domingo, 17 de abril de 2011

Los presidenciables 2012: Alonso Lujambio

Los presidenciables 2012: Alonso Lujambio

Con apenas dos años en el PAN, el secretario de Educación Pública es una pieza básica en la actual administración federal

Leticia Robles de la Rosa
La academia fue su trinchera; el PAN, su catapulta

Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública

Especialista del ITAM con posgrado en Yale, el ex consejero del IFE y ex titular del IFAI tejió sus vínculos con Felipe Calderón a raíz de la amistad que tuvieron sus respectivos padres. Sin arraigo en Acción Nacional, busca la candidatura presidencial apoyado en uno de los círculos cercanos al Ejecutivo federal, el opuesto a la mancuerna Madero-Cordero

CIUDAD DE MÉXICO.- Impulsado por el grupo de Germán Martínez, Patricia Flores, Roberto Gil Zuarth y Jorge Manzanera, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, es otro integrante del gabinete presidencial en levantar la mano para 2012, amparado en su preparación académica y en su amistad con Felipe Calderón, que es continuación de la que tuvieron sus padres, Luis Calderón y Sergio Lujambio.

Sin activismo real entre los grupos panistas, Alonso Lujambio carece de arraigo en las filas del blanquiazul, porque a pesar de conocer la historia del partido y de que su familia fue parte de la construcción de ese instituto político, él se afilió a Acción Nacional hasta el 25 de junio de 2009, luego de concluir los encargos públicos que le exigieron la no militancia partidista.

Alonso Lujambio pertenece también al grupo de egresados del ITAM que rodea al presidente Felipe Calderón desde hace 18 años, y su conocimiento del entramado electoral del país lo llevó a ser uno de los principales asesores del mandatario federal para construir su propuesta de reforma política que desde hace un año está en discusión en el Senado de la República.

Originario de la Ciudad de México, donde nació el 2 de septiembre de 1962, Alonso Lujambio es licenciado en Ciencias Sociales y tiene estudios de posgrado en el extranjero.

Sus ligas familiares con el PAN comienzan con su abuelo, Ricardo Lujambio, español, quien a su arribo a la Ciudad de México comienza a interesarse en la vida política del país y conoce a Manuel Gómez Morin, fundador del PAN, con quien desarrolla una fuerte amistad que lleva a su hijo Sergio Lujambio a acercarse más a la cúpula de los fundadores panistas, con quienes desarrolla una amistad cercana, principalmente con Luis Calderón.

Pero Alonso, hijo de Sergio, se dedica a su formación escolar, más que al activismo partidista. Observa los fenómenos políticos desde la trinchera de la teoría, más que de la práctica, y una de las influencias más fuertes en su visión política la ejerce Juan J. Linz, destacado politólogo que imparte clases en la Universidad de Yale, donde el hoy secretario de Educación hizo su posgrado.

Cuando Alonso Lujambio regresa a México, decide hacer un análisis minucioso de las élites políticas del país, para lo cual solicita acercamientos con diferentes liderazgos en el PAN, el PRI y la izquierda.

Fue precisamente ese interés de investigación lo que provocó que en 1993 Lujambio consiguiera una cita con Felipe Calderón, entonces secretario general del PAN, quien de acuerdo con la propia versión de Lujambio, lo primero que le preguntó es si tenía alguna relación con Sergio Lujambio, a lo cual el también ex comisionado presidente del IFAI le dijo que era su hijo y a su vez le preguntó cuál era la relación con Luis Calderón, amigo de su padre.

A partir de ese momento Felipe Calderón comenzó a invitar al académico Alonso a dialogar con los panistas, a fin de que pudieran intercambiar puntos de vista sobre los sistemas políticos; incluso ya como presidente nacional del PAN, Calderón organiza algunos encuentros de sus grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión con Lujambio.

Para 1996, luego de una intensa lucha por abrir instituciones democráticas y autónomas en materia electoral, se logra la independencia del Instituto Federal Electoral (IFE), donde se invita a la participación de politólogos no afiliados a partidos políticos, y donde el PRD y el PRI tenían ventaja sobre el PAN.

Entonces Felipe Calderón piensa en Lujambio como el mejor prospecto, pues tiene la formación idónea y conoce los sistemas políticos.

Como responsable de la fiscalización de los recursos públicos de los partidos políticos, en el IFE, Alonso Lujambio es el responsable directo de las investigaciones sobre el Pemexgate del PRI y los Amigos de Fox, del PAN, que generaron castigos a ambos partidos por faltar a las reglas de competencia democrática.

Lujambio fue así parte del histórico Consejo General del IFE que, encabezado por José Woldenberg, construyó el piso para el cambio de partido político en la Presidencia de la República, por la vía del voto libre y secreto, lejos de la violencia.

