viernes, 22 de julio de 2011

EE.UU.: El mejor plan para reducir el déficit

Deficit Por Charles Krauthammer

Diario de América

El techo de endeudamiento se acerca. Reina la confusión. Proliferan los planes. Estamos en el hoyo con, por ahora, sólo tres formas de salir: el plan McConnell, el plan del G6 y el plan del medio billón.

-- El McConnell esencialmente traslada la cuestión hasta después de las elecciones de 2012. Un buen último recurso si nada más funciona.

-- El G6, propuesto por el bipartidista Grupo de los Seis senadores, reduce la deuda a 10 años alrededor de 4 billones de dólares. Tiene ciertas ventajas, defectos aún más importantes.

-- El del medio billón eleva el techo de la deuda por ese importe a cambio de recortes del gasto público por un valor equivalente. Al obsceno ritmo actual de gasto deficitario -- alrededor de 100.000 millones de dólares al mes -- produce alrededor de cinco meses de respiro antes de que vuelva a alcanzarse el techo de la deuda.

En mi opinión, el del medio billón es mejor: es limpio, sencillo, produce recortes reales, evita la actual crisis y sufraga el gasto hasta final de año para negociar un acuerdo más amplio. Al mismo tiempo, revienta la estrategia del Presidente Obama políticamente fructífera hasta el momento de no proponer nada en público, nada por escrito y nada que tenga cifras al tiempo que a través de una prensa dócil se filtran presuntas ofertas de alcance y razonabilidad sobradas.

Como parte de esta postura de cara a la galería, Obama había amenazado con vetar cualquier pequeño incremento del techo de la deuda a corto plazo. Cosa que se ha convertido en el extremo más vulnerable de Obama. ¿Es preferible la catástrofe del descubierto de la deuda a un acuerdo que nos dé, digamos, cinco meses para negociar algo más significativo -- porque no traslada a Obama hasta más allá de las elecciones?

Lo cual es la razón de que Obama se esté batiendo en retirada. El miércoles, el secretario de prensa Jay Carney mostraba las primeras grietas al decir que el presidente aceptaría una ampliación de unos cuantos días de ser necesario para completar un acuerdo a largo plazo ya convenido.

¿Quiere decir que ejercería su veto si ese acuerdo más amplio exigiera varios meses en lugar de varios días? Hay que levantarle el farol. Que la Cámara tramite el del medio billón. Se le reta a poner a América en mora porque él considera insuficientemente ambicioso un acuerdo a corto plazo. Después de todo, encaja perfectamente con los capítulos del plan del Grupo de los Seis, al que el presidente ha manifestado apoyar y que brinda explícitamente la misma cantidad de tiempo más o menos -- seis meses -- para cerrar el acuerdo de mayor calado de entre 3 y 4 billones de dólares.

El plan del G6 se presenta convenientemente en dos partes. La Parte Uno introduce en vigor con efecto inmediato, sí, medio billón de dólares en recortes, incluyendo un cálculo de la inflación más preciso (que con el tiempo reduce considerablemente el gasto de la seguridad social) y deroga la ley CLASS (la menos conocida de las dos nuevas prestaciones del Obamacare, una estafa piramidal de la atención a largo plazo fiscalmente ruinosa).

La Parte Dos del plan del Grupo de los Seis es más problemática. Fija por ley seis meses de negociaciones en comité en torno a los grandes temas -- el programa Medicare de la tercera edad, la seguridad social, la reforma del marco tributario y los límites al gasto público independiente de la defensa. Por desgracia, los capítulos relativos al programa Medicare y la seguridad social son excepcionalmente tibios -- no se menciona ningún cambio estructural, como elevar la edad de jubilación para equiparar a la esperanza de vida. En cuanto a los límites del gasto público, no me apostaría la comida del perro a su longevidad.

En la cuestión de la reforma tributaria, el Grupo de los Seis insta a eliminar las desgravaciones, deducciones, excepciones y exenciones fiscales con el fin de reducir los tipos a todas las horquillas tributarias. Los nuevos tipos fiscales -- máximo individual de entre el 23% y el 29% -- nos devolverían a los niveles de la era Reagan (28 por ciento). Esto sería un buen resultado, pero hasta el momento las cifras son confusas y en parte contradictorias. Además, esas negociaciones aún no han comenzado.

