viernes, 5 de agosto de 2011

Rajoy asume ya el rol presidencial ante la deserción de Zapatero

menos gastos y menos impuestos

El líder del PP ha analizado la gravísima situación que atraviesa la economía española. Rajoy ha adoptado, imagen incluida, un tono institucional.

Con el presidente del Gobierno escondido, el líder del PP ha salido a la palestra por segunda vez en esta semana para intentar transmitir confianza a los mercados, después de la peores cinco días para la deuda española. Rajoy intenta contrarrestar la sensación de vacío de poder que transmite un Gobierno derrotado y cuida hasta el último detalle. Así, en la entrevista que ha concedido a Europa Press aparece en un despacho de aspecto ministerial con una bandera de España al fondo, que nada tiene que ver con las imágenes en el jardín de su residencia de vacaciones de otros veranos.

Rajoy ha dicho que tiene previsto contar con presupuesto aprobado en el primer trimestre de 2012 y está preparando ya el plan de choque que aplicará si gana las próximas elecciones generales del 20 de noviembre, con tres medidas que aplicará de forma inmediata. Consisten en: una modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para establecer un techo de gasto a todas las CCAA y cumplir así el objetivo de déficit; una Ley de Emprendedores que apoye a las pymes con, entre otras medidas, una rebaja del 5 por ciento en el impuesto de sociedades y una Ley de Transparencia de las Administraciones Públicas.

En una entrevista concedida a Europa Press, Rajoy asegura que para crear un clima de confianza "lo primero" que tiene que producirse es "un cambio de Gobierno", nombrar un Ejecutivo con personas de "la mayor competencia posible" y presentar un plan económico en las Cortes. "Eso va a dar seguridad, certidumbre de cara al futuro", ha enfatizado. El presidente del PP advierte que ha llegado el momento de los "gobernantes de cuajo", con un "liderazgo claro", "determinación y coraje" para afrontar la crisis, que "fije objetivos y los cumpla" y que cree un "equipo competente" que ofrezca confianza.

De esta forma, Rajoy ha adelantado que prevé "dar la vuelta a la situación" en un "tiempo razonable", aunque cree que poner una fecha es "insensato" y "frívolo". No obstante, recuerda: "en el año 1998, dos años después de llegar al Gobierno, ya cumplíamos todos los requisitos para entrar en el euro y después se empezó a crear empleo de una manera importante". En este contexto, ha querido dejar claro que la "certidumbre" no se genera por un decreto que apruebe un gobierno, sino con un Ejecutivo "que no improvise" y haga las reformas necesarias.

La primera medida será contar con un Presupuesto cuyo "objetivo prioritario" consistirá en "cumplir los objetivos de déficit público" con los que se ha comprometido España. "Yo asumo el compromiso del Gobierno de España" de cumplir con la UE.

Según explicó, "lo ideal" sería tener aprobado el Presupuesto el 31 de diciembre, pero "desgraciadamente no va a ser así". "No hay tiempo material para hacerlo", exclamó y argumentó que "ahí hay un tiempo muerto que no ayuda". "Lo ideal hubiera sido aprobar los Presupuestos antes", recalcó. Sin embargo, tratará de contar con un Presupuesto "a la mayor brevedad posible" para que España "vuelva a ser un país fiable". Por ello, Rajoy prevé que su Gobierno lo tenga antes de marzo para poder aprobado en las Cortes en el primer trimestre del año.

Junto con este paso imprescindible, contar con un Presupuesto, Rajoy se ha marcado inicialmente "tres prioridades y un objetivo". Este último es "crecer y crear empleo para los próximos cuatro años". Para ello, pondrá en marcha de manera inmediata un "plan de choque" que incluye "tres prioridades": la primera, controlar el déficit público, de forma que España no gaste más dinero del que tiene. Para ello, modificará la Ley de Estabilidad Presupuestaria y pondrá "techo de gasto a todas las administraciones, que no podrán sobrepasar".

Acompañando a esa medida de estricto control de las cuentas públicas, Mariano Rajoy tiene previsto impulsar una Ley de Emprendedores, que facilite la creación de empleo. Su meta consiste en lanzar "un mensaje claro, contundente y entendible a los emprendedores, a las pymes y a los trabajadores autónomos". El dirigente popular está convencido de que "sin ellos, la salida de la crisis será muy difícil". Según ha precisado, esa norma "tendrá su parte fiscal" e incluirá una reducción del impuesto de sociedades para pymes en cinco puntos. Además, irá acompañada de una "importante simplificación".

