lunes, 27 de junio de 2011

Grecia, 'en venta'

El Pireo.

El puerto del Pireo es conocido por ser el punto de partida de muchos turistas a las soleadas islas griegas.

Pero ahora lo que más llama la atención cuando uno recorre esta zona industrial del sur de Atenas no son los ferries de pasajeros, sino la gran cantidad de grúas naranjas que se erigen sobre la zona mercante.

"Eso es el barrio chino", dice el líder sindical Sotiris Poulikoyiannis, sentado en su despacho a pocos metros de esta escena.

El año pasado, la naviera estatal china Cosco se hizo con el control de la mayor parte del puerto, la instalación con mayor tráfico de mercancías de toda Grecia y, la que es probablemente, la mayor inversión china en Europa.

En un momento de crecientes dudas sobre si los préstamos de Europa conseguirán salvar a Grecia, surge la pregunta de si, en su lugar, serán las economías emergentes de Asia las que saquen a Grecia de su crisis.

Por el momento, gobiernos y empresas con dinero para gastar tienen abundantes oportunidades de inversión en el multimillonario programa de privatización del gobierno griego.

Sin embargo, a algunos griegos como Poulikoyiannis, les preocupa que Grecia se vea obligada a vender la cubertería de plata familiar a precios de ganga.

"Todos estamos intentando aprender chino ahora", dice con una sonrisa resignada.

"Todos tenemos que hacerlo, toda Europa. Tú también".

En el puerto gestionado por los chinos los sindicatos no son reconocidos, y para los mecánicos y trabajadores del metal que han vivido siempre de reparar barcos corren tiempos difíciles.

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Mella

Protesta de trabajadores de astilleros de Atenas.

Alrededor del 20% de los afiliados al sindicato han visto cortada su electricidad en casa, y muchos también han perdido el agua corriente.

Las medidas de austeridad impuestas a causa de la crisis de la deuda soberana amenazan la estabilidad de toda la eurozona y hacen mella en los ciudadanos.

Y entre los más afectados se encuentran los astilleros del Pireo.

Alrededor del 20% de los afiliados al sindicato han visto cortada su electricidad en casa, y muchos también han perdido el agua corriente. Como su país, pasan enormes apuros para pagar sus facturas.

Pero aquí en el puerto nadie puede solicitar un préstamo a Europa para no caer en la bancarrota.

El sindicato asegura que más de 6.000 personas trabajaban en el astillero antes de que empezara la crisis en 2008. Ahora hay solo trabajo suficiente para unas 300 personas al día.

Muchos armadores griegos están enviando sus barcos a China para que los reparen allí.

"Nos pagan 90 euros al día (US$127) incluyendo las horas extras", dice Poulikoyiannis, señalando a una tabla escrita a mano sujeta a la pared.

"Y si alguno consigue trabajar cinco días al mes, ya piensan que ése ha sido un buen mes".

"Este último año ha sido muy malo. No hay actividad. No te dejes engañar por toda este agua. Esto es en realidad como un desierto".

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Fuera de su despacho prefabricado, cuatro perros duermen a la sombra. Cerca hay una escultura de un mecánico empuñando una llave inglesa.

En este sindicato comunista su monumento está dedicado a los camaradas que murieron en accidentes de trabajo.

"Asesinados por sus jefes", se lee en la inscripción, "en el altar del beneficio".

Los empresarios, naturalmente, no estarían de acuerdo.

Si los sindicatos no hicieran tantas huelgas, dicen, quizás llegaría más inversión al país.

"Lo que queremos evitar es vender nuestros bienes más importantes por poco más que nada"

Un consejero del primer ministro griego

El gobierno, también, quiere atraer a más inversionistas chinos y de otros países.

Trenes, puertos, servicios básicos, hoteles, playas y la enorme superficie del antiguo aeropuerto internacional de Atenas, junto con sus terminales abandonadas y sus aviones oxidados, han sido puestos en venta.

Pero gobierno y sindicatos están de acuerdo en al menos una cosa.

"Lo que queremos evitar es vender nuestros bienes más importantes por poco más que nada", dice un consejero cercano al primer ministro.

"Me temo que eso es lo que está a punto de pasar".

Y si eso es lo que piensa el núcleo del gobierno, ¿quién puede culpar al resto del país por preocuparse por lo que les espera en los próximos años?