En principio, sin embargo, si la mayoría sustancial de la recaudación pública recaudada a base de cerrar lagunas en el código se justifica bajando los tipos impositivos, y si la gran mayoría de la recaudación neta viene del incremento de la actividad estimulada a base de rebajar los tipos y eliminar las lagunas del código que producen deficiencias, la renuncia estaría justificada. Veremos.

¿Qué hacer ahora? La Cámara debería tramitar con efecto inmediato el plan del medio billón, poniendo así sobre la mesa algo eminentemente razonable que el presidente tendrá que encarar con una contrapropuesta rigurosa que utilice cifras reales. Si la contrapropuesta es la del Grupo de los Seis, los Republicanos deben aceptar la primera parte con su medio billón de dólares en recortes, el cambio del cómputo y la derogación de la ley CLASS, es decir, la parte del plan del Grupo de los Seis que se promulga con efecto inmediato y que es real. Esto se acompaña de un incremento del techo de la deuda por un importe equivalente a la reducción del gasto público, dando lugar casi exactamente al tiempo concebido en el seno del plan del Grupo de los Seis para cerrar los cambios de recaudación pública y gasto público más ambiciosos -- y se aplaza cualquier medida relativa a la segunda parte justamente hasta ese momento.

El del medio billón con o sin la primera parte del plan G6: techo de la deuda elevado, crisis aplazada, recortes en vigor y tiempo ganado para cerrar cualquier Gran Acuerdo. No se puede ser más razonable.

A ello. Y que el presidente se atreva a vetarlo.

Colombia: La conjura

Colombia: La conjura

Por Plinio Apuleyo Mendoza

El Tiempo, Bogotá

¿Qué imagen proyecta hoy el ex presidente Uribe? Depende. Si uno llega a encontrárselo en algún lugar del país o incluso en un aeropuerto internacional concurrido por colombianos, como me ocurrió recientemente, su popularidad parece intacta. Todos se agolpan con entusiasmo alrededor suyo, todos quieren tomarse una fotografía con él. "Gracias, Presidente", oye uno decir, como si ninguno hubiese olvidado lo conseguido por Uribe en el campo de la seguridad, su gran trofeo.

Esa imagen, en cambio, no es la que uno percibe en Bogotá leyendo a la mayoría de los columnistas de prensa, oyendo la W o las noticias de un telediario. Fatalmente, toda clase de sindicaciones siguen cayendo sobre funcionarios de su gobierno, muchos de los cuales han terminado en el pabellón Ere de La Picota.

Poco falta para que se haga responsable a Uribe de los escándalos de corrupción que han estallado recientemente, de las "chuzadas", o de "los falsos positivos" y hasta de crímenes de lesa humanidad.

Detrás de todo esto se adivina una conjura que reúne en la misma línea de batalla a voceros de la izquierda, sea la vegetariana del Partido Liberal o la carnívora de los mamertos. A la primera, además de conocidos columnistas, pertenecen magistrados, fiscales o jueces que en su adolescencia absorbieron toda suerte de beatíficos virus marxistas en el aire de las aulas o prados de la Universidad Nacional, de la Libre y aun de la Javeriana.

A la segunda izquierda pertenecen en Colombia cercanos compañeros de ruta de las Farc, como el colectivo de abogados Alvear Restrepo, y en Europa, el Fidh (Frente Internacional de Derechos Humanos) que nos envió este mes a la eurodiputada Isabelle Durant. Su objetivo: conseguir que se le aplique al ex presidente Uribe la teoría de Claus Roxin, según la cual cuando agentes del Estado cometen delitos "el hombre de atrás", es decir, su máximo jefe, es el autor mediato de los mismos.

Ahí está, por cierto, la clave de las estruendosas injusticias cometidas, con ayuda de falsos testigos, contra personajes muy cercanos al gobierno de Uribe como Álvaro Araújo, Mario Uribe, Gómez Gallo, Ciro Ramírez, Mauricio Pimiento, Nancy Patricia Gutiérrez, Jorge Noguera y otros cuantos más.

En el caso de Andrés Felipe Arias, también la conjura asoma sus orejas cuando por la vía penal se le acusa de peculado como cómplice de los tramposos beneficiarios de AIS. Es algo tan arbitrario como considerar que los ministros de Salud, Educación, Minas o Hacienda son responsables de lo ocurrido en la Dian, las EPS, la minería o los subsidios escolares. Cosa distinta son las sanciones que acaba de imponerle a Arias el Procurador Ordóñez por fallas de control y haber pasado por alto la ley 1150, que suspendió al IICA el manejo de recursos, práctica hasta entonces aceptada por los ministros del ramo sin que diera lugar a escándalo alguno. Es la razón que aduce Arias.

