“Un país como Honduras, que tradicionalmente ha sido proestadounidense, que tradicionalmente ha sido receptivo ante los intereses de Estados Unidos, ha sido abandonado a su suerte, quedando indefenso ante las pretensiones de Chávez […] Esto es un nuevo punto bajo en la influencia de Estados Unidos en la región”, comentó.
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