jueves, 30 de septiembre de 2010

Capitalismo y libertad

Capitalismo y libertad

El capitalismo, con pocas excepciones, algunas marcadamente crueles, es el sistema que mejor garantiza las libertades individuales en un marco legal que establece la igualdad de los ciudadanos ante la ley. Estados Unidos en sus 200 años de evolución social y jurídica es uno de los paradigmas del extraordinario éxito de la libertad en un sistema de mercado y propiedad privada.

Con profundas raíces en la tradición inglesa del common law donde las costumbres, leyes y valores sociales vienen dados por siglos de tradición, los tribunales de justicia juegan un ``papel'' moderador y de control recogidos en la Constitución y posteriormente afirmado como principios jurídico por la Corte Suprema en 1803 en el caso Marbury vs Madison, estableciendo la supremacía constitucional sobre el poder ejecutivo o las propias leyes del Congreso.

En Estados Unidos esta vieja tradición fue recogida y celosamente protegida por los Padres Fundadores en la Constitución aprobada en 1787, donde procedieron a separar los poderes del Estado, el ejecutivo, legislativo y judicial, añadiendo posteriormente un elemento que resultó ser decisivo en defensa de las libertades ciudadanas, el llamado judicial review o ``control de constitucionalidad'' que protege los derechos de las minorías con un marcado énfasis en las libertades individuales y la propiedad privada.

De esta forma la Constitución y el control de constitucionalidad o judicial review que descansa en su última instancia en la Corte Suprema, limitan los posibles y transitorios desbordes de la mayoría, protegiendo los derechos de las minorías para disentir y criticar en las tribunas públicas, a esa mayoría, al propio presidente y a los políticos libremente electos por el pueblo, sin que esta minoría sufra represalias o privación de libertad. El resultado es una democracia limitada por este activo y respetado control jurídico.

Incluso, leyes aprobadas por el Congreso pudieran ser rechazadas por la Corte Suprema como inconstitucionales, evitando que en un desbordamiento de pasiones, una exaltada mayoría siguiendo las prédicas de un líder carismático o una ideología populista pretendieran aplastar los derechos y libertades de las minorías. Este control de constitucionalidad es hasta el día de hoy la mejor garantía que tiene la libertad en Estados Unidos.

fincada en el common law de los ingleses, el sistema jurídico norteamericano cuenta con el sólido respaldo de varias generaciones que aceptan las decisiones de las cortes de justicia sin recurrir a la violencia. Las reglas del juego prevalecen sobre los intereses en conflicto. El sistema jurídico establece que los ciudadanos, sin consideración a la jerarquía social, son iguales ante la ley.

Un saludable efecto del control de constitucionalidad es que genera confianza al capital en el marco del sistema de mercado y propiedad privada, brindándole seguridad a los inversionistas, que como fuente de producción y trabajo exigen un grado razonable de garantías en el cumplimiento de los contratos que son cuidadosamente respetados en los tribunales de justicia. De forma que esta tradición jurídica, ha sido factor importantísimo en el desarrollo económico del capitalismo y consagra la libertad como el ideal supremo de Estados Unidos.

Ex director de Radio y TV Martí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario