martes, 1 de enero de 2013

En Argentina, el 2013 será otro año para vivir de changas

Por Roberto Cachanosky
Hay dos razones para que, por ahora, el 2013 luzca similar al 2012, es decir un año para seguir viviendo de “changas”. Sin proyectos de largo plazo. Solo haciendo negocios de muy corto plazo.
La primera tiene que ver con el gobierno. El cristinismo ya ha dado tantas muestras de arbitrariedad, de violar impunemente la propiedad privada y de aplicar reglas de juego tan insólitas, que nadie se anima a invertir un dólar en Argentina. Lo máximo que la gente está dispuesta a hacer es poner algunos pesos para sostener la estructura productiva que tiene, pagar sus costos fijos para vivir y esperar a ver cuándo se acaba esta locura que va para 10 años desperdiciados. La década pérdida, con un contexto internacional extraordinariamente favorable para encaminar la economía argentina hacia el crecimiento de largo plazo. Tasas de interés bajas y abundante liquidez internacional buscando dónde invertir. Un verdadero pecado haber desperdiciado estos 10 años en aplicar un populismo barato, fabricando más pobres, destruyendo la infraestructura del país y generando un grado de conflictividad social que hay que remontarse varias décadas atrás para encontrar una situación similar o parecida. 

China comunista: La quimera de Oriente

China comunista: La quimera de Oriente

China - Dragón
Por Ricardo E. Calvo  MD PhD 
Nací en el siglo XX  y llegué  a tener uso de razón cuando la llamada “Guerra Fría” y la “Cortina de Hierro” eran términos frecuentes en los ámbitos de la política internacional. Recuerdo claramente referencias constantes al peligro inminente de guerra entre el mundo occidental y el comunismo chino-soviético.
Estas referencias exponían una igualdad o superioridad militar del campo socialista por parte de la incansable propaganda publicada por la prensa izquierdista y políticos y escritores “progresistas” que impartía a los ciudadanos del mundo libre la idea de que la Unión Soviética (URSS) y sus aliados del Pacto de Varsovia, así como los chinos de Mao, eran capaces de confrontar a los ejércitos de Europa y los EE.UU. en el campo de batalla y lograr su derrota por medios tradicionales o nucleares.
Recuerdo bien a mi llegada a los EE.UU. ver en los edificios de las principales ciudades letreros apostados en las entradas a sus sótanos designándolos como punto de refugio en caso de un ataque nuclear por parte de la URSS–que manera sutil de inculcarle a los ciudadanos de los EE.UU. que el imperio comunista podría hacer llegar cohetes intercontinentales hasta su territorio cuando su economía socialista había estado y continuaba estando realmente sostenida  y amamantada por el capitalismo y los “idiotas útiles” de Occidente.

La filosofía política de Jorge Luis Borges

La filosofía política de Jorge Luis Borges

Borges y la política han dado mucho que hablar, pero la atención que sus opiniones en tal sentido generaran se han referido generalmente a la anécdota de aquél personaje que poca atención prestaba a las noticias diarias y que basaba buena parte de las mismas en criterios estéticos, y particularmente épicos: desde su admiración por los militares patrios y su lucha por la independencia y libertad argentinas hasta su afiliación al Partido Conservador porque sólo los caballeros se suman a las causas perdidas.
Sin embargo, y pese a que pueden encontrarse en su historia decisiones y opiniones políticas diversas, y hasta contrapuestas, es opinión de quien escribe que existe una clara filosofía política en Borges, la que se mantuvo durante el trascurso de su larga vida sin modificaciones y es intención de este artículo presentarla.

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