martes, 2 de agosto de 2011

EEUU se plantea subir impuestos modificando el cálculo de la inflación

La Casa Blanca estudia modificar el índice de precios para hacer menos impopulares algunas de sus medidas de reducción del déficit.


HUGO BALDASANO

El Gobierno estadounidense de Barack Obama está considerando cambiar la manera en que se calcula el índice de precios, denominado CPI (Consumer Price Index) en EEUU, el equivalente al IPC español. En la mayoría de países, el sistema monetario está monopolizado por el gobierno con regulaciones, para producir una continua subida de precios. Y también se usa el índice de precios oficial para actualizar los sueldos. Por lo tanto, su cálculo es vital para la actualización de la capacidad adquisitiva de todos los asalariados y pensionistas.

Tras 3 años en la peor crisis económica de las últimas décadas y con la Reserva Federal inyectando dinero en cantidades nunca vistas, los políticos de Washington están estudiando actualizar el método mediante el cual se obtiene el CPI. Según alegan, el método actual calcula una subida de precios mucho más alta de la real y, por lo tanto, los salarios y las pensiones suben más de lo que deberían.

Como parte de las negociaciones sobre el límite de la deuda se está estudiando un informe de las agencias gubernamentales Congresional Budget Office y Joint Comittee on Taxation para introducir lo que llaman el chained consumer price index, una nueva manera de calcular el índice de precios. Según este informe, el Gobierno se ahorraría en 10 años 112.000 millones de dólares en pagos por la Seguridad Social, aumentaría los impuestos en 60.000 millones y reduciría en 24.000 millones las pensiones y los beneficios a los militares veteranos. Basándose en esto, el informe recomienda adoptar la medida.

Republicanos y demócratas

La propuesta tiene apoyos tanto entre los legisladores demócratas como republicanos. James Horny, del Center for Budget and Policy Priorities, un think tank demócrata, asegura: "Ciertamente es algo que se está considerando. Hay alguna duda sobre si sería fácil de aprobar políticamente". Pero la realidad es que este tipo de medidas son difíciles de entender por la población y, por tanto, políticamente mucho más rentables que directamente subir los impuestos o cortar las pensiones, aunque al final producen el mismo efecto.

Los republicanos podrían venderla como un triunfo por haber conseguido reducir las ayudas sociales, mientras que los demócratas podrían argumentar que han conseguido aumentar los impuestos.

Historia del CPI

No es la primera vez que se cambia el método para calcular el índice de precios. Kevin Philips, asesor de Richard Nixon durante los años 70, explica como, debido a la estanflación que el país sufría en ese periodo, el presidente pidió al entonces presidente de la Reserva Federal, Athur Burns, separar el índice de precios entre core inflation y headline inflation. Éste último es el método tradicional usado hasta el momento, mientras que la core inflation excluía los productos más problemáticos de ese momento, comida y energía, bajo el argumento de su volatilidad. El comentarista económico Barry Ritholz bromea diciendo que el core inflation es la inflación sin contar la inflación.

A partir de entonces el índice core inflation ha sido adoptado por numerosos economistas y académicos, como por ejemplo Mark Zandi, economista-jefe de Moody's Analytics o el comentarista político Paul Krugman. Argumentan que excluir la subida de precios de la comida y la energía refleja mejor las compras típicas del ciudadano medio.

Pero Nixon no fue el único. De hecho, desde que se eliminó el último enlace con el oro del sistema monetario con el fin de Bretton Woods al inicio de la década de los setenta y los bancos centrales del mundo dedicaron a crear inflación monetaria, se ha ido cambiando el sistema de medir los precios recurrentemente, siempre para reflejar una menor subida de precios.

De esta manera, en 1983 se decidió eliminar el precio de los pisos del CPI, porque la administración Reagan argumentó que estaba sobreestimando la subida de precios. Curiosamente, a finales de los 80 llegó la crisis llamada Savings and Loans, cuya causa principal fue la exposición de muchos bancos a una burbuja inmobiliaria, que no fue detectada por el CPI debido al cambio.

Durante los 90, la administración de Bill Clinton introdujo aún muchos más cambios, substitución de productos, cambios geométricos y el método hedónico. El economista John Williams publica en su página web, shadowstats.com, el índice de precios tal como sería con el método de cálculo previo a todos estos cambios.

Como se puede ver, el método antiguo de calculo de los precios indica subidas de precios mucho mayores que el método moderno y, por lo tanto, si se hubiera mantenido la actualización de sueldos y pensiones hubiera sido mayor, ya que todos y cada uno de los cambios introducidos desde la introducción del sistema de monedas flotantes han ido destinados a estimar a la baja la subida de precios.

Diversos economistas apuntan a este hecho como la causa principal de que las clases medias y bajas hayan perdido poder adquisitivo desde el inicio de la expansión inflacionaria por los bancos centrales a partir de los 70. De hecho, en la siguiente gráfica se puede ver como antes de la aplicación de los cambios, los aumentos de la masa monetaria producían un aumento del índice de precios, con un retardo debido al tiempo que tarda la masa monetaria en circular. En cambio a partir de los años setenta y los nuevos métodos hay una desconexión.

Calculo del índice de precios

El debate académico sobre qué índice refleja exactamente lo que cada uno considera los precios medios es inacabable y con opiniones de todos los colores. Muchos economistas han abrazado los métodos estadísticos introducidos por el presidente Nixon y sus sucesores.

