Mientras los cubanos liberalizan su antiguo sistema, la izquierda mexicana se aferra a dogmas y modelos anacrónicos.
Apertura cubana
En un acto sin precedente, la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba aprobó una nueva ley de inversión extranjera. La finalidad, según el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo, es atraer dos mil millones de dólares anuales indispensables para que la economía crezca como mínimo entre cinco y siete por ciento, y sacar adelante el modelo socialista, “próspero y sustentable”.