La deuda de Estados Unidos es ahora más grande que toda su producción en 2010


El Departamento del Tesoro de Estados Unidos publicó hoy su informe sobre deuda y actividades para el mes de julio. Las noticias son poco prometedoras.

Con los $238,000 millones adicionales que pidió prestado de inmediato el Tesoro cuando se elevó el límite de la deuda el 2 de agosto, la deuda total actual supera el producto interior bruto (PIB) de todo Estados Unidos en 2010.

Una deuda a estos niveles es la razón por la que Moody’s y Standard & Poor’s andan lo suficientemente preocupados como para considerar una rebaja de las calificaciones crediticias de la deuda de Estados Unidos.

La deuda hasta el 31 de julio es de $14.342 billones. Esta se compone de $9.756 billones en manos del público y de $4.587 billones que el gobierno de Estados Unidos se debe a sí mismo (los préstamos intergubernamentales que, en gran parte, son de los fondos del Seguro Social así como Medicare y que van al fondo general). El PIB, que es el valor de todos los bienes y servicios producidos en Estados Unidos, fue de $14.5265 billones en el año 2010. Con los préstamos adicionales del Tesoro por $238,000 millones en lo que va de agosto, el total de todas las deudas pendientes se ha incrementado hasta $14.5807 billones. Eso es $54,200 millones más que el promedio del PIB de Estados Unidos, siendo 2010 el último año del que tenemos estimaciones finales del Departamento de Comercio sobre el PIB de Estados Unidos.

Este es un acontecimiento digno de mención. Va a pasar muchísimo tiempo antes de que los políticos en Washington sean capaces de pagar esa deuda con intereses. Al menos deberían dejar de pedir más dinero prestado. Uno se pregunta cómo les gustaría celebrar este nuevo hito en el camino a la ruina económica. No lo pueden ocultar. Tal vez tiemblan al pensar en el toro de $14.5265 billones al que no quieren agarrar por los cuernos.

Rajoy hará un plan de choque con tres medidas inmediatas

Mariano Rajoy esboza su programa económico: El presidente del PP tiene previsto contar con un presupuesto aprobado en el primer trimestre de 2012 y asegura contar con un plan de choque por si gana las elecciones del 20 de noviembre: modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para establecer un techo de gasto a todas las CC AA; Ley de Emprendedores que apoye a las pymes con una rebaja del 5% en el impuesto de sociedades y una Ley de Transparencia de las Administraciones Públicas.

Europa Press - Pontevedra -

En una entrevista concedida a Europa Press, Rajoy asegura que para crear un clima de confianza "lo primero" que tiene que producirse es "un cambio de Gobierno", nombrar un Ejecutivo con personas de "la mayor competencia posible" y presentar un plan económico en las Cortes. "Eso va a dar seguridad, certidumbre de cara al futuro", ha enfatizado.

Rajoy ha adelantado que prevé "dar la vuelta a la situación" en un "tiempo razonable", aunque cree que poner una fecha es "insensato" y "frívolo". No obstante, recuerda: "en el año 1998, dos años después de llegar al Gobierno, ya cumplíamos todos los requisitos para entrar en el euro y después se empezó a crear empleo de una manera importante".

En este contexto, ha querido dejar claro que la "certidumbre" no se genera por un decreto que apruebe un Gobierno, sino con un Ejecutivo "que no improvise" y haga las reformas necesarias.

Presupuesto para cumplir objetivos de déficit

La primera medida será contar con un Presupuesto cuyo "objetivo prioritario" consistirá en "cumplir los objetivos de déficit público" con los que se ha comprometido España. "Yo asumo el compromiso del Gobierno de España" de cumplir con la UE. Según explicó, "lo ideal" sería tener aprobado el Presupuesto el 31 de diciembre, pero "desgraciadamente no va a ser así". "No hay tiempo material para hacerlo", exclamó y argumentó que "ahí hay un tiempo muerto que no ayuda". "Lo ideal hubiera sido aprobar los Presupuestos antes", recalcó.

Sin embargo, tratará de contar con un Presupuesto "a la mayor brevedad posible" para que España "vuelva a ser un país fiable". Por ello, Rajoy prevé que su Gobierno lo tenga antes de marzo para poder aprobado en las Cortes en el primer trimestre del año.