Aunque podría parecer trivial, establecer un índice de precios es complicado y a menudo incluso subjetivo. Por ejemplo, en China la comida pondera un 34% mientras que en USA lo hace un 13'7%. Que haya una diferencia tiene sentido, porque en un país más pobre como China la población se ve obligada a dedicar una mayor parte de sus ingresos a la comida, mientras que en USA pueden disfrutar de mayor poder adquisitivo y la comida representa una porción menor del gasto. Pero establecer exactamente la composición y peso de cada artículo de la cesta de precios es complicado. Hay diferentes métodos estadísticos y a menudo también presiones políticas.

En concreto, el cambio propuesto esta vez, el chained consumer price index es un nuevo método estadístico para calcular la substitución de productos por parte del consumidor, a menudo debido a cambios en el precio. Así, si el precio del bistec sube, se supone que la gente buscará substitutos más baratos, como por ejemplo hamburguesas. El índice de precios dejará de tener tanto en cuenta el precio del bistec para fijarse más en el precio de las hamburguesas.

Pero las presiones políticas para disimular los efectos de la inflación monetaria no son únicas de Estados Unidos. Se han extendido por todo el mundo, incluida España. El caso más extremo se ha visto quizás en Argentina donde el Gobierno ha denunciado a entidades que publicaban un índice de precios alternativo al del gobierno debido a que creían que estaba muy manipulado. De hecho la propia Reserva Federal ha empezado a aprobar normativas para limitar las opiniones de sus miembros a las estrictamente oficiales.

Desde el cambio del sistema monetario en los años setenta, cada vez que los bancos centrales han reaccionado inyectando dinero, el Gobierno ha cambiado la manera de calcular el índice de precios a la baja. La propia Reserva Federal finalmente ha empezado a advertir que las presiones inflacionarias están empezando a desbocarse, así que no es extraño que el Gobierno estadounidense esté probando de nuevo de cambiar el método de calculo del índice de precios, ya que, junto con control de precios, han sido las medidas tradicionales que han tomado para ocultar la situación. La resolución final dependerá de las negociaciones con los republicanos para aprobar la subida del límite de la deuda.

Zapatero y Obama: atándoles las manos a los derrochadores

2-VIII-2011

EDITORIAL

&quote&quoteSi algo nos han demostrado los casi tres años de Gobierno de Obama es que los planes de estímulo del sector público, responsables en gran medida de la deficitaria situación del presupuesto, han sido del todo inútiles para reanimar la economía.

Aunque el acuerdo sobre el techo de deuda alcanzado entre republicanos y demócratas suene a poco y no solucione los problemas financieros del país, es muy probable que los republicanos no hubiesen podido conseguir mucho más de un Partido Demócrata y de un Obama que llevan en su ADN la obsesión por el gasto público. El timorato programa de austeridad que se ha aprobado no supone ninguna panacea para un país cuya deuda pública está a punto de alcanzar el 100% del PIB, pero al menos sí ralentiza el ritmo al que se estaba aproximando a una situación realmente insostenible. Aun así, y precisamente por lo parco del ajuste, resulta bastante probable que las agencias de rating acaben degradando la calificación de la deuda soberana estadounidense.

Si algo nos han demostrado los casi tres años de Gobierno de Obama es que los planes de estímulo del sector público y la renuencia a adoptar medidas de contención del gasto, responsables en gran medida de la deficitaria situación del presupuesto, han sido del todo inútiles para reanimar la economía. Ayer mismo conocimos que la actividad fabril del país volvió al nivel más bajo de los dos últimos años; un negativo dato que llega una semana después de que conociéramos que el crecimiento de la economía durante el segundo trimestre del año también fue sustancialmente menor del esperado.

Esta fragilidad del gigante estadounidense y el riesgo de que su deuda fuera degradada reforzaron los temores sobre un estancamiento de la economía internacional, lo que tendría una pésima influencia sobre los eslabones más débiles de la misma: por ejemplo, España. Nuestro país, ayuno de reformas y de auténticas medidas de austeridad, necesita desesperadamente que la demanda externa lo saque del atolladero, pero esta demanda externa depende críticamente de la buena salud del resto de países.

Es lo que tiene habernos jugado el futuro de nuestro crecimiento, de nuestro empleo y de nuestras finanzas públicas a la sola carta de la recuperación internacional. Deberíamos tomar nota de lo que ha sucedido en Estados Unidos: tampoco a ellos, con una economía infinitamente más flexible y libre que la nuestra, les ha servido de nada gastar más de lo que ingresan. Y aunque aquí no tengamos a ningún Tea Party, los inversores extranjeros sí vigilan de cerca nuestra situación y restringen las ansias derrochadoras de Zapatero: ayer, sin ir más lejos, le confirieron la peor nota, en forma de prima de riesgo, desde la creación de la zona del euro. El tiempo de descuento hasta las próximas generales no debería frenar ni un minuto las cada vez más inaplazables reformas que necesitamos.

Los estigmas arrojadizos

BREIVIK

Por Eduardo Goligorsky

Los buenistas están de parabienes. El asesino de masas Anders Behring Breivik ha justificado sus actos aberrantes alegando que los ejecutó para combatir el multiculturalismo y el fundamentalismo islámico.

Ergo, ellos arrojan sobre todos quienes criticamos razonadamente el uno y el otro, el estigma que recae con justicia sobre el matarife noruego. Es una estratagema perversa, ideada para silenciar un debate indispensable. Ni Oriana Fallaci ni Giovanni Sartori comparten estigmas con Breivik.

