domingo, 24 de abril de 2011

El nuevo ridículo de López Obrador

El nuevo ridículo de López Obrador

Ojo por ojo

Álvaro Cueva

Yo pensaba que nadie tenía peores asesores en materia de comunicación que Felipe Calderón, pero me equivoqué, lo que está haciendo Andrés Manuel López Obrador es de risa loca.

¿Y qué está haciendo? El ridículo con una precampaña hacia las elecciones de 2012 que tiene como nombre lo que bien podría ser el título de una pésima telenovela de Televisa o Azteca: Morena (Movimiento de Regeneración Nacional).

¿A quién se le pudo haber ocurrido algo tan barato? Hasta parece tarea de estudiantes de comunicación, reprobados, de principios de los años 80.

¿Morena qué? ¿Morena cómo? Y lo peor es que este bendito concepto viene acompañado de un espantoso musical que se presenta en los tiempos oficiales del IFE con la presencia protagónica de una nena en minifalda tipo Patricia Manterola.

¿Por qué si el señor López Obrador odia tanto a Televisa hace exactamente lo mismo que sus productores?

Su campaña es basura, es material hueco entre lo hueco, no dice nada, no propone nada, no sirve para nada.

Si usted va caminando por la calle y de repente lo escucha, le juro que va a pensar que se trata del nuevo sencillo de algún grupo viejo que está luchando por su reencuentro.

Es la típica cancioncita pegajosa, mensa, de toda la vida. La voz es horrenda, la mezcla, fea, y la letra no va hacia ningún lado.

Me extraña que don Andrés Manuel, con tantas estrellas musicales que tiene en sus filas, verdaderas luminarias que le podrían componer o interpretar lo que quisiera, acabó aceptando esto de Byron Barranco, un hombre con cero influencia en la industria del espectáculo.

Para que usted se dé una idea de la monstruosidad de la que le estoy hablando, la cancioncita de López Obrador dice Morena como 400 veces y entre Morena y Morena mete unas frases como para caer al suelo y convulsionarse por su obviedad:

“Vamos unidos a la faena por la regeneración total”, “para lograrlo se necesita nomás tu credencial de elector”, “piensa en la patria, recapacita, usa tu voto libertador”.

No y ni le platico del video, es como una producción de rancho que, en lugar de responderle a los megaspots de políticos como Enrique Peña Nieto, hace lo mismo, pero peor.

Si Peña Nieto nos vendía su informe de gobierno, viajando en camioneta de lujo y sentado al lado de un periódico doblado donde se leía algo malo de Felipe Calderón, ¿qué nos está vendiendo El Peje?

La imagen de un microbús lleno de morenos guapachosos que al llegar a una esquina se topa con un letrero que dice: “No doblar a LA DERECHA”.

No es broma, le juro que es verdad. Hacer un análisis imagen por imagen de este material es más divertido que ir a cualquier show de comediantes.

La bronca es que no se trata de ningún chiste, que don Andrés Manuel se está montando en esto sin que nadie le diga nada, que su movimiento no tiene nada de movimiento y que su bromita hace mención a cuestiones bastante delicadas.

Deje usted que en un fragmento de este himno se diga: “Si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa”, lo cual es una afirmación como para que el consorcio de Emilio Azcárraga meta un extrañamiento ante el IFE o haga algo peor.

Si uno revisa la letra de “Morena”, ahí se insinúa que si López Obrador no gana, es fraude, y se confunde a la gente convocándola a una suerte de organización que debe estar por encima de todo, mientras se usan las palabras paz y fe.

¿Qué es lo que nos espera para 2012 si Andrés Manuel no gana? ¿Más “resistencia pacífica”? ¿Más calles bloqueadas? ¿Otro sexenio detenido por el tema de los
espurios?

¿A nadie se le ha ocurrido que a lo mejor este señor pudiera perder legítimamente?

Lo más triste, insisto, es que más allá de este numerito cómico, mágico, musical, Morena es un concepto tan profundo como los programas de Laura Bozzo.

¿En qué consiste? ¿Quién lo paga? ¿Cómo se va a implementar? ¿Tiene algún objetivo que no tenga que ver con acabar con Televisa?

Esto es tan enfermo que si uno se mete a la página de Morena en internet, en lugar de encontrar contenidos, encuentra una solicitud que nos invita a poner nuestros datos más íntimos en algo que quién sabe qué será.

¿Ahora entiende cuando le digo que Andrés Manuel López Obrador tiene peores asesores que Felipe Calderón?

Así no se pueden hacer las cosas. Así no sirven. ¿O usted qué opina?

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