martes, 30 de agosto de 2011

Guatemala autoriza que Alfonso Portillo sea extraditado a EE UU

El expresidente puede ser condenado a 20 años de cárcel

JOSÉ ELÍAS | Guatemala

"¡Hasta que se le acabó la suerte. Ya era hora!". Esta frase, pronunciada con alivio por una joven universitaria, contrasta con las lágrimas de una decena de incondicionales que llegaron ayer hasta la sede del Constitucional de Guatemala para mostrar su apoyo al hombre que gobernó muy alegremente este país centroamericano entre 2000 y 2004. Los jueces acababan de anunciar que Alfonso Portillo podía ser extraditado a Estados Unidos, país que lo reclama por "conspiración para el lavado de dinero", un delito que puede costarle hasta 20 años de cárcel.

En conferencia de prensa, el presidente del Tribunal Constitucional, Alejandro Maldonado Aguirre, señaló que la decisión fue tomada por unanimidad. En consecuencia, agregó, "queda libre la vía para que Portillo sea puesto a disposición de los tribunales norteamericanos". Los magistrados incluyeron una cláusula en la que piden que se garantice a Portillo un trato digno, el debido proceso y, de ser hallado culpable, que pueda cumplir su condena en Guatemala.

La sentencia, ya inapelable, pone fin a una batalla jurídica iniciada el 26 de enero de 2010, cuando Portillo fue capturado en el Caribe guatemalteco, justo cuando se disponía a huir hacia Belice para escapar de una orden internacional de captura dictada por un tribunal de Nueva York. Según esta, el exgobernante había utilizado bancos estadounidenses para lavar 70 millones de dólares del erario guatemalteco que malversó durante su gestión.

La captura de Portillo fue posible gracias a la acción decidida de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), entonces bajo la dirección del magistrado español Carlos Castresana. En aquella ocasión, una fuente de la Comisión dijo a este periódico que las continuas llamadas por móvil que Portillo hizo a sus cómplices en la huida para que le surtieran de licor, facilitaron la localización del prófugo.

Huir de la justicia forma parte del perfil del exgobernante. A principios de la década de los setenta, en una noche de borrachera, mató a dos estudiantes de la Universidad de Chilpancingo, en el Estado mexicano de Guerrero, donde Portillo había buscado asilo. Huyó entonces a la capital mexicana. El delito prescribió sin que Portillo fuera procesado.

Tras entregar el poder a su sucesor, Óscar Berger, huyó a México el 18 de febrero de 2004 para evitar ser enjuiciado por múltiples actos de corrupción. Hay documentados cerca de 15 casos de desfalco, que suman seis millardos de quetzales (unos 500 millones de euros) en un país donde el 80% de sus 12,5 millones de habitantes vive por debajo de la línea de la pobreza. Fue extraditado en 2008 y logró su libertad pocas horas después de llegar al país, tras el pago de una fianza de un millón de quetzales (unos 84.000 euros).

En mayo, y merced a un grupo de abogados expertos en retorcer la ley, Portillo y sus ministros de Defensa, Eduardo Arévalo Lacs, y de Hacienda, Manuel Maza Castellanos, fueron absueltos del delito de robo de 10 millones de euros al Ministerio de la Defensa. Seis militares de alto rango, entre ellos el general Enrique Ríos, hijo de Ríos Montt, están implicados en el caso. El fraude, según los peritos de la Contraloría General de Cuentas de la Nación, superaba los 43,2 millones de euros, pero no se le pudieron imputar porque cuando se solicitó su extradición de México solo se acreditó parte del desfalco. Tanto la Fiscalía como la CICIG apelaron este fallo, y la extradición de Portillo ha tenido que esperar al pronunciamiento definitivo de la justicia guatemalteca.

Tras conocerse la noticia, la Embajada de Estados Unidos hizo circular un comunicado en el que manifiesta su complacencia por el fallo. "La decisión [del Constitucional] envía un importante mensaje: nadie está por encima de la ley", enfatiza.

"Mis hombres son como leones"

Salam Selah tiene 46 años y cuenta que bajo su mando tiene a 350 milicianos que se preparan para el inminente asalto a Sirte, la ciudad natal del tirano

ÁLVARO DE CÓZAR (ENVIADO ESPECIAL) - Bengasi -

Lo peor es la espera. En el frente del este, las horas pasan en el desierto sin que suceda nada determinante y los soldados no dejan de preguntarse los unos a los otros si ha caído ya ese pueblo de más allá, si los aviones de la OTAN atacarán en las próximas horas o si alguien sabe cuándo les tocará el turno para entrar en combate. Y aun así, sorprende la enorme paciencia que demuestran bajo un sol que no deja de quemar hasta las siete de la tarde.

El frente del este no es más que una columna de un centenar de pick-ups armadas con baterías antiaéreas, unos pocos tanques y vehículos blindados y cientos de soldados desperdigados en un cruce de la carretera de la costa que se bifurca hacia el sur.

Estamos a poco más de 100 kilómetros de Sirte, la ansiada ciudad natal del coronel Gadafi y último esqueje en el que se juega la batalla final por el control de Libia. Siguiendo órdenes de los jefes de grupo, muchas de esas furgonetas toman la bifurcación para tratar de acercarse por el sur e iniciar así un nuevo frente que permita rodear la ciudad por todos sus costados.

Cinco kilómetros más adelante, una decena de hombres jóvenes desciende de dos furgones parados a ambos lados de la carretera. De uno de ellos sale un militar con gafas de sol, ropa de camuflaje, chanclas y una dentadura amarilla a la que le faltan varias piezas. Se llama Salam Selah, tiene 46 años y dice tener a su cargo a unos 350 hombres. "Son como leones. No tienen miedo. Nadie ha desertado. Todos están dispuestos a morir por su país", asegura Salam, que pide a uno de los jóvenes que cuente lo que ha pasado en Om Alquandil, uno de los pueblos camino de Sirte en el que los rebeldes se han encontrado con soldados gadafistas.

Imad Bufheim, de 24 años e imberbe en una tropa llena de barbudos, salió el domingo por la tarde de la recién conquistada ciudad de Bin Yauad para avanzar con un pequeño grupo de soldados por la carretera y observar lo que ocurría en Om Alquandil. Según su relato, nada más llegar al pueblo recibieron disparos de los gadafistas. Se tiraron al suelo y fueron arrastrándose hasta que pudieron dispararles desde varios ángulos. "Eran solo cinco, matamos a uno y estuvimos un rato disparando a los demás. Luego se rindieron y los apresamos. Dijeron que luchaban porque les habían amenazado con matar a sus familias", dice Imad, que enseña como trofeos dos fusiles Kaláshnikov, una ametralladora ligera y un lanzacohetes.

A lo lejos, desde el punto en el que Imad cuenta su relato, se levanta una columna de humo. ¿Al Quandil? "No, eso es Harawa. Quedan todavía muchos gadafistas, pero ya hemos colocado la bandera. Estamos a 70 kilómetros de Sirte", asegura Salam. El jefe dice haber recibido minutos antes por radio la noticia de que la OTAN atacaría en las próximas horas algunos objetivos en todo el camino que lleva a Sirte: "Vámonos, más adelante no se debe seguir. No es seguro".

Poco antes de la puesta de sol, unos 40 hombres de Salam retroceden hasta el campamento que tienen instalado en una residencia de estudiantes en las afueras de Ras Lanuf. El complejo es un lugar aún sin terminar lleno de habitaciones donde los soldados pueden ducharse, dormir unas horas y comer algo tras el ayuno del Ramadán. El ambiente es de juerga y camaradería. Algunos aprovechan para limpiar su fusil. En torno a un fuego, un grupo cocina arroz con carne y pescado a la brasa y un anciano prepara té. Se consumen tetrabriks de zumo de pera y pastelitos rellenos de chocolate. Pese a la cantidad de comida hoy, algunos hombres están esqueléticos.

Luego, la charla. Los jóvenes han grabado muchas de sus acciones en la toma de ciudades como Brega o Ras Lanuf y les gusta enseñarlas y bromear ante el resto. "Este soy yo", dice Mohamed Awad, de 27 años, mientras muestra unas imágenes en su móvil en las que aparece disparando a un grupo de gadafistas que asoma entre unos árboles y en las que repite continuamente "Alá es grande, Alá es grande..." para darse coraje. "Nosotros creemos que si es lo último que dices antes de morir, entonces tienes asegurado el paraíso", comenta.

Otro joven, Ali Omram, llega con nuevas noticias. Dice que el Consejo Nacional de Transición, el organismo que gobierna en el bando rebelde, ha dado un ultimátum a Sirte para que se rinda o será tomada por la fuerza. No tiene muy claro cuándo finaliza el ultimátum. El grupo no se inmuta. Todos dicen estar convencidos de que habrá que luchar. Fueron las gentes del este las que empezaron todo esto y aseguran que a ellos les corresponde terminarlo. Ayer, las imágenes tomadas por varios canales de televisión mostraban que los rebeldes del oeste están desplegando todo un arsenal desde Misrata y Trípoli cerca de Sirte, lo que sugiere que la caída de la ciudad será más fácil desde ese lado. Solo entonces, incluso si aún quedan tropas gadafistas al sur del país, podrá decirse que todo habrá terminado.

