jueves, 9 de junio de 2011

¿Pablito se clavó un clavito?

¿Pablito se clavó un clavito?

José Cárdenas
Las consignaciones del “empresario” Jorge Hank Rhon y el ex gobernador chiapaneco Pablo Salazar Mendiguchía no sólo son espectaculares. Traen mucho filo.
Por el tijuanazo, Hank quedó a la sombra de El Hongo, el penal de Tecate. Por el chiapanecazo, Salazar está guardado en El Amate, más frondoso sólo de nombre, en Cintalapa, Chiapas.
La SIEDO decidió ir con todo en su investigación contra el dueño del Grupo Caliente: acopio de armas (sólo diez de las 88 estaban registradas) y abrir una investigación sobre crimen organizado. La PGR se desistió de solicitar el arraigo para “no meterle más ruido al chicharrón”.


Abogados y no, estiman que Hank no quedará libre de inmediato, pero sí pronto. Pasando el 3 de julio, después de los comicios mexiquenses, habrá más claridad. Mientras, Eruviel Ávila (PRI-Verde-Panal) suplica que en las detenciones no haya tintes políticos ni electorales. El infierno está empedrado de buenos deseos.
En el caso Hank, no bastará la técnica jurídica para defenderlo. Ni objetar los procedimientos de su aprehensión ni las garantías violadas para debilitar las pruebas en su contra.
El PRI, flojito y cooperando.
En el chiapanecazo, el punch de la imputación contra Pablo Salazar se percibe hasta en lo abultado del expediente. Le dejaron caer 21 tomos con nueve mil fojas y cinco averiguaciones previas. Un rosario de delitos. Se incluye fraude por el cobro indebido de 104 millones de pesos en seguros para 58 ex funcionarios de su gobierno. También, el desvío de mil millones de pesos, parte de 11 mil provenientes de fondos de reconstrucción para paliar los daños causados por el huracán Stan, en 2005.
¿Pablito se clavó un clavito?
Es conocido el conflicto de Pablo con Juan Sabines, sucesor en el cargo. Son los mejores enemigos.
También lo persigue la sombra de Gregorio Sánchez Martínez, el ex alcalde de Benito Juárez (Cancún), que tiene nombre de huracán. Salazar fue su cercano asesor. Greg y Pablo comparten algo más que el gusto por los cánticos cristianos. Greg Sánchez es otro fruto podrido del PRD, Convergencia y PT. ¿También Pablito?
En la reacción pública de ambas consignaciones predomina una percepción: se trata de venganzas políticas con chanfle electoral.
Pero no de actos de justicia.
El respetable público ha tenido, esta semana, un anticipo del diluvio que viene. Ahora ya no sorprenderían calambres judiciales, por ejemplo, contra Mario Marín (por encubrir a pederastas), Ulises Ruiz (por transa y quizás homicida), Arturo Montiel (por enriquecimiento “explicable”), Ismael Hernández Deras (por andar de tapadera de El Chapo) o Eugenio Hernández Flores (por oler a narcoazufre).
MONJE LOCO. Algunos niños creen que, del sabadazo a la fecha, ocurren actos normales en un país decidido a hacer de la legalidad una forma de vida. Ojalá sí, pero sólo ellos lo creen. Nadie más. Por desgracia. Ya se sabe, ya se supo…

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