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Un grupo de mujeres participa en una cadena de oración a favor del presidente Hugo Chávez este mes en Caracas.
CARACAS—En los días desde que el
presidente Hugo Chávez se sometiera a una cirugía de emergencia en Cuba
para tratar la recaída de su cáncer, sus seguidores se han reunido en
vigilias para orar por su salud.
Pero los chavistas no han mostrado el mismo entusiasmo por el
vicepresidente Nicolás Maduro, el hombre elegido como su sucesor en caso
de que el mandatario sucumba al cáncer o se vea obligado a dejar sus
funciones.
Sara Ríos, un ama de casa de 52 años que vive en Catia, uno de los
baluartes del chavismo en Caracas, cuenta que no ha dejado de rezar por
Chávez desde que se anunció que su cáncer había reaparecido y aseguró
que no se sentiría bien celebrando la Navidad si Chávez sigue enfermo.
Pero también reconoce que no le será fácil apoyar a Maduro, un
político de 50 años proveniente de la clase obrera que ha pasado la
mayor parte de los últimos ocho años gestionando las relaciones
exteriores de Venezuela. Su figura, sin embargo, es poco conocida por la
mayoría de los venezolanos. "Sería como una traición a Chávez", confesó
Ríos.
El gobierno informó que Chávez se está recuperando bien de su cirugía
en un hospital de La Habana y que podría tener una recuperación total
de su cáncer, cuyos detalles son secreto de Estado. Los médicos, sin
embargo, señalan que el hecho de que la enfermedad haya reaparecido
varias veces ya es una mala señal. El propio Chávez, a su vez, reconoció
la gravedad de su condición al exhortar a sus seguidores que
respaldaran a Maduro si fallece o tiene que renunciar y se convocan
nuevas elecciones, de acuerdo con la ley venezolana.
La falta de entusiasmo por Maduro pone de manifiesto el principal
desafío que encara el chavismo en caso de que su líder natural pierda la
batalla contra el cáncer: ¿Cómo podrá sobrevivir el chavismo la muerte
de su fundador?
Associated Press
El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es el hombre que Chávez ha elegido como su sucesor político.
Analistas aseguran que aunque Chávez
muera y la oposición acceda al poder, su imagen y sus políticas
probablemente seguirán configurando a Venezuela durante años. Henrique
Capriles, líder de la oposición, ha dicho que no eliminaría los
populares programas sociales de Chávez, y la idea de que el gobierno
debe usar los fondos del petróleo para ayudar a los pobres ha echado
raíces entre los venezolanos comunes y corrientes.
"No se pueden retirar sus programas sociales. El costo político sería
demasiado alto", dijo José Guerra, un ex funcionario del banco central y
asesor de Capriles. "La gente considera que esta es la forma en que les
llega el dinero del petróleo".
Chávez ha dominado por completo la política venezolana durante los
últimos 14 años, un período en el que ha forjado lazos directos y
emocionales con muchos venezolanos, a menudo mediante frecuentes
apariciones televisivas que se extienden varias horas, en las que
despotrica contra Estados Unidos y sus aliados, cuenta chistes o
historias.
"No lo veo como un presidente, sino como un hermano, o como un padre", señaló Sabino Segundo Troconis, un chofer de 52 años.
"[Chávez] es paz. Él es amor. Él es la fraternidad. Es un consuelo
para nosotros, los pobres", puntualizó Mariela Viera, quien asistió
junto a otros partidarios del presidente a una reciente vigilia en la
Plaza Bolívar, en Caracas.
Pero el carisma del presidente también ha dificultado que alguno de sus asesores pueda establecer una base popular.
"La gente simplemente no siente que tenga algo en común con Maduro,
como lo tiene con Chávez", apuntó en una entrevista David Morán, un
comentarista político del sitio web venezolano LaPatilla.com.
Si se convocaran elecciones, lo más probable es que Maduro se
enfrentaría a Henrique Capriles, principal candidato opositor. Capriles,
que perdió en la reñida contienda presidencial de octubre, acaba de ser
reelegido como gobernador de la región de Miranda.
Las encuestas de este año han mostrado que si bien Capriles iba
rezagado en comicios cara a cara con Chávez, mantenía cómodas ventajas
contra cualquier aliado de Chávez. Un sondeo en marzo de Datanalysis
reflejaba a Capriles con un apoyo de 33,7% contra 23,3% para Maduro,
aunque el nombramiento de Maduro como sucesor de Chávez podría inclinar
la opinión pública a favor de Maduro.
Pero los encuestadores señalan que el gobierno de Chávez, que
controla gran parte de la radio y televisión del país, podría elevar el
perfil de Maduro antes de cualquier elección, y muchos partidarios
leales de Chávez muy probablemente apoyarían a cualquiera que prometa
cargar la batuta de Chávez, al menos al principio.
"Él es el sustituto elegido por Chávez y eso tiene impacto. Uno puede
creer que Capriles seguirá siendo muy importante, pero Maduro entraría a
la contienda como el favorito", aseveró el dirigente de Datanalisis,
Luis Vicente León.
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