Gadafi como problema

M. Á. BASTENIER

El gadafismo seguro que ha dejado de existir. El Libro Verde y sus encantamientos de tercera vía, aunque no más ajenos a la realidad que la versión eurocéntrica de Giddens y Blair, han desaparecido por el sumidero de la historia sin dejar una nota al pie. Pero Muamar el Gadafi no ha desaparecido todavía, y por ello constituye un problema para sus presuntos sucesores, el consejo autonombrado de transición hacia alguna parte, con sede recién estrenada en Trípoli.

Frente a Mubarak y Ben Ali, el coronel sí que tenía un seguimiento

Al militar libio, que dio un golpe de Estado contra la monarquía el 1 de septiembre de 1969, le pasó algo terrible. Se alzaba contra el anciano monarca Idris en nombre de una gran figura del mundo árabe, inventor en la práctica del panarabismo, el coronel egipcio -¡qué enorme atracción tenía ese grado para los golpistas!- Gamal Abdel Nasser. Gadafi quería ser el Nasser de Libia, promover la fusión con Egipto, poner su crudo al servicio de la revolución panárabe. Pero, modesto capitán de 27 años, cuando tomaba el poder la ideología del padre ya era solo una reliquia. Dos años antes, en junio de 1967, el panarabismo había sido apabullantemente derrotado por Israel en las arenas del Sinaí, las colinas del Golán y las callejuelas de Jerusalén, y como posdata, en septiembre de 1970 la muerte del gran líder, aquejado de diabetes y fracaso, enterraba el sueño de un mundo árabe unificado.

Se encontraba así el coronel, huérfano repentino y albacea presentido de un legado en ruinas. Y apenas en el curso de unos años, con la fundación de la Yamahiriya, la forma de Estado de las masas que debería resolver los problemas del mundo, el líder libio mostraría los primeros signos de una grave inestabilidad psicológica. El caso no era tan diferente al de Fidel Castro en los primeros noventa, cuando la desaparición de la URSS hacía que el mundo se estremeciera bajo los pies del revolucionario cubano y su obra dejase de ser funcional para la historia. La construcción castrista, cualquiera que sea la opinión sobre la misma, tenía sentido en la lógica bipolar de la época y, ya que no libertad, algún beneficio material sí procuró al pueblo antillano, mientras que Gadafi ha vivido 40 años en la soledad ideológica de sus fantasías de redentor universal, con todo el tiempo del mundo para confundir aún más al país, en lugar de crear una nueva Libia. El coronel necesita seguir creyendo en lo que considera su obra a riesgo de desautorizarse a sí mismo. Mubarak en Egipto y Ben Ali en Túnez podían creer que su mandato dictatorial era bueno para sus países respectivos, pero no ignoraban quiénes eran ni lo que estaban haciendo. Por eso es posible que Gadafi luche hasta el último partidario, lo que sería particularmente peligroso para la llamada revolución libia porque esta nace con más de un pecado original. Cualquiera que haya visto en televisión a la tropa rebelde dirigiéndose en descapotable a un frente imprevisible, comprende que su victoria, a diferencia de lo ocurrido en Egipto y Túnez, donde el Ejército tomó partido por la protesta, solo podía deberse al planchado aéreo impuesto por la OTAN. La fuerza gadafista se había ido desgastando ante la evidencia de que Nicolas Sarkozy y David Cameron habían invertido tanto en la operación que no cejarían mientras quedara un objetivo indemne. Y si Mubarak en Egipto y Ben Ali en Túnez apenas podían contar con cuatro matones y una menguada clase política, el coronel sí que tenía un seguimiento.

Ni siquiera es preciso, como aventuraban medios árabes en Londres, que Gadafi pueda organizar una guerrilla para crear con ello problemas a la nueva situación. Más de 20 Estados africanos siguen reconociendo el régimen gadafista y aunque la Liga Árabe desea pasar página cuanto antes, la propia Argelia ha demostrado que no apoya experimentos en su vecindario. Gadafi tiene que exiliarse o caer en manos de los rebeldes -aunque eso no exija darle muerte- para que esté definitivamente liquidado el Antiguo Régimen. Y aun con ello, si el Consejo de Transición no consigue probar que es capaz de gobernar, esto es restablecer el suministro de agua, electricidad y todo lo que garantizan aún los poderes más escuetos, la presencia de Gadafi izando su bandera en alguna parte del país seguirá constituyendo un problema. No tanto como para que vuelva el gadafismo, pero sí lo suficiente para que bastantes se interroguen sobre lo oportuno de una revolución con tan notables padrinos exteriores.

A la Chita callando

El-origen-del-planeta-de-los-simios Por Pablo Carabias

Instituto Juan de Mariana

Ha sido una de las grandes películas del verano. El Origen del Planeta de los Simios, "precuela" de la mítica película protagonizada por Charlton Heston, nos explica cómo los simios consiguieron hacerse con el control del planeta y dominar a la raza humana.

Según la peli de marras, un avieso chimpancé, usado como conejillo de indias en un tratamiento para el Alzheimer, obtiene una inteligencia superior gracias a dicho tratamiento y, a renglón seguido, ofuscado por la maldad que aprecia en la especie humana e indignado ante el trato que los humanos dan a sus congéneres, exhibiéndolos en circos y zoos, maltratándolos con la excusa de la ciencia, lidera una rebelión, una revolución que acaba con la dictadura humana y da el poder a lo simios...

Pero, seamos serios, ¿cómo una banda de monos, por muy mal encarados que fuesen, podía imponerse a humanidad por las bravas? Sí, reconozco que la escena de los simios campando a sus anchas por San Francisco y liándola parda en el Golden Gate, al más puro estilo Fidel Castro entrando en La Habana, destila pura épica revolucionaria... pero no fue así.

Fue un proceso lento, paulatino, gradual. Los monos no se hicieron con el poder, fuimos nosotros, los humanos, los que fuimos degenerando poco a poco, paso a paso, a la chita callando, hasta que, cuando quisimos darnos cuenta, vivíamos como monos, nos comportábamos como monos... éramos monos. Y una vez llegados a este punto, los chimpancés, bonobús, orangutanes y gorilas demostraron tener todas las de ganar.

Cuentan los más viejos que todo empezó en un sitio llamado España, donde mandaba un tal ZP... Allí, decidieron que los simios tenían los mismos derechos que los seres humanos y bajo el nombre "Proyecto Gran Simio" pusieron a nuestros primos peludos en un plano de igualdad...

Los monos fueron sacados de los zoos, de los circos, de los laboratorios... Se les enseñó el lenguaje de los signos y se les integró en la sociedad. En primer lugar, se dieron papeles para todos, tarjetas de la seguridad social, viviendas sociales, sueldos de emancipación. En Andalucía incluso tuvieron acceso al PER... y se generó un efecto llamada que en pocos años disparó las poblaciones simiescas, libres de predadores y con acceso a la medicina moderna.

Lógicamente hubo que integrarlos en las escuelas. Y aunque sin duda su aportación fue muy beneficiosa para las notas de gimnasia, el nivel educativo de los humanos, ya bastante tocado por la LOGSE, se desplomó, pues compartir pupitre con un gorila o un orangután no era precisamente el mejor camino hacia la excelencia académica.

El proceso continuó en la Universidad con una Ley de Igualdad y un sistema de cuotas que garantizaba la presencia de orangutanes, gorilas, bonobos y chimpancés en proporción a su creciente peso demográfico, de forma que coparon las diferentes ramas (lógicamente) del conocimiento, con consecuencias devastadoras...

Paralelamente, y gracias a las leyes paritarias, entraron en todos los sectores económicos del país, con presencia tanto en consejos de administración como en los órganos de gestión de los diferentes sectores industriales. En los sindicatos, su presencia venía de antiguo, pues, como liberados y piquetes informativos, ya habían participado en anteriores huelgas generales... Todo esto se tradujo en una importante merma de la productividad, calidad y competitividad de la industria patria en general, aunque, como excepción que confirma la regla, el cine español no se vio afectado y siguió manteniendo idénticos estándares de calidad.

A nivel político se les concedió el voto, incluso el Tribunal Constitucional avaló la presencia en las instituciones de agrupaciones simiescas que no condenaban la violencia...

Pero el impulso definitivo fue el control de la calle, de los espacios públicos. Los simios descubrieron que la sociedad humana les permitía hacerlo y obraron en consecuencia. Asociándose a un grupo de humanos con los que descubrieron que, aparte de los parásitos, compartían muchas cosas en común, fueron ocupando plazas, calles y, preferentemente, parques...Los asaltos a hipermercados, con una clara fijación hacia la sección de frutería, proliferaron...Y en las asambleas que controlaban dicho movimiento, nuestros primates descubrieron que su condición de cuadrumanos les daba ventaja a la hora de votar mediante el ingenioso sistema de agitar las manos...

Llegaron las siguientes elecciones...Y los votantes, en parte soliviantados por un atentado de la ultraderecha justo antes del día de las votaciones, cuyos autores fueron descubiertos gracias a las pruebas que encontraron en una furgoneta Kangoo, dieron la mayoría al bloque de progreso antropoide.

A renglón seguido, se constituyó un gobierno paritario al 50% simios, 50% humanos con seis ministros de cada y con María Teresa Fdez. de la Vega en vicepresidencia. Ya no había vuelta atrás...

