viernes, 19 de agosto de 2011

Guatemala: ¿En Primera Vuelta?

Por Estuardo Zapeta

Siglo 21

Mire pues: como en Guate les encanta esa paja de lo “equitativo” entonces me veo en la obligación de destruir esa hipótesis utilizando el argumento de las “distribuciones dispares” del voto sandrista luego que la Corte de Constitucionalidad, por unanimidad, le tocara las golondrinas a la ex primera dama, ex esposa, y ex candidata, o sea “the X woman”, como se le conoce en las altas esferas políticas.

La teoría, ingenua por cierto, establecía que en un escenario post apocalíptico, perdón digo post oficialista, el voto recalcitrante “anti-araña”, que estaba concentrado principalmente con el “Yeneral 2.0” quedaría libre, soberano e independiente, y que la única razón por la que permanecía dicho voto bajo el mando militar era porque esa era la opción para vengarse de la dama de verde.

De hecho, tan ingenua teoría se aventuraba a vaticinar que el puñudo militar se quedaría con la mano aguada y caída, solo y alborotado, debido a que las hordas de votantes “leales”, ya respirando libertad, se moverían a opciones más exóticas como el “Smiley”, o “el Fisiquín”, o el “Ungido”, o “la Nobelísima Doctora”, o con la señora de la “Pupusería El Sol,” o con el “Amarillo Pinulito”, o hasta con la “Que Se Fue Con Otro, Adelita,” ya sin el peligro arácnido a la vista.

Ah, y atrás de las hordas votacionales irían “los financistas usureros” —que invierten 5 y quieren 25 de regreso, y te apurás— lo cual pondría a la “naranja mecánica” en serios, graves, y “projundos” aprietos cabalito antes del día de la caída de las torres, el “nine-eleven.” Así decían, fíjese.

De veras, qué análisis más chafa ese.

La realidad es otra: 1) el voto arácnido se dispersó “centrífugamente” de la viuda negra; 2) el grupo más consolidado y a la cabeza de los números encuestales jaló una proporción más grande que los de la chiquitada; 3) los “pequeños” se canibalizaron entre ellos mismos y empezaron a malmatarse por ese voto “dispersionado”; 4) la salida de la araña, el canibalismo de la chiquitada, y el gran pedazo de voto limonada que se volvió naranjada, dan un resultado diferente, muy diferente, al de mis cuates que decían que la definición de naranjito dependía sólo de la existencia de la aguacatía, y que sin aguacatía la vida de naranjito ya no tenía sentido.

Pero lo que hemos visto, dadas las premisas —a este indio del Zapeta sólo le pusieron zapatos y empezó a hablar de “teorías y premisas”— arriba enumeradas es todo lo opuesto de las visiones de “A no es B”, por lo tanto, “si B ya no participa, A desaparece”, y por eso, “B le da sentido a los votantes de A”, pero “si A ya no está, entonces se acabó la vida, el sentido y la razón de ser de B”.

Mi conclusión, contraria a la de la mara “A=/=B, =>A necesita a B, y si A desaparece a B sólo le queda el suicidio,” es que la sacada de la araña (B) de la competencia sólo aceleró la posibilidad que (A) gane en la primera vuelta. Mientras tanto el canibalismo de la chiquitada es un espectáculo para verlo como yo, desde el VIP. Al final, A contendrá a B, y B terminará apoyando a A; mire pues, lo que le estoy diciendo.

Obama: ¿Mala suerte... o mala fe?

Por Charles Krauthammer

Diario de América

"Invertimos la recesión, evitamos la depresión, volvimos a poner en marcha la economía... Pero durante los seis últimos meses hemos tenido una racha de mala suerte". -- Barack Obama, Decorah, Iowa, 15 de agosto

Una nación convulsa se pregunta: ¿Cómo acabamos sumidos en una tasa de paro del 9,1%, un crecimiento del 0,9% y unas perspectivas económicas tan malas que la Reserva Federal promete mantener los tipos a cero de aquí a mediados de 2013 -- reconocimiento tácito de que ve pocos motivos de esperanza en el horizonte?

Mala suerte, explica nuestro presidente. De la nada vino Japón y sus alteraciones de la producción, Europa y sus problemas de deuda y la primavera árabe y esos repuntes del petróleo en máximos. Que arrancó, presumiblemente, con diversos actos divinos (¿no se Le deberían pedir cuentas también?): el terremoto y el tsunami. (Mañana: plagas y hambrunas. Ranas a lo mejor).

Bueno, sí, pero ¿qué líder no está sujeto a acontecimientos ajenos a su control? ¿Las alteraciones menores del abastecimiento fruto de la actual primavera árabe fueron remotamente igual de nocivas que el embargo petrolero árabe de 1973-74? ¿Son comparables las interrupciones de la actividad de Japón en 2011 con el colapso financiero asiático de 1997-98? Los acontecimientos se producen. Los líderes son elegidos para liderar (desde primera línea, por cierto). Eso significa afrontar los acontecimientos, no anunciar ser su víctima públicamente de forma lastimera.

Además, como observó inmortalmente el ejecutivo del béisbol Wesley Branch Rickey, la suerte es el residuo del proyecto. Y el proyecto de Obama para la economía fue una batería de estímulo de casi 1 billón de dólares que no dejó ninguna huella, la pesada mano del Obamacare y un ataque de ardor regulador que aspira a asfixiarlo todo desde la producción energética nacional a la ampliación de la cadena de fabricación de Boeing a Carolina del Sur.

Él recoge lo que él sembró.

En la versión de Obama, sin embargo, la suerte es sólo la mitad de la historia. Su recuperación económica no se vio arruinada solamente por los actos de Dios y de unos caballeros (extranjeros) sino a causa de unos estadounidenses a los que no les importa su país. Esta gente, que puebla el Congreso (¿adivina cuál de los partidos?) se niega a dejar de lado "la política" en interés del bien del país. Ellos satisfacen a los grupos de interés y a los lobistas, les interesan las próximas elecciones únicamente, anteponen la formación al país. De hecho, "preferirían ver perder a sus rivales antes que ver triunfar a América". ¡Los malandrines!

Durante semanas, esas calumnias han sido el principal rasgo de Obama. Calumnias, porque no reconocen un ápice de mérito a la oposición por tratar de promover el bien común, como hace Obama supuestamente, pero desde principios y premisas diferentes. Calumnias, porque niegan legitimidad a aquellos del otro lado del gran debate nacional en torno al tamaño y el alcance y la importancia del estado.

Acusar de mala fe a los rivales es el ad hominem político definitivo. Obvia el motivo, la realidad, la lógica y los precedentes. Los conservadores se resisten al programa abiertamente transformador y socialdemócrata de Obama no solamente por principio sino por motivos empíricos también -- el desmoronamiento económico y moral del experimento socialdemócrata de Europa, a la vista de todos hoy de Atenas a las calles de Londres.

¿La respuesta de Obama? Ni siquiera dialoga. Esa es la razón de estas desagradables acusaciones de mala fe. Son el equivalente a tildar de enemigos públicos a los Republicanos. El Gobernador Rick Perry ha sido criticado con razón por ir dejando caer la palabra "traidora" en referencia a la Reserva. Obama sale airoso de hacer lo propio con respecto a los Republicanos, aunque de forma ligeramente más artística. Después de todo, él les acusa de desear que América fracase en aras de su propio beneficio político. ¿Qué es eso sino una acusación de traición a la patria?

La acusación no es desagradable solamente. Es ridícula. Todos los congresistas Republicanos menos cinco -- de los moderados, de la institución, de los elegidos por el movimiento de protesta fiscal tea party y de los advenedizos por igual -- votaron a favor de unos presupuestos que albergan la reforma radical del programa Medicare de los ancianos sabiendo muy bien que ello podría acabar con muchas de sus carreras. Los Demócratas se prestaron alegremente a los ataques al Mediscare, pudiendo creer a duras penas su suerte de que los Republicanos propusieran algo tan políticamente arriesgado en aras de la solvencia fiscal. Pero Obama acusa a los Republicanos de no actuar sino por ventaja partidista.

Esto viene del caballero que se ha negado religiosamente a proponer una sola reforma estructural de las pensiones en sus tres años en la administración. El caballero que ordenó que el incremento afgano de efectivos fuera invertido hacia septiembre de 2012, fecha que no tiene ningún sentido militar (tiene lugar durante la campaña estacional) fecha no recomendada por sus mandos militares, fecha cuya única finalidad es dar a Obama oxígeno político en vísperas de las elecciones de 2012. ¿Y Obama se atreve a acusar a los demás de anteponer la política al país?

Una plaga de mala suerte y de mala fe -- recalcitrante Providencia y oposición antipatriótica. Nuestro presidente lucha contra ángeles y monstruos de proporciones míticas.

Una fantasía reconfortante. Pero una excusa lamentable a una economía débil y una presidencia errática.