Frustrados

Si los réditos de la privatización no son tan altos como se espera, y si las medidas de austeridad hunden a Grecia aún más en la recesión, es bastante difícil imaginar de qué otra forma se va a materializar algún día el crecimiento económico que necesita el país.

La privatización griega

Se espera que el plan aporte 1.000 millones de euros al año (US$1.200 millones).

Entre las medidas se incluye la venta del 49% de la ferroviaria pública OSE, el 39% de su servicio de correos y participación en empresas regionales de aguas.La privatización de parte del sector público griego fue acordada este mismo año como parte de un gigantesco plan de rescate de la Unión Europea y el Fondon Monetario Internacional.

Por eso, tanto en el Pireo como el parlamento se palpa una frustración incontenible.

"Pienso que todo el mundo está muy nervioso", dice una mujer de mediana edad en medio de la multitud que ahora se concentra casi cada noche en las afueras del Parlamento.

Se lleva un silbato a la boca y sopla fuerte para contribuir a la cacofonía general.

"No soy economista", adelanta. "Pero tengo que preocuparme por que en mi casa lleguemos a fin de mes y puedo ver que esto no marcha bien".

A su lado pasa un hombre con una horca de fabricación casera en una mano y con una bandera griega en la otra.

"Ladrones", grita, y se aleja.

De repente se antoja bastante apetecible dar la vuelta y dirigirse al Pireo para montarse en uno de esos ferries y desaparecer en una isla distante.

Pero alejarse de todo esto no es una opción para los griegos en este momento.

Los ojos del mundo están pendientes de ellos.

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La semana que viene el Parlamento votará un paquete adicional de medidas de austeridad, en el que nadie parece realmente creer.

"Esos días", dice Poulikoyiannis mientras se levanta para dejar vacía su oficina. "Esos días las calles van a estar al rojo vivo".

George Soros: El dinero da poder

George Soros: "El dinero da poder. No está bien, pero es un hecho"

George Soros

El financista y filántropo, de 80 años, conversó con la BBC con motivo de la publicación del libro "La filantropía de George Soros".

Para algunos, George Soros es un filántropo visionario, que ha donado más de US$8.000 millones en los últimos 30 años.

En 1984, inspirado en las ideas del filósofo austro-británico Karl Popper, quien había sido uno de sus profesores, Soros estableció su Fundación para una Sociedad Abierta, que defiende la libertad, la democracia y los derechos humanos.

Sin embargo, sus detractores aseguran que no tiene credenciales democráticas o éticas y que con su filantropía lo único que busca es comprarse un puesto en las poderosas mesas de discusiones políticas.

Después de todo, dicen, él fue el hombre que llevó a la quiebra al banco central de Inglaterra en 1992, cuando sus especulaciones precipitaron la devaluación de la libra esterlina y le reportaron, en un día, un beneficio personal de más de US$1.000 millones.

El financista de origen húngaro, de 80 años, conversó con la BBC con motivo de la publicación del libro "La filantropía de George Soros".


En la introducción del libro, usted dice que quería ganar una fortuna pero que temía el tremendo estrés que significaría el proceso de hacer dinero. ¿Cómo logró compaginar su pasión por el dinero con la filantropía?

Todos los seres humanos tenemos muchas inconsistencias. Hubo un momento particular en que pensé que me iba a dar un infarto, debido a la presión que tenía.

"Todos los seres humanos tenemos muchas inconsistencias...He pasado la mayor parte de mi vida tratando de compaginar los diversos aspectos de mi personalidad"

Fue en ese momento en que me pregunté si me estaba noqueando a mí mismo sólo por querer enriquecerme.

Entonces decidí establecer una fundación, porque pensé que sólo valía la pena noquearme si podía ayudar a otras personas o contribuir a que el mundo fuera mejor.

Pero he pasado la mayor parte de mi vida tratando de compaginar los diversos aspectos de mi personalidad.

¿Cree que son muchos? Usted dice que heredó características de las personalidades de su padre y de su madre.

Creo que muchas de estas inconsistencias se deben a eso. Yo los quería a ambos y absorbí de los dos. Están dentro de mí.

Yo diría que mi personalidad se parece más a la de mi madre. Ella era muy intrusa y yo tenía que defenderme.