Un arma de doble filo

La atribución de culpas por asociaciones o por analogías ocasionales ha sido siempre una de las armas favoritas de los macartistas de derecha e izquierda, pero tiene doble filo. Tomemos, por ejemplo, dos partidos políticos. Ambos ostentan en su denominación la palabra "socialista" y ambos dicen representar a los obreros de su país, en un caso, y a los trabajadores del suyo, en otro. Si nos guiáramos por las apariencias, ambos deberían estar emparentados. Sin embargo, a ningún estudioso serio se le ocurriría buscar afinidades entre el Partido Socialista Obrero Español y el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes, o Partido Nazi, aunque son casi homónimos. Tampoco a mí, que jamás he ocultado mis discrepancias con los nacionalistas, se me ocurriría arrojarles el estigma de una identificación con el pensamiento de Breivik, a pesar de que éste reivindicó la importancia de declararse nacionalista sin miedo:

La raíz de los problemas de Europa es la falta de autoconfianza cultural (nacionalismo). La mayoría de gente aún tiene miedo de las doctrinas políticas nacionalistas, pensando que si abrazamos otra vez estos principios aparecerán de repente nuevos Hitlers e iniciarán el Armagedón (...) El miedo irracional al nacionalismo nos está impidiendo evitar nuestro suicidio nacional/cultural mientras la invasión islámica avanza.

Un manifiesto plagiado

En verdad, el manifiesto del asesino Breivik tiene puntos de contacto, directos o indirectos, con otras corrientes de opinión que nuestra sociedad acepta como legítimas y que, en algunos casos, incluso llega a idealizar. Es el caso de otro manifiesto, el de Ted Kaczynski, conocido como el Unabomber, quien entre 1975 y 1995 envió 16 bombas a universidades y líneas aéreas, con un balance de 3 muertos y 23 heridos. Kaczynski puso como condición, para poner fin a su carrera terrorista, que el New York Times y el Washington Post publicaran su filípica titulada La sociedad industrial y su futuro, cuyo contenido podría ser suscrito, en gran parte, por los ecologistas, los antiglobalizadores y los "indignados".

Si bien es cierto que el Unabomber se ensaña con los izquierdistas, especifica que no se refiere a los socialistas del siglo XIX y comienzos del XX, sino a los actuales, que acatan el imperio de lo que para él es el mal supremo: la tecnología, con su corolario, la sociedad industrial. Dos abominaciones "que infligen grave daño al mundo natural", en consonancia con la filosofía de Los Verdes. Su texto es una apología del arcaico patriarcado. Descubierto en la cabaña remota donde vivía, sin electricidad ni agua corriente, fue condenado a cadena perpetua irredimible. Pero lo más revelador es que, según quienes han tenido la ocasión de comparar el manifiesto de Kaczynski con el del asesino Breivik, el segundo es prácticamente un plagio del primero, en el que se limita a reemplazar la palabra "izquierdista" por "multiculturalista". Aun así, quien intentara sacar una conclusión denigratoria mediante el entrecruzamiento de datos sobre Breivik, Kaczynski y los ecologistas, antiglobalizadores e "indignados", estaría arrojando estigmas con la misma mala fe con que proceden quienes asocian con Breivik a los adversarios del multiculturalismo y el fundamentalismo.

Las milicias armadas

Otro terrorista que la prensa rescató del olvido después de la matanza de Noruega fue Timothy McVeigh, quien el 19 de abril de 1995 hizo estallar una furgoneta cargada de explosivos frente al Edificio Federal Alfred P. Murrah de la ciudad de Oklahoma, que albergaba oficinas del FBI y una guardería para hijos de los empleados. Murieron 168 personas, incluidos 19 niños, y hubo 400 heridos. McVeigh fue detenido por un policía poco después de cometer el atentado y el 13 de junio de 1997 fue declarado culpable y condenado a muerte. Ya antes, el presidente Bill Clinton había causado revuelo entre los buenistas de aquella época al advertir que los fiscales pedirían la pena de muerte y al promover el endurecimiento de las leyes antiterroristas. McVeigh fue ejecutado mediante una inyección letal el 11 de junio del 2001. Su cómplice Terry Lynn Nichols, que no estuvo presente en el momento de la explosión, fue sentenciado a cadena perpetua por 160 cargos de homicidio.

El caso McVeigh también se prestó para el reparto de estigmas. Las milicias armadas, que son un fenómeno peculiar de Estados Unidos, con sus nutridos arsenales, sus uniformes, sus maniobras militares y sus discursos patrióticos, se pusieron en pie de guerra contra el Gobierno federal, al que acusaron de haber urdido un complot para prohibir el libre comercio de armas y despojar de sus poderes a los estados de la Unión. Cosa curiosa, quienes así argumentaban se convertían en los más acérrimos defensores de la Constitución de Estados Unidos, cuya Segunda Enmienda garantiza el derecho de todos los ciudadanos a poseer armas. Además, adelantándose en esto a los secesionistas catalanes, amenazaron con la objeción fiscal.

La bestia negra

Como de costumbre, la pseudoprogresía desempolvó el discurso libertario del que tanto provecho sacan los terroristas. Para Noam Chomsky y para el exquisito novelista Gore Vidal, Clinton se convirtió en la bestia negra cuyo único objetivo consistía en recortar las libertades civiles. El profesor James Q.Wilson, intervino en este debate desde la revista Time, que dedicó su portada del 1/5/1995 a la fotografía de Timothy McVeigh con el título: La cara del terror. Escribió el profesor Wilson:

Las normas de inteligencia que guiaban las operaciones del FBI no habrían impedido la infiltración en el grupo responsable del atentado terrorista si alguien se hubiera enterado de lo que estaban planeando. Pero el FBI ha sido sacudido tantas veces por presiones políticas antagónicas –"¡Detened el terrorismo!" "¡Proteged las libertades civiles!"– que quizá muchos de sus altos cargos han tenido una comprensible reacción burocrática: "¿Quién quiere líos? Ante una duda, desentenderse.