Elecciones en Bogotá: Una apuesta a ciegas

Por Plinio Apuleyo Mendoza

El Tiempo, Bogotá

De modo que la candidatura del siempre inesperado y caprichoso Antanas Mockus ha cambiado el mapa electoral de Bogotá. Ahora, gracias a él, Petro está empatado con Peñalosa en las encuestas. O está a la cabeza. ¡Linda noticia! ¿Nos damos cuenta de lo que eso significa? Me temo que no. Bogotá está en la olla. Es como una empresa en quiebra por culpa de escandalosos manejos. Necesita ante todo de un gerente que, apoyándose en su experiencia, en vez de ilusiones maneje con rigor y realismo sus candentes problemas.

Quien más se parece a ese perfil es sin remedio Enrique Peñalosa. Y quien menos, Petro. Inteligente, hábil parlamentario y sin duda honesto, no se le conocen dotes de administrador. No ha tenido experiencia alguna en el manejo de un cargo público de primer orden. Es una apuesta a ciegas. Su carrera ha ambulado siempre por los parajes de la izquierda; explosivos, cuando era dirigente clandestino del M-19 y luego más tranquilos y políticamente más rentables como parlamentario, hasta llegar a ser senador y candidato presidencial del Polo Democrático. Antes de tomar este rumbo y de abandonarlo, Petro fue amigo y asistente de Chávez, lo que tampoco es una referencia tranquilizadora, pues ello sólo lo pinta como aliado del ruinoso populismo asistencial del líder venezolano. Con este bagaje en su hoja de vida, no parece Petro el mejor candidato para una ciudad en estado de emergencia.

Bueno, más de un 70 por ciento de los electores piensa lo mismo. Pero están dispersos en un amplio abanico de candidatos. Tres de ellos son figuras nuevas y valiosas. Me refiero a Gina Parody, a David Luna y a Carlos Fernando Galán. Gina lo sorprende a uno cuando habla de sus programas. Son concretos, no están envueltos en el humo de las promesas. Designa con sus nombres las bandas de delincuentes de cada barrio. No tiene partido, lo que la pone a salvo de las cuotas burocráticas del clientelismo. También es digno de crédito David Luna, sin duda un buen candidato. Conoce de tiempo atrás la ciudad y sus problemas. Y Galán, ajeno como su padre al clientelismo, resulta confiable cuando expone sus planes para combatir la corrupción. Cada uno de ellos atrae sectores del electorado que buscan cambio y renovación en el gobierno distrital. Pero ahí está lo grave: cuando no son vistos como promesas para el futuro, dividen una corriente mayoritaria en varias opciones, sustrayéndole votos a un Peñalosa y favoreciendo indirectamente a Petro.

Es este, desde luego, el daño que ocasiona ahora Mockus con una candidatura que rompe todas las esperanzas depositadas en el Partido Verde. Lo cierto es que este profesor está siempre más cerca de las estrellas que de la realidad. No bastan sus planes de cultura ciudadana para combatir la corrupción. ¿Cómo entender que haya creado un partido para luego abandonarlo bruscamente sólo porque Álvaro Uribe le haya dado su apoyo desinteresado a la candidatura de Peñalosa? ¿Escrúpulos insensatos o secreto deseo de ser él el único dueño del balón? Todo es posible con un personaje que no encontró mejor lugar para celebrar su matrimonio que el lomo de un elefante.

Como sea, en la situación en que se encuentra Bogotá necesitamos unirnos en torno a un hombre que haya mostrado como Peñalosa, además de ambiciosos proyectos, real capacidad administrativa. Esta fue la gran virtud de Jaime Castro, pero sus opciones, por tardías, parecen hoy débiles. Desde luego, sigo viendo como valiosas opciones para el futuro a Gina Parody, David Luna o Galán. ¿Sería un sueño aspirar a un consenso que los comprometiera en una gestión común para salvar a Bogotá? No podemos permitirnos más aventuras. Y el timbre de alarma lo han dejado oír los últimos sondeos.

Asesinato a guatemalteco dio giro inesperado

La salud y la sanidad parte 2

La presión de la deuda soberana

La presión de la deuda soberana

Los países de la comunidad europea se encuentran en lo que parece ser un camino sin salida. Por un lado se encuentran con fuertes déficits fiscales. Por el otro, con un abultado monto de deuda que prácticamente ya no puede ser sostenido; los recientes eventos en Grecia son una muestra de este fenómeno. Cómo si eso no fuese suficiente, los gobiernos también se enfrentan a una fuerte oposición por los ciudadanos, como el caso de los “indignados” españoles, al recorte de gasto público. Alta deuda sobre un hombro y un abultado déficit fiscal sobre el otro, poco margen para incrementar los ingresos y la ciudadanía que se opone a cortar el gasto. Ciertamente no es un dilema fácil de resolver. La brecha fiscal posee trabas por ambos lados: aumento de ingresos y baja de gastos.

EE.UU., por su lado, tampoco está libre de este problema. Este gráfico de The Economist muestra el ajuste necesario en el presupuesto fiscal para reducir la deuda bruta a un 60% del PBI para el año 2026.


Debt management

Según el gráfico no son pocos los países importantes que presentan un buen panorama, incluido EE.UU. Las protestas sociales no pueden cambiar la realidad económica. Los políticos no pueden hacer desaparecer el problema detrás de discursos y debates. Si los gobiernos han gastado más de lo que pueden por un largo tiempo, entonces tarde o temprano un ajuste de cuentas será necesario. Esconder el problema con nuevas deudas no soluciona el problema. Beneficios y programas sociales provistos por el gobierno a sus ciudadanos son difíciles de descontinuar una vez que la población se ha acostumbrado a ellos, especialmente si el método de financiación de estos programas no es claro para el público en general. ¿De dónde vienen los fondos? A mayor gasto público mayor alcance y grado de dependencia de las erogaciones del gobierno, y a mayor gasto público menor productividad. El nudo es difícil de desatar.

¿Implica llegar al límite de deuda entrar en default? No necesariamente. Como explica el profesor Steve Horwitz en Coordination Problem, un default sucede cuando uno deja de pagar sus deudas, no cuando uno alcanza su límite de endeudamiento. Por ejemplo, si alcanzamos el límite de crédito de nuestra tarjeta de crédito no estamos en default, estamos en default el día que dejamos de pagar nuestras obligaciones con la tarjeta de crédito. Si llegamos a ese punto, entonces tenemos que re-asignar nuestros gastos, disminuyendo el consumo para poder pagar nuestras deudas. Lo mismo sucede con el gobierno, si no es posible obtener nuevos créditos, entonces una reubicación de las partidas de gasto es necesaria para evitar el default; pero esto se debe a que el gobierno ha estado gastando sobremanera por demasiado tiempo, no porque el sistema bancario haya sido golpeado por una tormenta perfecta. Si el congreso puede cambiar el límite de deuda, entonces también puede cambiar la partida de gastos para evitar el default. El problema a resolver es si el problema va a ser resuelto ahora en será postergado para más adelante, en frente a una situación posiblemente aún más delicada. Incrementar el límite de deuda sienta un precedente que puede ser contraproducente, ¿cuál es la idea de un límite al endeudamiento del gobierno si cuándo más importante es respetarlo el mismo es modificado? Los límites se vuelven relevantes cuando el mismo se hace sentir, no cuando uno se encuentra lejos de alcanzarlo.

Es por este motivo que la crisis financiera es más una manifestación de un prolongado desequilibrio fiscal que de un problema puramente ubicado en el sector financiero. Cuando hablamos de la crisis financiera pareciera ser que el problema fuese únicamente financiero, pero el problema de fondo es un déficit fiscal crónico que los gobierno no han querido corregir. No son los bancos, sino los gobiernos, los que no pueden pagar sus deudas. Si no lo hacen, entonces los bancos se verán afectados. Salvar a los bancos, entonces, puede ser una forma de ir por encima del problema fiscal y atacar al síntoma en lugar de al problema de fondo. El siguiente gráfico, también de The Economist, muestra la exposición de los bancos europeos a la deuda soberana.

Exposición a deuda soberana

Un gran esfuerzo va a ser necesario en los dos lados del Océano Atlántico para resolver este problema. Y es muy probable que los problemas que Grecia y EE.UU. han estado enfrentando en los últimos días sea el inicio de una seria de problemas similares que el resto de los países de Europa van a tener que enfrentar tarde o temprano. La burbuja inmobiliaria, y déficit fisca de EE.UU. eran problemas conocidos desde hace tiempo, al no mantener sus cuentas fiscales en orden la comunidad europea ha dejado pasar una oportunidad para ganar peso económico y en cambio se encuentra frente al mismo problema que su competencia internacional.

No importa cuál sea el régimen monetario que tengamos, si no hay una conducta de equilibrio fiscal por parte de los gobiernos, es una cuestión de tiempo hasta que los problemas salgan a superficie. Cuando hubo que elegir entre el patrón oro y estabilidad fiscal, el patrón oro fue abandonado. ¿Tendrá el Euro un destino similar?