Mi padre, por su parte, era muy generoso y estaba dispuesto a distanciarse de mí. Por eso me ayudó a salir del hogar cuando yo tenía 17 años.

Cuando volvimos a vivir juntos, cuando yo tenía 26, me alegró acogerlos en mi propia casa porque habían tenido la gran generosidad de empujarme al mundo.

Usted tenía 13 años cuando Hungría fue ocupada por los nazis, en 1944. ¿Cómo era entonces la vida cotidiana?

La vida de nuestra familia, que era de la clase media, se vio trastornada por la ocupación alemana. Tuvimos que abandonar nuestro hogar y adoptar identidades falsas.

George Soros

Soros estableció su Fundación para una Sociedad Abierta en 1984.

Pero hasta entonces, en medio de una situación bastante turbulenta, nosotros llevábamos una vida muy estable y, yo diría, cómoda.

Para mí ser judío era ser diferente, formar parte de una minoría y siempre considerar la otra cara de la moneda ante cualquier problema.

También aprendí a ser más rebelde porque, a pesar de que éramos de clase media, mi padre nos enseñó a rechazar los valores burgueses, a rechazar la idea de que los bienes materiales son tan importantes.

De hecho, lo aprendí bien porque de lo contrario no sería capaz de darles mi dinero a otros.

En 1947 usted vino al Reino Unido y comenzó a estudiar en la London School of Economics. Un año después, Estados Unidos impulsó el Plan Marshall para apoyar a las sociedades europeas después de la Segunda Guerra Mundial, pero también tenía por objetivo abrir mercados para las compañías estadounidenses. ¿Piensa que EE.UU. debió haber sido más honesto sobre los aspectos contradictorios del plan?

Creo que eso es algo que estaba bien claro en ese momento y me parece que fue un gesto político extraordinariamente generoso, que distinguió a EE.UU. en esa época si se lo compara, por ejemplo, con su comportamiento a raíz del colapso de la Unión Soviética.

La apertura es un asunto muy importante para usted, pero también es algo muy complejo. Cuando la Unión Soviética colapsó, lo que quedó del país se abrió a empresarios muy rapaces y Rusia es tal vez el único país europeo donde la pobreza absoluta ha aumentado.

Sí, pero cuando pasó, la mayoría de las personas no tenían claro si era una victoria del capitalismo sobre el comunismo o un triunfo de la sociedad abierta sobre la cerrada.

Yo pensaba que se debía a lo segundo pero la mayoría de la gente, incluidos casi todos los políticos y empresarios de EE.UU., pensaban lo contrario.

Fue el colapso de un sistema represivo y cerrado. Pero al capitalismo no le fue muy bien en Rusia.

Muchas cifras indican que durante tres o cuatro años del gobierno de Boris Yeltsin la liquidación de activos fue enorme, aunque luego Vladimir Putin restableció un poco el modelo soviético.

Por supuesto, pero eso fue capitalismo de ladrones.

¿Qué diferencia hay entre el "capitalismo de ladrones" y el capitalismo?

Hay una gran diferencia porque el capitalismo puede ser, y de hecho es, algo lícito. Si no lo es, no funciona muy bien.

"Creo en el sistema capitalista pero considero que es imperfecto y se debe mejorar"

Soy un capitalista y, aunque suene raro, creo en el sistema capitalista, pero considero que es imperfecto y se debe mejorar.

El comunismo era atractivo. De hecho, yo sentía curiosidad por el comunismo. Pero estaba equivocado. Ahora lo considero un sistema idealista que, en la práctica, no funciona ni puede funcionar.

Uno de los lugares donde su fundación ha tenido dificultades es China. Aunque se puede plantear que no es un sistema comunista, el país está dirigido por comunistas y su éxito económico ha sido extraordinario.

Es un Estado con un solo partido pero lo gobiernan siguiendo el modelo capitalista y el sistema posibilita que la gente se enriquezca.

Su éxito se debe precisamente a este enriquecimiento y a que, como no es una democracia, los gobernantes saben que tienen que satisfacer las expectativas mínimas del pueblo.

Una de las tristes paradojas del mundo actual es que el gobierno de China funciona mejor que el de Estados Unidos.

¿O sea que las sociedades cerradas pueden ser mejor que las abiertas?

Por un tiempo. En estos momentos es una paradoja que el gobierno en China funciona mejor.