Pienso que el FBI ha impedido muchos atentados terroristas, incluso con bombas, porque se ha infiltrado en grupos que, a su juicio, podían cometer actos violentos. No puede jactarse de ello, porque si lo hiciera desvelaría sus métodos y alertaría a los implicados. No sé si ha impedido tantos como habría podido frustrar si sus miembros hubieran actuado con más entusiasmo que cautela en la tarea de inteligencia dirigida contra objetivos políticos delicados.

El terreno de los demagogos

Volvamos al asesino Breivik. Sus diatribas contra el multiculturalismo y el fundamentalismo islámico están tan impregnadas de irracionalidad como lo estaban las del Unabomber contra la sociedad industrial y la tecnología, y las de Timothy McVeigh contra el Gobierno federal de Estados Unidos. Y están tan alejadas de los razonamientos escrupulosamente fundamentados de Oriana Fallaci o Giovanni Sartori, como las fabulaciones del mago Rappel lo están de las elucubraciones del científico Stephen Hawking. Introducirlas, por tanto, en el debate, equivale a transladarlo a un terreno donde los demagogos y los enredadores juegan con ventaja para arrojar sus estigmas y descalificar a sus adversarios sin siquiera dejarles abrir la boca.

Leer a Sartori ayuda a salir de las tinieblas de los discursos racistas y xenófobos, tan ajenos a nuestra civilización como lo es su imagen invertida, el fundamentalismo islámico. Y nos ayuda a evadirnos también de la encerrona progre, obstinada, por ignorancia, fobia o frivolidad, en entregarnos desarmados a quienes no se recatan de presentarnos como sus enemigos seculares, los Cruzados. Escribe Sartori (La sociedad multiétnica, Taurus, 2001):

La ley coránica no reconoce los derechos del hombre (de la persona) como derechos individuales universales e inviolables; otro fundamento, añado, de la civilización liberal (...) El occidental no ve al islámico como un "infiel". Pero para el islámico el occidental sí lo es (...) La pregunta es: ¿hasta qué punto una tolerancia pluralista debe ceder no sólo ante "extranjeros culturales" sino también ante abiertos y agresivos "enemigos culturales"? En una palabra, ¿puede aceptar el pluralismo su propia quiebra, la ruptura de la comunidad pluralista? (...) El que una diversidad cada vez mayor y, por tanto, radical y radicalizante, sea por definición un "enriquecimiento" es una fórmula de perturbada superficialidad. Porque existe un punto a partir del cual el pluralismo no puede y no debe ir más allá; y mantengo que el criterio que gobierna la dfícil navegación que estoy narrando es el de la reciprocidad y una reciprocidad en la que el beneficiado (el que entra) corresponde al benefactor (el que acoge), reconociéndose como beneficiado, reconociéndose en deuda. Pluralismo es, sí, un vivir juntos en la diferencia y con diferencias; pero lo es, insisto, si hay contrapartidas. Entrar en una comunidad pluralista es, a la vez, un adquirir y un conceder. Los extranjeros que no están dispuestos a conceder nada a cambio de lo que obtienen, que se proponen permanecer como "extraños" en la comunidad en la que entran hasta el punto de negar, al menos en parte, sus principios mismos, son extranjeros que inevitablemente suscitan reacciones de rechazo, de miedo y de hostilidad.

Una lucha cultural anti-establishment

Sartori, buen conocedor del medio universitario norteamericano, donde se desempeña como profesor, explica por qué la versión dominante del multiculturalismo es antipluralista:

Sus orígenes intelectuales son marxistas. Antes de llegar a Estados Unidos y de americanizarse, el multiculturalismo arrancó de neomarxistas ingleses, a su vez fuertemente influidos por Foucalt; y se consolida en los colleges, en las universidades, con la introducción de "estudios culturales" cuyo enfoque se centra en la hegemonía y la "dominación" de una cultura sobre otras. También en América, pues, los teóricos del multiculturalismo son intelectuales de amplia formación marxista, que quizás en su subconsciente sustituyen la lucha de clases anticapitalista por una lucha cultural anti-establishment que les vuelve a galvanizar (...) Resulta así que los marxistas americanos llegan a un multiculturalismo que niega el pluralismo en todos los terrenos: tanto por su intolerancia, como porque rechaza el reconocimiento recíproco y hace prevalecer la separación sobre la integración (...) El proyecto multicultural sólo puede desembocar en un "sistema de tribus", en separaciones culturales desintegrantes, no integrantes.

Sólo a un arrojador profesional de estigmas se le puede escapar la diferencia abismal que separa la argumentación rigurosa de Giovanni Sartori, por un lado, del delirio paranoico del asesino Breivik, por otro. Y sólo a nuestro siempre desnortado José Luis Rodríguez Zapatero se le puede ocurrir, entre los últimos estertores de su desdichado ciclo, proponer, delante de un atónito primer ministro británico, la promulgación de una ley contra la xenofobia. Si dicha ley se aplicara a gusto de Zapatero y de su perenne aliado Recep Tayyip Erdogan, los primeros en ir a la cárcel serían precisamente David Cameron y su colega alemana Angela Merkel, quienes diagnosticaron, de manera rotunda y simultánea, la muerte de la falacia multicultural.

Soluciones reales, no pactos

Techo de deuda

Alberto Acereda 1

&quote&quoteCada vez resulta más claro que es precisamente esa voluntad de la derecha tonta de buscar consensuar cosas con la izquierda política lo que les está llevando a una posible división interna, algo que electoralmente podría beneficiar a Obama.