Publicado por Nicolás Cachanosky

Los bajos tipos de interés no son una carta blanca para el despilfarro

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por Juan Ramón Rallo

Juan Ramón Rallo Julián es Director del Observatorio de Coyuntura Económica del Instituto Juan de Mariana (España).

Los keynesianos utilizan a menudo el argumento de que el problema real de la economía estadounidense es el desempleo y no el déficit. Cómo podría el endeudamiento ser un quebradero de cabeza si los tipos de interés se encuentran en mínimos históricos y, por tanto, lo que están pidiendo a gritos los inversores es que el Gobierno se endeude a ese bajísimo coste para invertir en lo que sea. Leamos si no a Paul Krugman:

¿Qué conllevaría una respuesta real a nuestros problemas? Ante todo, por el momento conllevaría más gasto gubernamental, no menos; con un paro masivo y unos costes de financiación increíblemente bajos, deberíamos estar reconstruyendo nuestras escuelas, carreteras, redes de distribución de agua y demás. Conllevaría unas medidas agresivas para reducir la deuda familiar mediante la condonación y la refinanciación de las hipotecas.

Por supuesto, cuando los costes a los que puede financiarse un agente se reducen, muchos proyectos que antes no le eran rentables pasan a serlo y, como consecuencia, le resulta ventajoso endeudarse para emprenderlos. Siendo así, todo parecería indicar que necesitamos más y no menos deuda pública: si el Estado se endeuda más, gastará más y generará más empleo.

Sólo hay un pequeño inconveniente: el objetivo de un sistema económico no es generar empleo, sino riqueza. Generar empleo es algo relativamente sencillo: mantener a la gente ocupada, sin nada valioso que hacer, lo puede conseguir —y de hecho lo consigue— cualquier dictadorzuelo de tres al cuarto. Lo complicado, lo excepcional, es generar riqueza: esto es, destinar los escasísimos recursos de una economía a fabricar los bienes de consumo presentes y futuros que resulten prioritarios para los individuos.

El paro que en este momento carcome a las sociedades occidentales es una expresión de que, con el estallido de la crisis, los empresarios todavía no saben (porque la incertidumbre es muy alta y todavía no está claro a qué deben dedicarse) o no pueden (por las enormes regulaciones y la sangrante carga fiscal) cuáles serán los modelos de negocio que funcionarán y en los que podrán darles un uso productivo a esos trabajadores. No es que no haya en abstracto lugares donde mantenerlos ocupados, sino que no se conocen maneras de darles un empleo donde produzcan más riqueza (en forma de bienes y servicios ofrecidos al mercado) de la que consumen (en forma de los bienes y servicios demandados con sus salarios).

Para buscarles un empleo que no destruya riqueza, el Estado no sólo debe mirar su bajo coste de financiación, sino también la rentabilidad esperada de los proyectos que desee emprender. Claro que conocer cuál es la rentabilidad de los proyectos que patrocina el Estado no es tan sencillo, más que nada porque el repago de la deuda pública no se sufraga merced a los beneficios de las inversiones públicas concretas, sino merced a los impuestos generales sobre toda la economía. Ludwig von Mises lo tenía bastante claro en La acción humana:

Quien invirtiera sus fondos en el papel emitido por el Gobierno o por las entidades paraestatales quedaría para siempre liberado de las insoslayables leyes del mercado y del yugo de la soberanía de los consumidores. Ya no habría de preocuparse por invertir su dinero precisamente en aquellos cometidos que mejor sirvieran los deseos y las necesidades de las masas. El poseedor del papel del Estado estaba plenamente asegurado, a cubierto de los peligros de la competencia mercantil, sancionadora de la ineficacia con pérdidas patrimoniales graves; la imperecedera deidad estatal le había acogido en su regazo, permitiéndole disfrutar tranquilamente de su patrimonio. Las rentas de tales favorecidos no dependían ya de haber sabido atender del mejor modo posible las necesidades de los consumidores; estaban, por el contrario, plenamente garantizadas mediante impuestos recaudados gracias al aparato gubernamental de compulsión.

O dicho de otro modo, el Estado genera subvenciones cruzadas a gran escala dentro del sistema económico: emplea los impuestos que recauda a partir de las ganancias de unas empresas para tapar las pérdidas de sus inversiones públicas. Cuán distintas serían las cosas si la deuda pública se emitiera para acometer inversiones concretas y específicas cuyos beneficios actuaran como única garantía de esa deuda. ¿Creen que ahora mismo la deuda pública estadounidense estaría en mínimos históricos? ¿O más bien cada emisión de la misma fluctuaría de acuerdo con la rentabilidad y el riesgo esperado de cada proyecto?

Si hoy los inversores se refugian en la deuda pública no es porque confíen en la capacidad para generar riqueza del Gobierno estadounidense, sino porque saben que todavía tiene bastante margen para expoliar a los pudientes ciudadanos de su país. Algo maravilloso en un momento en el que los modelos de negocio que triunfarán en el futuro no están claros: aparco mi dinero en unos instrumentos que no generan riqueza (que más bien la destruyen) ¡y obtengo un rendimiento anual! Pero, ¿cómo puede sostenerse seriamente que eso supone una solución de fondo a la crisis? ¿Qué sentido tiene pensar que acometiendo proyectos ruinosos a través del sangrado de los proyectos exitosos nos enriquezcamos? Ninguno.

Claro que ni a Keynes ni a Krugman tampoco parece importarles demasiado que el gasto público se dirija a proyectos rentables. Keynes lo dejó bien claro en La teoría general: “el gasto público derrochador que haya sido sufragado vía deuda puede, no obstante, enriquecer a la comunidad en su conjunto. La construcción de pirámides, los terremotos e incluso las guerras podrían incrementar la riqueza, si la ortodoxia de nuestros políticos les impide invertir en algo mejor”. Asimismo, Krugman, en su carta abierta a Obama, le pedía que “en la medida de lo posible, invirtiera en cosas que tuviesen en valor duradero”. Sólo en la medida de lo posible, eh.

Así las cosas, los tipos de interés a los que los ahorradores internacionales prestan su dinero les resultan del todo irrelevantes a los keynesianos. Si no tratan de cubrir con la rentabilidad de sus inversiones el coste de su financiación, ¿qué más dará el nivel de ese coste de financiación? Siempre habrá margen para seguir gastando dilapidando un capital que se necesita para ir reconstruyendo las estructuras productivas y financieras de la economía.

Gastar por gastar no nos enriquecerá, más bien al contrario. EE.UU. necesita crear nuevos modelos de negocio que generen intertemporalmente más riqueza de la que consumen. Se trata de regresar a tasas de rentabilidad positivas y superiores al coste del capital de financiarlas. Pero para ello hay que recolocar los factores productivos, ajustar sus rentas a la nueva realidad y mejorar la solvencia de los agentes. Lo contrario, apalancarse todavía más para acometer nuevos proyectos de nulo rendimiento, sólo servirá para consumir la riqueza ajena. Pero todo tiene un límite, también la deuda pública: cada vez EE.UU. va adeudando más riqueza sin que el número de fuentes que la generen vaya aumentando. Una suicida dinámica con inquietante final.

Dos ejemplos exitosos de cómo reducir los impuestos y el gasto

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por Jim Powell

Jim Powell es académico titular del Cato Institute y autor de FDR’s Folley, Bully Boy: The Truth About Theodore Roosevelt’s Legacy y Greatest Emancipations.

El gasto federal ha estado fuera de control por tanto tiempo que es difícil imaginar cómo reducciones importantes en los impuestos y en el gasto —reducciones reales, no reducciones marginales— podrían lograrse alguna vez. Es cierto que John F. Kennedy y Ronald Reagan lograron recortes épicos en el impuesto a la renta, pero ninguno controló el gasto y ambos incurrieron en déficits presupuestarios durante cada año de su respectiva administración. El gobierno federal ha incurrido en déficits presupuestarios más de 80% de los años desde 1930, un periodo durante el cual el número de funciones del Estado aumentó de manera dramática.

Es ilustrativo considerar dos de los grandes éxitos históricos en reducir los impuestos y el gasto. Estos se dieron cuando el gobierno tenía relativamente pocas funciones —y es a eso a lo que tenemos que volver.

El primer éxito ocurrió en Inglaterra. Un crédito considerable se le atribuye a William Ewart Gladstone (1809-1898), quien dominó la política inglesa en los buenos tiempos del liberalismo de mercado (lo opuesto a lo que hoy se entiende por liberalismo en EE.UU.). Gladstone entró al parlamento a los 23 años de edad, sirvió en una posición de gabinete por primera vez a los 34 años y dio su último discurso como miembro del parlamento cuando tenía 84 años. Se desempeñó como Primer Ministro cuatro veces. Fue Ministro de Hacienda (en EE.UU. la posición equivalente es Secretario de la Tesorería) en cuatro ocasiones. Él fue una inspiración para Margaret Thatcher. El historiador Paul Johnson declaró, “no hay paralelo para su récord de logros en la historia de Inglaterra”.