"Me parece que China está en camino de transformarse en una sociedad más abierta. Se ven muchas señales de apertura"

Sin embargo, me parece que China está en camino de transformarse en una sociedad más abierta. Se ven muchas señales de apertura.

El futuro de nuestra civilización depende de si China se transforma de una sociedad cerrada, unipartidista, a algo más democrático. Si no lo hace, podría terminar en una catástrofe, en una guerra muy destructiva.

¿Cree usted que si las democracias tienen cada vez mayores problemas económicos -como lo que pasa en Grecia o, según usted, en Estados Unidos- las sociedades cerradas, con gobiernos más autoritarios, puedan llegar a ser atractivas porque parecen tener un mayor éxito económico?

Eso es algo que ya estamos enfrentando. China ya está ofreciendo una alternativa al capitalismo occidental, que es cosmopolita, internacional, con su sistema que yo llamo capitalismo de Estado.

Otra paradoja es que EE.UU. siempre ha sido el icono de la apertura, pero ha apoyado a muchas sociedades cerradas.

Sí. De hecho, el concepto de sociedad abierta que me inspiró se ha derrumbado. Además de no ser adecuado para el mundo actual, encierra un error conceptual.

Popper, como filósofo, daba por sentado que el objetivo del pensamiento crítico y el discurso político era comprender el mundo y establecer reglas, etcétera, para guiar la vida social.

En realidad, el discurso político democrático tiene como meta tergiversar la realidad, mentirle a la gente y manipular datos para ganar las elecciones.

El pensamiento tiene un doble papel: la función cognitiva en la que Popper basó su teoría y lo que yo llamo la función manipuladora.

Muchos dicen que la democracia es un mal sistema, pero que es mejor que los otros. Usted ha ejercido un gran poder en diferentes partes del mundo, a través de su fundación. Ese poder ha estado sustentado por su gran riqueza y sus conexiones. ¿Pero de dónde viene su autoridad? La autoridad de un gobierno, por ejemplo, la otorga una votación. ¿Y la suya?

"El dinero es poder. Pero el dinero también es libertad. Y yo valoro más la libertad que el poder"

Del dinero. El dinero es poder. Pero el dinero también es libertad. Y yo valoro más la libertad que el poder.

Personalmente, me importa más entender el mundo, tratar de acercarme a la verdad, que ejercer poder.

Mi primera regla es evitar hacer daño a los demás y si uno ejerce el poder así, disfruta la posibilidad de tener un impacto positivo.

Si uno lo hace sin entender esto, corre el riesgo de obtener resultados muy diferentes de lo que uno esperaba.

Aunque su principio es de no hacer daño, y en eso centra el trabajo de su fundación, usted sigue al frente de un fondo de cobertura ["hedge fund"]. Estos fondos, casi por definición, pueden hacer daño. Fondos como el suyo en este momento están decidiendo si invertir en el euro, lo que podría tener enormes consecuencias para la vida de los europeos.

Hay algunos fondos de cobertura que hacen mucho daño y, hasta cierto punto, algunas de nuestras actividades sin duda han afectado a divisas, pero incluso cuando estaba en la cima de mi éxito eso representaba una minúscula parte de nuestra acción en los mercados.

Si yo hubiera ido en contra del mercado, en lugar de adivinar hacia dónde iba el mercado, mi acción por ejemplo no hubiera llevado al colapso de la libra esterlina.

Aunque me consideran el hombre que causó la bancarrota del Banco de Inglaterra, en realidad no fue obra mía. Fue el mercado quien lo hizo.

Yo adiviné hacia dónde iba ese mercado y fui un elemento importante de él porque le di ímpetu. Pero no causé la bancarrota del Banco de Inglaterra.

¿Tenían sus acciones alguna dimensión ética?

Al principio, no. Porque el hecho de que yo comprara determinada acción, como un participante anónimo del mercado, no influía en el precio de esa acción.

Cuando me hice conocido, me trataban como un gurú, si decía algo sobre el oro, por ejemplo, los mercados me seguían. Entonces influía en los mercados. Así comenzó a tener una dimensión ética.

Eso complicó mi vida considerablemente y me hizo mucho más difícil dirigir el fondo.

¿Usted cree que es correcto que alguien tenga autoridad a partir del dinero?