Hace unos años Margaret Thatcher definió el consenso como el proceso por el que se abandonan los principios, algo en lo que nadie cree pero a lo que nadie se opone. Esa palabra "consenso" ha sido utilizada por Barack Obama bajo el eufemismo de "compromiso equilibrado". Obama sabe por las encuestas que está contra las cuerdas en su fiasco económico y que hasta quienes le votaron en 2008 dudan ya seriamente de su gestión. Lo del "compromiso equilibrado" y los "sacrificios compartidos" le sirve para manipular y culpar a todos menos a sí mismo. Porque el compromiso de Obama consiste en terminar un desacuerdo por medio de exigirle al GOP todo tipo de concesiones a cambio de ninguna por su parte, ni por la de su partido. Esto es lo que hemos vivido en estas últimas semanas con la dichosa deuda nacional y con políticos de uno y otro partido adictos al gasto.

El compromiso de acuerdo alcanzado en Washington no pasa de ser otro inútil pacto de consenso entre la clase política dirigente de uno y otro partido que seguirá perjudicando la economía en lugar de activarla. Obama ve en peligro su reelección y ha presionado aunque la jugada no le haya salido perfecta como él quería. Sabía y sabe a sus adentros que esta es su economía desde su elección en 2008 y la del Partido Demócrata al mando total de las dos cámaras desde las intermedias de 2006 hasta hace apenas siete meses. Tras derrochar casi un billón de dólares en el famoso paquete de "estímulo" económico y tras elevar el gasto y la deuda como nunca antes en la historia de este país, Obama y los demócratas exigieron un compromiso bilateral que ellos mismos negaron a George W. Bush en marzo de 2006: aumentar el techo de la deuda y evitar que EEUU incurra en el llamado default. Obama necesitaba evitarlo porque no quería ser el primer presidente que cargue con este sambenito.

Consciente de que los votantes están hartos del gasto del Gobierno, de un monumental paro y de un lacerado crecimiento económico, Obama se precipitó hace unos días ante los televisores de millones de norteamericanos en un inusual discurso a la nación. Se trató de la escenificación de otra farsa más en la que un presidente narcisista, sectario y demagogo no ofreció ninguna solución real pero volvió a culpar una vez más a la derecha política y en particular al Tea Party de la falta de acuerdo. Lo mismo han hecho los líderes del Partido Demócrata. Los centristas del GOP se asustan de forma incomprensible y es notable ya cierta división interna en la derecha política entre la parte oficialista y acomodada de los republicanos y la más fiscalmente seria del todavía joven Tea Party.

A día de hoy, y gracias al impulso del Tea Party, el GOP intentó tímidamente sacar adelante proyectos de ley con soluciones para hacer frente al problema financiero. El Plan Presupuestario de Paul Ryan y la Ley del "Cut, Cap and Balance" fueron buenos pasos en esa dirección. A todos ellos se opusieron siempre Obama y los demócratas. Lamentablemente, el acuerdo de este fin de semana resulta ser más de lo mismo con otra subida más del techo de la deuda, con nula reducción real del gasto, con la escondida realidad de una futura subida de impuestos y con la amenaza al presupuesto de seguridad nacional.

En clave política, cada vez resulta más claro que es precisamente esa voluntad de la derecha tonta de buscar consensuar cosas con la izquierda política lo que les está llevando a una posible división interna, algo que electoralmente podría beneficiar a Obama. El descontento de los republicanos ligados al Tea Party así lo prueba. Estamos, pues, ante un episodio más del ya largo e histórico debate interno en el GOP. A fin de cuentas, y citando otra vez a Thatcher, "no hay tal cosa llamada sociedad; lo que hay son individuos y familias". Y el pueblo –del que salió el Tea Party– quiere soluciones, no pactos de medio pelo entre políticos de profesión.

Alberto Acereda es catedrático universitario en Estados Unidos y director de The Americano.

El día en que el mundo no terminó

Techo de deuda

Juan Ramón Rallo

&quote&quote¿Qué disciplina le impone a un Gobierno un techo de deuda que sabe que se elevará siempre que lo requiera? ¿Acaso el techo de deuda no debería actuar como límite insuperable y preventivo a su irresponsabilidad y prodigalidad?

Acaso sea la cercanía de 2012 la que lleva a muchos a pronosticar el fin de los tiempos de tanto en tanto. Sabido es que el alarmismo vende y no otra cosa recibimos como moneda de cambio. Tras varias semanas acongojados de que el mundo tal y como lo conocemos iba a concluir, de que corríamos el riesgo de caer en un cataclismo peor que el de Lehman Brothers, al final todo se ha arreglado de la manera en que cualquiera podía esperar que se arreglara desde el comienzo: con un pacto de última hora y a regañadientes que permitiera a los dos partidos aparentar que se han mantenido firmes en sus convicciones, que han cedido un poquito por responsabilidad institucional e interplanetaria y que, en todo caso, los derrotados han sido los otros.

Interesante ópera bufa para quien se la haya creído y la haya disfrutado con una canasta de palomitas en la mano. Pero poco más. Desde el principio, elefantes y burros se arrojaban los tratos a la cabeza por ver quién le dejaba la calderilla al camarero. No otra cosa se dilucidaba. Los planes de republicanos y demócratas eran prácticamente calcados: los primeros pretendían aprobar una reducción del gasto de 1,2 billones de dólares durante los próximos 10 años, crear una comisión que acordara la reducción adicional de de 1,8 billones y elevar el techo de deuda en dos fases, 0,9 billones de inmediato y 1,6 después de reunida la comisión; los segundos, minorar el gasto 1,2 billones durante 10 años, especialmente en las partidas de Defensa (partidas en las que, por cierto, las reducciones vendrán por sí solas, por el progresivo abandono de las contiendas de Irak y Afganistán), reunirse en comisión sin demasiado compromiso para estudiar la viabilidad de los déficits futuros e incrementar de inmediato el techo de deuda en 2,7 billones.