Gladstone conocía el presupuesto nacional del gobierno mejor que cualquier otra persona y en 1861 empezó su gran campaña para reducir impuestos. Él logró que Inglaterra redujera unilateralmente los aranceles (impuestos a las importaciones) porque reconocía que los principales beneficiarios de aranceles más bajos son las personas que los reducen, ya que esto abarata las cosas —por lo tanto, la gente puede comprar más con su dinero ganado con sudor. Gladstone anunció tratados que reducían todavía más los aranceles y que afectaban el comercio con Austria, Bélgica y los estados alemanes. Gladstone ayudó a abolir más de 1.000 aranceles británicos —alrededor de 95% de ellos. Luego en 1865, Gladstone redujo el impuesto sobre la renta a la sorprendente tasa de 1,66%. El impuesto inglés sobre la renta había sido de 10% durante las Guerras Napoleónicas y de 6,6% durante la Guerra de Crimea.

¿Cuál fue el secreto de los extraordinarios recortes de impuestos de Gladstone? Como el economista austriaco Joseph Schumpeter lo explicó, desde el punto de vista de Gladstone “lo más importante era remover los obstáculos fiscales a la actividad privada. Era necesario mantener el gasto público bajo…esto significaba una reducción de las funciones del Estado a un mínimo”.
Mientras más reducía Gladstone el costo del Estado, más personas prosperaban. En 1859, las importaciones inglesas constituyeron £179 millones y las exportaciones £155 millones. Una década después, las importaciones inglesas se catapultaron a £279 millones, mientras que las exportaciones llegaron a £237 millones. La historiadora Asa Briggs alabó esto como “la era de las mejoras” e indicó cómo Gladstone “se esmeró en enfatizar el efecto de la tributación no solo sobre el placer sino sobre el empleo”. El historiador económico Charles More agregó, “La mejora en el estándar de vida de los trabajadores manuales era igualada por la mejora en el estándar de vida de la clase media y aquellos que eran muy ricos”.

Un segundo gran éxito en recortar tanto los impuestos como el gasto involucra al presidente estadounidense que heredó una de las peores depresiones en la historia de EE.UU. Esto ocurrió en 1921, después de la Primera Guerra Mundial, conforme el gobierno cancelaba sus pedidos de materiales para la guerra. El desempleo se duplicó y los precios al por mayor colapsaron en alrededor de un tercio.

El presidente era Warren Harding (1865-1923), quien de manera astuta creía que si debían realizarse ajustes severos —como aquel necesario para hacer la transición de una economía en tiempos de guerra a una economía en tiempos de paz— la política más humana era realizar los ajustes inevitables lo más rápido que sea posible. Aunque la intención de los rescates y los programas de ayuda social es aliviar la miseria, Harding reconoció que tales políticas socavan los incentivos para realizar los ajustes de manera rápida y pueden terminar prolongando la miseria.

Harding redujo el gasto en alrededor de 50%, disminuyó los impuestos en alrededor de un 40% y empezó a cancelar la deuda. No hubo rescates, ni programas de “estímulo”, ni ayudas sociales, ni sindicatos de empleados públicos, nada de aquello que hizo extremadamente difícil que los presidentes posteriores recortaran el gasto.

Aunque el New Deal de Franklin Delano Roosevelt (FDR) estuvo plagado de un desempleo promedio de 17% durante la década de los treinta y ahora Obama está plagado de un desempleo crónico de 9%, las políticas de Harding ayudaron a reactivar la economía estadounidense dentro de 18 meses. La época de los prósperos años veinte empezó en 1922. Harding murió en agosto de 1923, pero su sucesor Calvin Coolidge (1872-1933) continuó sus políticas. Consecuentemente, durante la década de los veinte, los impuestos y el gasto se redujeron en un 50% y alrededor de 30% de la deuda nacional se canceló. Se experimentaron superávits presupuestarios cada año durante esa década. El desempleo cayó a 1,8%, el nivel más bajo en más de un siglo. Había empleo en abundancia.

Los historiadores económicos han reconocido el notable éxito de Harding. John M. Peterson y Ralph Gray, por ejemplo, reportaron que “La depresión de la posguerra fijó récords tanto por la rapidez de la contracción de 1921 como por la rapidez del retorno a la prosperidad en 1922”. Gary M. Walton y Hugh Rockoff escribieron que las políticas impulsadas por Harding “se sumaron a un ambiente que producía prosperidad en los negocios sin precedentes. Avances espectaculares en la producción de productos de consumo durable, energía eléctrica, nuevos electrodomésticos, vivienda en los suburbios, y rascacielos en las ciudades caracterizaron esta década”. De acuerdo al economista Stanley Lebergott, “La ganancia en el estándar de vida durante la década de los veinte no tenía precedente en la experiencia estadounidense”.

Si las políticas de Harding eran tan buenas, ¿cómo se explica el colapso de la bolsa de valores y la Gran Depresión que vino después? La respuesta breve es que las políticas públicas cambiaron. La Reserva Federal cometió una serie de graves errores desde 1928 que continuaron hasta fines de la década de los treinta. Herbert Hoover firmó la Ley Smoot-Hawley de aranceles (1930), la cual estranguló el comercio y además aprobó grandes alzas en los impuestos (1932) que derivaron en que los empleadores tuvieran menos dinero para contratar trabajadores y que los consumidores tuvieran menos dinero para gastar. Los impuestos se triplicaron bajo la administración de FDR, quien también aprobó una serie de leyes que encarecieron la contratación de empleados, entonces los empleadores contrataron menos.

Aunque Gladstone y Harding muestran que los recortes dramáticos de impuestos y del gasto se pueden lograr, esto puede que no suceda nuevamente a menos que el número de funciones desempeñadas por el gobierno federal sea reducido. Si el Estado continúa haciendo todo lo que hace ahora, los esfuerzos para reducir los impuestos y el gasto probablemente están condenados. Una burocracia puede dejar que se le recorte el presupuesto por algún tiempo, pero siempre y cuando esta burocracia exista, se puede esperar que esta cabildee de manera agresiva para obtener presupuestos más grandes y que estos se den.

El número de tareas del Estado tendrá que reducirse un paso a la vez, empezando con aquellas que cuestan demasiado, son ineficientes, contraproducentes u obsoletas. El gasto descontrolado de Obama y la resultante crisis de la deuda ha establecido claramente que el Estado está operando considerablemente sobre su capacidad. Las presiones financieras para reducir el tamaño del gobierno se están intensificando. Reducir el número de las funciones del Estado parece probable que podría surgir como la principal estrategia para bajar los impuestos y el gasto —mientras más pronto suceda esto, mejor.

Plumas democráticas para Cuba

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por Héctor Ñáupari

Héctor Ñáupari es escritor y jurista peruano, Vicepresidente de la Red Liberal de América Latina, RELIAL. Obtuvo una mención honrosa en el V Concurso Internacional de Ensayo Caminos de Libertad, México (2010). Además es autor de Libertad para todos (2008) y Políticas liberales exitosas 2 (2008), entre otras publicaciones.

La Cuba libre y democrática tiene nuevos defensores. Es lo que podemos concluir luego de leer los estupendos ensayos de los jóvenes autores latinoamericanos reunidos en el volumen Plumas democráticas: Primer concurso de ensayos sobre la realidad cubana, que ha organizado, y ahora publica los trabajos ganadores, el Instituto Político para la Libertad, que dirige con notable acierto la activista y documentalista peruana Yesenia Álvarez.

Pocas veces ha llegado a mis manos un libro que reúne juventud con talento, pasión con reflexión, e ingenio mordaz junto a un sincero compromiso con las ideas de la libertad, así como su aplicación para Cuba, en dosis precisas y alternadas con cuidado, lo mismo que con fervoroso deseo. Por eso he de recomendar su inmediata lectura, como el punto de partida de una nueva reflexión sobre el régimen de la isla, hecha por estos nietos de los cultores de la revolución, que la observan con la distancia que da el medio siglo de su infortunada existencia, y sin formar parte de las histerias ni mutuas acusaciones que marcaron a fuego a los participantes del debate sobre ella, durante la segunda mitad del siglo XX.

Tuve la oportunidad de conocer personalmente a los ensayistas, cuando presenté el libro en Lima hace unas semanas, y pongo por escrito lo que dije en ese momento: que así como José Martí expresara que honrar, honra, tengo por cierto que los países de los escritores premiados honrarán los valiosos méritos de estos noveles escritores, y que la senda abierta ahora, con sus estupendos trabajos, continuará rindiendo frutos más maduros y luces más meridianas que los producidos a partir de estos textos, germinales y bellos, que tanto emocionan como denuncian, e invitan a una concienzuda y solvente meditación sobre el calvario cubano, a tono con el siglo XXI.