"Incluso hoy me tratan con más respeto por tener dinero que por mi filantropía"

No, pero es un hecho. Soy muy crítico de la actitud estadounidense de tenerle un gran respeto a la gente que tiene mucho dinero sin preguntarse cómo lo han ganado.

Incluso hoy me tratan con más respeto por tener dinero que por mi filantropía.

Hay gente buena y gente mala. Eso es parte de la humanidad. Yo no me identifico con ninguno de los dos grupos. A veces los buenos son demasiado buenos para mi gusto.

Yo soy uno de los que tienen cosas buenas y cosas malas. Ahí es donde coinciden mi parte filantrópica y mi parte financiera.

Pero, ante todo, me considero humano y mortal. No soy religioso y sé que no seguiré aquí, que no existiré. El "yo" es algo temporal. Lo único que temo de la muerte es que voy a dejar de pensar.

Cómo evitar una década perdida

Cómo evitar una década perdida

Lawrence Summers

Hasta con el masivo esfuerzo legislativo llevado a cabo en 2008 y 2009 que impidió el colapso económico y la depresión, Estados Unidos se encuentra a medio camino de una década perdida. Desde el primer trimestre de 2006 al primer trimestre de 2011, el ritmo de crecimiento de la economía estadounidense alcanzó una media inferior al punto porcentual anual, comparable a la de Japón en el período del estallido de su burbuja.

A lo largo de aquel momento, el porcentaje de población activa descendió progresivamente del 63,1 al 58,4%, reduciendo la cifra de empleados más de 10 millones. La fracción de la población que trabaja sigue prácticamente en niveles de recesión, y los datos recientes sugieren que el crecimiento se desacelera.

Más allá de la falta de puestos de trabajo y de renta, una economía con resultados inferiores a su potencial durante un prolongado intervalo de tiempo sacrifica su futuro. Cifras considerables de licenciados universitarios nuevos volverán a casa de sus padres este mes por no tener empleo ni medio de sustento. Distritos escolares en la cuerda floja por todo el país recortan los cursos avanzados de matemáticas y ciencias y en algunos casos están abriendo el centro apenas cuatro días a la semana. La renta reducida y la recaudación tributaria constituyen la causa más importante del déficit presupuestario inaceptable en el presente y en el futuro.

Tradicionalmente, la economía estadounidense se ha recuperado robustamente de las recesiones a medida que la demanda se renueva vigorosamente. En cuestión de un par de años después de las dos únicas recesiones acusadas del periodo post Segunda Guerra Mundial -1974-75 y 1980-82-, la economía crecía dentro de la horquilla del 6% o por encima, ritmos que hoy parecen inconcebibles. ¿Por qué?

Una tesitura diferente

La dinámica de la inflación definió el ciclo productivo estadounidense de posguerra. Las recuperaciones se prolongaban y a veces incluso se aceleraban hasta que eran asesinadas por la Reserva Federal con el control de la inflación como móvil del crimen. Después de que la inflación cediera se hacía casi inevitable la recuperación fulminante, disparada por las reducciones dramáticas de los tipos de interés, y la acumulación de inversiones aplazadas.

Nuestra presente tesitura es muy distinta. Con políticas monetarias más prudentes, los períodos en los que la demanda supera a la oferta ya no son atajados por la creciente inflación y el freno de la Reserva. Cada uno de los tres períodos estadounidenses de esta naturaleza registrados desde que Paul Volcker metiera en cintura la inflación se ha dilatado. Acaban después de que un periodo de sobreconfianza eleve los precios de las inversiones demasiado y el incremento aparente de la riqueza aliente un excesivo endeudamiento, un préstamo relajado y un gasto público considerable.

Estalladas las burbujas, no hay deseos reprimidos de invertir. En su lugar, se da un excedente de capital provocado por el exceso de inversión con relación a los ingresos durante el periodo de confianza -casas vacías, locales vacantes en los centros comerciales y fábricas sin clientes-.

Mientras tanto, el consumidor descubre que tiene menos riqueza de la esperada, menos activos contra los que endeudarse y más presiones de sus acreedores de las esperadas. La presión sobre el consumo aumenta mediante cambios estructurales. La industria editorial brinda un ejemplo dinámico. Igual que las librerías de barrio han sido sustituidas progresivamente por grandes centros comerciales, los grandes centros comerciales han ido cediendo terreno a los vendedores de Internet, y los vendedores de Internet han ido cediendo terreno a los libros electrónicos, y mientras han sucedido dos cosas: el potencial productivo de la economía ha crecido y su capacidad de generar demanda se ha visto comprometida a medida que los recursos se han transferido del vendedor de clase media al vendedor a gran escala que tiene una tendencia al consumismo mucho menos que el primero.

Tener en cuenta la falta de demanda

¿Qué hacemos pues? No hay tiempo para fatalismos ni para programas políticos tradicionales. La ironía capital de la crisis económica es que aunque provocada por un exceso de confianza, un endeudamiento y un préstamo relajados, y un gasto importante, sólo se resolverá mediante mejoras paulatinas de la confianza, el endeudamiento y el préstamo, y el gasto.

Constituye mala política económica aplazar el mantenimiento de las infraestructuras cuando los tipos a 10 años están por debajo del 3% y el paro en la construcción roza el 20%.

La legislación en otros terrenos debería tener en cuenta la falta de demanda que es el rasgo definitorio de nuestra economía. La administración Obama está llevando a cabo una labor importante modernizando el control de las exportaciones, promoviendo en el extranjero los productos estadounidenses y dialogando y constituyendo acuerdos comerciales.

Mucho más se podría lograr a través de cambios en la política de inmigración, por ejemplo, para promover el turismo en la misma medida que la educación y los servicios sanitarios. Los recientes decretos presidenciales con respecto a la relajación de marcos de regulación inútiles deberían ser implantados rigurosamente para respaldar la confianza.

La mayor amenaza a la valoración crediticia del país es un periodo prolongado de crecimiento lento que, al igual que en el sur de Europa, hace que se disparen los cocientes de deuda en relación al PIB. El debate en torno a las medidas a medio plazo encaminadas a contener el gasto y elevar la recaudación ha de acompañarse del hincapié en el crecimiento a corto plazo.

Reconocer la realidad económica

Sin los recortes fiscales por contratación y la protección de los desempleados negociadas por presidente y Congreso el pasado otoño, podríamos estar abocados a la posibilidad de una recesión en dos tramos. La retirada sustancial del apoyo fiscal a la demanda a finales de 2011 sería prematura.

El apoyo fiscal debería ampliarse, en la práctica, proporcionando deducciones a la contratación y la nómina tanto a trabajadores como a empresarios. Elevar el porcentaje del recorte del 2 al 3% también sería deseable.

Al precio de poco más de 200.000 millones de dólares a corto plazo, estas medidas ofrecen la esperanza de mejoras significativas en los resultados económicos durante los próximos años, que se traducirían en incrementos sustanciales de la base impositiva y la reducción de los excesos del estado.

Evitamos la Depresión actuando decisivamente en 2008 y 2009. Ahora podemos evitar una década perdida reconociendo la realidad económica patente.

Lawrence Summers. Secretario del Tesoro de la Administración Clinton, asesor económico del presidente Obama de 2009 a 2010, catedrático de económicas en Harvard.

Los inversores podrían perder 100.000 millones

Los inversores podrían perder 100.000 millones si EEUU se queda sin la 'AAA'

Los inversores en deuda del gobierno de Estados Unidos podrían enfrentarse a pérdidas de hasta 100.000 millones de dólares si la economía pierde su calificación crediticia 'AAA', de acuerdo con el centro de investigación McGraw-Hill, propiedad de Standard & Poor's.

En la actualidad, los rendimientos del Tesoro no reflejan la preocupación ni el temor a que Estados Unidos pierda su 'triple A', según apunta el Financial Times, que recoge los datos de McGraw-Hill. El pasado viernes, el interés del bono a 10 años cayó hasta el 2,85%. No obstante, agencias de calificación como Moody's o Fitch han advertido al gobierno de EEUU que podría peligrar su calificación crediticia si el Congreso no llega a un acuerdo para elevar el techo de deuda antes del 2 de agosto, fecha límite a partir de la cual se vería obligado a suspender pagos.

Asimismo, los inversores están preocupados por la debilidad que muestra la economía estadounidense y por el posible contagio que podría suponer la crisis de deuda en Europa.

El presidente de EEUU, Barack Obama, se reúne este lunes con los líderes demócrata y republicano del Senado para tratar sobre el techo de gasto después de que se interrumpieran el jueves las conversaciones sobre la deuda.