El acuerdo final ha sido una fusión de estos dos mellizos: el gasto se reduce de inmediato en 0,9 billones (un tercio de los cuales proviene del menor gasto en Defensa); antes del 23 de diciembre de este año se votará una reducción consensuada de 1,5 billones; si, como es previsible, la comisión bipartidista no llega a un acuerdo, se procederá automáticamente a reducir 1,2 billones a diez años vista; y el techo de deuda se eleva en 0,9 billones ahora y en 1,5 ó 1,2 billones según lo que suceda el 23 de diciembre. En cualquier caso, como querían los demócratas, se garantiza un incremento suficiente como para que Obama no tenga que responder de sus despilfarros antes de las próximas elecciones.

Pues la cuestión de fondo es: ¿cuándo el Leviatán estadounidense abandonó los últimos resortes de autocontención que le quedaban? El mal no viene de ahora, ciertamente, pero la frivolización del techo de deuda lo ilustra de nuevo. ¿Qué disciplina le impone a un Gobierno un techo de deuda que sabe que se elevará siempre que lo requiera? ¿Acaso el techo de deuda no debería actuar como límite insuperable y preventivo a su irresponsabilidad y prodigalidad? Por lo visto no: un simple maquillaje para hacernos creer que el Estado se encuentra realmente sometido a límite alguno.

Y no, la pataleta de los republicanos ni siquiera puede considerarse una chinita en el camino de Obama hacia el Enorme Gobierno. Tras el acuerdo, en el mejor de los casos, el gasto público se reducirá en 0,24 billones al año... sobre un gasto total de 3,69 billones: apenas un 6,5% (aunque para 2011, no nos asustemos, el comprometido recorte apenas alcanzará los 0,1 billones). O, para que nos entendamos, una magnitud similar a la que el poco o nada derechista Zapatero osó aprobar con el tijeretazo. Pero mientras, el déficit anual sigue disparado en 1,4 billones anuales y el nuevo techo de deuda de 16,5 billones de dólares (el 110% del PIB de EEUU) erosiona cada vez más la solvencia del país.

¿Eso es todo amigos? Sí, eso es todo. Ni demócratas, ni republicanos ni un Tea Party que tiene mucho menos poder del que se le reputa. Al cabo, por lo visto la suspensión de pagos de EEUU iba a hundir a la economía mundial en la mayor depresión que conocieron los tiempos. Será que EEUU no había suspendido previamente pagos en 1971 y 1973, cuando se comprometió a entregarles a los bancos centrales europeos unas ingentes cantidades de oro que jamás llegaron a ver; será que esta suspensión de pagos, resultado de una mera insuficiencia transitoria de liquidez, iba a ser más grave que aquélla, resultado de una irremediable insolvencia; será, en fin, que el establishment ha jugado inteligentemente sus cartas metiéndoles a todos el miedo en el cuerpo. Ah, el miedo: crisis y Leviatán. Han vuelto a ganar, pero ¿en algún momento estuvieron a riesgo de perder?

Juan Ramón Rallo es doctor en Economía, jefe de opinión de Libertad Digital y profesor en el centro de estudios Isead. Puede seguirlo en Twitter o en su página web personal. Su último libro es Crónicas de la Gran Recesión (2007-2009).

La trama de Europa para conquistar el mundo

Europa después de Lisboa / 2

(Imagen: Robert Terrell)

(Imagen: Robert Terrell)

Robert Terrell

La Unión Europea, reforzada por la ratificación irlandesa del Tratado de Lisboa, puede estar en camino de convertirse en una superpotencia mundial. Gideon Rachman expone en Financial Times que el modo de lograr esta ambición es la nueva plataforma que ofrece el G20.

¡Por fin! Irlanda ha ratificado el Tratado de Lisboa y ahora la Unión Europea puede avanzar con su plan para dominar el mundo. Lo más probable es que en cuestión de meses la UE designe un presidente y un ministro de Exteriores. Tony Blair ya está calentado para saltar al terreno de juego y asumir este trabajo de alto nivel. Una serie de candidatos suecos, holandeses y belgas se dan empujones para ocupar el puesto de ministro de Exteriores. La Unión, fortalecida con sus nuevas estructuras de política exterior, reclama que se le considere seriamente una superpotencia mundial. David Miliband, ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, comenta: “No debería existir un G2 integrado por Estados Unidos y China. Debería ser un G3 con la Unión Europea”.

Pero lo que ocurre en Bruselas, o incluso en tratados trilaterales entre Estados Unidos, China y Europa es un espectáculo secundario. La auténtica clave de las ambiciones globales de Europa se encuentra en el G20. Jean Monnet, el padre fundador de la UE, creía que la unidad europea “no era un fin en sí mismo, sino una fase del recorrido hasta llegar al mundo organizado del futuro”. Sus sucesores en Bruselas no mantienen en secreto el hecho de que consideran la marca de gobierno supranacional de la Unión como un modelo global.