Al concluir su función como consejero, Lujambio regresa a la academia en el ITAM, mientras Calderón pasa de la Cámara de Diputados a Banobras, luego a la Secretaría de Energía y de ahí arranca su carrera por la Presidencia, rodeado de sus principales colaboradores y amigos, entre quienes en ese entonces no estuvo Lujambio.

En 2005, Vicente Fox, quien también tenía una especial admiración por Lujambio, al haber sido integrante del IFE que permitió su triunfo en la Presidencia de la República, lo nombra integrante del IFAI, y sólo unas semanas después, a la renuncia de María Marván Laborde, es elegido por sus compañeros como presidente del Instituto, donde permanece hasta abril de 2009, cuando el presidente Felipe Calderón lo nombra secretario de Educación Pública.

Destape y críticas

A mediados de febrero, el secretario de Educación, Alonso Lujambio, confesó estar “presto” para ser el abanderado del PAN, en caso de que así lo decida el partido, aunque matizó su declaración al aclarar que aún quedan muchas tareas pendientes en la dependencia a su cargo y que esperaría los tiempos apropiados.

El miércoles pasado, en gira de trabajo por Mérida, el funcionario señaló: “Estoy aquí trabajando como secretario de Educación. Estoy muy interesado en competir en su momento por la candidatura de mi partido, pero hay mucho tiempo”.

Sin embargo, y aunque su autodestape es reciente, ya desde septiembre del año pasado, la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo, señaló que “los últimos dos secretarios que ha habido en este gobierno, la señora Josefina Vázquez Mota y el señor (Alonso) Lujambio, están más preocupados por la Presidencia de la República, y no sé si la misma ocupación tengan por la educación”.

Días después, el grupo parlamentario del PRI en el Senado presentó un punto de acuerdo para mandar un extrañamiento al secretario de Educación, Alonso Lujambio, a fin de que atendiera de lleno sus quehaceres oficiales y no se distrajera “con otros temas”.

El texto pedía que el pleno del Senado realice un extrañamiento a Lujambio Irazábal, “por el incumplimiento en que ha incurrido la dependencia a su cargo, por la persistencia en el rezago educativo y resultados negativos que revelan los datos contenidos en el IV Informe de Gobierno”.

Y “lo exhorta a que cumpla con sus responsabilidades, haciendo a un lado cualquier otro interés particular o político”.

Sus allegados

En el interior de los grupos activos del PAN, Alonso Lujambio es observado como una persona ajena al partido, pero también como el abanderado del ala de los calderonistas que encabeza Germán Martínez, ex presidente nacional del partido, y la otrora poderosa mujer de Los Pinos, Patricia Flores Elizondo, quienes ahora están alejados de sus antiguos compañeros calderonistas, liderados por Ernesto Cordero y que son más afines a quien fuera el hombre de mayor confianza de Felipe Calderón: Juan Camilo Mouriño.

Así, a un año de que el PAN defina sus métodos para elegir a su candidato a la Presidencia de la República, los panistas prefiguran el segundo capítulo de lo ocurrido en diciembre pasado, cuando las dos alas del calderonismo se disputaron la presidencia nacional del partido, que al final ganaron quienes impulsaron a Gustavo Madero, sobre quienes estaban con Roberto Gil Zuarth, y que ahora rodean a Lujambio.

El grupo alrededor de Alonso Lujambio está decidido a elevar las posibilidades presidenciales del secretario de Educación. De hecho, desde el último trimestre del año pasado, comenzaron a hacer llamadas a legisladores federales para invitarlos a conocer el proyecto político que encabezará Lujambio y pedirles que se sumen, que cierren filas, porque su formación representa una carta seria, preparada y con el respaldo absoluto del presidente Felipe Calderón, o al menos eso es lo que sus promotores dicen, y que algunos de los invitados a estos encuentros compartieron con Excélsior.

La relación de Alonso Lujambio con Germán Martínez es tan cercana, que juntos escribieron El porvenir posible, que es un compendio del pensamiento del fallecido Carlos Castillo Peraza y quien fuera el mentor político de Felipe Calderón.

Y la relación con Roberto Gil Zuarth, ahora secretario particular del Presidente, también es muy cercana y se extiende a Carla Astrid Humphrey Jordan, esposa de Roberto Gil, consejera electoral del DF y quien de 1997 a 2001 fuera asesora de Alonso Lujambio en el IFE.

De acuerdo con relatos recogidos entre panistas, fue Germán Martínez quien en abril de 2009, todavía poderoso dirigente nacional del PAN, recomendó al presidente Calderón que nombrara a Lujambio como secretario de Estado; semanas después el mandatario federal lo hizo titular de la SEP. Y para ello contó con el respaldo de Patricia Flores, entonces funcionaria en Los Pinos, y quien ahora forma equipo con Jorge Manzanera, conocido operador político antiguamente muy cercano a Felipe Calderón.

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