Y, si bien las medidas económicas tomadas por el nuevo gobierno siguieron la línea marcada por el anterior gobierno formado exclusivamente por humanos, la situación no hizo más que empeorar.

Pero España fue solo la avanzadilla. Gracias a la Alianza de Civilizaciones el fenómeno se extendió por todo el mundo. En Europa, en América, en todo el mundo se produjo un fenómeno similar. Orangutanes en Asia, chimpancés en África, macacos en Japón, gorilas rojos en Venezuela...

Los organismos internacionales pasaron a ser dominados por la nueva mayoría antropoide. Las instituciones monetarias, ahora más "monetarias" que nunca, Reserva Federal, Banco Central Europeo, FMI, dejaron de actuar como si estuviesen dirigidas por monos y pasaron a estar dirigidas efectivamente por ellos, continuando las políticas de gasto público desmesurado y emisión de deuda sin control...

Como consecuencia de ello, una institución tan profunda y exclusivamente humana como el dinero perdió todo su valor. Y con él otras instituciones que, repito, son exclusivas de la humanidad, como el comercio, la industria, el ahorro y la acumulación de capital, así como la propiedad privada.

Finalmente las predicciones de Marx se habían hecho realidad. Se había llegado al paraíso socialista. Ya no hay clases sociales, no hay trabajadores explotados, no hay empresarios explotadores, no hay plusvalías...

En su lugar, tenemos hordas, clanes y bandas de gorilas, chimpancés, orangutanes, humanos, macacos. Hemos vuelto a una sociedad de cazadores recolectores...

Y ¿saben? En el fondo no está tal mal. Nos aburrimos como monos, pero tenemos cosas buenas como no tener que pagar hipoteca, aunque a cambio tengas que pelearte con un gorila por una rama para pasar la noche... Y se han conseguido reducir las emisiones de CO2.

Aunque, en el fondo, ¡a ver si llega Charlton Heston y, como presidente del NRA, pone un poco de orden en todo esto!

Lo que dice Buffett y lo que hace Buffett

Buffettyobama Por Jeff Jacoby

Diario de América

Warren Buffett es el multimillonario consejero delegado de la firma de inversiones Berkshire Hathaway, amigo y apoyo político de Barack Obama, y conocido defensor de subir los impuestos a las rentas altas. También es un hipócrita cuyas acciones contradicen sus palabras.

Desde hace ya varios años Buffett viene pidiendo subidas tributarias significativas a los estadounidenses extremadamente ricos como él. La pasada semana, en una columna publicada en el New York Times con el título "Hay que Dejar de Mimar a las Rentas Súper-Altas", Buffett se lamentaba de que los 6.938.744 dólares que desembolsó en el ejercicio fiscal 2010 en concepto de impuestos sobre la renta y de plantilla apenas equivalían al 17,4% de su base imponible. "Lo que pagué", observaba el inversor más famoso del mundo , "constituyó en la práctica... un porcentaje inferior al tributado por cualquiera de mis otros veinte empleados de nuestra sede. Su presión fiscal oscilaba del 33% al 41%, y era del 36% de media".

Buffett no ha hecho pública la devolución de sus empleados, pero las cargas fiscales de los impuestos federales que atribuye a su plantilla parecen muy raras. Según la Oficina Presupuestaria del Congreso, la carga fiscal federal general repartida entre los estadounidenses -- que comprende el impuesto sobre la renta, el impuesto de la nómina, los impuestos corporativos y los impuestos indirectos -- es bastante progresiva. La Oficina Presupuestaria informó el pasado verano que "las familias pertenecientes al quintil más bajo de la distribución de las rentas pagaron un 4,0% de sus ingresos en impuestos federales, el quintil intermedio un 14,3% y el quintil de rentas más altas pagó un 25,1%. Los tipos impositivos medios siguieron subiendo dentro del quintil de rentas más elevadas: el 1 por ciento de rentas más elevadas afrontó un tipo medio del 29,5%". Si las cifras que da Buffett son ciertas, su plantilla está compuesta por los trabajadores mejor pagados de América.

Pero aun así Buffett no sostiene que los impuestos federales de su plantilla deban recortarse. Él exige que le suban sus impuestos.

Como han destacado muchos críticos, Buffett pueden enviar más dinero a Washington de forma voluntaria si considera que debe pagar más impuestos. Cualquiera lo puede hacer. Desde el año 1843, observa el Departamento del Tesoro en su página web, el estado mantiene una cuenta corriente "para aceptar donaciones, como herencias, procedentes de los particulares deseosos de manifestar su patriotismo hacia los Estados Unidos". Los depósitos realizados en esa cuenta corriente se suman al fondo general del estado, pero los federales también aceptan aportaciones -- con tarjeta de crédito, pago electrónico o cheque -- destinadas específicamente a extinguir la deuda federal.

Sería estupendo creer que los que insisten con tanta vehemencia en que la crisis de la deuda de Washington no se puede resolver sin recaudar más van a tomar la iniciativa y echar mano con libertad a su propia cartera. Por desgracia, no lo hacen. Las donaciones a la Oficina de la Deuda Pública, informaba el año pasado The New York Times, se producen con cuentagotas al ritmo de entre 2 y 3 millones de dólares el ejercicio.

Lo que convierte a Buffett en un hipócrita no es que defienda una subida tributaria con efecto inmediato a los ricos, pero sin donar nada a Washington a título personal. Ser simplemente partidario de un cambio en el código fiscal no obliga a nadie a actuar como si el cambio se hubiera promulgado.

Pero Buffett no está proponiendo solamente subidas fiscales a los millonarios y putrimillonarios como cuestión de legislación abstracta. Aduce que a título personal (junto a los que llama "mis mega-ricos amigos") se "ha ahorrado" compartir cualquier sacrificio, que a título personal ha sido "mimado el tiempo suficiente", que a título personal no debería de disfrutar de "extraordinarios privilegios fiscales" cuando tantos estadounidenses tienen problemas para llegar a fin de mes. Enmarca su llamamiento a subir los impuestos como confesión de sus propias obligaciones morales. Si él estuviera haciendo con su dinero lo que predica y estuviera enviando voluntariamente al fisco un cheque enorme, su llamamiento a subir los impuestos tendría mayor autoridad moral. No hacerlo no es simplemente inconsistente a nivel intelectual solamente, sino que es hipócrita.

Buffett no es un avaro. Es un filántropo generoso que ha prometido donar el 99% de su inmensa fortuna a la caridad y que, junto a Bill Gates, anima activamente a otros multimillonarios a destinar la mitad de su patrimonio o más a donaciones de caridad.

¿Y por qué dona todo ese dinero a la caridad en lugar de entregarlo al Tío Sam? Porque, como ha dicho en múltiples entrevistas, él sabe que de esa forma recibirá mejor uso y se utilizará con mayor eficacia. ¿Quién puede discrepar? A pesar de toda la palabrería de Buffett de que paga muy pocos impuestos, está seguro de lo mismo que está seguro casi todo hijo de vecino -- que sabe repartir su dinero de forma más inteligente que el estado. Y no sólo es que lo sepa, es que debería de hacerlo.

Cuando el Oráculo de Omaha pide impuestos más altos, sus palabras reciben gran atención. Pero sus acciones dicen mucho más, y trasladan un mensaje muy diferente.

Primavera en el Mediterráneo e invierno en el Caribe

Chávez-Gaddafi-Castro Por Armando Ribas

Diario Las Américas

"Ver cometer un crimen en calma es cometerlo". José Martí

Mientras más percibo la aparente preocupación del supuesto mundo civilizado por los acontecimientos en Libia y la colaboración de la NATO para provocar la caída de Khadafy en nombre de la libertad, más tristeza me produce. Por más que esto pareciera una contradicción, en alguien preocupado por la libertad y el respeto a los derechos individuales puedo asegurar que no lo es.

No pretendo que el dolor de los cubanos sea compartido internacionalmente. Los sentimientos no se transmiten, pero la razón si trasciende. Es en ese sentido que siento que la denominada primavera árabe, que se interpreta como el surgimiento de la libertad en el Medio Oriente, en el Caribe persiste el invierno. El frío en el alma de los observadores internacionales que pretenden ignorar los crímenes de Castro, y la persistencia de la dictadura totalitaria más criminal que haya padecido América Latina.

En un reciente artículo de Joseph Michael Humire, miembro de la Atlas Research Foundation, manifiesta su posición al respecto a que la caída de Khadafy debe ser una lección para las dictaduras latinoamericanas. No puedo menos que estar de acuerdo con los juicios del autor respecto a la personalidad y el gobierno de Khadafy, pero la lección no es para las dictaduras latinoamericanas, sino que debiera ser para los gobiernos europeos.

Ya sabemos que en América Latina, la democracia mayoritaria es una excusa tan solo instrumental, a la instauración de lo que Jefferson denominara un despotismo electivo. En Cuba hace 52 años como antes dije impera el sistema más criminal que padeciera América Latina. No obstante ello recientemente la Unión Europea le levantó las sanciones a Cuba, en tanto que se las impuso al gobierno de Honduras, por intentar desprenderse del ex presidente Zelaya, amigo y colaborador del Castrochavismo. Más triste fuera que el Papa Benedicto XVI enviara al Cardenal Bertone a La Habana a felicitar a los Castro por esta a favor de los pobres y de la solidaridad.