El caballo de Troya de Europa

Hace unas semanas, en la última reunión del G20 en Pittsburgh, me sorprendí al darme cuenta de que el G20 es el Caballo de Troya de Europa. El entorno y el ambiente me resultaban extrañamente familiares. Y entonces lo entendí: había vuelto a Bruselas y esto era sólo una versión global de una cumbre de la Unión Europea. La misma ejecución y el mismo formato. La cena de los líderes la noche antes de la cumbre; un día entero negociando un comunicado incomprensible y repleto de tecnicismos; la creación de crípticos grupos de trabajo; las salas de prensa nacionales para las conferencias posteriores a la cumbre. Los líderes europeos están más que familiarizados con estos procedimientos, que resultan bastante novedosos a los líderes asiáticos y americanos, a los que los europeos están enredando cuidadosamente en esta nueva estructura. Al observar a un delegado indonesio deambulando, aparentemente despreocupado, por el centro de conferencias de Pittsburgh, sentí una punzada de lástima. “No sabe dónde se está metiendo”, pensé. “Va a malgastar el resto de su vida debatiendo sobre cuotas de pesca”. (O, al ser el G20, de cuotas de emisiones de carbono). Los europeos no sólo marcaron el tono en el G20, sino que además, dominaron las reuniones, ya que estaban extremadamente representados. Grandes países como Brasil, China, India y Estados Unidos estaban representados con un líder por país.

Los europeos se las ingeniaron para asegurar ocho puestos alrededor de la mesa de conferencia para Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, España, Países Bajos, el presidente de la Comisión Europea y el presidente del Consejo Europeo. La mayoría de los principales funcionarios internacionales presentes también eran europeos: Dominique Strauss-Kahn, Director Gerente del Fondo Monetario Internacional; Pascal Lamy de la Organización Mundial de Comercio; Mario Draghi de la Junta de Estabilidad Financiera. El resultado era que los europeos parecían estar mucho más sintonizados con lo que estaba ocurriendo que algunas de las otras delegaciones. Estaba intentando comprender en las conclusiones de Pittsburgh los nuevos poderes que se le otorgaban al FMI para supervisar las políticas económicas nacionales, cuando me interrumpió una antigua colega de la Comisión Europea, que reconoció de inmediato el lenguaje. “Ah sí”, afirmó, “el método abierto de coordinación”. Pero ¿realmente todo esto importa? Después de todo, las cumbres y las declaraciones de la EU se han convertido en sinónimo de maquinaciones tortuosas e ineficaces que a menudo tienen poco efecto en el mundo real. El proceso que dio lugar al Tratado de Lisboa comenzó hace ocho años. Incluso tras la ratificación de Irlanda, los recalcitrantes gobiernos de la República Checa o Gran Bretaña podrían desbaratar todo el Tratado.

La saga de Lisboa

Sin embargo, la saga de Lisboa también puede interpretarse de otro modo. Una vez que la UE toma en sus garras un asunto, no lo deja escapar. Los procesos que comienzan en las cumbres de la UE, que a menudo parecen un ir y venir burocrático de papeles, resultan tener importantes implicaciones políticas años después. Se podría decir lo mismo de algunas de las decisiones tomadas en Pittsburgh, como el lenguaje sobre los paraísos fiscales y las bonificaciones a banqueros. Desde sus inicios, la UE avanzó dando pequeños pasos, aparentemente técnicos, centrándose en cuestiones económicas: el denominado “método Monnet”. El mismo Monnet creía que Europa se crearía con “la gestión común de problemas comunes”. ¿En qué se diferencia esta afirmación del reciente llamamiento del Presidente Barack Obama para buscar “soluciones globales a problemas globales”?

Por supuesto que sigue habiendo un gran abismo entre las capacidades de la UE actual y las del G20. No existe ningún ejército de funcionarios del G20 que pueda igualar a los burócratas de Bruselas. No hay ningún cuerpo de leyes del G20 ni ningún tribunal del G20 que vele por el cumplimiento de las decisiones del grupo. Tampoco hay muchas posibilidades inmediatas de que Estados Unidos o China, ambos celosos protectores de su soberanía, vayan a ceder ningún poder importante a un cuerpo legislativo del G20. Aún así, se ha creado la semilla de algo nuevo. Para comprender su potencial, merece la pena remontarse a la Declaración de Schuman de 1950, que comenzó el proceso de integración europea. “Europa”, decía, “no se creará de una sola vez ni según un único plan. Lo hará mediante logros concretos, que crean en primer lugar una solidaridad de facto”. El G20 ahora cuenta con algunos logros y un creciente sentimiento de solidaridad entre los miembros de este nuevo y exclusivo club. ¿Quién sabe lo que se avecina?

Diplomacia

La UE abre embajadas por todo el mundo

“Con las negociaciones confidenciales sobre cómo implementar el Tratado de Lisboa han surgido propuestas para que la UE negocie tratados e incluso abra embajadas por todo el mundo”. Así informa Bruno Waterfield, corresponsal en Bruselas de The Daily Telegraph, con respecto a una carta filtrada y divulgada por Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo que “detalla la necesidad de cambios legales para establecer un Servicio Europeo de Acción Exterior (EEAS, por sus siglas en inglés), un servicio diplomático y externo de la UE de ‘ámbito geográfico mundial’”. Con esta decisión, que se tomó antes del referéndum irlandés de la pasada semana, se crearía un servicio diplomático europeo con más de 160 "representaciones de la UE" y embajadores por todo el mundo. Según el diario de Londres, las primeras embajadas piloto teóricamente se crearían en Nueva York, Kabul y Addis Abeba. Esto significa el fin de la Comunidad Europea, prosigue el Telegraph, “la organización a la cual se unieron los británicos mediante votación, en el único referéndum del país sobre Europa, hace 34 años”. Mark François, portavoz del Partido Conservador en Europa comentaba "Tal y como advertimos hace tiempo, el Tratado de Lisboa aumenta el poder de la UE a costa de los países de Europa".

