viernes, 3 de junio de 2011

Guatemala: Alejandro Chafuen: “No se puede hacer caridad con lo ajeno” –

Guatemala: Alejandro Chafuen: “No se puede hacer caridad con lo ajeno” – por Roberto Villalobos

Foto: ÉRICK ÁVILA

Este pensador se dedica al estudio del escolasticismo, una corriente filosófica que se extendió en la Europa occidental entre los siglos XI y XV.

El argentino Alejandro Antonio Chafuen es defensor de la propiedad privada, pues la considera el fundamento de la economía de libre mercado. Es consejero fundador e investigador asociado del Instituto Acton de Religión y Libertad, en Estados Unidos, y preside el prestigioso Atlas Economic Researh Foundation.

Chafuen se dedica desde hace unos 30 años al estudio del escolasticismo, una corriente filosófica que se extendió en la Europa occidental entre los siglos XI y XV. Su máximo representante fue Santo Tomás de Aquino, en cuyos escritos abordó y puso de relieve una relación entre la razón aristotélica y la fe cristiana. Chafuen también se ha dedicado al análisis profundo de una corriente escolástica que fijó sus bases en los siglos XVI y XVII, denominada Escolástica Tardía o Escuela de Salamanca, con la cual se desarrollaron ideas sobre precios, salarios, cambio de moneda, teoría del valor, cobro de intereses y un largo etcétera.
En fecha reciente, el académico visitó Guatemala para dictar una conferencia en Casa Popenoe, Antigua Guatemala, invitado por la Universidad Francisco Marroquín, institución que le confirió el doctorado Honoris causa.

¿En qué momento surge el concepto de la propiedad privada?

Temprano en la vida del ser humano. Surge desde que los grupos familiares empezaron a proteger lo que consideraban suyo, como una casa o el espacio donde vivían, así como aquellos bienes que podían pasar de generación en generación. Esas acciones se miraban como una forma de proteger a la familia, y es algo que va acorde a la naturaleza humana: crecer en un ambiente familiar.

¿Ese tema se aborda en la Biblia?

Sí, cuando Caín mata a Abel. Ese es el primer momento en que podemos decir que existe una violación a la propiedad, pues se quita la esencial, que es la vida. En cuanto al tema del dominio, este entra antes, en el Génesis, cuando Dios creó al ser humano luego de haber creado todos los demás bienes; de esa forma, se le da dominio al humano sobre toda la creación. Después, en el Nuevo Testamento, se aborda el tema de la propiedad privada en diversos contextos, pues, por ejemplo, advierte sobre los peligros de la riqueza. Como usted sabe, uno de los diez mandamientos es “No robarás”, y no robar asume la existencia de la propiedad privada.

Entonces, en cierta forma, los estudios económicos empezaron mucho antes de Adam Smith.

Por supuesto. Aparte de los evangelios, también Aristóteles se refirió a la propiedad privada. Las reflexiones sobre los recursos iniciaron desde que el ser humano se desarrolló en la Tierra, con una serie de pensamientos sobre el trabajo, la propiedad y la producción. También hubo un período en la Edad Media, sobre todo en los siglos XIII, XV y XVI —cuando avanzó el comercio y se empleó nueva maquinaria—, en que moralistas emitieron juicios sobre asuntos económicos. Fue así que surgió la economía como ciencia, como un diálogo entre la política y la ética.

Y de las enseñanzas de Aristóteles aparecieron los escolásticos.

Sí. Algunos autores escolásticos hicieron grandes contribuciones para el desarrollo del entendimiento del proceso y de la economía de mercado, principalmente en la época medieval tardía. Los escolásticos entendían que los derechos del ser humano no eran otorgados por el Estado. En cambio, señalaban que Dios nos dotó y regaló ciertos derechos inalienables, como la libertad, la vida y la propiedad privada.

¿Entonces los liberales son hijos de los escolásticos?

Los liberales son siempre afines a la propiedad privada y a la economía de mercado; entonces se puede decir que sí.

Algunos de los más importantes estudiosos de esta corriente fueron San Agustín y Santo Tomás de Aquino. ¿Cuáles fueron sus principales aportes para la economía?

Ambos defendieron la propiedad privada. El pensamiento de Santo Tomás era muy parecido al de Aristóteles. Su reflexión es que la gente cuida más lo que es propio que lo que es de propiedad común, y que hay menos discordia cuando se conoce dónde termina el derecho de uno y dónde empieza el de los demás. En tanto, en el tema de la teoría del valor reconocieron que el valor de cierto bien depende de su utilidad que de su valor intrínseco. También criticaban los gastos excesivos y consideraban que los tributos debían ser moderados. Estos pensadores destacaron el valor de la propiedad privada como fundamento del libre mercado.

Esos pensamientos, sobre todo la defensa de la propiedad privada, ¿hacen que los liberales pierdan su sentido social?