Plan de choque

Junto con este paso imprescindible, Rajoy se ha marcado inicialmente "tres prioridades y un objetivo". Este último es "crecer y crear empleo para los próximos cuatro años". Para ello, pondrá en marcha de manera inmediata un "plan de choque" que incluye "tres prioridades": la primera, controlar el déficit público, de forma que España no gaste más dinero del que tiene. Para ello, modificará la Ley de Estabilidad Presupuestaria y pondrá "techo de gasto a todas las administraciones, que no podrán sobrepasar".

Ley de Emprendedores

Acompañando a esa medida de estricto control de las cuentas públicas, Mariano Rajoy tiene previsto impulsar una Ley de Emprendedores, que facilite la creación de empleo. Su meta consiste en lanzar "un mensaje claro, contundente y entendible a los emprendedores, a las pymes y a los trabajadores autónomos". El dirigente popular está convencido de que "sin ellos, la salida de la crisis será muy difícil". Según ha precisado, esa norma "tendrá su parte fiscal" e incluirá una reducción del impuesto de sociedades para pymes en cinco puntos.

Además, irá acompañada de una "importante simplificación administrativa, de reducción de cargas burocráticas" y de la puesta en práctica de la "unidad de mercado". Normas todas ellas que "sirvan para hacerle la vida más fácil a los emprendedores".

Transparencia

La tercera será una Ley de Transparencia de las Administraciones Públicas para que los ciudadanos tengan "un conocimiento absoluto de en qué se gasta su dinero, qué contratos se hace o cuáles son los procedimientos de adjudicación". A esas tres iniciativas inmediatas, Rajoy ha añadido la necesidad de "trabajar a fondo" la reestructuración del sistema financiero, apostar de forma "clara" por la educación, trabajar en la "unidad de mercado" y en una política energética que tenga en cuenta los costes de las energía.

Y todo, sin subir impuestos ni tocar el estado del bienestar

El líder del PP ha querido dejar claro que quiere cumplir con su objetivo de reducir el déficit público sin subir impuestos y sin tocar aspectos sensibles del Estado del Bienestar como sanidad, educación o pensiones. "Yo, en este momento, no tengo previsto subir ningún impuesto", ha dicho, para añadir que si hay actividad económica y España empieza a crecer y a crear empleo, se recaudará más dinero y "eso servirá para reducir el déficit público".

En este sentido, ha explicado que "lo sensato" es "combinar" el aumento de los ingresos con la reducción de los gastos. Por ello, llevará a cabo una reducción del "gasto corriente y el gasto superfluo", reducirá "un sinfín" de organismos públicos "sin utilidad", hará una reordenación de la Administración, eliminará muchas duplicidades y hará una oferta de empleo público "bien estudiada" para tener un Estado "fuerte", pero que no sea "inmensamente costoso". "Se trata -ha proseguido- de manejar el dinero público como lo manejaría un buen padre o una buena madre de familia".

Ante la posibilidad de que la crisis pueda obligar a tocar aspectos sensibles del Estado del Bienestar como está ocurriendo en Cataluña, Rajoy ha afirmado rotundo que no tiene "el deseo de hacerlo". "Si crecemos y aumentamos los ingresos, las cosas cambiarán", ha reiterado, tras recordar que España ya vivió una situación parecida en 1996.

En este punto, ha puesto como ejemplo que durante el Gobierno popular, había un pensionista por cada seis nuevos cotizantes a la Seguridad Social, mientras que ahora, "con el PSOE, por cada tres pensionistas que se incorporaban, sólo había un cotizante". "Si hay gente que trabaja y cotiza, podemos mejorar las pensiones y si hay empleo, habrá más ingresos para Sanidad y Educación", ha apuntado.

También ha dejado clara su intención de mantener como está el Salario Mínimo Interprofesional y asegura que la subida del salario de los funcionarios dependerá del crecimiento económico y la creación de empleo.

No desvela cuál será su propuesta en materia de vivienda para acabar con el stock, pero sí pide a los bancos que saquen al mercado las viviendas a un precio que se puedan vender. En materia de reforma laboral, apuesta por "mayor flexibilidad en las relaciones laborales, hacer convenios de empresas y un contrato que fomente la contratación indefinida y fije una indemnización razonable".

