domingo, 24 de abril de 2011

Narcotráfico opera en universidades

Narcotráfico opera en universidades; rectores reconocen el problema

Existen venta de droga y secuestros; autoridades educativas argumentan que carecen de personal calificado para combatir el problema

Lilian Hernández
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de abril.-Rectores de diversas universidades admitieron que el narcotráfico opera en las instituciones educativas.

Sin embargo, no se conoce la magnitud real del problema ni se han emprendido acciones para combatirlo, afirmaron.

Los rectores de las universidades de Guerrero, San Luis Potosí y Juárez coincidieron en que “sería iluso” negar que el narcomenudeo, cometido incluso por los alumnos, ocurre dentro de las escuelas.

De forma paralela, los resultados de la Encuesta de Seguridad Interna en Instituciones de Educación Superior, elaborada por la ANUIES, revelaron que cuatro de cada diez universidades no registran los incidentes que ocurren en sus campus.

El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Ascencio Villegas, comentó que en su institución incluso han secuestrado a alumnos presuntamente ligados al narcotráfico.

El rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Mario García, aclaró que las autoridades universitarias no pueden dedicarse a funciones policiacas, porque eso dañaría el ambiente sano entre profesores, alumnos y empleados.

Universidades admiten desdén a narcomenudeo

Las autoridades educativas de educación superior reconocen que dentro de las universidades es recurrente la venta de droga, y, pese a tener conocimiento de ello, no han implementado ninguna acción para evitar que sus estudiantes compren esas sustancias tóxicas.

Rectores de las universidades de Guerrero, San Luis Potosí y Ciudad Juárez coincidieron en que este delito ocurre dentro de las instalaciones universitarias y “sería iluso”, negarlo.

El problema es que no cuentan con el personal calificado para detectar el narcomenudeo y a veces este ilícito es invisible porque los mismos alumnos son quienes la venden a sus compañeros, y por ende, no es fácil ubicar a los distribuidores.

Entrevistados por separado, los rectores universitarios admitieron que la venta de droga es uno de los problemas graves dentro de los campus: lamentablemente no existen cifras de lo que se vende porque no cuentan con un diagnóstico preciso.

Los resultados de la Encuesta de Seguridad Interna en Instituciones de Educación Superior, elaborada por la ANUIES, revelaron que cuatro de cada diez universidades no cuentan con registros de los incidentes que se presentan al interior de los recintos.

Pese a la ausencia de datos sobre el narcomenudeo, los rectores aceptaron que tienen que reforzar las medidas de seguridad, en las que puedan detectar la venta de droga, porque aún cuando han logrado evitar el consumo dentro de los campus, no significa que también hayan erradicado la venta.

El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Ascencio Villegas, comentó a Excélsior que el problema del narcomenudeo es grave, pues en esa institución han secuestrado a alumnos presuntamente ligados a bandas de narcotraficantes.

Aclaró que no tiene pruebas de esto, ni número de casos, pero entre la misma comunidad universitaria se ha comentado que no piden rescate y un estudiante que fue privado de su libertad tampoco proviene de una familia adinerada.

El móvil del secuestro, añadió, no es entonces para pedir una recompensa, sino porque “a veces pertenecen a bandas” y podría ser un ajuste de cuentas.

Frente a incidentes como éste, el rector de esta casa de estudio no descartó la revisión de mochilas como una alternativa para evitar el narcomenudeo, pues sería una opción para que este delito no se cometa dentro de las instalaciones académicas.

Esta alternativa tendría que aprobarse por el Consejo Universitario, “pero si hay consenso al interior y de los papás también, la operación mochila en campus conflictivos debería implementarse”, apuntó.

El rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Mario García, detalló que lo más grave en estas instituciones “es la intromisión de personas ajenas que van a distribuir droga y sería absurdo negarlo”.

Lo urgente, dijo, es que para evitar la entrada de narcomenudistas, los rectores deben implementar medidas de seguridad preventivas, empezando por hacer obligatorio el acceso con credencial.

Aclaró que las autoridades universitarias no pueden dedicarse a funciones policiacas, porque eso sería contraproducente para generar un ambiente sano entre profesores, alumnos y empleados.

Lo importante es poner en marcha acciones preventivas enfocadas a la cultura de la denuncia, de tal modo que si un alumno sabe que alguien distribuye droga, pueda reportarlo de manera anónima y confiable.

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