En un comunicado, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que Obama se citará por separado con el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, y el líder de la minoría republicana, Mitch McConnell, para "abordar la situación de las negociaciones para encontrar un terreno común sobre una reducción del déficit de manera equilibrada".

La deuda bruta del Estado federal alcanzó a mediados de mayo el techo autorizado por el Congreso. Los adversarios republicanos de Obama, mayoritarios en la Cámara de representantes, condicionan su apoyo a un aumento del techo de la deuda a la realización de cortes drásticos en el presupuesto.

En abril, Standard & Poor's confirmó la calificación a EEUU, pero revisó su perspectiva a negativa debido al déficit.

Los vencimientos de deuda

La primera prueba para el Tesoro después del 2 de agosto será el vencimiento de letras del Tesoro por importe de 30.000 millones de dólares (20.570 millones de euros) el 4 de agosto. En cualquier caso, Fitch piensa que el Congreso llegará finalmente a un acuerdo para aumentar el límite de endeudamiento, lo que evitará que el país caiga en suspensión de pagos.

En cambio, otros como Bill Gross, director de inversiones en Pacific Investment Management Co (PIMCO) no confían en la responsabilidad fiscal de Estados Unidos. A principios de este año, la entidad redujo considerablemente todas sus inversiones en distintos instrumentos de deuda de EEUU tras tachar de "diabólicas" las políticas de Ben Bernanke y la Reserva Federal.

Wall Street rebota

Wall Street rebota y el Dow Jones regresa a los 12.000 puntos

Los indicadores neoyorquinos aprovechan el viento a favor que llega desde Europa para rebotar cerca del 1% a media sesión. El Dow Jones recupera la barrera de los 12.000 puntos con el acuerdo entre Francia y bancos que acerca el pacto por el segundo rescate griego.

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Las compras dominan la sesión en la Bolsa de Wall Street. El Dow Jones conquista de nuevo los 12.000 puntos al subir un 0,9%, impulsada por el tirón de las acciones de Microsoft (+4%) y Bank of America (+2,7%) que lideran los avances en el selectivo neoyorquino con fuertes revalorizaciones.

El S&P 500 también sube con fuerza un 0,85%, hasta los 1.278 puntos y el Nasdaq Composite, con un incremento del 1,3%, también registran importantes avances para comenzar la semana.

Europa parece que se pone de acuerdo a la hora de establecer el mecanismo para rescatar por segunda vez a Grecia. El pacto alcanzado por Francia con su banca para que participe en el nuevo plan ha relanzado el optimismo en que llegue a buen puerto las negociaciones, ya que Alemania ha aplaudido el acuerdo y destaca que también sus bancos están dispuestos a participar en las ayudas a Grecia. El euro recibe con subidas estas informaciones y roza de nuevo los 1,43 dólares.

Sin embargo, para ello el parlamento griego tiene que aprobar mañana el paquete de ajustes y, aunque desde el seno de la Unión Europea no se tiene duda de que saldrá adelante, lo cierto es que el rechazo frontal de la oposición a los recortes genera incertidumbre.

Las esperanzas de que los problemas para rescatar Grecia se solventes animan a los inversores a comprar, a pesar de que la economía ha vuelto a ofrecer un dato desalentador. Los gastos personales se congelaron en mayo, su peor dato desde junio de 2010, frente al aumento del 0,1% esperado por los analistas.

El frenazo del consumo vuelve a ofrecer un respiro al precio del crudo, en caída libre tras la decisión tomada por la AIE la semana pasada de abrir las reservas estratégicas de crudo. El barril Texas añade otro dólar a su corrección y queda al borde de perder los 90 dólares a media sesión. El oro también retrocede y pierde el nivel de los 1.500 dólares.

Icagen, disparada
El movimiento más espectacular en Wall Street lo protagoniza la farmacéutica Icagen, que se dispara casi un 130% tras confirmar que negocia con Pfizer (+0,2%) para una posible alianza estratégica.

Apple también sube con fuerza hoy. Las acciones de la compañía de la manzana suben más del 2%, gracias al consejo de los analistas de Morgan Stanley que recomiendan ahora comprar sus acciones y aprovechar la corrección de las últimas semanas. Bank of America (+2,7%) también se benefician de los comentarios de los expertos de Rochdale, que ven sus títulos

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