Por otra parte en mi ignorancia del Medio Oriente me pregunto qué crímenes cometiera Khadafy que no compartieran los Mullah en Irán. Por favor no entiendan que estoy defendiendo la dictadura de Khadafy sino que me preocupa la aparente inconsistencia de la política de la NATO. No me cabe la menor duda que el gobierno de Irán hoy es el mayor riesgo para Occidente y una amenaza para Israel que no fuera Khadafy.

No podría menos que desear que Libia surgiera de este entuerto como un país libre a partir de la salida de Khadafy. Pero no puedo menos que tener mis dudas al respecto, pues como bien señalara Von Hayek en su “Camino de Servidumbre”. “Parece ser casi una ley de la naturaleza humana, que es más fácil para la gente estar de acuerdo en un programa negativo –basado en el odio a un enemigo o en la envidia a los que están mejor– que en cualquier acto positivo”. Y como bien señala Alexis de Tocqueville: “Los pueblos creen amar la libertad cuando solo odian al amo”.

Volviendo entonces a Cuba, puedo sentir al respecto que por más que cualquiera en la isla se atreva a oponerse al régimen castrista tiene mi mayor respeto y admiración, pero no puedo menos que reconocer mi desacuerdo con el “Proyecto Varela”, así como con el “Proyecto Todos Cubanos”. Respecto al primero puedo pensar que el propio Padre Varela, quien creo fuera el mayor pensador político cubano, estaría en contra. Fue así que dijo: “Si el ejercicio de la soberanía del pueblo no conoce límites, sus representantes que se consideran con toda ella, podrían erigirse en unos déspotas, y a veces el interés rastrero de un partido favorecería la desaparición de la nación… Jamás lo que es injusto será justo porque muchos lo quieren”. Es decir había tomado conciencia de la falacia del derecho del pueblo como el medio de justificar el poder absoluto y violar los derechos individuales.

En lo que respecta al “Proyecto Todos Cubanos”, debo reconocer que los conceptos implícitos en el mismo ignoran los principios fundamentales que han determinado la libertad en el mundo. En ese sentido debo señalar que el documento reconoce implícitamente la razón de Estado, al respecto de la cual Von Hayek escribió: “La razón de Estado es la ética colectivista, y no tiene otro limite que el oportunismo”. Por tanto y a la luz de la historia es necesario reconocer igualmente las sabias palabras de Tocqueville cuando dijera: Tanto son más fuertes los vicios del sistema que la virtud de los que lo practican”. Consecuentemente no son las virtudes de los pueblos, las determinantes de la libertad sino el sistema ético político en el que se desarrollan. Así me pregunto una vez más los opositores a Khadafy son conscientes de estos principios que produjeran por primera vez la libertad en la Historia.

Al ver este apoyo incondicional de la NATO a los opositores a Khadafy en defensa de la libertad, no puedo menos que recordar con tristeza, la traición de Kennedy a los cubanos en Bahía de los Cochinos. Y seguidamente al continente al Sur del Río Grande durante la crisis de los misiles en 1963, cuando acordó con Kruschev entregar a Cuba a la orbita soviética. Voy a insistir una vez más en que esa decisión determinó la guerra subversiva en Sur América. Circunstancia hoy olvidada y gracias a Jimmy Carter (Premio Nobel de la Paz) y su atlátere Patricia Derian, el único recuerdo que permanece de esa realidad fueron las dictaduras militares en América Latina.

Una vez más voy a ser políticamente incorrecto. Sin desconocer los errores y los excesos de dichas dictaduras no puedo menos que reconocer que de no haber sido por ellas el continente habría sido Cuba, con la excepción de Santo Domingo donde Johnson envió a los marines para liberarla de la dictadura castrista de Camaño.

En fin, la lucha por la libertad en Libia, no puede menos que tratar de hacer saber al mundo Occidental y Cristiano, que Cuba ha sido victima de la falta de comprensión y solidaridad en el mismo. Solo los cubanos podemos tener conciencia del dolor y el sufrimiento padecidos por los crímenes de Castro y el Che Guevara. Nuestro mundo Occidental y Cristiano que ignora esa realidad, solo insiste en denigrar a Pinochet, quien errores y excesos mediante, salvara a Chile de ser la segunda Cuba en el Continente.

Hoy los estudiantes chilenos aparentemente acompañados por el Foro de São Paulo, denigrando el lucro pretenden eliminar la enseñanza privada y por supuesto al presidente Piñera que tiene el pecado original de ser de derecha. Recuerden que “educar con marxismo es como amamantar con alcohol”, y asimismo debo recordar a la Civilización Occidental, las sabias palabras de Abraham Lincoln: “Todos nos declaramos por la libertad: pero usando la misma palabra no le damos el mismo significado”.

El debate entre Hayek y Keynes, actualizado

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por Adrián Ravier

Adrián Ravier es Doctor en Economía Aplicada por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y profesor de Macroeconomía en la Universidad Francisco Marroquín.

Mientras la crisis vuelve a sacudir los mercados por miedo a una recesión global, el mundo académico presenta un nuevo round en la batalla de ideas. La London School of Economics se ha convertido recientemente en el campo de una nueva batalla entre Hayek y Keynes. Por supuesto que estos economistas ya no nos acompañan, pero sus ideas nuclean hoy las dos grandes posiciones en relación con la crisis global. De un lado, George Selgin y Duncal Weldon representaron la posición hayekiana. Del otro Robert Skidelsky y Jamie Whyte representaron la posición keynesiana. Basta ver el video para concluir que las mismas diferencias persisten y que estamos ante un empate técnico.

Skidelsky, sin embargo, no se contentó con aquellas respuestas. Escribió otro artículo donde describe la nueva contienda entre Hayek y Keynes.

El debate, pienso, debemos abrirlo en dos. Por un lado, identificar aquellas causas que originaron la crisis; por otro, determinar qué políticas económicas deben tomarse para paliar la crisis.

Sobre las causas de la “crisis”

“Para Hayek a comienzos de los años 30 y para sus seguidores en la actualidad”, resume Skidelsky, “la ‘crisis’ es resultado de un exceso de inversión en relación con la oferta de ahorro, que fue posible por una expansión excesiva del crédito. Los bancos prestan a tasas de interés más bajas que las que los ahorristas genuinos habrían exigido, haciendo que todo tipo de proyectos de inversión se vuelvan temporalmente rentables”.

Sin embargo, “Keynes (y los keynesianos de hoy) considerarían que la crisis es resultado de lo contrario: la falta de inversión en relación con la oferta de ahorro —es decir, muy poco consumo o demanda agregada para mantener un nivel de pleno empleo de la inversión— que por fuerza ha de llevar a un colapso de las expectativas de ganancias”.

Aun cuando ambos hablan de la “causa” de la crisis, Skidelsky no parece advertir que Hayek y Keynes están hablando de distintas fases del ciclo económico.

Aplicando estas ideas a la crisis global, al hablar Hayek de un “exceso de inversión en relación con la oferta de ahorro” no está hablando del período 2007-2010, sino del período 2001-2007, período durante el cual la burbuja inmobiliaria se gestó, ilustrando justamente la mala-inversión.

Al hablar Keynes de “la falta de inversión en relación con la oferta de ahorro”, no está hablando del período 2001-2007, sino del período 2007-2010, período durante el cual esa burbuja inmobiliaria justamente se pinchó.

Esto puede resultar obvio para cualquiera que haya leído a ambos autores, incluso al propio Skidelsky. Pero lo que no resulta obvio entonces es qué razón lógico-causal encuentra Keynes para explicar el derrumbe de Wall Street en 1929 con las quiebras generalizadas consecuentes, ni tampoco qué causa encuentra Skidelsky para explicar la burbuja inmobiliaria que se pinchó en 2008, con todo el sistema bancario, las aseguradoras y hasta las automotrices vinculadas.

Lo que los hayekianos no podemos entender y los keynesianos tras tantos intentos aun no responden es qué origina el error sistemático a través del cual la acción de tantos empresarios en tantos variados mercados concluyen en quiebra.

Por supuesto que vivimos en un mundo de incertidumbre donde las expectativas juegan un rol clave. Pero resulta insuficiente hablar de “el humor de los mercados”, “la psicología de los mercados de inversión” o “los espíritus animales” para explicar la inestabilidad del capitalismo en general, y la gran depresión de los años treinta o la crisis de 2008 en particular.

Se ganaría mucho tiempo si los keynesianos aceptaran la distinción de Knut Wicksell sobre tasa de interés natural y tasa de interés de mercado, advirtiendo que disociarlas a través de la política monetaria sólo puede ser posible en el corto plazo.

En este sentido, el reconocido keynesiano Axel Leijonhufvud parece ir por el buen camino. En un artículo que tituló “Keynes y la crisis” (en inglés) explica que el proceso que nos llevó a la actual crisis financiera estadounidense ha sido la política monetaria practicada por la Reserva Federal, con tipos de interés extremadamente bajos. El resultado, agrega, fue una inflación en el precio de los activos combinado con el deterioro general de la calidad del crédito. Y concluye que “esto, desde luego, no es una explicación keynesiana. Es más bien una explicación basada en la teoría austríaca de la sobreinversión”.