Una persona que piensa que tiene alma cree en el sentido social.

¿Es lo mismo el socialismo que tener sentido social?

No. Socialismo, según Karl Marx, es que los medios de producción debían estar en manos del Estado. El tener sentido social es poner al otro en nuestra ecuación personal, en que las preocupaciones van más allá de uno mismo.

¿El socialismo podría adoptar la propiedad privada y seguir siendo socialista?

Los nazis eran nacionalsocialistas, que es una variante del socialismo. La gente tenía propiedad, pero, según Adolf Hitler, era la sociedad la que dictaría la forma en que debía usarse. Esa mentalidad seguía siendo socialista, pero no había una verdadera libertad.

¿Cuál es la relación entre economía y ética?

La economía hace preguntas sobre asignación de recursos o qué pasaría si se incrementara la producción de un bien. La ética se cuestiona sobre si algo es bueno o malo. Son cosas distintas. Ahora, ¿qué es bueno y qué es malo? Un moralista dice que es bueno lo que acerca a Dios, y malo lo que aleja. En el tema económico se relaciona con el mandamiento de no robar y respetar lo que es del otro. Es ahí cuando se unen ambos pensamientos.

¿Solo se puede hacer el bien teniendo propiedad privada?

Claro, porque solo se puede dar lo que uno tiene. No se puede hacer caridad con lo ajeno.

Dígame, ¿cuál es el peor pecado económico?
Hay una historia que se basa en la vida de San Francisco de Asís. Dice que un día se encuentra con el diablo y este lo desafió y le preguntó: “¿Cuál es el pecado mayor?, y el santo le respondió que matar. El diablo se rió y le recriminó: “No; hay más gente que está en el infierno por robar —que es violar la propiedad privada— que por matar”.

¿Por qué los religiosos opinan sobre economía?

La Iglesia tiene como función ayudar a sus fieles a llegar a Dios. La tarea de la jerarquía, asimismo, es dar a conocer la ciencia y reflexionar sobre las realidades económicas o políticas. Claro, no están inmunes de error.

Pues no estarán exentos de error en sus reflexiones ni tampoco en sus juicios morales. Recuerde usted el escándalo de la Iglesia Católica con el Banco Vaticano.

Los seres humanos somos pecadores, débiles. Esas acciones hacen daño, pero el valor de la Iglesia, como institución, no debería cambiar.

¿Qué opina el escolasticismo sobre el valor justo, las tasas de interés y la usura?

El precio justo es el precio corriente de mercado, siempre y cuando no exista fraude ni violencia. Los otros dos conceptos no se entendieron bien en los ambientes religiosos. Antes, para los católicos, prestar dinero a alguien a cambio de cierta tasa de interés se miraba mal, pues pensaban que había que dar sin esperar recompensa.

¿Se sigue viendo así?

No, cuando el derecho canónico empezó a cambiar hacia fines del siglo XIX; incluso se recomendó a los sacerdotes que pusieran sus ahorros a interés.

¿Se puede considerar eso usura o ambición?

No, porque uno debe ser buen mayordomo de los bienes que nos da Dios. Hay un cambio en la opinión de lo que era el interés. Hoy la usura es un interés exorbitante.

Muchos políticos proponen la redistribución de la riqueza. ¿Qué opina?

Unos piensan que, una vez se ha producido, el Estado tiene derecho a sacarle a unos y darles a otros. Los autores moralistas vieron eso como una injusticia. Claro, uno puede tener un fondo para ayudar a los demás, pero de ninguna forma hay que castigar a los que producen más. La distribución de la riqueza nació con el socialismo, y de esa manera los perezosos aprovechan del sudor de la frente de los demás.

Pero también sucede que las peores personas de la sociedad son las que tienen más.

Sí. Supongamos que todos los que producen lo ponen en un lugar común, y que cada uno sacara lo que necesitara. Los franciscanos decían que la persona más generosa y bondadosa pondría mucho y sacaría poco; en cambio, la más egoísta y codiciosa pondría poco y sacaría mucho. Ellos decían que la riqueza terminaba en las peores manos; esa es mala distribución, pues las cosas son comunes, y no existe una propiedad privada.

¿Qué son libertad y justicia social?

Libertad es el derecho a usar lo que es de uno a su antojo. Uso mi martillo si quiero, como sea, pero no en tu cabeza, porque no es mía, ni la pared ajena, porque tampoco me pertenece. Justicia social es contribuir a educar, a ayudar a los demás y hacer que se respeten las leyes. Sacarles la plata a los ricos para dársela a los pobres es injusticia. No hay que regalar, hay que trabajar.

¿Cuáles son los principales desafíos de Guatemala para su libertad económica?

Este país necesita un marco legal justo, pues tiene índices muy bajos. Hay inseguridad, y eso hay que solucionarlo. También me parece que las regulaciones laborales son complejas y contribuyen a que exista mucho desempleo e informalidad.

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