Como sea, la conjura bien articulada contra Uribe busca ahora hacerlo responsable de la corrupción. Es algo tan injusto como culpar al presidente Santos de la inseguridad que ahora reaparece en el país. Son fenómenos subterráneos que ningún gobierno auspicia. La corrupción -ahora lo sabemos- ha tenido de tiempo atrás secretos cómplices en los sectores público, político y privado. La inseguridad, de su lado, tiene su origen en nuevos factores que un empeño investigativo podría descubrir.

Pero en fin: de espaldas a conjuras y furores políticos, la imagen real de Álvaro Uribe la tienen los colombianos rasos que le agradecen lo conseguido por él en la seguridad, las inversiones, el auge económico y las políticas sociales. De ahí que sigan recordándolo como un gran presidente.

La Policía eleva a 80 los fallecidos

Internacional

La Policía eleva a 80 los fallecidos en el tiroteo en Utoya

Fuentes policiales han afirmado que el suceso es de «dimensiones catastróficas» y que la cifra de las víctimas podría aumentar en las próximas horas

La Policía noruega ha elevado a 80 los fallecidos en el tiroteo en la isla de Utoya y ha afirmado que el suceso es de "dimensiones catastróficas" y que la cifra podría aumentar en las próximas horas.

Las autoridades han identificado al hombre como Anders Behring Beivik, de 32 años de edad y nacionalidad noruega. Behring tendría lazos con la extrema derecha y no tendría vínculos conocidos con organizaciones islamistas, según ha informado el canal de televisión noruego TV2, que no ha citado sus fuentes.

El presunto autor, un noruego nacionalista

El presunto autor, un noruego nacionalista vinculado a la extrema derecha

Imagen de Anders Behring Breivik.

Imagen de Anders Behring Breivik.

A medida que pasan las horas tras el doble ataque contra el Gobierno noruego que este viernes ha provocado la muerte de al menos 17 personas y ha dejado un gran número de heridos, se descubren nuevos datos sobre la identidad del hasta ahora único detenido por presunta relación con los atentados.

El sospechoso fue arrestado por la policía noruega poco después del tiroteo en la isla de Utøya, aunque se cree que está relacionado con la explosión registrada dos horas antes en el centro de la capital. Se trata de un hombre de 32 años y procedente de Oslo cuya ideología estaría vinculada a la extrema derecha, según recoge la cadena TV2 y responde al nombre de Anders Behring Breivik.

El presunto autor se autodefine como nacionalista en varios foros de internet y, de acuerdo con TV2, habría sido sido detenido en 2001 por posesión de armas y explosivos. Durante el registro de su apartamento, las autoridades han encontrado un kilo de explosivos y dos uniformes de policía.

El diario noruego VG revela que es autor de numerosas entradas en una web llamada Document.no, caracterizada por sus posturas críticas con el Islam. En una de ellas asegura que la política actual no consiste en una pugna entre socialismo y capitalismo, sino entre nacionalismo e internacionalismo. Es ahí donde se declara nacionalista. En otros comentarios ataca a los medios por no ser suficientemente críticos con el Islam.

En su perfil de Facebook dice ser director de su propia empresa, dedicada al cultivo de vegetales (lo cual le podría dar acceso a grandes cantidades de determinados abonos que pueden emplearse para la fabricación de explosivos), y asegura tener estudios de religión y economía, aunque no revela en qué universidad.

Se declara admirador de Winston Churchill y del teniente Max Manus, miembro de la resistencia noruega a la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, así como amante de la música clásica. Entre sus actividades preferidas figuran los videojuegos de rol World of Warcraft y Modern Warfare.

La Policía descarta el terrorismo internacional

La autoría del doble ataque en Noruega fue inicialmente atribuída al grupo yihadista Ansar al-Yihad al-Alami (Colaboradores de la Yihad Global), después de que emitiera un comunicado en el que reivindicaba estar detrás de la acción, según informó el diario 'The New York Times'. Según el comunicado, "el atentado fue una respuesta a la presencia noruega en Afganistán y a las caricaturas de Mahoma", añadía la publicación.