Lawrence H. White (en inglés) a su vez agrega que para explicar como el dinero fácil de la Fed se dirigió al mercado inmobiliario creando la burbuja debemos prestar atención además a las presiones que el sistema bancario recibió para flexibilizar los requisitos y garantías a los demandantes de créditos e hipotecas, aspecto que involucró a la Administración Federal de la Vivienda, la Ley de Reinversión en la Comunidad, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano y a las ya famosas Fannie Mae y Freddie Mac.

Sobre la política económica que se debe tomar a partir de la crisis

Determinadas las causas, podemos ahora concentrarnos en la etapa de crisis, donde efectivamente se puede cumplir lo que Keynes y Skidelsky identifican como una “falta de inversión en relación con la oferta de ahorro”, o incluso hablar del “colapso de las expectativas de ganancias”. Pero nótese que esta no es la causa de la crisis, es más bien la fase que sigue a las políticas practicadas previamente.

En el nuevo round de esta batalla de ideas que tuvo lugar en la London School of Economics, Skidelsky representó a Hayek como un liquidacionista, en el sentido de abandonar al mercado a que ajuste lo necesario y “liquide” la mala-inversión de la fase del auge.

Sin embargo, Selgin hizo un nuevo esfuerzo por señalar que Hayek, unos pocos años después de la gran depresión, se arrepintió explícitamente de aquella posición, y promovió la idea de mantener constante el ingreso nominal, expandiendo la base monetaria con operaciones de mercado abierto para evitar la contracción secundaria de dinero.

En este sentido, Hayek seguía —al menos en lo monetario— a Wilhelm Röpke distinguiendo claramente la depresión primaria de la depresión secundaria. La primera es aquella depresión normal, que surge en todo ciclo económico y que es necesaria para liquidar la sobre inversión generada en la etapa del auge. Ante esta situación Hayek se podría denominar como un “liquidacionista”, en el sentido que no propone aplicar políticas para paliar tal situación. La segunda es aquella depresión que va un poco más allá de la necesaria liquidación de los comentados errores de inversión. Se trata de una depresión que se retroalimenta por sí misma, y que lleva consigo una destrucción de capital innecesaria, y que es imperioso detener.

Ante esta situación es que seguidores de Hayek como Lawrence H. White y George Selgin plantean hoy aplicar políticas de mercado abierto, que permitan —en términos de la teoría cuantitativa del dinero— mantener constante el ingreso nominal. Ante una caída de “V”, debemos aumentar “M”.

Pero como ya expliqué en otra ocasión, evitar la contracción secundaria no justifica las políticas que la Fed ha tomado desde 2008. Por un lado, hoy la expansión de la oferta monetaria supera el 20%, un monto que está bastante por encima de lo que el mercado habría necesitado para evitar la "contracción secundaria". Por otro lado, en lugar de los rescates arbitrarios que la Reserva Federal deja hoy a la discrecionalidad del gobierno estadounidense, estos autores habrían preferido una expansión de la oferta monetaria a través de operaciones de mercado abierto, esto es, comprando bonos y sin favorecer el "riesgo moral". De este modo, algunas de las grandes empresas que fueron rescatadas habrían caído y otras habrían sido fusionadas o reestructuradas, dando lugar al ajuste de mercado.

Skidelsky explica: “Mientras que para Hayek la recuperación requiere la liquidación de las inversiones excesivas y un aumento del ahorro de los consumidores, para Keynes consiste en reducir la propensión al ahorro y aumentar el consumo a fin de mantener las expectativas de utilidades de las empresas. Hayek exige más austeridad mientras que Keynes exige más gasto”.

Efectivamente. Hayek piensa que la normalización de la economía sólo puede llegar cuando el nivel de inversiones se ajuste al nivel de ahorro real de la economía. Esto puede ocurrir tanto mediante la liquidación de las malas inversiones, definiendo así a aquellas inversiones que sólo pudieron generarse gracias a una tasa de interés artificialmente más baja, como mediante un mayor ahorro de los consumidores.

La receta keynesiana de inyectar más dinero en la economía permitió a EE.UU. abandonar la crisis de las punto-com del 2001, pero al costo de crear otra burbuja, ahora inmobiliaria, que necesariamente debía pincharse algunos años después.

En este sentido, podemos volver a Axel Leijonhufvud, quien tomando el caso de Japón nos recuerda que aquella economía experimentó dos enormes burbujas, una en el mercado bursátil y otra en el inmobiliario, y que su sistema bancario estuvo fuertemente vinculado a ambas. Nos recuerda también que Japón practicó precisamente las recetas keynesianas que hoy se enseñan en los libros de texto, destinando grandes sumas de dinero a construir puentes que no llevaban a ningún lado y haciendo crecer de ese modo la deuda pública, lo que terminó volviendo insostenible la continuidad de tales políticas.

Japón no pudo recuperar el crecimiento acelerado anterior a las burbujas, de lo que Leijonhufvud concluye que otra de las lecciones a aprender es que una vez que el sistema crediticio se derrumba, una política monetaria del banco central que apunta a reducir artificialmente los tipos de interés es de poca ayuda. Año tras año, el Banco Central de Japón llevó los tipos de interés a cero, y aun así la economía no podía escapar a la deflación.

Analiza Leijonhufvud las políticas de rescate que ha venido practicando el gobierno estadounidense junto a la Reserva Federal y predice que el resultado será un proceso de estanflación, señalando que entonces la gran pregunta será cuánta inflación y cuánto desempleo vamos a tener.

Conclusión

Skidelsky concluye que “[p]ara evitar nuevas crisis de la misma gravedad en el futuro, los keynesianos propondrían el fortalecimiento de las herramientas de gestión macroeconómica. Los hayekianos no tienen nada sensato que aportar. Es demasiado tarde para uno de sus remedios favoritos: la supresión de los bancos centrales, supuestamente por ser fuente de excesiva creación de crédito. Incluso una economía sin bancos centrales estará sujeta a errores de optimismo y pesimismo. Y una actitud de indiferencia a las consecuencias de estos errores es una mala política y un mal enfoque moral”.

Como ya se dijo, sin embargo, los hayekianos proponen como solución ajustar el nivel de inversión al nivel de ahorro, porque entienden que sólo de esa manera podrá alcanzarse una situación sostenible en el largo plazo.

En tal sentido, razones históricas, políticas y económicas llevan a pensar que mientras el gobierno monopolice la moneda y cuente con un sistema de banca central a su alcance, las políticas de dinero fácil continuarán y la inflación, el desempleo y los ciclos económicos serán cada vez más recurrentes.

Pero aun bajo un sistema de banca central, la receta hayekiana de mantener constante el ingreso nominal habría evitado la creación de la burbuja inmobiliaria, y habría evitado también la depresión.

Leijonhufvud concluye que los eventos actuales deberían forzarnos a re-examinar la doctrina reciente de la política monetaria y en general la teoría macroeconómica moderna. En particular, pone el acento en los tipos de interés reales, la teoría de la equivalencia ricardiana, la teoría financiera moderna, la teoría del agente representativo y las expectativas racionales, y concluye que las teorías de la Escuela Austríaca pueden ser incluso más útiles para la formación del nuevo paradigma que las propias keynesianas.

Skidelsky no duda que Hayek mereció perder la batalla con Keynes. Joseph Schumpeter, en su Historia del análisis económico, nos ofrece una visión diferente.

“El éxito de la Teoría general de Keynes, si bien fue mayor, no es comparable, porque, por grandes que sean sus méritos analíticos, no hay duda que debe primordialmente su victoriosa carrera a que su argumentación apoyaba algunas de las preferencias políticas más acusadas de gran número de economistas. Hayek, en cambio, nadaba contra corriente. [...] Al éxito del libro de Hayek sucedió una reacción crítica muy violenta que no sirvió, al principio, más que para subrayar el valor de la teoría, pero al final terminó dirigiendo a los profesionales hacia otros autores y hacia otros intereses. La sociopsicología de este episodio merecería un estudio detenido”.

Hora de purga y milagro

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por Carlos Alberto Montaner

Carlos Alberto Montaner es periodista cubano residenciado en Madrid.

Estamos a centímetros de una nueva recesión como la comenzada en septiembre de 2008, tras hundirse Lehman Brothers.

Esta vez el epicentro del terremoto económico está en Europa y la causa más directa radica en el temor de los mercados al incumplimiento de obligaciones por parte de los gobiernos.

No hay que sorprenderse de la crisis económica actual. Quizás lo extraño sea el largo período de incubación de la burbuja. Los economistas de la escuela austriaca lo anunciaron hace tiempo: no puede abusarse del crédito y del endeudamiento sin que se produzca un grave descalabro económico.

En el año 2001, el catedrático español Jesús Huerta de Soto predijo que las vacas flacas estaban próximas.

Según esta notable cantera de pensadores, a la que pertenecieron Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek, y en la que hoy también destaca Gabriel Calzada, la única fuente segura del crecimiento son el ahorro y la posterior inversión.

Una de las primeras batallas de la Escuela Austriaca surgida en Viena a finales del siglo XIX con Carl Menger y Eugen von Böhm-Bawerk, fue demostrar los disparates teóricos de Marx en la teoría del valor y el papel de la plusvalía. Posteriormente, sus cultivadores explicaron por qué se equivocaban los economistas neoclásicos, los keynesianos y los monetaristas, desmintiendo a los académicos convencionales, que no entendían que la economía no es una ciencia exacta, sino una rama de las ciencias sociales porque descansa, esencialmente, en percepciones y decisiones subjetivas.