Y, como si conocer a estos veinteañeros admirables no fuera suficiente, los presentes tuvimos, esa mágica noche, el invaluable privilegio de ser honrados con la inmanente presencia de Huber Matos, uno de los principales comandantes de la revolución, opositor luego a Fidel Castro, quien quiso primero fusilarlo y luego lo encarceló veinte años. El comandante Matos —que es un retrato vivo de la historia reciente edificándose— da cuenta de esta epopeya en sus memorias, tituladas Cómo llegó la noche y es, en la espléndida expresión de Juan Marinello sobre José Martí, “el héroe que dio a la libertad la categoría de belleza”. El ejemplo y la conducta de este moderno prócer de la libertad, su palabra y su voluntad incoercible para hacer realidad su sueño de una Cuba libre, democrática y digna, convierten su legado en universal e inmortal. Fue emocionante escucharlo decir que esta presentación fue para él un día tan feliz como el de su libertad.

Sobre el libro, cabe señalar que sus autores llevan a Cuba en el corazón, y quieren transformar ese desdichado infierno en un paraíso de verdad, donde se viva una vida hermosa, cómoda, jubilosa, en la que, como cita con acierto uno de los ensayistas, se “ha descubierto el sentido de la vida que han estado persiguiendo, sin alcanzarlo, todas las civilizaciones del mundo occidental”. Tal es el propósito último que asiste a todos los autores premiados: que Cuba reverdezca, floreciente, con democracia y libertad. Son las ideas que, cual si fuese una obra de teatro, desarrolla Lemis Tarajano Noya, sintetizando la historia de Cuba con su vivencia personal; es la denuncia de Silvia Mercado Alemán, que subraya las miopías del autoritarismo y las confronta con la esperanza del cambio que vivifica a los disidentes.

Es también la luz que permite a Agustín Laje Arrigoni desmontar, argumento a argumento, todos los mitos del castrismo en educación, salud, en la actual explotación y desigualdad que los cubanos padecen, como en la falacia histórica del bloqueo y la dignidad a que alude el régimen de la isla, manidamente. Alcanzar el paraíso despercudiendo la abulia y superando la decadencia de esta estafa socialista es por cierto el leit motiv de Rafael Alejandro Brea Pérez, señalando con acierto que cuando los tiempos se ponen difíciles es porque muy pronto vendrán las soluciones. A su vez, encarnar el sueño de libertad supone hurgar en la anatomía de esta caída perpetua del régimen cubano, como hace con ejemplar ahínco Miguel Ángel Curo Sierra, y denunciar este camino de servidumbre, con sus múltiples ramificaciones latinoamericanas, en la voz de Lisbeth Prieto García.

Hoy, que ese sueño sigue pareciendo lejano, no debemos olvidar que nunca está más oscuro que antes de amanecer. La luz de esperanza se luce, renovada, en los rostros e ideas de estos jóvenes ensayistas, que han descubierto su voz fuerte, como escribiera el poeta Heberto Padilla. Sigámosla para hacer de Cuba el primer país libre y democrático de este nuevo siglo.

Los hispanos, los Padres Fundadores y la verdadera necesidad


Los números de una reciente encuesta indican que la intención del voto hispano en Estados Unidos para las próximas elecciones de 2012, no refleja otra cosa más que los hispanos buscan un gobierno que responda a sus necesidades. La vida nos enseña que cuando los pueblos se preocupan más por sus necesidades que por los principios y valores que las cubrirían, están dando el primer paso para prescindir de la libertad individual y sustituirla por planificación central y socialismo. Latinoamérica, en especial, puede dar fe de los malos gobiernos populistas que ha padecido durante décadas – algo que solo le ha servido para gozar de menos libertades y con ello sufrir más pobreza.

No conozco nación tan parecida a la que todos los hispanos buscamos que aquella que los Padres Fundadores diseñaron y establecieron en Estados Unidos de América – tierra cuyos principios y valores, plasmados en su Constitución y Declaración de Independencia, siguen vigentes a pesar de lo que afirman los progresistas de hoy en día. Estos valores han perdurado desde entonces contra viento y marea y han traído libertad y prosperidad a esta nación como ninguna otra ha conocido – y esto último no es cosa fácil. Puede que otros estados y reinos hayan sido más acaudalados, pero de lo que se trata en el experimento americano y lo que los Padres Fundadores buscaban era una nación donde cada ciudadano tuviese derecho a prosperar, lo que Thomas Jefferson denominó “la búsqueda de la felicidad”.

Los Padres Fundadores y los hispanos tenemos más en común de lo que parece. Ambos perseguimos un sueño, buscando lo mejor para la siguiente generación, guiados por la creatividad, la invención y la iniciativa. La Revolución Americana abrió las puertas de la libertad para dejar atrás la tiranía y la opresión al igual que muchos de nosotros dejamos atrás países que no nos garantizaban lo que queríamos para nuestras vidas. Dejamos atrás naciones gobernadas por tiranías, guiados por el anhelo de libertad, por las ganas de luchar y el deseo de ir tan lejos como nuestro talento nos lo permita y no buscando un Estado que nos lleve de la mano desde la cuna hasta la tumba.

Mantener y revitalizar estos principios fundacionales, debería ser nuestro primer objetivo como hispanos ya que si los dejamos a un lado, Estados Unidos se convertiría en la misma tierra que dejamos atrás. Todo inmigrante que llegue a estas costas y quiera prosperar deberá saber o aprender inglés – sin dejar que sus hijos pierdan el español. Deberá pagar impuestos, aprender educación cívica americana para así comprender cómo el Estado de Derecho garantiza nuestras libertades, entre otras cosas. Igualmente, deberá involucrarse en organizaciones de la sociedad civil para aportar su granito de arena y aprender a comprender mejor cómo estas instituciones dan respuestas más acordes a las necesidades de la sociedad.

Para alcanzar la prosperidad que ha hecho excepcional a este país es imperativo que hagamos caso omiso de promesas vacías, ofrecimientos y soluciones fáciles. El trabajo duro y la filosofía del mérito siguen siendo la llave del éxito, no la taimada generosidad del Estado. Es hora que pensemos que las necesidades pasan y los principios una vez entregados difícilmente se recuperan. Nadie da nada gratis, el Estado no es la excepción. Interfiere en nuestros asuntos personales lo que conlleva aumentos de impuestos que confiscan el fruto de nuestro trabajo. Las necesidades hacen que nos convirtamos en blanco fácil de la manipulación y el engaño de gobiernos que supuestamente quieren darnoslo todo siempre y cuando primero les entregemos nuestras libertades. Si los hispanos logramos entender esto y participar activamente en una sociedad americana que respeta sus principios fundacionales de gobierno limitado, libertad individual, Estado de Derecho, responsabilidad personal, libre mercado y autogobierno, Estados Unidos continuará siendo “la refulgente ciudad en la colina”, tal y como los Padres Fundadores lo soñaron hace 235 años.

Luz roja para Europa: La crisis de deuda marca el colapso del Estado del Bienestar socialista

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El Estado del Bienestar socialista (o “socialdemócrata”) de Europa colapsa bajo el peso de una deuda insostenible. No hay posibilidad alguna de que los políticos europeos cumplan jamás muchos de los costosos y no financiados derechos a beneficios que han prometido a sus ciudadanos.

El problema fundamental en la Unión Europea (UE) es el fracaso de su política monetaria. Ello, en conjunción con los debilitadores efectos de un Estado de Bienestar social, ha desembocado en un colapso económico generalizado entre los estados de menor influencia —especialmente en Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España (los países PIIGS), pero también en algunos de los más recientes miembros de la UE — y amenaza con arrastrar a los estados más importantes.

Durante años, este hundimiento entre los estados menos relevantes se enmascaraba con acumulación de deuda — los países pedían prestado (a unos tipos de interés con descuento de facto) para superar su incapacidad de generar ingresos suficientes mediante la producción y la venta de bienes y servicios. La carencia de crecimiento real y de perspectivas de crecimiento, en combinación con una deuda en expansión, condujo a una crisis de solvencia a largo plazo que se ha manifestado recientemente como una serie de crisis de liquidez.

La situación monetaria y fiscal en la Unión Europea es cada vez más inmanejable debido a que la carga de la deuda aumenta y las perspectivas de crecimiento disminuyen aún más. Parafraseando un viejo dicho: “Se puede engañar a algunos mercados crediticios todo el tiempo y a todos los mercados por algún tiempo, pero no se puede engañar a todos los mercados crediticios indefinidamente”.

El euro: Un experimento destinado al fracaso

La idea de una “eurozona” estaba mal concebida desde el principio. Cada vez más se reconoce que la falta de control de Bruselas sobre el gasto social, especialmente en los países PIIGS, condenaba al fracaso a toda la zona desde el arranque. Los acuerdos (como el Tratado de Maastricht) [1] para estar dentro de los objetivos de gasto de los gobiernos miembros de la Unión Europea fueron repetidamente violados, incluso por los países más grandes de la UE.

Pero la creciente brecha de competitividad entre miembros de la UE era mucho más importante. Algunos, como Alemania, tendieron a la adopción de políticas como las reformas del mercado laboral que se apoyaban sobre sus idiosincráticos puntos fuertes económicos. Los fuertes se hicieron más fuertes, mientras que otros, como Italia y Grecia, se congelaron o incluso retrocedieron en el ámbito de las políticas que habían mantenido su competitividad internacional. El enfoque actual, consistente en dar un golpe de timón aplicando dolorosas políticas que podrían hacer a estos países competitivos simplemente llega mal y tarde.