Horas después se descartaba esta hipótesis y comenzaba a tomar fuerza la postura de la policía de Oslo, que desvinculaba los ataques del terrorismo internacional y, por el contrario, los relacionaba con grupos locales contrarios al sistema político.

Obama reconoce que el tiempo se agota

Obama reconoce que el tiempo se agota para resolver tema de la deuda

HERRAMIENTAS
Foto: AFP / Mandel Ngan

El presidente Barack Obama dijo este viernes que estaba dispuesto a asumir él mismo la resposabilidad de aumentar el techo de la deuda para asegurar que la primera economía mundial cumpla con sus obligaciones y no se declare en cesación de pagos.

“Estoy dispuesto a asumir la responsabilidad”, dijo Obama, al admitir el fracaso de las conversaciones con los republicanos para aumentar el techo de la deuda, a dos semanas de la fecha límite del 2 de agosto.

Colapsó diálogo sobre deuda entre Casa Blanca y republicanos: según informó el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Boehner a la agencia AFP.

El republicano Boehner difiere ampliamente en las visiones de país respecto al presidente Barack Obama. Propone recortes de tres billones de dólares y dejar la reforma tributaria para más adelante.

Obama dice que propuso a republicanos plan “extraordinariamente justo“. Convocó a los líderes del Congreso a diálogo el sábado por deuda.

Obama reconoció que el tiempo se agota para llegar a un acuerdo antes del 2 de agosto, a fin de evitar el impago. informó que Boehner se está “retirando” de las negociaciones para elevar el límite de la deuda nacional, algo que, de no lograrse, podría provocar una catástrofe financiera

Caos en Oslo

Caos en Oslo: Una serie de atentados deja numerosos muertos y heridos

HERRAMIENTAS
Foto:REUTERS/Holm Morten/Scanpix


Berlín, 22 jul (EFE).-
Al menos diez personas murieron en un atentado con coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, al que siguió un tiroteo en un campamento juvenil cercano a la capital noruega, en el que, según testigos presenciales, hubo otros cuatro muertos, que aún no han confirmado fuentes oficiales.

El grupo yihadista Ansar al-Yihad al-Alami ha reivindicado en un comunicado los ataques terroristas, según revela el diario The New York Times. Sin embargo, horas más tarde el mismo grupo islamita se retractó a través de un portal de Intenet, generando confusión sobre los verdaderos responsables del doble atentado.

Video: VTV 21 de junio de 2010

La policía, que relacionó los dos ataques, informó que número de muertos en el tiroteo registrado hoy en el campamento juvenil cercano Oslo se sitúa entre nueve y diez, según informaciones policiales.

Las autoridades vinculan al agresor del campamento de las juventudes socialdemócratas con el atentado con coche bomba ocurrido dos horas antes en el complejo gubernamental de la capital escandinava, en el que se han confirmado siete víctimas mortales y quince heridos.

Ningún miembro del gobierno resultó herido en la explosión en la capital, informó el propio Stoltenberg por vía telefónica y desde un lugar no revelado, por razones de seguridad, tras calificar la situación de muy grave.

Según algunos medios noruegos, el objetivo del coche bomba de la capital era el ministerio de Energía y Petróleo.

Por lo que respecta al campamento juvenil, el tiroteo ocurrió sobre las 15.30 GMT, dos horas después del atentado, en unas instalaciones ocupadas por unas 560 personas en la isla de Utøya.

El agresor era un hombre vestido con un uniforme de policía que fue detenido posteriormente, según informaciones policiales.

En el campamento de la AUF dio esta mañana un discurso Gro Harlem Brundtland, exprimera ministra socialdemócrata de Noruega en tres ocasiones y estaba previsto que acudiera mañana Stoltenberg.

En Oslo, la policía acordonó todo el complejo gubernamental inmediatamente después del atentado, mientras se evacuaban las dependencias aledañas, la estación de ferrocarril, varios centros comerciales y se registraba la zona en busca de otras posibles bombas.

Asimismo se desalojaron las redacciones de los principales medios del país, como la radio pública NRK, los periódicos “VG”, “NTB”, “Aftenposten” y el canal “TV2″,

El edificio que alberga las oficinas del primer ministro resultó seriamente afectado, junto con otros inmuebles vecinos, donde saltaron por los aires los cristales de las ventanas.

Entre los inmuebles afectados se encuentra asimismo el del popular diario noruego “VG”.

Tras la explosión se registraron escenas de pánico por las calles, con personas corriendo, algunas de ellas ensangrentadas.