Según “los austriacos” —la experiencia parece darles la razón—, las "crisis periódicas" del capitalismo no son más que la purga natural del sistema tras un tiempo de excesos, y resulta contraproducente evitar la contracción de la economía y el empobrecimiento relativo que sobreviene cuando el mercado se ajusta a la realidad, algo que se evidenció con el fracaso de la billonaria inyección de dinero efectuada por el presidente Obama para frenar la hecatombe. Lo que ha logrado es aplazarla.

No estamos ante el fin del sistema capitalista.

Desde hace doscientos años, cada cierto tiempo sobrevienen la crisis y luego la recuperación, y ni siquiera en medio del desastre económico se paraliza el progreso en las sociedades en las que predominan el mercado y la empresa privada.

La crisis de 1895 fue paralela a la invención de la aviación y del cine, mientras se extendían las redes de la electricidad y los teléfonos. La de 1929 no evitó el auge de la radio y la televisión.

La que hoy nos sacude no impide los milagros técnicos y científicos con que amanecemos cada día.

Es verdad que estallan las burbujas, pero también la creatividad y la imaginación que nos rescatan de nuestros errores.

Estados Unidos: Tierra de inmigrantes


Las personas tienen derecho a emigrar de su patria, pero no tienen derecho de inmigrar a este país sin el consentimiento del pueblo americano según lo expresado en las leyes de Estados Unidos.

Cuando el pueblo americano da la bienvenida a un inmigrante, la naturalización en Estados Unidos no funciona como lo hace en otros países. Un extranjero puede inmigrar a Francia o Japón, pero nunca llegar a ser verdaderamente francés o japonés. Sin embargo, un extranjero de cualquier origen étnico o racial puede emigrar a Estados Unidos y llegar a ser, en toda la extensión de la palabra, un americano.

Extracto de ¿Por qué América da la bienvenida a los inmigrantes?

Por todo el país, hay legisladores trabajando para limitar la inmigración ilegal y reformar la política de actuación de forma que más personas puedan, honrada y legalmente, convertirse en ciudadanos americanos. La pública y notoria batalla por la inmigración del año pasado en Arizona fue recibida con hostilidad por las fuerzas pro-inmigración ilegal que no comprenden la intención de los Fundadores de que hubiera un proceso legal y de entidad para la naturalización de extranjeros en Estados Unidos….

Sin embargo, el proceso de naturalización no es automático desde el primer minuto que uno cruza una frontera. Exige educación, dedicación y cometido al modo de vida americano. Alexander Hamilton escribió sobre la importancia que los potenciales inmigrantes “aprendan los principios y se imbuyan del espíritu de nuestro gobierno; y que den entrada, al menos, a la filosofía de sentir un verdadero interés por nuestros asuntos”.

Aquí les presentamos una serie de artículos que tocan el candente tema de la inmigración donde encontrará recomendaciones de política pública que abordan directamente el asunto. Y también encontrará análisis desde el punto de vista legal y desde una perspectiva histórica.

El verdadero problema de la inmigración… y su verdadera solución

Dr. Tim Kane y Dr. Kirk A. Johnson

El estatus excepcional de América como “nación de inmigrantes” se enfrenta al desafío de la globalización – fenómeno que facilita tanto la migración como el terrorismo. El mayor desafío para los responsables políticos es distinguir entre problemas imaginarios y problemas reales de la inmigración. Una cosa está bastante clara: el planteamiento seguido hasta ahora —una política de benigna dejadez — ya no se sostiene más.

¿Por qué América da la bienvenida a los inmigrantes?

Dr. Matthew Spalding

Por la naturaleza misma de los principios sobre los cuales fue fundado Estados Unidos —más que cualquier otra nación en la historia— atrae a su territorio a los oprimidos, a los perseguidos y a todos aquellos “que anhelan respirar en libertad”. Admite a aquellos que vienen a este país honradamente, armados con ética de trabajo, en busca de las promesas y las oportunidades del Sueño Americano. ¿Por qué América da la bienvenida a los inmigrantes?

Estados Unidos: Acogiendo inmigrantes

Ericka Andersen

La Declaración de Independencia dice que todos los hombres —no solo los americanos— tienen un derecho conferido por Dios a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Dicho eso, la tarea del gobierno de Estados Unidos es asegurar los derechos de sus propios ciudadanos — no los de la humanidad. Las libertades y oportunidades que Estados Unidos confiere a sus ciudadanos son la principal razón por la que tantas personas desean inmigrar aquí.

Los hispanos, los Padres Fundadores y la verdadera necesidad

Johan Perez

Los Padres Fundadores y los hispanos tenemos más en común de lo que parece. Ambos perseguimos un sueño, buscando lo mejor para la siguiente generación, guiados por la creatividad, la invención y la iniciativa. La Revolución Americana abrió las puertas de la libertad para dejar atrás la tiranía y la opresión al igual que muchos de nosotros dejamos atrás países que no nos garantizaban lo que queríamos para nuestras vidas. Dejamos atrás naciones gobernadas por tiranías, guiados por el anhelo de libertad, por las ganas de luchar y el deseo de ir tan lejos como nuestro talento nos lo permita y no buscando un Estado que nos lleve de la mano desde la cuna hasta la tumba.

La tragedia humana de la inmigración ilegal

Dr. Ray Walser, Jena Baker McNeill y Jessica Zuckerman

En los últimos 10 años, traspasar ilegalmente la frontera Estados Unidos–México se ha convertido en algo cada vez más peligroso para los que aspiran a inmigrar. Los inmigrantes ilegales se enfrentan al secuestro, asesinato y violación a manos de violentos cárteles de la droga y a traficantes de personas aún más despiadados. Cruzar las traicioneras áreas desérticas expone a los viajeros al agotamiento y deshidratación por el calor. Cientos de personas mueren cada año tratando de cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Sin embargo, la inmigración ilegal no solo es peligrosa para los mismos inmigrantes ilegales — es cara para las sociedades y naciones en su conjunto.

Amnistía encubierta: Abusando de la Constitución y de la autoridad presidencial

Hans von Spakovsky

Cuando el presidente Obama ascendió a su cargo, hizo el juramento de “preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos”. El Artículo II, Sección 3 da instrucciones al presidente: “Cuidará de que las leyes se ejecuten fielmente”. Desafortunadamente, en lo que se ha convertido en un fenómeno muy común en esta administración, Obama vuelve a retorcer ese juramento hasta el punto de ruptura, por no cuidar específicamente de que las leyes de inmigración aprobadas por el Congreso se ejecuten fielmente.

La vacía promesa del empleo


En algún momento de la próxima semana —no se sabe bien cuándo— el presidente Barack Obama va a anunciar su más reciente plan de empleo, diseñado para sacar a Estados Unidos de su mala racha de desempleo. Y aunque no sabemos tampoco los detalles concretos del plan, hay bastantes posibilidades de que incluya varios componentes clave de los que hemos oído antes, uno de los cuales es la ampliación de los beneficios de desempleo.

Como muchas de las otras probables iniciativas del presidente, esta idea no es nueva y la Casa Blanca ha argüido anteriormente que los beneficios de desempleo son la mejor cosa que se inventó para estimular la economía. En una sesión informativa de la Casa Blanca este mes, el vocero de prensa de la Casa Blanca Jay Carney explicaba el razonamiento:

[Extender los beneficios de desempleo] es una de las formas más directas de inyectar dinero en la economía porque la gente que está desempleada y que obviamente no están ganando un salario van a gastar el dinero que ingresen. No lo van a ahorrar, lo van a gastar. Y el seguro de desempleo, ese dinero va directamente de nuevo a la economía, prácticamente dólar por dólar.

Así que es… y cuando [ese dinero] regresa a la economía, significa que en todo lugar donde esa gente, todo lugar donde ese dinero se gasta ha añadido negocio. Y eso crea crecimiento e ingresos para los negocios que entonces toman decisiones sobre empleos — más contratación de empleados.

Pero según los expertos de Heritage James Sherk y Karen A. Campbell, el seguro de desempleo en realidad lleva a periodos más largos de desempleo y no proporciona el prometido efecto estimulante en la economía. Nuestros expertos han abordado los resultados de un estudio de 2004 que concluía con que cada dólar adicional de seguro de desempleo incrementa el producto interior bruto en $1.73. Pero, Sherk y Campbell no se lo creen porque simplemente no es así. Las investigaciones muestran que el gasto en desempleo no resulta en que los trabajadores consuman más y los trabajadores con beneficios ampliados de seguro de desempleo también permanecen desempleados más tiempo. “Una ampliación de trece semanas de los beneficios de desempleo tiene como resultado que el trabajador promedio sigue desempleado por dos semanas más”.