Y ahora, la inestabilidad se está contagiando rápidamente a los pilares de Europa — primero a España, luego a Italia y ahora aparentemente a Francia. Los países europeos del sur siguieron endeudándose en euros a bajos tipos de interés (inflando simultáneamente las burbujas de la vivienda en esos países) hasta que, en palabras de Margaret Thatcher, a los gobiernos socialistas “se les acabó el dinero de los demás” [2]. Como resultado, algunos de los mayores bancos privados de Europa tienen cantidades tóxicas de deuda soberana de los PIIGS y se ven amenazados con la extinción a través de quiebras en serie — por lo que se les considera como “demasiado grandes para caer”. Hay de hecho una creciente preocupación por la solvencia del banco francés Société Générale debido a esta crisis y es probable que varios bancos europeos importantes tengan problemas si la situación no se resuelve.

Resultados sociales del Estado del Bienestar

Durante décadas, uno de los más trágicos precios a pagar en el Estado del Bienestar europeo ha sido el desempleo estructural de Europa, especialmente entre los jóvenes, en combinación con pagos de asistencia social que convirtieron el desempleo en un estatus aceptable —incluso deseable— mientras que se privaba de dignidad y sentido de la responsabilidad a los afectados. Los recientes disturbios en el Reino Unido son una ominosa reflexión sobre este fracaso.

Una de las preguntas claves es: ¿Cuánto tiempo más estarán dispuestos los trabajadores y contribuyentes de Alemania y otros países más fiscalmente prudentes del norte de Europa a trabajar hasta cerca de los 70 años para subsidiar (a través de rescates de la eurozona y quiebras ordenadas) a sus vecinos del sur de Europa para que estos sí se puedan jubilar antes de los 60 años con generosas pensiones financiadas por el gobierno y vayan a la playa? [3].

La próxima política monetaria

La respuesta de las élites europeas, hasta la fecha, ha sido tratar de confrontar la crisis de solvencia a través de políticas fiscales y la crisis de liquidez mediante más endeudamiento — ignorando los fracasos de la política monetaria de la UE ya que no tienen una solución políticamente aceptable. Es obvio a dónde va a conducir todo esto, como ya concluyó un análisis de la Fundación Heritage [4].

Quizá, en vez de estas medidas hasta ahora tomadas, algunos de los países PIIGS decidirán salirse del euro. ¿O quizá los países del Norte dejen el euro (y las deudas soberanas de los PIIGS, denominadas en euros) y resuciten el marco alemán? Parece inevitable que se tome alguno de estos caminos.

El Estado del Bienestar europeo ha contribuido muchísimo a esta situación disminuyendo la competitividad de Europa respecto al resto del mundo y es por lo que el Reino Unido, aunque no sujeto al fracaso de política monetaria, no puede escapar completamente de las consecuencias sobre el crecimiento. Mientras tanto, las fortalezas propias de Alemania le han permitido tomar ventaja sobre sus socios comerciales ligados al euro.

Para que no quede ninguna duda, el fracaso de la política monetaria subyacente es el propio euro. Está ahora meridianamente claro que esta política estaba condenada al fracaso, no solo porque Europa no pudo armonizar la moneda con otras políticas, sino porque la unión monetaria entre estados de fuerte y débil crecimiento solo puede acabar con una trágica desintegración monetaria. La esperanza de que ayudaría a que los países de bajo crecimiento alcanzasen a los demás era solo castillos en el aire.

¿Tendrán éxito las élites de Europa en su intento de salvar la eurozona una vez más, quizás creando un ministerio central de Economía de la Unión Europea que sea el único con poder para emitir nueva deuda para los países de la UE? Esto garantizaría que los PIIGS pagaran tipos de interés más bajos que los que su historial crediticio exigiría, mientras que el norte paga más.

El presidente francés Nicolas Sarkozy parece apuntar a “hacer uso de la crisis griega para dar un salto espectacular en la gobernanza de la eurozona” [5]. El reciente pronunciamiento de Berlín y París de que el nuevo eurobono ha muerto antes de nacer [6], sin embargo, nos sugiere que la paciencia de Alemania está a punto de acabarse — aparentemente, ese gran salto va a tener que ser en una dirección distinta.

Para Estados Unidos, Europa es la perfecta demostración – una advertencia de lo que ocurre cuando se permite que el Estado actue sin control, con la pérdida de libertad y déficits fiscales como consecuencia. Afortunadamente, aunque Estados Unidos solo tiene una moneda, alcanzó hace mucho tiempo ya las condiciones necesarias para una solución satisfactoria.

Al rescate de Europa, protegiendo Estados Unidos

Es casi seguro que esta crisis resultará en algo nuevo en la actual Europa. La aparición, tanto colectiva como individualmente, de sociedades europeas más fuertes, con regímenes financieros y monetarios duraderos estaría ciertamente en el interés de Estados Unidos y del resto del mundo.

Como informa Ambrose Evans-Pritchard desde el periódico británico The Telegraph [7], el probable resultado a corto plazo lo describe Daniel Gross, del Centre for European Policy Studies: “Alemania y los otros estados con calificación AAA deben ponerse de acuerdo en algún tipo de régimen de deuda pública, el eurobono. De otro modo, el euro implosionará”. No obstante, como ya se mencionó anteriormente, Francia, y sobre todo Alemania, se han opuesto vigorosamente al eurobono y por muy buenas razones. Asumiendo que la valoración de Gross esté en lo cierto, y es muy probable que así sea, el futuro del euro es en realidad sombrío.

Mientras tanto, debe reducirse el gasto del gobierno de Estados Unidos, actualmente camino de consumir un tercio de la economía para cuando los recién nacidos de hoy se gradúen en la universidad. Se deben contener y reformar los derechos a beneficios; el gasto discrecional no de defensa debe retroceder a sus niveles de 2008.

Para reducir el gasto federal e impedir el colapso económico, los políticos de Estados Unidos deberían seguir el plan de la Fundación Heritage detallado en “Para Salvar el Sueño Americano” [8].

Amnistía encubierta: Abusando de la Constitución y de la autoridad presidencial


Cuando el presidente Obama ascendió a su cargo, hizo el juramento de “preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos”. El Artículo II, Sección 3 da instrucciones al presidente: “Cuidará de que las leyes se ejecuten fielmente”. Desafortunadamente, en lo que se ha convertido en un fenómeno muy común en esta administración, Obama vuelve a retorcer ese juramento hasta el punto de ruptura, por no cuidar específicamente de que las leyes de inmigración aprobadas por el Congreso se ejecuten fielmente.

El Departamento de Seguridad Interior (DHS) anunció el jueves que detendrá todos los procesos de deportación de inmigrantes ilegales que asistan a la escuela, tengan familiares en el ejército o sean los principales responsables del cuidado de otros familiares y les permitirá solicitar permisos de trabajo. Al parecer, los únicos extranjeros ilegales que la Obamacare va a detener y deportar son aquellos que han cometido otros delitos graves en Estados Unidos – el que se cometiera un delito bajo la ley federal por entrar ilegalmente a Estados Unidos (8 U.S.C. § 1325) al parecer no preocupa a esta administración.

No es casualidad que los factores que el DHS ahora dice que va a tener en cuenta son las mismas disposiciones que estaban en la ley DREAM (Ley para el Desarrollo, Alivio y Educación de los Menores Extranjeros) que fue propuesta por el senador Dick Durbin. Este proyecto de ley no pudo ser aprobado por el Congreso debido a la oposición de principios de senadores como Jeff Sessions, quien señaló que este proyecto de ley estaba tan lleno de lagunas legales que se enviaría a los inmigrantes ilegales el mensaje de que Estados Unidos “ha renunciado a la aplicación de nuestras leyes de inmigración”. Lo que la ley DREAM en realidad hace es reemplazar sinuosamente por la amnistía el cumplimiento de la ley y esa es la política llevada a cabo por el presidente Obama y la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano.

Pero esto es también otro ejemplo del desprecio que el presidente tiene por la separación de poderes dentro de la Constitución. Obama está aplicando en la práctica y por decreto ejecutivo disposiciones de la ley DREAM a pesar de que esta ley nunca fue aprobada por el Congreso y que no tiene el respaldo del pueblo americano. La tarea asignada al presidente por la Constitución es hacer cumplir las leyes aprobadas por el Congreso – no actuar como superlegislador que implementa sus propias leyes cuando él apoya un proyecto de ley particular que no se aprueba en el Congreso. Más que un abuso flagrante de la doctrina de “discreción procesal”, esto equivale al desgobierno.

