martes, 28 de junio de 2011

Mexico: Miedo a Chávez – por Sergio Sarmiento

Uno de los absurdos más grandes que se viven hoy en Latinoamérica es que mientras gobiernos autoritarios, como el de Venezuela o el de Nicaragua, son aceptados oficialmente como democracias por la Organización de Estados Americanos, Honduras, un país con un gobierno electo democráticamente que respeta los derechos de sus habitantes, sigue fuera de la OEA. La razón es que el venezolano Hugo Chávez no permite la reintegración de Honduras y ningún país, ni siquiera México, tiene el valor de enfrentársele.

El tema salió a flote con fuerza en la reunión regional latinoamericana del Foro Económico Mundial que se llevó a cabo en Río de Janeiro del 27 al 29 de abril. María Corina Machado, la articulada opositora a Chávez, cuestionó al secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, por no tomar medidas contra Chávez ante sus abiertas y cada vez más frecuentes violaciones a las garantías individuales de los venezolanos. Todos sus connacionales presentes apoyaron la posición de María Corina.

Es comprensible la exasperación de los venezolanos ante un gobernante que viola de manera sistemática las garantías individuales y que ha señalado que su intención es mantenerse como dictador vitalicio. Quizá la última oportunidad para detener las ambiciones de Chávez a través de las urnas se dará en las elecciones presidenciales de 2012; pero precisamente por ello el dictador está tomando cada vez mayores medidas para desmantelar cualquier equilibrio a su poder.

El problema es que Insulza, un respetado diplomático y académico chileno, no tiene los instrumentos para detener la concentración de poder de Chávez. Si algún dirigente de la OEA ha ofrecido palabras de crítica al mandatario de un país miembro de la organización ha sido Insulza en el caso de Chávez. Pero el secretario general no es el dueño de la OEA, sino un funcionario cuya función es ejecutar las políticas que definen los países miembros.

Son éstos, y entre ellos México, los responsables de la hipocresía que permite que Chávez maneje a su antojo a la OEA, al grado que puede impedir que Honduras se reintegre a la institución por haber derrocado a un títere suyo, Manuel Zelaya, y evitar cualquier cuestionamiento a los abusos que él y sus aliados cometen contra sus ciudadanos.

A algunos países, como los centroamericanos, se les puede perdonar la cobardía, porque Chávez directamente compra a sus gobiernos con dinero y petróleo. Brasil es un caso lamentable porque el régimen mantiene un apoyo acrítico a Chávez para aplacar a su izquierda radical, insatisfecha por la decisión de mantener políticas económicas moderadas en lo interno.

Es inaceptable, sin embargo, que México se preste a esta hipocresía. Si nuestro país realmente tuviera la preocupación que predica por los derechos humanos y políticos, debería estar exigiendo la restitución inmediata de Honduras a la OEA y la expulsión de Venezuela. Sin embargo, el gobierno del presidente Felipe Calderón, como tantos otros de Latinoamérica, no se atreve a enfrentarse a Chávez. Quizá no quiere salir “espinado”, como el de Vicente Fox. Pero el resultado es una política que finge que en América, Honduras es el único país no democrático mientras que Hugo Chávez es un ejemplo de democracia y libertades para el mundo.

Si México no quiere cambiar esta política hipócrita, quizá el presidente Calderón debería otorgar a Chávez un premio nacional a los derechos humanos y a la defensa de la democracia, como la Universidad de La Plata de Argentina le dio recientemente al mayor censor que nos ha dado Latinoamérica en los años recientes, un premio a la libertad de expresión.

PRIMERO DE MAYO

¿Y qué festejamos? ¿Qué tenemos una legislación regresiva que da un monopolio a los sindicatos, que enriquece a sus líderes, que empobrece a los trabajadores y que obstaculiza la creación de empleos formales? Mejor olvidar la fecha.

Ecuador: El cuento del rey sonrisas

Ecuador: El cuento del rey sonrisas – por César Coronel Garcés

En un reino no muy lejano, había un monarca intolerante, agresivo, y sus acciones habían llevado al caos al país y a sus súbditos. Ellos lo llamaban el “Rey Sonrisas”, porque, cada vez que enviaba a sus bufones a fusilar, lo hacía con una sarcástica y alegre mirada que había creado terror en la aldea.