Es de risa pero el destacado nuevo economista del presidente Obama está de acuerdo con nuestros expertos. Ayer, el presidente anunció que el economista de la Universidad de Princeton Alan Krueger reemplazará a Austan Goolsbee como el principal asesor económico de la Casa Blanca. Y aunque Krueger jugará un papel prominente en el desarrollo de la estrategia económica de la Casa Blanca, Lachlan Markay, de Heritage, informa de que las antiguas investigaciones académicas de Krueger no coinciden con la postura de la Casa Blanca sobre los supuestos beneficios estimulantes de la ampliación del seguro de desempleo:

Krueger es coautor de un trabajo para el Handbook of Public Economics de 2002 que parece minar el argumento económico a favor de la ampliación de los beneficios de desempleo. El trabajo concluye que esos beneficios tienden a incrementar la duración del desempleo al desmotivar la búsqueda de un nuevo trabajo y puede en realidad alentar los despidos. Igualmente, el trabajo también concluyó que las personas desempleadas que no tienen derecho a los beneficios buscan más seriamente un trabajo y están por tanto desempleadas menos tiempo.

Nadie sabe si Krueger cambiará de postura ahora que está en el equipo del presidente, pero da igual. Cuando el presidente lance su nuevo plan de empleo, y en caso de que haga un llamamiento a la ampliación de beneficios de desempleo, como se espera, la realidad sigue siendo la misma, al margen de lo que diga Krueger sobre sus anteriores trabajos: Los beneficios de desempleo no estimulan la economía.

Ciertamente, puede haber otras razones para ampliar los beneficios de desempleo. Bajo la economía de Obama, la duración media del desempleo alcanzó un nuevo récord el mes pasado, superando por primera vez las cuarenta semanas. Pero nadie —ni el Congreso, el presidente o el pueblo americano— debería estar bajo la ilusión de que esto vaya a producir estímulo económico y nuevos empleos.

Operación Rápido y Furioso: Renuncia el director interino de la ATF


Ha renunciado a su cargo como director interino de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) el oficial que lideró la fallida táctica conocida como “gunwalking” (Que las autoridades federales aprobaran que sospechosos compraran armas para después seguirles la pista) de la Operación Rápido y Furioso. Se irá a otro puesto dentro de la ATF, a la Oficina de Política Legal.

Kenneth Melson fue a contracorriente de sus superiores del Departamento de Justicia en el mes de julio al revelar detalles sobre esta operación a los investigadores del Congreso en una audiencia a puertas cerradas con el congresista Darrell Issa (R-CA) y el senador Charles Grassley (R-IA) que han estado investigando la operación desde sus respectivos cargos.

En un comunicado de prensa en el que no hace mención alguna de la Operación Rápido y Furioso, el procurador general de la República, Eric Holder, dijo lo siguiente:

“Ken aporta décadas de experiencia al departamento y amplios conocimientos de la ciencia forense a su nuevo rol y sé que será un valioso elemento en estos asuntos. Como ahora pasa a desempeñar un nuevo papel, quiero agradecer a Ken por su dedicación al departamento durante las tres últimas décadas”.

Issa, que preside el Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno, dijo lo siguiente en un comunicado propio:

Aunque el temerario desprecio por la seguridad que tuvo lugar en la Operación Rápido y Furioso indudablemente amerita cambios dentro del Departamento de Justicia, el Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno continuará su investigación para asegurarse de que la culpa no recaiga solamente en unas cuantas personas por un asunto que involucró [gente a] niveles mucho más altos en el Departamento de Justicia.

Todavía quedan muchas preguntas por responder sobre lo que ocurrió en la Operación Rápido y Furioso y saber quién más es responsable, pero estos cambios están justificados y ofrecen una oportunidad para que el Departamento de Justicia explique el papel que otros empleados y oficinas desempeñaron en los infames intentos de permitir que armas fueran a parar en manos de los cárteles mexicanos de la droga. Sigo estando muy preocupado por la declaración del director interino Melson de que el Departamento de Justicia está gestionando su respuesta de forma destinada a proteger a sus cargos políticos. El senador Grassley y yo seguiremos presionando al Departamento de Justicia en busca de respuestas a fin de garantizar que una iniciativa temeraria como Rápido y Furioso no suceda nuevamente.

Calderón a Washington: legalicen drogas, prohíban armas

Día con día

Héctor Aguilar Camín

En el discurso por el atentado al casino Royale que causó la muerte de 52 personas, el presidente Calderón incluyó los dos párrafos dedicados a gobierno, Congreso y pueblo estadunidenses.

El primero dice: Si están decididos y resignados a consumir drogas, busquen, entonces, alternativas de mercado que cancelen las estratosféricas ganancias de los criminales, o establezcan puntos de acceso claros, distintos a la frontera con México. Pero esa situación ya no puede seguir igual.

Yo leo: Si no pueden dejar de consumir drogas, legalícenlas. Dejen de presionarnos para que la línea de fuego y los proveedores violentos estén de este lado, mientras las líneas de coca y los consumidores pacíficos están del otro.

Quisiera entender por estas palabras que el gobierno mexicano dejará de poner el énfasis en perseguir el tráfico de droga que compran los estadunidenses —plantíos, cargamentos, acarreo— para concentrar sus esfuerzos en contener los crímenes que afectan a los mexicanos: homicidio, secuestro, robo, extorsión, tráfico de personas.

Es lo que hemos sugerido hace algún tiempo diversos observadores: legalizar las drogas y concentrar los esfuerzos de seguridad de México en la seguridad de los mexicanos.

El segundo párrafo es también importante aunque sólo sea una petición:

Les pido encarecidamente que cierren de una vez, la criminal venta de armas de alto poder y fusiles de asalto, a los delincuentes que operan en México, y que sólo obedece al lucro... Ya lo han hecho, recientemente, en el pasado. Cancelen la venta indiscriminada y sin control de armas de asalto. No hay razón para que los cientos de miles de armas vendidas a los criminales apunten a los mexicanos y a sus autoridades. Somos vecinos, somos aliados, somos amigos, pero también ustedes son responsables. Ese es mi mensaje.

Las armas de asalto estuvieron prohibidas efectivamente hasta el año 2004 o 2005 en que no se renovó la prohibición. La habitual respuesta política estadunidense es que no se puede prohibir el comercio de armas porque ese es un tabú peculiar de la cultura americana.

Pero el hecho es que ya estuvo prohibido antes lo que no se puede prohibir ahora, justamente cuando lo necesitamos en México.

El argumento suena mal y es del todo incomprensible para los mexicanos, de modo que estará muy bien si el Presidente hace de la venta de armas de asalto a asesinos mexicanos un casus belli mediático y diplomático.

Dicho todo esto, el dinosaurio sigue ahí: hay que agarrar a los criminales que matan, roban, secuestran y amenazan a los mexicanos. Tal como lo han hecho en Nuevo León. Pero todos los días.

Fox, lo que dices es una estupidez

La historia en breve

Ciro Gómez Leyva

Despiadada fue la respuesta del presidente Felipe Calderón a la insinuación del ex presidente Vicente Fox para buscar una tregua con los “grupos violentos”.

Dijo Calderón en entrevista con Carlos Loret de Mola: “Imagínate que en este momento a los criminales que lanzaron la gasolina, de la manera más cobarde y ruin, les demos amnistía y los dejemos libres. ¿Pues qué es eso?”

Y para no dejar duda, subrayó: “No sé cuáles sean las ideas y los fundamentos de eso. Creo que para amnistía y tregua con los criminales ya tuvimos demasiados años y ahorita estamos pagando las consecuencias de haberlos dejado crecer en todo el país”.

Punto final al esbozo de debate que quiso abrir Fox: la idea es una estupidez mayúscula. Y clara advertencia desde ahora al peñanietismo: cualquier coqueteo con la idea de negociar lo que sea con los criminales será furiosamente bombardeada por la Presidencia de la República.

Calderón morirá con las botas puestas. Los últimos 15 meses serán una continuación de los 57 previos.

Así es que sobre el tema se puede escribir ya lo que fue la doctrina calderonista. La redactó desde hace año y medio, por cierto, el especialista y asesor de la PGR, el salvadoreño Joaquín Villalobos: “El narcotráfico es una amenaza estratégica. No se puede decir que algunos posibles acuerdos que existieron en el pasado entre mandos policiacos y delincuentes sean equivalentes a una negociación del Estado con los narcotraficantes de hoy. Además, resulta imposible que la autoridad de cualquier país realice acuerdos con delincuentes que rigen su comportamiento por los principios de violencia, crimen y muerte. La idea de negociar es una fantasía”.

Punto final.

Piden unidad… pero nadie cambia

En realidad, el gobernador de Nuevo León daría una muestra de vergüenza y congruencia si solicitara licencia al cargo.

Martín Moreno

Todos mencionan la famosa palabrita: unidad. Sí, pero nadie mueve un dedo para cambiar las cosas. Ni el Presidente ni sus colaboradores ni gobernadores ni legisladores o aspirantes presidenciales. Todos claman por cerrar filas, pero ninguno se atreve a dar el primer paso para romper con la cadena de complicidades y de impunidad.

Unidad, sí, pero cuando miles piden en la Macroplaza la renuncia de Rodrigo Medina, ¿cuál fue su respuesta?: “No renuncio”. ¿Unidad? Que lo haga otro. En realidad, el gobernador de Nuevo León daría una muestra de vergüenza y de congruencia si solicitara licencia al cargo. Eso es ética, pero como buen político, carece de ella.

Unidad, sí, y cuando se le pregunta al presidente Calderón si habrá cambios en la estrategia, su contestación es la misma que tiene al país frente al terrorismo, tapizado con 50 mil muertes: “Vamos a seguir”. Y nadie le pide que deje de luchar contra el narcoterrorismo —ahora ya—, sino que demuestre que se recurrirá a otras opciones. Hasta hoy, casi todas han sido insuficientes. Total, Calderón se va en 15 meses. Pero los demás nos quedamos.