Imágenes de la televisión noruega muestran desde poco después de las explosiones escenas de caos en el centro del distrito gubernamental.

Diversos medios locales informan de la existencia de un automóvil destrozado, donde podría haber sido depositada una bomba, aparcado ante uno de los edificios afectados.

Foto:REUTERS/Holm Morten/Scanpix

Con R de rapiña

Rubalcaba

Con R de rapiña

Juan Ramón Rallo

&quote&quoteMás de lo mismo: más impuestos, más gasto, más deuda y más burbujas. De ZP a PR, idénticos perros con idénticos collares. Sólo cambia el componente exótico, por lo peronista, del 15-M.

Rubalcaba, ese recién llegado al PSOE que nada ha tenido que ver con la eliminación del Impuesto sobre el Patrimonio o con el rescate indiscriminado a la banca, ha tomado las riendas del partido para acometer un indignado giro a la izquierda. A saber, sufragar un insostenible volumen de gasto público a partir de sangrantes impuestos y de montañas de deuda. Vamos, nada que no haya practicado ya Zapatero con la suficiente contumacia como para condenar al país a la deplorable situación en la que ahora se encuentra.

Propone el Rapiñador ese recetario populista que tan bien se le da a la izquierda: ¡que paguen los más ricos! Resignados a no generar riqueza, a los socialistas sólo les queda redistribuirla... al menos mientras reste alguna en este país. Mas no sé yo si acierta demasiado al buscarla en un sistema financiero que necesita captar, al menos, 100.000 millones de euros para mantenerse a flote. Tampoco parece que un impuesto sobre el patrimonio, que destruye más riqueza (y fuentes de renta) de las que logra recaudar, sea la solución adecuada para que afluyan más ingresos a nuestro, según descubro, anoréxico Estado. Al final, no tengan dudas, pagarán los de siempre, los únicos que todavía pueden proporcionar cantidades apreciables de recursos al Fisco: las clases medias y medias-altas. No hace falta ser presciente para adivinar por dónde discurrirán los nuevos sablazos tributarios, basta con tener algo de memoria: IVA, impuestos especiales (próximamente con canon digital incluido) e IRPF (que lo paga quien percibe rentas medianas, no quien dispone de enormes patrimonios).

Pero bueno, omitamos ese pequeño detalle y supongamos que R, de algún modo, consigue captar recursos suficientes como para honrar simultáneamente sus compromisos de seguir reduciendo el déficit y de incrementar el gasto público para crear empleo. ¿Acaso ése era su conejo en la chistera para reducir el paro? ¿Un nuevo Plan E? ¿Una nueva dilapidación a gran escala de miles de millones de euros? Claro, debe de ser que nos sobra el dinero y que las familias, las empresas y las administraciones públicas de este país, apenas acechadas por gigantescos vencimientos de sus deudas, no tienen un uso mejor que darle.

Y es que el mismo Rubalcaba que hace unas semanas reprochaba a la banca que durante la pasada década hubieran expandido demasiado el crédito hasta el punto de generar una titánica burbuja inmobiliaria ha pasado a exigirle ahora que extienda todavía más el crédito. Será que los pasivos pendientes no merecen ser pagados y que la solución a todos nuestros males pasa por edificar un nuevo castillo de deuda sobre los pantanosos terrenos de nuestras obligaciones pasadas. Allí donde no llegue el gasto público, que alcance un nuevo chute de crédito privado; que no otras son las prioridades de la economía española.

En definitiva, más de lo mismo: más impuestos, más gasto, más deuda y más burbujas. De ZP a PR, idénticos perros con idénticos collares. Sólo cambia el componente exótico, por lo peronista, del 15-M. A ver si apelando a la extrema izquierda conseguimos incendiar la calle en caso de que, por conjunción astral, Rajoy se digne a darle la vuelta al socialismo financiero omnipresente en las últimas décadas y ofrecernos menos impuestos, menos gasto, menos deuda y menos burbujas. Pura fabulación, claro. Los liberales –y los ciudadanos apolíticos que deseen una existencia más próspera– nos quedaremos con las ganas, pero eso no será óbice para que Rubalcaba y su ejército rojo intenten tomar el monclovita Palacio de Invierno. Que el Kerensky gallego tome nota... o no.