En una soleada mañana de septiembre, la real guardia del Palacio se reveló ante el abuso del gobernante y decidió hacer una protesta en las caballerizas. El rey, en lugar de llamar al jefe de la Guardia ante el trono para que le rindiera cuentas, decidió montarse en su carroza y visitar el lugar, en el que se armó el caos, y Sonrisas decidió pasar el día en el hospital más cercano, porque tanto escándalo lo hizo fatigar un poco.

Cuando empezaba a oscurecer, Sonrisas decidió regresar a su Palacio, pero su vanidad no le permitía salir desapercibido: había que hacer un espectáculo inolvidable que incluyera cohetes y cañones, a pesar de que en el lugar había muchos niños recién nacidos que no dormían en cartones, sino en cunas; y, sin importar que estaba vigente un acuerdo entre los reyes para no que no se atacaran bajo ninguna circunstancia los hospitales, ni siquiera en guerras, uno de los bufones reales ordenó que se abriera fuego.

Aquel día, muchos murieron, y, para evitar empeorar su imagen ante los súbditos, Sonrisas decidió culpar del caos a varios de los aldeanos que no se arrodillaban a su paso. Para ello, usó el dinero de los súbditos, sin importarle la terrible situación de escasez en el pueblo.

Su Majestad intensificó el gasto de todas las monedas de oro disponibles en la bóveda real con el objetivo de echar bombas de desprestigio a los opositores y hacer una campaña para hacer creer a los súbditos que se les consultaba sobre varios asuntos importantes.

Si algún súbdito decía algo en contra de Su Majestad, este ordenaba a los bufones letrados para que sentenciaran pagos millonarios a título de Sonrisas, quien enviaba todo el oro a otros reinos lejanos, porque el mismo rey sabe lo mal gobernada e insegura que es esta aldea.

Un día, Sonrisas visitó las bóvedas en las que se guardaba el oro del pueblo y notó que se había agotado casi todo; entonces, decidió enviar a varios bufones disfrazados de ecologistas para que cobraran más tributos reales y subir así el precio de las lámparas con las que se iluminaba la aldea para poder continuar con el gasto de dinero en lujosas carrozas, en viajes onerosos y en publicidad de constante desprestigio a quienes pensaban distinto.

Han pasado nueve meses desde que la vanidad de Sonrisas creó caos en la aldea. Se ha demostrado que la mayoría de sus cuentos ha sido simple fábula, pero los bufones reales han seguido con su propósito de hacer creer a los súbditos algo que jamás ocurrió y que, hasta ahora, ninguna de las fantasías enfermizas del rey ha podido ser probada.

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Esto no es más que puro cuento. Como está de moda echar cuentos a la gente todas las semanas, no quería quedarme atrás y he decidido compartirles esta fábula. ¡Hasta la mentira siempre!

Argentina: La luz que brilla al fondo del tunel

Argentina: La luz que brilla al fondo del tunel – por Gustavo Adolfo Bunse

La gente la quiere votar a ella. Hay nueve encuestas, 4 de ellas muy serias, que la ponen arriba del 35%. Un crítico acérrimo de este gobierno… como quien esto escribe, habita en el país equivocado… orbita otra galaxia…

Y si ella gana… el firmante debería, de una vez por todas, callar, o irse a vivir a otro país. Debería abandonar su prédica y convencerse… de una buena vez que, la enorme mayoría, – comprada o convencida – temerosa o indolente… militante o arrastrada – desea confirmar … por otros cuatro años… todo,… absolutamente todo lo que ella hace y dice… lo que ella permite, lo que consiente… lo que impulsa, lo que apaña,… lo que falsea o esconde, lo que ya no puede esconder, … lo que arrastra y lo que finge.

Uno se ha desgañitado… en el desierto.

Una minoría noble, castigada, amordazada y perseguida a la que uno se siente pertenecer … debería seguir, en este contexto, compartiendo la oscuridad con esta fauna de ciegos … o lo que es peor … de vivillos acomodados… Acaso debería darse cuenta que la masa crítica de un país… que parece ser extraño a uno… lo ha aislado por completo.

Las salvajadas ya no impactan en esa mayoría. Gran minoría si se quiere.