Unidad, sí, exigen diputados. Los mismos que tienen congelada la Ley de Seguridad Nacional en San Lázaro. La mejor muestra de unidad sería empezar a discutirla el jueves uno de septiembre. Ya veremos qué puede más en ellos: si la cacareada unidad o la acostumbrada mezquindad.

Unidad, sí, aunque el secretario de Gobernación, Francisco Blake, se haga bolas con los casinos. La mejor muestra de unidad sería que hoy diera a conocer la lista de aquellas casas de juego ilegales y que operan sin medidas de seguridad, con nombres y apellidos de responsables. Eso sería unidad. Lo demás es simulación.

Unidad, sí, pide la televisión, aunque siga la manipulación informativa y no se explique a fondo qué tipo de terrorismo estamos enfrentando. Para qué poner en pantalla a especialistas, si es menos riesgoso escuchar trivialidades. No basta el luto. Se necesitan voces expertas para saber sobre qué estamos parados.

Unidad, sí, plantean los llamados representantes de la sociedad civil. Bien, pero, aparte de discursos y conferencias, ¿qué han hecho para enfrentar el problema? Con excepción de Isabel Miranda de Wallace, activo valioso y fundamental en la aprobación de la Ley Antisecuestro, ¿qué han hecho los demás, aparte de frases memorables?

Unidad, sí, pero los presidenciables no arriesgan. Peña Nieto reaccionó… ¡cuatro días después de lo ocurrido en Monterrey!, cobijado por la televisión, y pidió… unidad; AMLO, Vázquez Mota, Ebrard y Creel reaccionaron inicialmente por Twitter. Tecnología mata brecha. Que Calderón se la coma solo.

Unidad, sí… pero que la hagan otros. Yo no.

Mientras, en Monterrey, se presenta a cinco presuntos responsables del ataque al Casino Royale. Si son los asesinos, que no quede en eso. Que también vayan por sus jefes criminales, sin dejar de lado a los funcionarios, jueces o políticos responsables del mal funcionamiento del casino. Eso sería unidad.

“Estamos viviendo ya un terrorismo indiscriminado, en el cual se ataca a inmuebles y a civiles sin importar cuántos mueran. A eso nos enfrentamos”, me dice José Luis Piñeiro, especialista en Seguridad (28/VIII/2011 Reporte 98.5 FM, 2 a 4 pm).

Más en el drama ciudadano que en el concepto teórico, el terrorismo llegó a México hace cinco años, cuando en septiembre de 2006 rodaron cabezas en Uruapan, Michoacán, gobernado por el PRD.

La noche del 15 de septiembre de 2008, en Morelia, ataque con granadas contra civiles. Seis muertos.

Siguieron las ejecuciones masivas en Creel, Chihuahua, y en Tamaulipas, Durango y Coahuila —con gobernadores del PRI—, para dar paso a las narcofosas.

En julio de 2010, un coche-bomba estalló en Ciudad Juárez. Mató a mexicanos.

“Si después del ataque en Morelia (Calderón) hubiera solicitado a la ONU incluir a los narcotraficantes mexicanos en la lista internacional de terroristas, se habría desplegado una acción internacional para contener a estos grupos”, advierte Eduardo Buscaglia (Proceso 1817).

Pero no se hizo. Hoy lo pagamos.

Vemos una señal preocupante: un Presidente desesperado. En lugar de corregir desaciertos en su equipo de seguridad nacional, voltea a Estados Unidos y hace una propuesta inaudita y descabellada: que se establezca un “puerto de entrada libre” a EU “para que la cocaína que viene de Colombia, Perú o Venezuela, no pase por México”. En Washington, seguramente, no le darán mayor importancia.

Calderón afirma hoy que es “una lucha de todos”, pero al inicio del sexenio, sobrevalorando las capacidades del Ejército, se fue por la libre y declaró una guerra que, como advirtió Bill Clinton, jamás iba a ganar.

Un Presidente desesperado. Solo. Y huérfanos los mexicanos.

La economía de EU se ha deteriorado, admite la Fed

Los funcionarios de la Reserva Federal señalan que la debilidad en el primer semestre del año no puede ser atribuida solamente a factores temporales

Reuters

WASHINGTON, 30 de agosto- La Reserva Federal de Estados Unidos consideró una serie de iniciativas para ayudar a la atribulada economía durante su encuentro de agosto, incluyendo la medida sin precedentes de atar el panorama de la tasa de interés a un nivel específico de desempleo.

Antes de acordar en torno a un compromiso de mantener las tasas de interés cercanas a cero hasta el 2013, una decisión que generó tres disensiones, los funcionarios de la Fed destacaron que el panorama económico de Estados Unidos se había deteriorado significativamente.

Los funcionarios argumentaron que la debilidad vista en el primer semestre del año no podía ser atribuida solamente a factores temporales.

"Algunos participantes destacaron un deterioro en las condiciones laborales, un gasto familiar más lento, una caída en la confianza del consumidor y las empresas y la continua debilidad del sector vivienda", según las minutas del encuentro del 9 de agosto difundidas el martes.

Renuncia fiscal federal en Arizona tras testificar sobre Rápido y Furioso

Dennis Burke aseguró que su trabajo en el servicio público ha sido "intenso y gratificante", pero también intensamente "demandante"

EFE
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PHOENIX, 30 de agosto.- El fiscal federal en Arizona, Dennis Burke, renunció hoy días después de testificar ante el Congreso de Estados Unidos sobre la operación "Rápido y Furioso", por la cual se facilitó el envío de cientos de armas a México.

La oficina de Burke dio asesoría legal a la Oficina del Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por su sigla en inglés) en la controvertida operación que se cree colocó las armas en manos de carteles y organizaciones criminales en México.

En su carta de renuncia dirigida al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Burke aseguró que su trabajo en el servicio público ha sido "intenso y gratificante", pero también intensamente "demandante", por lo que indicó que este es el mejor momento para hacer un cambio y seguir otros aspectos de su carrera.

En su renuncia, el ahora ex fiscal federal no mencionó la operación "Rápido y Furioso".

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha reconocido que por lo menos una de las armas de esta operación fue encontrada en la escena del asesinato del agente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry el año pasado en la frontera de Arizona.

En una medida para controlar el flujo de armas a México, ATF implementó a mediados de este mes nuevas regulaciones a las armerías en los cuatro estados fronterizos.

La nueva norma exige a los negocios que venden armas reportar cualquier persona que compre más de dos rifles semiautomáticos de calibre superior al 22 en un periodo de cinco días hábiles posterior a su venta.

La renuncia de Burke se dio el mismo día que también el Departamento de Justicia informó que el hasta ahora director interino de la ATF, Kenneth Melson, implicado en la fracasada operación "Rápido y Furioso", abandonará el cargo.

La operación "Rápido y Furioso" consistió en el ingreso de cerca de dos mil armas de fuego de Estados Unidos a México para seguir a los compradores, presuntamente relacionados con los carteles del narcotráfico, pero una vez llegaron a territorio mexicano se les perdió el rastro.

Lo anterior ha llevado a que la operación sea objeto de sendas investigaciones por parte del Congreso y el Departamento de Justicia, luego de que al menos 122 armas encontradas en 48 escenas de crímenes en México estén vinculadas con "Rápido y Furioso".

Algunas de las armas recuperadas en México aparentemente fueron usadas para matar tanto a Brian Terry como a otro agente federal de Estados Unidos, Jaime Zapata.

En los últimos cinco años la "narcoviolencia" se ha cobrado la vida de unas 40 mil personas en México.

Emite el PAN ‘voto de censura’ contra Fox

Emite el PAN ‘voto de censura’ contra Fox por llamar a una amnistía para delincuentes

El líder nacional del panismo, Gustavo Madero, rechazó las declaraciones del ex presidente pues se confía en la actual estrategia anticrimen del mandatario Felipe Calderón

Héctor Figueroa CIUDAD DE MÉXICO, 30 de agosto.- El presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, Gustavo Madero Muñoz, censuró las declaraciones del ex presidente de la República, Vicente Fox Quesada, en las que llamó a establecer una amnistía para los delincuentes. El líder panista dijo que la cúpula del partido rechaza tal afirmación.

Luego de que el presidente Felipe Calderón Hinojosa rechazó las declaraciones de su predecesor, el dirigente panista dijo que la forma más viable de combatir al hampa es con la aprobación de las doce iniciativas “congeladas” en el Congreso en materia de seguridad y no otorgando prebendas a los delincuentes.

“No a la tregua y no a la amnistía, sí es una respuesta clara de nuestro partido frente a una propuesta que sugirió el ex presidente Fox, la cual no compartimos y que creemos nosotros en las cinco líneas de la estrategia (anticrimen del e presidente Calderón)”, indicó el líder panista.

En conferencia de prensa, Gustavo Madero Muñoz, confió en que en los primeros 20 días de septiembre, por lo menos se puedan aprobar dos leyes en materia de seguridad, de las doce que se encuentran congeladas en el Congreso de la Unión, las relativas a frenar el Lavado de Dinero y el Robo de Combustibles.

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