jueves, 2 de junio de 2011

País de jodidos

País de jodidos

El secretario de Hacienda decidió no pelear tras su afirmación.

David Páramo

Ernesto Cordero muestra una realidad que, simple y sencillamente, no le gusta a la mayoría de los mexicanos. A quienes sin argumentos linchan en las redes sociales y los políticos quienes tratan de obtener alguna clase de lucro.

El martes el secretario de Hacienda no dijo nada nuevo. De acuerdo con las mediciones internacionales de Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional México es un país de ingresos medios… En los últimos dos días las críticas han arreciado en contra de este hombre. ¿Si no lo hubiera dicho habría cambiado la realidad nacional? Efectivamente, desde hace ya bastante tiempo el país tiene esta clasificación a pesar de que tiene gravísimos problemas de pobreza. Ni se trata de un contrasentido ni un error decir que el país es de ingresos medios con un grave problema de pobreza que, contrariamente a la leyenda popular, ha venido disminuyendo durante los últimos años gracias a una mezcla de políticas económicas correctas como es el férreo combate a la inflación y la recuperación del crédito, uno de los mejores caminos para obtener prosperidad.

¿Qué no le gustó a los críticos de Cordero? ¿Fue, acaso, que dijera la verdad o que el país esté mejorando? Durante muchísimos años los políticos han lucrado con la pobreza. Los perredistas, quienes llegaron a tener como lema “primero los pobres” o los priistas que gobiernan la mayoría de los municipios y estados que, sin datos duros, aseguran que ha crecido la pobreza. En caso de que eso fuera cierto, pues ellos también tendrían una gran responsabilidad.

El secretario de Hacienda, quizá equivocadamente, decidió no pelear tras la afirmación, cierta desde el punto de vista de la realidad, que en México hay una gran cantidad de personas que ganan seis mil pesos con los que tienen que pagar créditos bancarios, hipotecarios y llevar a sus hijos a la escuela. Antes de rasgarse las vestiduras voltee a ver a su alrededor. Antes de tres personas encontrará alguien que se ajusta a esa descripción.

La mayoría de las acciones de Infonavit, dirigido por Víctor Borrás, y de los acreditados de Bancomer, que encabeza Ignacio Deschamps, tienen salarios que rondan los seis mil pesos.

De acuerdo con el INEGI las personas que ganan alrededor de seis mil pesos se encuentran entre los deciles 4 y 6 de ingresos y equivalen a ocho millones de hogares. Poco más de 835 mil personas de este conjunto recibieron créditos hipotecarios, la mayoría a través de Infonavit, Fovissste y Fonhapo, seguidos con unos 165 mil que obtuvieron un crédito en el sistema financiero formal. El 35% de los hogares, 2.8 millones, tienen créditos automotrices. Más de 387 mil de estas familias tienen, por lo menos, un hijo en la educación privada.

Quienes critican a Cordero lo hacen porque están aferrados a ver jodido a México, un país postrado que no prospera o porque así creen que aumentan sus posibilidades de ganar las elecciones.

Extraña defensa

Teléfonos de México, a través de sus voceros oficiales y otros, ha hecho algunas afirmaciones extrañas. No les pareció “justo” que la SCT les negara la posibilidad de dar video porque no cumple con el Acuerdo de Convergencia: En todo momento Dionisio Pérez-Jácome y el grupo de abogados que le asistió actuaron apegados a derecho y sin ninguna inclinación que no fuera el estricto apego al Estado de derecho. Hay quienes están muy preocupados por la caída de las acciones de esta empresa y su eventual impacto en la Bolsa Mexicana de Valores. Seamos claros, el mercado mexicano de valores no es un termómetro de la economía nacional, puesto que tiene un pequeño grupo de empresas cotizadas y verdaderamente pocos inversionistas. Más allá, a pesar de la baja que han registrado las acciones de la telefónica, la variación en precio es similar al alza que tuvieron cuando los inversionistas supusieron, con base en lo declarado por la empresa, que podrían dar servicios de video.

Nueva sanción

La Comisión Federal de Competencia, encabezada por Eduardo Pérez Motta, estableció una nueva sanción en contra de Telmex bajo el argumento de que durante siete meses (entre 2007 y 2008) se negó a interconectar a una filial de Telefónica México, presidida por Francisco Gil Díaz. Como le hemos señalado en esta columna, Dionisio Pérez-Jácome basó su resolución en dos puntos jurídicos: El primero en que las opiniones de la Cofetel no son vinculantes para la SCT y que Telmex no cumple con el Acuerdo de Convergencia.

Perfecto molesto

Fernando Perfecto no es, ni de cerca, el mejor de los secretarios generales que ha tenido ASPA y de hecho ha caído en actitudes francamente irracionales en el caso de Mexicana; sin embargo, en la relación que tiene con Aeroméxico gran parte del problema se concentra en que los sindicalizados aseguran que son tratados de una manera soberbia y prepotente por parte de la dirección de la línea aérea que dirige Andrés Conesa.

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