A fecha de hoy ve "difícil" bajar las tarifas eléctricas, pero se marca como objetivo bajar el coste de la energía y cortar la escalada del déficit tarifario.

El Ibex y la prima de riesgo se resisten a caer al precipicio

El Ibex ha desafiado la ley de la gravedad y, pese a la tormenta en Europa, ha cerrado en 8.671,2 puntos, tras dejarse un leve 0,18%. Ha sido, eso sí, su peor semana desde mayo de 2010. La prima de riesgo se ha relajado casi un 8%.

Imagen de Francfort en una noche de agosto de 2011. . - Reuters

Indice Variación Hora
IBEX 35 -0.176 % 17:37

P. M. Simón / L. Guerricagoitia - Madrid -

Volatilidad en vena. La inestabilidad de los mercados es total y absoluta. "Los inversores de largo plazo apenas duran una hora y a los especuladores les vale con unos segundos", bromea un operador de renta variable. Hoy, en línea con lo ocurrido a lo largo de toda la semana, el selectivo español ha oscilado más de 460 puntos entre el máximo y el mínimo de la sesión.

El Ibex llegó a hundirse más de un 2,5% en el peor momento del día, pero el rumor de que el BCE estaba comprando bonos italianos y españoles le dio la vuelta a la situación tras poco más de una hora de negociación. El soporte de los 8.500 puntos, marcado por los analistas técnicos como la gran esperanza antes de caer hacia el entorno de los 6.800 puntos -mínimos de marzo de 2009-, ha surtido efecto.

La línea roja que ahora no debe perforar son los 8.479 puntos, el mínimo de hoy. El volumen ha sido excepcionalmente elevado para ser agosto, de 5.756 millones de euros, una prueba de la dura batalla que se ha librado hoy en el parqué.

Wall Street

A lo largo del día, ha habido momentos de serias dudas. El dato de paro en EE UU, que superó las expectativas de los expertos, alentó las subidas en la apertura de Wall Street, pero estas duraron unos pocos minutos y, al cierre de la sesión en Europa, tanto el S&P 500, como el Nasdaq y el Dow Jones registraban pérdidas en el entorno del 1%.

Lo más llamativo es que, esta vez, la Bolsa española se ha desmarcado para bien del resto de los parqués del Viejo Continente, que han concluido con notables números rojos. El Dax alemán, el Cac francés y el FTSE británico han sufrido caídas de entre el 1,26% y el 2,78%.

En cualquier caso, el desplome del selectivo español en las últimas cinco jornadas es de órdago, con un retroceso del 9,96%. Hay que remontarse a la semana concluida el 7 de mayo del año pasado para batir esta infausta marca. "Es cierto que la abrupta caída entra dentro de la lógica. No era normal un Ibex en 10.000 puntos con la prima de riesgo disparada a 400", advierte Estefanía Ponte, directora de análisis de Cortal Consors.

Prima de riesgo

La gran noticia es que la semana ha terminado con la prima de riesgo consistentemente por debajo de los 400 puntos básicos. Así, tras llegar a rebasar a primera hora los 420 puntos, el diferencial de los países mediterráneos se relaja. En el caso de España ha cerrado en los 368,6 y el de Italia, otra novedad, se ha quedado por encima, en los 372,9. Y esto se produce después de que Trichet desatara ayer un auténtico caos en los mercados.

En términos de rentabilidad, los países centrales también ven como la incertidumbre sobre ellos se incrementa con los periféricos en descenso. Así, mientras España e Italia coquetean con la perdida del 6%, Berlín se olvida de buscar su mínimo histórico del 2,1% y se lanza a por el 2,4%. Incluso Francia es ahora víctima de los especuladores. Por su parte, la troika de países rescatados, integrada por Grecia, Irlanda y Portugal, consiguen pagar cerca de dos puntos porcentuales menos que hace un mes, cuando la crisis de la deuda no había llegado al corazón de la Unión Europea.

En el mercado de divisas también se deja notar la presión. La viabilidad del euro está en cuestión y su cotización lo está pagando. La moneda única se sitúa en el entorno de los 1,42 dólares y pierde los 1,43 en los que cotizaba hace apenas dos jornadas. Descenso al que declaraciones como las de ayer de Trichet en las que resaltaba "la necesidad de EE UU tenga una moneda fuerte" no ayudan mucho.

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