Una colectividad que sociabiliza en absoluta conciencia con al corruptela y que se relaciona mucho mejor con el hedor de los gusanos… con la trapacería financiera, con la malicia y con la mayor ratería de la historia, que con el gorro frigio.

Los desfalcadores siguen siendo elegibles para esta sociedad de zombies

Acaso… esperan que entren a sus casas, para mostrar algún poco de su estólido criterio para la recusación electoral.

Esperarán …tal vez, que algún día arrasen con sus familias y los dejen a todos clavados a un árbol como mariposas de museo. Caso contrario seguirán aplaudiendo a todos estos salteadores de la República.

Si alguien, honestamente, supone o espera, algún cambio positivo en el país, debería prepararse para un estrepitoso desencanto.

Casi sin ninguna excepción, y con total objetividad, los escenarios más inmediatos de la sociedad, desde la economía y desde la política, están claramente en un plano inclinado. Todos… desmoronándose a distintas velocidades.

Y en esto, no parece haber excepciones.

El desmoronamiento incluye también al famoso superávit fiscal, base de la “caja”, base del clientelismo político y sostén virtual de la acumulación de poder de la ex sociedad conyugal atada a un modelo retórico especial para este pueblo de mente sencilla, permeable e impávida.

Un cosa amorfa llamada pomposamente “modelo” … que jamás pudo ser explicado a ninguna persona en ocho años.

Salud, Educación, Defensa, Seguridad Pública, Relaciones exteriores todo, individualmente y en conjunto, muestra un deterioro tan evidente como alarmante.

La gran plataforma artificial que les sirvió a ambos… y luego a ella sola como estructura de apoyo, se resquebraja en forma inexorable.

La urgencia de un sinceramiento la acomete como el agua que entra a un bote por varios agujeros a la vez.

Los 2 grandes impuestos distorsivos e ilegales que inventaron con la Ley de Emergencia Económica (al cheque y a las retenciones) ya no alcanzan para sumar aquel famoso superávit fiscal. Y el gasto público es una muestra desmedida de sus planes del negocio personal “a medida” de 14 ONG que ahora están empezando a brotar como cucarachas.

Ella … siguió con el motor en bandera :

No hizo la menor reforma estructural y ni siquiera se le ocurrió inventar algún sustituto para alimentar esa gran “caja” que le dio oxígeno..

No atrajo a un solo inversor.

Inversamente, se ocupó de ahuyentar a todos los que pudo.

Le queda Chávez, un amigo que le cobra por los bonos que se lleva, una tasa muy superior (11%) a la que cobraba el Fondo Monetario (4,5%), de cuya presión usurera… dijo en su discursillo de Rosario… habernos salvado heroicamente.

Un amigo que la deja demasiado al descubierto en su enorme hipocresía cuando va a homenajear a las víctimas de la masacre a la AMIA.

Y además, no tiene empacho en ofender a los judíos en suelo argentino, en sus propias narices.

Le queda Chávez, un extravagante amigo que es líder de la democracia más totalitaria de occidente, seguidor fanático de las teocracias que perviven en oriente y el socio comercial más importante de todos esos dictadores.

Le resulta a ella bastante fácil saber de antemano que no tendrá tiempo para resolver los costos de una realidad… que ya le está llegando… para cobrarse la razón que no le quiso dar en su momento.

Una realidad que viene a llevarse su razón. La parte que tenía.

Y que se va a llevar, otra parte de razón, que acaso no tenía.

Ella no es parte del “régimen” Ella es “el régimen”

De modo que nada le impide … si ha de seguir ella … empezar a cambiar ahora mismo, todo lo que ella tenga pensado o planeado cambiar.

¿ Por qué no lo hace ?

Y sus imbéciles mercenarios que dicen que van a perfeccionar el modelo

¿ Por que no empiezan ahora mismo que aún faltan cinco meses ?

Es simple : Ni tienen tiempo. Ni tienen la menor idea de cómo evitar el famoso “sinceramiento” de la realidad que tienen “pisada” bajo la alfombra.

Si alguien espera un cambio, debe pues… esperarlo para peor.

Ya no luce embelesada por su viejo sueño de voluptuosidad del poder y aquel auto traspaso que perpetró con el difunto.

¿ Le afecta a esa masa crítica que la va a votar… “el caso Shoklender” ?

