Santos ofrece recompensa para quienes entreguen información por cruento ataque guerrilla
El presidente Juan Manuel Santos ofreció el viernes una recompensa de 500 millones de pesos (unos 270.000 dólares) para quienes entreguen información sobre los autores de un ataque de presuntos rebeldes de las FARC en el que fueron muertos 14 carabineros.
Santos, junto a su ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, y mandos militares, viajó en la jornada a la localidad de Florencia, capital del departamento de Caquetá, a unos 380 kilómetros al suroeste de Bogotá.
Al termino del encuentro, Santos anunció la recompensa para la persona que entregue información que “ayude a las autoridades a dar con el paradero del cabecilla del frente 15 de las FARC, alias ‘Wilmer”’, a quien el gobierno atribuye el ataque de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, indicó un comunicado de la presidencia divulgado en un correo electrónico.
Los carabineros murieron la noche del miércoles en una carretera cercana a El Doncello, en el Caquetá, cuando una caravana de cinco vehículos con los policías, de 23 a 27 años, pasó por un camino minado, según explicó a reporteros el comandante de Carabineros, general Santiago Parra.
Al menos siete policías resultaron heridos.
Según Parra, algunos de los policías fueron rematados con tiros de fusil, mientras varios de los cuerpos quedaron incinerados por el fuego que consumió los camiones.
La caravana cumplía labores de patrullaje y venía desde la localidad de Puerto Rico, al norte de Caquetá, rumbo a Florencia.
El secretario de gobierno de Caquetá, Ediberto Endo, dijo que se trató de un campo minado de unos 800 metros de largo y las cargas explosivas eran aproximadamente unas 25.
El funcionario, en entrevista telefónica, aseguró que el último ataque ocurrido en Caquetá y atribuido a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ocurrió el 31 de julio, cuando cinco policías y un militar murieron en una emboscada en la localidad de Solita, al sur del departamento.
Santos ganó las elecciones en una segunda vuelta el pasado 20 de junio, y ese día siete carabineros murieron de modo similar: explotaron minas al paso del camión en que viajaban en una zona del departamento de Norte de Santander, al noreste colombiano. Ese ataque fue atribuido por la policía a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que tradicionalmente ha tenido presencia en aquella zona.
En la jornada, 11 presuntos miembros del ELN murieron en un bombardeo de la fuerza aérea a un campamento insurgente en una zona rural del municipio de Saravena, en el departamento de Arauca y a unos 350 kilómetros al noreste de Bogotá, dijo en entrevista telefónica el general Javier Fernández, comandante de la VIII División del ejército, con jurisdicción en la zona
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