lunes, 13 de junio de 2011

Critica Calderón al viejo 'régimen autocrático'

Critica Calderón al viejo 'régimen autocrático', ante estudiantes de la Universidad de Stanford

En su calidad de orador invitado, el Presidente rememora ante cuatro mil graduados sus años de lucha contra el priismo. El PRI controlaba qué se enseñaba en las aulas, reprocha

Ivonne Melgar /
PALO ALTO, Cal., 13 de junio.— Ante unos cuatro mil graduados de la Universidad de Stanford, el presidente Felipe Calderón describió al México de su juventud como un país con “un régimen autocrático” donde un solo partido controlaba medios de comunicación, enseñanza en las escuelas y hasta “qué conciertos de rock se permitían, todo”.

Sin señalar al PRI por su nombre, el Ejecutivo federal le atribuyó asesinatos políticos, represión y fraudes electorales al gobierno del partido único y al que pertenecían, remarcó, todos los gobernadores y senadores.

“Y cuando los estudiantes, como ustedes, protestaban, eran masacrados; muchos oponentes del régimen simplemente fueron desaparecidos”, expuso en su mensaje de 18 minutos.

En el estadio de futbol americano de la institución académica, en su calidad de orador invitado a la ceremonia de graduación de estudiantes de Stanford, el mandatario mexicano describió en inglés al régimen priista al compartir lo que denominó “una experiencia personal”.

Calderón dijo haber vivido momentos de frustración cuando los esfuerzos democráticos eran echados por tierra por fraudes electorales cometidos por el gobierno federal.

Narró el Presidente que fue su padre, Luis Calderón Vega, quien le advirtió que, a pesar de los obstáculos, era un deber moral continuar en la lucha contra el autoritarismo, y trajo a colación sus inicios en la vida partidista, en su natal Morelia, sin referirse, sin embargo, de manera directa al PAN.

“A su edad, México todavía tenía un régimen autocrático, todos los gobernadores estatales y todos los senadores eran del mismo partido. Durante muchas décadas, ese solo partido controlaba todo: lo que se le permitía decir a los medios, lo que debían enseñar en las escuelas, qué conciertos de rock se permitían, todo. Cuando los estudiantes, como ustedes, protestaban eran masacrados, muchos oponentes del régimen simplemente fueron desaparecidos”, expuso.

Planteó que a pesar de tal situación “permaneció viva la esperanza y hubo una lucha decidida y pacífica en aras de la democracia”.

Se refirió enseguida a la experiencia política en Michoacán, donde “fue precisamente mi padre quien organizó una oposición”.

Detalló que cuando niño “me encantaba salir a entregar trípticos, tocar puertas y gritar los lemas de la campaña a través de un sistema de sonido antiguo, en el techo de un vehículo antiguo”.

Contó la conversación sostenida con su padre a raíz de que “paso por paso la fuerza de la democracia empezó a crecer, (pero) lamentablemente el fraude electoral también creció, y un día yo dije ¡basta!”.

Desde el centro del estadio, seguido por académicos, alumnos y familiares, Calderón recordó que entonces, “lleno de ira por el abuso tan frustrante de poder, acudí a mi padre y me quejé de que nuestros esfuerzos eran inútiles”.

Citó enseguida el diálogo que sostuvo con él : “Por qué tanto esfuerzo si a la gente no le importa, y cuando sí les importa el gobierno nos roba los votos y las victorias, entonces qué caso tiene, papá”.

Calderón continuó: “Y él me dijo, entiendo tu enojo, pero esto lo estamos haciendo porque se tiene que hacer, es nuestro deber moral ante el país”.

Aclaró el Ejecutivo que su padre falleció antes de la alternancia, “de la transformación profunda de México hacia la democracia”.

Avioneta irrumpe con manta en acto

Doce vueltas dio una avioneta sobre el estadio de la Universidad de Stanford para mostrar la manta en contra de la estrategia de seguridad, mientras el presidente Felipe Calderón ofrecía su discurso a los cuatro mil alumnos graduados.

Sin aparente registro del hecho que distrajo a los presentes durante los primeros 15 minutos de los 18 que duró el mensaje, el Ejecutivo mexicano continuó al micrófono, mientras en lo alto podía leerse en inglés, en una manta desplegada por la avioneta: “40 mil muertos. ¿Cuántos más?”.

Aunque durante la singular protesta no hubo una reivindicación por parte de los autores, la manta reproducía el logo de “No + sangre”, ícono con el que se identifican los activistas y organizadores de las movilizaciones contra la estrategia de seguridad que encabeza Javier Sicilia.

Ataviado con la toga que dicta la ceremonia de graduación, en el campo de futbol americano de Stanford, ante unos cuatro mil alumnos, el mandatario mexicano hablaba del “régimen autocrático” que vivió México en tiempos del PRI, y se escuchaba el sonido del motor de la avioneta.

El vuelo de la nave concluyó hacia el final del mensaje de Calderón, quien culminó con la cita del poema “Ítaca”, de Constantino Kavafis: “Ítaca les ha dado la travesía tan bella. Y si para ustedes ha sido pobre, Ítaca no les ha engañado. Sabios, como se habrán vuelto, con tanta experiencia, y ya seguramente habrán entendido lo que significa Ítaca”, leyó.

En medio de ambiente festivo, no hubo manifestaciones de los estudiantes en torno a la manta aérea en ningún sentido.

El discurso presidencial fue ovacionado cuando, en el inicio, bromeó: “La siguiente vez me voy a inscribir en Stanford”.

También consiguió el aplauso de los jóvenes —cubiertos con toga y birrete, pero también con accesorios propios de un concurso de disfraces, como lo dicta la tradición— al convocarlos a no temer “navegar en contra del viento” y evitar así “entrar en la ola de mediocridad que paraliza las mejores causas del mundo”.

Antes y después de la ceremonia de graduación, el Presidente convivió con alumnos de Stanford en encuentros de carácter privado.

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