Rotundamente NO

Sin hacer absolutamente nada, nos avisa el propio pueblo votante.. que los perversos equivocados son personas como quien esto escribe … los cuales deben callarse de inmediato… o irse del país.

Este es un país de “otros”. Señalar el carterismo no está bien visto…

Son gente con otro prisma ético.

Gente genéticamente armada con otro cerebro, con otra percepción y con otro tipo de conciencia crítica en la que el vicio y el mérito están al revés. Gente que apuesta… alegremente… a que las cosas van a seguir así… en el tobogán que se ha descripto.

En un descarrilamiento interminable que acaso estemos obligados a ver en cámara lenta.

La energía, los servicios públicos subsidiados , el plexo de la credibilidad para los que quieran invertir, la equidad federal en la distribución, el fabuloso delivery inflacionario para los ingenuos, la división de poderes y el proyecto concreto que alguien debería formular, son grandes agujeros negros sobre los que ni siquiera puede adivinarse un bledo detrás del discurso retórico de esta viuda plañidera.

Pero en el páramo del devenir , en el desierto social…se puede divisar… a lo lejos… una luz… un brillo… una reverberancia que destella.

Un optimista, trataría… con dificultad… de ver allí, una esperanza.

Un pesimista demostraría… muy fácil… que se viene un desencanto.

Colombia: El sistema judicial

Colombia: El sistema judicial – por José Manuel Restrepo Abondano

“Es frecuente ahora oír o leer de testigos comprados”

Con muchos de los hechos que han aparecido recientemente, y con un “deja vu” no deseado, parece que estamos retrocediendo a pasos avanzados en la aplicación de la justicia en Colombia. O de pronto, diciéndolo distinto, da la impresión de que la majestad de la justicia se ha ido deteriorando cada vez más.

Es frecuente ahora oír o leer de testigos comprados, del negocio en que se ha convertido para muchos el “principio de oportunidad”, de acusaciones que van y vienen de un lado a otro sin ningún sustento, de extrañas desapariciones de testigos, de víctimas que no se atreven a decir quiénes son los responsables por el temor al poder que enfrentan, de jueces que deciden casi que en contravía al sentido común, de delitos de grupos terroristas (Farc) vinculados a la política que quedarán impunes por formalismos o de decisiones judiciales cuestionadas en las pruebas aportadas. En fin, de volver a las épocas en las que el narcotráfico tenía cooptada a la justicia en Colombia, con la diferencia de que ahora es una “nueva mano negra” de intrigas y oscuros poderes la que parece apropiarse de la justicia.

El más reciente caso que deja el sinsabor de que se ha tocado fondo, es el aparente exabrupto en la condena al coronel Alfonso Plazas Vega. Todos nos creímos la historia de su participación en la desaparición forzada y tortura de personas que salieron del Palacio de Justicia. Lo que empezamos a descubrir ahora, que fue lo mismo que él siempre dijo y su señora también, es que apareció el famoso único testigo estrella de dicho caso, que nunca fue al juicio, y quien le aseguró a un periodista investigativo de Periodismo sin fronteras y se presentó ante el Procurador, para decir que todo lo que se utilizó como argumento en el juicio, era falso.

Lo triste del caso, es que de ser cierto lo anterior, nuestro sistema judicial habrá cometido el peor de los actos, que es atentar contra la honra, vida, salud y reputación de una persona.

Este hecho no puede pasar impune si se trata de que en Colombia exista justicia. Sea como sea el caso debe reabrirse, y es urgente que de confirmarse todo lo anterior, la fiscal encargada del caso sea investigada y sancionada. Si queremos que en Colombia la justicia opere debemos ser conscientes de que los jueces no pueden abusar de la forma como se estima pudo haber pasado. Si la sal se corrompe con qué la salarán, decía la sentencia evangélica y este es un caso que aparentemente se parece.

Coincido con el Vicepresidente de la República cuando llama la atención del peor trato que reciben los militares cuando “cometen errores” en comparación con el trato a los terroristas, y sugiere un debate sobre el asunto, sabiendo que hemos vivido momentos muy difíciles en el país. Pero lo que no puede ser aceptable es que además condenemos injustamente a quienes nos han servido con valentía y coraje.

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