Tampoco es un incidente aislado. Por ejemplo, hace unos meses se reveló que la Casa Blanca está considerando emitir una orden ejecutiva que implementaría las mismas disposiciones sobre la divulgación de la financiación de campañas electorales contra contratistas del gobierno contenidas en la ley DISCLOSE, otro proyecto de ley que fracasó en el Senado. Con esta Casa Blanca parece que la respuesta es siempre: cara, gano yo; sello, pierdes tú.

Lo que es más sorprendente de esta acción es que cuando el presidente habló ante el Consejo Nacional de La Raza, en julio, dijo que no podía saltarse al Congreso y poner en práctica de “reforma” inmigratoria o conceder una amnistía, porque “así no es cómo funciona nuestra democracia”. Sin embargo, tres semanas más tarde eso es esencialmente lo que ha hecho.

El presidente tiene la obligación de hacer cumplir las leyes de inmigración aprobadas por el Congreso. Él no tiene la autoridad para ignorar una ley federal integral que él sabe bien que es constitucional. De hecho, esta nueva política no solo hace caso omiso de la ley sino que pone al gobierno federal en la posición de ayudar a las personas violan la ley federal y escapa a las sanciones que el Congreso impone. El presidente no tiene autoridad para ofrecer una amnistía general – sin embargo, él (y su administración) actúan como si ellos fueran la ley.

Esta nueva política atenta contra la base fundamental de nuestra nación: el Estado de Derecho. Se premia la ilegalidad y a los transgresores de la ley, anima aún más a los extranjeros a que entren ilegalmente a Estados Unidos y llega en un momento en que el presidente Obama ha comenzado su campaña de reelección con un índice tan bajo de aprobación que es esencial que obtenga una mayoría sustancial del voto hispano para un segundo mandato. Es otro ejemplo vergonzoso de colocar la política antes que la ley.

Las Bolsas suavizan las caídas tras las pérdidas de ayer

El Ibex cierra la sesión perdiendo un 2%.- Wall Street se da la vuelta tras una apertura en negativo

EL PAÍS - Madrid -

No hay descanso para el maltrecho sistema financiero europeo. El miedo a una recesión y las dudas sobre la situación de la banca persisten y, tras la jornada negra de ayer, hoy los mercados prosiguen con las caídas de ayer, aunque eso sí de forma más moderada. En Wall Street, el Dow Jones ha comenzado la sesión a la baja para darse luego la vuelta y registrar ligeras ganancias de alrededor del medio punto. Un cambio de tendencia que ha hecho que los mercados europeos suavizaran las caídas que llevaban registrando desde la apertura.

El Ibex 35 ha cerrado con una caída del 2% y ha conseguido no perder los 8.100 puntos. En el resto de Europa, el Dax alemán que lideró ayer las pérdidas, vuelve a la senda bajista y ha cerrado perdiendo casi un 2%. Por su parte, el CAC francés se deja un 1,8%. La bolsa de Milán pierde un 2,4% y la de Londres se deja algo más del 1%.

Los inversores continuan hoy buscando refugio en los valores considerados como más seguros, entre ellos se encuentra el oro, que sigue cotizando en máximos y una onza de este metal se paga por 1867 dólares. Por su parte, el petróleo brent se mantiene en los 106 dólares, similar al cierre de ayer. No baja de los cien dólares por barril a pesar de que el miedo a una nueva recesión planea sobre los mercados. En esta situación, el euro se cambia por 1,43 dólares.

En el mercado de deuda, la presión sobre la española e italiana continúa en niveles similares a los de ayer. La prima española, el sobreprecio que debe pagarse por los bonos españoles a diez años, se sitúa en los 289 puntos, una cifra similar al cierre de ayer. Por su parte, la italiana está en los 287 puntos básicos.

China confía en EEUU

CRISIS | Gira asiática de Joe Biden

El vicepresidente de EEUU, Joe Biden y su homólogo chino Xi Jinping | EFE

El vicepresidente de EEUU, Joe Biden y su homólogo chino Xi Jinping | EFE

Frente a las críticas de los medios de comunicación estatales chinos, su vicepresidente, Xi Jinging, se muestra optimista respecto a la deuda en EEUU. "La economía estadounidense es sumamente resistente y tiene una capacidad fuerte para la autoreparación", ha afirmado Xi durante el segundo día de conversaciones con su homólogo estadounidense, Joe Biden.

"Creemos que la economía estadounidense alcanzará un desarrollo aún mayor, entrentándose así a sus desafíos", ha asegurado el que se espera sea el futuro presidente de China. Estos comentarios sobre la deuda estadounidense son los primeros realizados por un líder chino desde que la agencia de calificación Standard & Poor's rebajara la nota de EEUU un escalón.

En la misma línea se manifestó el primer ministro, Wen Jiabao, que señaló en el inicio de su reunión con Biden en Zhongnanhai (sede del Ejecutivo), que China "confía plenamente en que la economía estadounidense superará las dificultades y retornará a la senda normal del desarrollo".

Las muestras de apoyo de China, el principal acreedor de EEUU, son importantes en un momento en que la primera economía mundial atraviesa una crisis de confianza, debido a la degradación de su deuda por parte de Standard & Poor's y a las maratonianas negociaciones que necesitó para subir el techo de su endeudamiento.

China es el mayor acreedor de EEUU, al poseer 1,16 billones de bonos estadounidenses, que equivalen a la tercera parte de la enorme reserva de divisas del país asiático, la mayor del mundo.

Xi ha indicado que Biden le informó "sobre los esfuerzos del Gobierno estadounidense para la estimulación del crecimiento y empleo, el recorte del déficit presupuestario, el manejo del problema de la deuda y la conservación de la confianza de los inversores globales"-.

El presidente del Banco de China, Li Lihui, también se mostró confiado ante los medios de comunicación sobre la capacidad de Washington de dirigir su problema de deuda.

Biden busca estrechar los lazos con el gigante asiático

Joe Biden está en China en una visita que durará cinco días, la primera parada de su gira asiátiva, en la el objetivo principal es reducir la desconfianza entre las principales economías mundiales y reforzar las relacines con los líderes Chinos.

En la reunión de empresarios participaron líderes de algunas de las mayores compañías de los dos países, como la automotriz estadounidense General Motors, la financiera JP Morgan, el gigante naviero chino COSCO o la firma tecnológica oriental Lenovo, que hace unos años compró la división de ordenadores personales de IBM.

Por la tarde se encontrará con el presidente de China, Hu Jintao, y su primer ministro Wen Jiabao, con quienes seguramente evaluará el debate en EEUU para levantar su techo de deuda que tuvo al país al borde de la suspensión de pagos.

Da PGR formal prisión al líder de “La Mano con Ojos”

En Twitter, la procuradora General de la República, Marisela Morales señaló que Óscar Osvaldo García Montoya quedó formalmente preso por delincuencia organizada, entre otros delitos que sustentó con evidencias el Ministerio Público de la Federación.

Ciudad de México • La titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Marisela Morales Ibáñez, informó que un Juez federal dictó auto de formal prisión contra Óscar Osvaldo García Montoya, El Compayito, líder de la organización delictiva de “La Mano con Ojos”.

A través de su cuenta de Twitter @MMoralesI la procuradora señaló que García Montoya quedó formalmente preso por delincuencia organizada, entre otros delitos que sustentó con evidencias el Ministerio Público de la Federación.

“La PGR obtiene el auto de formal prisión contra Oscar Osvaldo García Montoya, alias "La Mano con Ojos", por delincuencia organizada”, escribió Morales.

La semana pasada agentes ministeriales de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) detuvieron a este sujeto, luego de un operativo en la delegación Tlalpan, en la Ciudad de México.

En sus primeras declaraciones El Compayito, de 36 años, reconoció haber participado personalmente en 300 ejecuciones y ordenar otras 300 de integrantes de otras organizaciones del narcotráfico en distintas partes del país.

García Montoya perteneció a la Marina, la Policía de Baja California Sur y la municipal en Los Mochis, Sinaloa, además de que fue adiestrado por kaibiles, grupo de élite del ejército guatemalteco.

Por “ineptitud” no recapturan a Guzmán Loera

El general retirado reprueba la guerra contra el narco y considera que no se puede acabar con las drogas, por lo que “hay que controlarlas”.
Foto: Claudia Guadarrama

Jorge Carrillo Olea, fundador del Centro de Investigación y Seguridad Nacional y del Centro de Planeación para el Control de Drogas (Cendro), califica de “ineptos” a los gobiernos de Felipe Calderón y de Vicente Fox por no recapturar a Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, la organización más poderosa del narcotráfico en México.

Autor del libro México en riesgo: una visión personal sobre un Estado a la defensiva, el general retirado advierte además sobre el proceso de desmantelamiento de los órganos de inteligencia del Estado mexicano, evidenciado, dice, con la denominada “guerra” contra el crimen organizado.

Asegura en entrevista que el gobierno no tiene una estrategia para enfrentar el fenómeno delincuencial que acosa el país. “El objetivo en materia de drogas no es acabar con éstas, eso es imposible, son una epidemia social; hay que controlarlas y para eso se necesita ir a la educación, a la prevención, a la rehabilitación, un enfoque integral que no se tiene”.