Juan Ramón Rallo es doctor en Economía, jefe de opinión de Libertad Digital y profesor en el centro de estudios Isead. Puede seguirlo en Twitter o en su página web personal. Su último libro es Crónicas de la Gran Recesión (2007-2009).

Guerra contra la prosperidad

EEUU

Guerra contra la prosperidad

Alberto Acereda

&quote&quoteWynn ve en Obama a un aguafiestas incapaz de generar progreso, crear empleo y activar la economía. Sabe de lo que habla.

Esta semana, gracias a los votos mayoritarios de la derecha norteamericana, la Cámara Baja del Congreso de EEUU aprobó un proyecto de ley (H.R. 2560) para recortar drásticamente la deuda nacional (hoy ya por encima de los 14 billones de dólares), para limitar seriamente el monstruoso gasto gubernamental y obligar constitucionalmente al Gobierno Federal a equilibrar el presupuesto nacional. Esta ley conocida como el Cut, Cap and Balance se aprobó pese a que la práctica totalidad de los congresistas socialdemócratas votaron en contra. Cuando la ley llegue al Senado parece que la mayoría de senadores del Partido Demócrata votarán en contra impidiendo que la ley prospere.

Aunque así fuera, Obama ya ha venido anunciando que como presidente vetará dicha ley, entre otras cosas porque se opone a cualquier enmienda constitucional sobre equilibrio presupuestario al considerarla "innecesaria". Quizá Obama no sabe que hasta su propio vicepresidente, Joe Biden, votó en 1997 a favor de esa enmienda constitucional y que desde los tiempos fundacionales de Thomas Jefferson este país ha venido dando vueltas a esa idea. Esta ley es una oportunidad de oro para poner fin al abuso y desmán económico de las clases políticas en Washington, pero otra vez Obama y los serviles de Washington juegan más a la política que a solucionar los problemas de los ciudadanos.

Conste, para ser justos, que tampoco en el tímido GOP están para tirar cohetes por su labor, pues la iniciativa de esta ley se debió al empuje del cada vez más necesario Tea Party y a políticos de valía favorables al gobierno limitado como Jim de Mint, Pat Toomey o Rand Paul. El lío monumental que se está formando en Washington va confundiendo aún más a la ciudadanía, sobre todo porque el GOP tiene un grave problema de comunicación, algo que parece ser endémico en la derecha política. Por si la cosa no era ya de por sí complicada, ha salido un plan "bipartidista" de seis senadores (gang of six) que marcan ciertas pautas para solucionar la economía pero dejando todo demasiado vago y sin respuestas reales y soluciones inmediatas. A la hora de escribir estas líneas siguen todavía las negociaciones.

Todo esto ocurre en medio del continuo debate que sigue coleando en torno a los gravísimos problemas económicos en EEUU y al hilo del límite de la deuda nacional (debt ceiling). Ocurre tras más de dos años y medio sin que el Senado controlado por los demócratas haya aprobado un presupuesto y sin que Obama muestre un plan real y detallado para hacer frente al caos económico. Como senador, el propio Obama atacó en marzo de 2006 a George W. Bush por pedir aumentar el límite del endeudamiento y votó en contra de ello, al igual que todos los senadores demócratas, los mismos que con Obama exigen ahora lo contrario. Y mientras, Obama se niega a apoyar el Cut, Cap and Balance pero no pierde ni un minuto en apoyar otra ley ahora en marcha para derogar la actual Ley de Defensa del Matrimonio.

Por mucho que Obama, sus medios de comunicación afines, su partido y ciertas agencias y agentes económicos cercanos al poder quieran poner el 2 de agosto como fecha apocalíptica, resultará un gravísimo error aumentar el límite de la deuda sin incluir antes una reforma seria, austera y real para devolver a EEUU al camino de la responsabilidad fiscal. Por eso la ley del Cut, Cap and Balance es ahora el camino más adecuado. No es casualidad que Steve Wynn, uno de los grandes empresarios hoteleros norteamericanos, y nada sospechoso de estar al lado del GOP, hablase claro esta semana acusando a Obama y sus políticas económicas de estar perjudicando a la nación. Wynn ve en Obama a un aguafiestas incapaz de generar progreso, crear empleo y activar la economía. Sabe de lo que habla. Mientras Wynn ha sido baza clave para el crecimiento y expansión económica de una ciudad como Las Vegas, Obama es ya el general de una guerra contra la prosperidad de su propio país.

Alberto Acereda es catedrático universitario en Estados Unidos y director de The Americano.

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