¿Pierde terreno EEUU en Latinoamérica?
ANDRES OPPENHEIMER
He aquí un dato poco conocido que debería estar causando preocupación en Washington D.C.: los países latinoamericanos --que desde hace mucho tiempo han sido grandes compradores de productos estadounidenses-- están comprando cada vez más productos de otras partes del mundo.
Aunque las exportaciones estadounidenses a la región están aumentando, en algunos casos de manera significativa, su porcentaje del total de las importaciones latinoamericanas se está reduciendo. Para decirlo en la jerga de los economistas, las exportaciones estadounidenses están perdiendo cuota de mercado en Latinoamérica.
Consideremos las últimas cifras del Atlas del Comercio Mundial, que consigna las cifras oficiales suministradas por cada país:
• En México, pese a un enorme aumento de las exportaciones estadounidenses desde la firma del Tratado de Libre Comercio en 1994, las importaciones de productos estadounidenses cayeron desde el 73 por ciento de las importaciones totales en el 2000 al 48por ciento en el 2009.
• En Brasil, las importaciones de productos estadounidenses cayeron del 23 por ciento del total de importaciones en el 2000 al 16 por ciento en el 2009.
• En Colombia, las importaciones procedentes de Estados Unidos cayeron del 34 por ciento del total en el 2000 al 29 por ciento en el 2009.
• En Argentina cayeron del 19 por ciento en el 2000 al 13 por ciento en el 2009.
• En Chile cayeron del 20 por ciento en el 2000 al 19 por ciento en el 2009.
• En Perú cayeron del 23 por ciento en el 2000 al 20 por ciento en el 2009.
Parte de esa reducción se debe al hecho de que los países latinoamericanos cada vez se compran más productos entre sí, y compran más productos que antes a China. Según el Atlas del Comercio Mundial, las importaciones mexicanas procedentes de China aumentaron desde el 2 por ciento de las importaciones totales del país hace una década al 14 por ciento en la actualidad, mientras que las importaciones de Brasil procedentes de China aumentaron del 2 al 12 por ciento, las de Argentina del 5 al 12 por ciento, las de Chile del 6 al 13 por ciento y las de Perú del 4 al 15 por ciento durante el mismo período.
A primera vista, estas cifras no presagian nada bueno para la promesa del presidente Obama de duplicar las exportaciones estadounidenses en los próximos cinco años.
El Hemisferio Occidental --incluyendo a Canadá-- representa alrededor del cuarenta por ciento de las exportaciones estadounidenses, y el rápido crecimiento económico de la región debería convertir a la región en un destino clave para los productos estadounidenses.
Pero los funcionarios del gobierno de Obama señalan que la situación es mucho mejor para Estados Unidos de lo que sugieren estas últimas cifras.
En primer lugar, dicen, las exportaciones estadounidenses a la región están aumentando mucho. En la última década, las exportaciones estadounidenses a Sudamérica han aumentado un 94 por ciento, mientras las exportaciones estadounidenses a Centroamérica han aumentado en un 76 por ciento, y las exportaciones a México un 16 por ciento.
En segundo término, las exportaciones estadounidenses no compiten con las chinas, explican. Mientras Estados Unidos vende productos de alta tecnología tales como aviones y equipamiento médico a la región, China vende artículos de consumo como ropa y artículos electrónicos.
En tercer lugar, cuando los países en desarrollo crecen, crean clases medias más grandes que usualmente hacen aumentar las importaciones de productos de consumo chinos. El pastel de la economía latinoamericana está creciendo, y todo el mundo se beneficia de ello, concluyen.
El subsecretario de Comercio estadounidense, Francisco Sánchez, me dijo en una entrevista que ``nos está yendo muy bien en aquellos sectores en los que históricamente nos ha ido bien'' en Latinoamérica.
``No hemos perdido cuota de mercado en los productos que vendemos en la región'', agregó Sánchez. ``Nuestras exportaciones a Latinoamérica están creciendo más rápidamente que nuestras exportaciones a otras partes del mundo''.
Y es probable que eso siga ocurriendo, dijo Sánchez. El gobierno de Obama está incrementando las misiones comerciales a Latinoamérica y a otras partes del mundo, y aumentando su apoyo a los exportadores estadounidenses, señaló.
Mi opinión: Si el gobierno de Obama quiere cumplir con su promesa de duplicar las exportaciones de Estados Unidos en los próximos cinco años, tendrá que abrir nuevos mercados. Hasta el momento, no ha hecho gran cosa al respecto.
La Casa Blanca aún debe conseguir que el Congreso apruebe los acuerdos de libre comercio pendientes con Colombia, Panamá y Corea del Sur, y debería buscar nuevos pactos comerciales con otros países. Esa debería ser una de sus principales prioridades después de las elecciones legislativas de noviembre, cuando la política dé un paso atrás y Washington se vea obligada a enfrentar la realidad.
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