En 1993 Carrillo Olea fue el responsable de seguir el rastro a Guzmán Loera, detenido por autoridades guatemaltecas.

En su libro se refiere a El Chapo, casi han pasado dos sexenios y no ha sido recapturado, inclusive se habla de una supuesta protección.

No me gusta hacer conjeturas, prefiero opinar a la luz de hechos, pero de repente esos hechos tienen un carácter negativo, como es el caso actual. El hecho es que en 11 años (desde su fuga en 2001) los gobiernos han sido incapaces de determinar su ubicación para aprehenderlo, ni siquiera saben cómo maneja sus cuentas.

Eso es absolutamente posible a través de una institución que se creó en 2005, de la que se habla muy poco, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, pero que en casi seis años de vida no ha podido detectar un flujo de efectivo masivo, grueso, que reiterativamente viaja de un sitio al otro.

¿Se puede llegar a El Chapo rastreando sus cuentas?

Esa posibilidad atraviesa hasta por lo familiar. Hace unos meses se detuvo a una señora, compañera de Guzmán, hay que recordar que hay varios domicilios de familiares en Jalisco y no han surtido ninguna novedad, lo que no es de creerse.

El uso de teléfonos, si usted me llama por teléfono hay 20 satélites que nos pueden identificar de la manera más sencilla. Es cosa hasta de muchachos, los llamados hackeos y otros medios electrónicos de comunicación.

Sin embargo, el hecho negativo es que los gobiernos no han podido determinar absolutamente nada, no puedo llegar a la conclusión de si hay protección, (pero) por razones de carácter nacional prefiero pensar en ineptitud.

¿Cómo sería posible detenerlo?

Se le detuvo (en 1993) siguiendo cuentas, siguiendo llamadas telefónicas, es lo que tendría que hacer el gobierno actual.

¿Cual es el costo del desmantelamiento de los órganos de inteligencia?

Empobrecimiento de las expectativas, de las esperanzas de un desarrollo firme y sostenido, se puso en riesgo el futuro del país.

El presidente Calderón inició su mandato con una declaración de guerra al crimen organizado y usted habla de un Estado a la defensiva.

La cosa es peor, cuando él tomó la decisión ni siquiera sabía si había o no servicios de inteligencia; esto no es que no los haya tomado en cuenta, ni siquiera tenía conciencia de la calidad de prestación de servicio, de auxilio que esos servicios le podían haber dado, de la misma manera que no sabía qué tanto y cómo podría funcionar la PGR ni las fuerzas armadas.

Inicia una acometida contra el crimen con una enorme interrogación, enorme ignorancia respecto del potencial de sus propios recursos y de las características y potencial que podía desarrollar el crimen y que cómo vemos que lo desarrolló

¿El crimen organizado ha superado al Estado mexicano?

Lo primero que dudo es que exista una estrategia. Estamos como con los fantasmas, que se habla de ellos y nunca nadie los ha visto. Quisiera que me enseñara la estrategia, en qué consiste, cuántos apartados tiene, cuál es el análisis de sustento, el objetivo central; aquí hago una reflexión: nadie ha oído cuál es el fin último de la estrategia. Qué quiere el Presidente al final si se le concediera de manera mágica alcanzar ese objetivo.

(…) Si todo esto sigue así, los 14 o 18 meses que faltan, ¿qué le va a pasar al país, en qué condiciones el gobierno que venga, sea el que fuera, va a encontrar esta situación? Pues definitivamente en un grado mucho más acentuado de deterioro del que estamos viviendo.

AMLO candidato

En Privado

Joaquín López-Dóriga

El sueño, así como se va, regresa.
Pero no hay que asustarlo.

Florestán

Hay quienes insisten, entre ellos el director general de MILENIO, Carlos Marín, en que Andrés Manuel López Obrador no será candidato a la Presidencia de la República y que consciente de que no puede ganar la elección de julio del año que viene, se hará a un lado para dejar pasar a Marcelo Ebrard, que es mejor apreciado cuando se encuesta a la sociedad abierta, aun cuando en el PRD el tabasqueño lo aventaja dos a uno, factor por el que el jefe de Gobierno ha planteado que el abanderado de la izquierda surja de una encuesta no limitada al PRD, sino a todos los mexicanos.

En lo personal no tengo duda, lo he dicho en público reiteradamente, y así se lo he hecho saber a mi querido Carlos: López Obrador será candidato presidencial y lo será de toda la izquierda.

Primero porque es el mejor posicionado al interior del PRD; segundo, porque en el remoto caso de que no fuera por esa alineación, en la que se vive un relación recíproca de amor-odio, lo será por la alianza Convergencia-PT con el respaldo de Morena, el movimiento que ha venido construyendo a lo largo de estos años, y tercero, porque ésa, la de la Presidencia de la República, es una obsesión, como lo confirma su autounción como presidente legítimo.

Y no es que Ebrard no quiera ser Presidente, un proyecto que tiene en mente desde hace muchos años, no. Lo que quiere es ser el candidato de toda la izquierda y no está dispuesto, como lo vimos en el Estado de México, a ser el que rompa esa unidad.

Sabe, además, que la izquierda dividida no tiene la menor oportunidad, si junta aparece empatada en segundo lugar con el PAN y a veces en el tercero, participar segmentada, con dos candidatos, él y AMLO, sería un salto al precipicio, al cual ya se asoman.

Por eso, querido Carlos, tengo claro que Andrés Manuel López Obrador estará en la boleta presidencial.

De lo que dudo es si la fuerza que tiene en un amplio sector de la izquierda le alcance para ganar las elecciones del 1 de julio.

Porque hoy no.

Retales

1. GUTSA. La constructora de los Gutiérrez Cortina fue suspendida por tres años nueve meses por la Secretaría de la Función Pública. La acusa de, estando suspendida por el caso Autopista del Sol, haber formado otra empresa con los mismos socios, interpósita persona, lo que es ilegal, para concursar un contrato en el Instituto de Cancerología;

2. ESTELA. Los especialistas dicen que es muy difícil que el Presidente de la República pueda inaugurar la Estela de Luz el 31 de diciembre, como aseguraron los constructores. Lo que pasa es que ese día termina su contrato; y

3. MEA CULPA. Por supuesto que cuando hablo de Francisco Ramírez Acuña como nuevo coordinador legislativo en San Lázaro me refiero a la bancada del PAN y al relevo de Josefina Vázquez Mota.

Un artículo censurado de Marco Rascón

Día con día

Héctor Aguilar Camín

Van abajo, en cursivas, pasajes del artículo de Marcos Rascón que no fue publicado en La Jornada, y que determinó su salida de ese diario. No suscribo sus opiniones, las reproduzco.

DE QUE SE MOVIÓ, SE MOVIÓ…

Marco Rascón

Le reclaman a Javier Sicilia y al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) como si les hubieran quitado la cruz a otros.

La descalificación encabezada por John Ackerman y Octavio Rodríguez Araujo al MPJD y Sicilia, acusándolo de filopanista, falso demócrata y progresista, soberbio y distractor […] delata la estrategia del inmovilismo lopezobradorista bajo el concepto de sólo-creo-en-él sustentado en la “fe y formado en la espiritualidad del amor al prójimo”, como dice el spot del cristianismo legítimo.

Para los intelectuales del lopezobradorismo, los muertos y desaparecidos de la violencia del país no son políticamente correctos […], su reconocimiento y defensa significan una táctica distractora.

Estoy de acuerdo en el reclamo de Luis Hernández Navarro cuando afirma que los legisladores no han hecho nada y son parte del problema. Pero esta crítica va directamente al centro más alto del lopezobradorismo en el Congreso, pues justamente es la senadora del PT Rosario Ibarra de la Garza, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, quien en la actual LXI legislatura 2009-2012 y en lo más alto de la violencia sólo ha tenido dos intervenciones en el pleno, en lo que podría considerarse una de las más pobres actividades legislativas, rayando, ésa sí, en una desaparición inexplicable. ¿Es el inmovilismo la línea correcta?

Se acusa a Sicilia y los twitteros por demandar candidaturas independientes y abusar de una representatividad ciudadana. ¿No lo hacen los ciberporros que, en nombre del pueblo, insultan o acusan a quien critique al lopezobradorismo en internet?

Sicilia y el MPJD no pidieron permiso, pero tampoco le quitaron nada a nadie y ni siquiera voltearon al templo de los marxistas fariseos. Son parte de las mejores causas actuales y lograron mover ciudadanía.

Con Sicilia o sin Sicilia, la Ley de Seguridad Nacional será aprobada por el Congreso, no le echen esas pulgas al poeta. Sin embargo, el veto profundo a la ley de marras proviene del diálogo que se impuso en Chapultepec y no del cielo, donde —por cierto, vía spot— ya admitieron en la nueva biblia a los que tienen dinero.

Rodríguez Araujo y Ackerman le piden congruencia al poeta y se retuercen por los besos y abrazos. Serénense, ya les llegarán los suyos del amoroso con lengua de fuego.

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