Franklyn Brito: El primer mártir de esta oprobiosa época que vivimos los venezolanos
Por Patricia Polero
Todos los venezolanos de Fé, sentimos hoy después de conocer de la muerte de Franklyn Brito, un peso en el corazón. El peso del dolor unos, de la impotencia otros, del remordimiento la mayoría.
Porque Brito libró su batalla prácticamente sólo, acompañado de su extraordinaria esposa Elena de la cual jamás escuchó reproches, sino palabras de aliento, de admiración, de amor, y de sus hijos, cuya gran herencia es la dignidad con la que este hombre barnizó la lucha democrática de estos tiempos. Con dos manos se pueden contar los amigos que no lo dejaron solo, porque hasta el miedo –prudencia que llaman- de los medios, sirvió para armar la cúpula de silencio que no dejaba escuchar los gritos de un hombre que sólo pedía que se respetaran sus derechos.
No sólo el Régimen lo dejó morir. La indiferencia de los venezolanos que piensan que la lucha individual los salvará de la maldición comunista, el miedo de quienes piensan que si callan y aceptan sobrevivirán, la inconciencia de un país que se niega a reaccionar, también lo dejaron morir.
Franklyn Brito definitivamente no era ningún loco. Pocos seres humanos pueden mantener la coherencia que él demostró hasta el final, a pesar de haber dejado de ingerir alimentos hace meses. Su mensaje estuvo siempre lleno de luchas comunes y no particulares. No sólo murió en huelga de hambre. Franklyn Brito murió preso y torturado en el Hospital Militar. Es nuestro mártir.
Los esfuerzos por callar a Franklyn Brito serán ahora inútiles porque con su muerte se rompe la cúpula de silencio. Ya no se puede enmudecer mucho menos disimular la verdad de lo que realmente ocurre en Venezuela y ese será su mayor logro.
Al lado de lo que Franklyn Brito ha dado por Venezuela, palidecen los años de presidio político y de destierro que muchos venezolanos hemos sufrido. Alguien en algún escrito propone colocarle su nombre a una plaza. La verdad es que Brito no entregó su vida a cambio de que se bautice ningún lugar con su nombre. Lo que cada uno de los venezolanos hagamos de ahora en adelante porque se rescaten en Venezuela los Derechos Humanos y la Libertad será el mejor homenaje a éste hombre que nunca dudó al escoger entre preservar su vida o perder la dignidad.
Dios quiera que a partir de hoy, los venezolanos aprendamos a honrar no sólo con nuestra palabra sino con la acción a nuestros héroes. Franklyn Brito es el primer mártir de esta oprobiosa época que vivimos.
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