Estados Unidos y Europa se hunden juntos

5 julio 2011 Financial Times Londres

Tanto la Unión Europea como Estados Unidos han luchado contra crisis económica, aunque cada uno de forma distinta. Según expone Gideon Rachman, se trata de un error garrafal, pues sus problemas son fundamentalmente los mismos.

En Washington debaten sobre un tope de endeudamiento, en Bruselas, observan el abismo de la deuda. Pero el problema básico es el mismo. Las finanzas públicas tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea están descontroladas y ambos sistemas políticos son demasiado deficientes como para resolver el problema. Estados Unidos y Europa están en el mismo barco y éste se está hundiendo.

Los debates sobre la deuda que tienen lugar en Estados Unidos y en la Unión Europea son tan introspectivos y están tan alterados que lo sorprendente es que algunas personas lleguen a establecer la conexión. Pero los vínculos que hacen de esta crisis algo generalizado en el mundo occidental deberían ser obvios.

A ambos lados del Atlántico, ya ha quedado claro que gran parte del crecimiento económico de los años anteriores a la crisis estuvo impulsado por un auge insostenible y peligroso del crédito. En Estados Unidos, los propietarios de viviendas eran los que se encontraban en el centro de la crisis; en Europa, eran países enteros como Grecia e Italia los que se aprovechaban de los bajos tipos de interés para pedir préstamos de un modo insostenible.

Mercado laboral americano o bienestar europeo

La crisis financiera de 2008 y sus secuelas supusieron un duro golpe para las finanzas estatales, a medida que se disparaban las deudas públicas. Tanto en Europa como en Estados Unidos, este impacto excepcional se agrava por las presiones demográficas que aumentan a la vez que las presiones presupuestarias, al empezar a jubilarse los nacidos durante el 'baby boom'.

Por último, a ambos lados del Atlántico, la crisis económica divide a los políticos, por lo que resulta mucho más difícil encontrar soluciones racionales al problema de las deudas. Aumentan los movimientos populistas, tanto si se trata del Tea Party en Estados Unidos, como del Partido de la Libertad holandés o los Verdaderos Finlandeses en Europa.

La idea de que Europa y Estados Unidos representan dos caras de la misma crisis ha tardado en captarse porque, durante muchos años, las élites a ambos lados del Atlántico han resaltado las diferencias entre los modelos de Estados Unidos y de Europa. He perdido la cuenta del número de conferencias a las que he asistido en Europa en las que el debate se encontraba entre dos frentes: el que ansiaba adoptar los “mercados laborales flexibles” al estilo estadounidense y el que defendía con pasión el modelo social europeo que se definía en contraposición a Estados Unidos.

La deuda, punto común

El debate político en Europa era parecido. Había un grupo que quería que Bruselas imitara a Washington y se convirtiera en la capital de una auténtica unión federal; y luego estaban aquellos que insistían en que la creación de los Estados Unidos de Europa era imposible. Lo que tenían en común ambas partes era la convicción de que económicamente, políticamente y estratégicamente, Estados Unidos y Europa eran planetas distintos, “como Marte y Venus”, tal y como decía Robert Kagan, un académico estadounidense.

El debate político estadounidense sigue empleando el carácter distinto de “Europa” como punto de referencia. La acusación de que Barack Obama está importando el “socialismo al estilo europeo” se emplea para acusar al presidente de no defender los intereses de Estados Unidos. Algunas personas pertenecientes a la izquierda efectivamente consideran Europa como un lugar que hace las cosas de un modo distinto y mejor en algunos aspectos, como el acceso universal a la sanidad.

Sin embargo, las similitudes entre los dilemas de las dos regiones ahora son más llamativas que las diferencias. Los puntos en común son las deudas crecientes, una economía debilitada, un Estado del bienestar cada vez más costoso e irreformable, miedo al futuro y bloqueo político.

¿Un modelo para Europa?

La lucha en Estados Unidos por controlar el coste de la seguridad social y la asistencia médica les sonarán mucho a los líderes europeos, que también batallan por reducir el coste de las pensiones y la sanidad. Muchos europeos solían pensar que los políticos estadounidenses tenían una gran ventaja porque actuaban en un sistema realmente federal. Algunos aún defienden que la única forma de estabilizar el euro a largo plazo es avanzar hacia un “federalismo fiscal” que siga el modelo de Estados Unidos.

Sin embargo, de momento, la labor de los políticos de Washington es aún más deficiente que la de los que se encuentran en Bruselas. La aparente imposibilidad de mantener un debate serio sobre la deuda y el gasto (por no hablar de resolver realmente el problema) hace que resulte irrisoria la noción de que el sistema político estadounidense sea un modelo para Europa.

Por supuesto que siguen existiendo diferencias marcadas en los debates a ambos lados del Atlántico. El dólar cuenta con un historial sólido de credibilidad. El euro ha estado en circulación durante poco más de una década. La división política que tiene más responsabilidad en la paralización del sistema europeo se produce entre naciones.

Si la enfermedad occidental empeora...

Pero no existe nada que se pueda comparar en el debate de Estados Unidos con la profunda división entre griegos y alemanes. En Europa, la idea de que el aumento de los impuestos podría ser parte de la solución a las elevadas deudas no genera ninguna controversia. En Estados Unidos, la oposición republicana a la mera noción del aumento de impuestos constituye el núcleo de la discusión política.

Enfrascados en sus propios problemas y diferencias, los estadounidenses y los europeos han tardado en ver las conexiones entre sus crisis gemelas. Por eso los analistas del resto del mundo tienen más posibilidades de descubrir la tendencia común. Los líderes e intelectuales chinos últimamente suelen plantear que más les vale a los occidentales dejar de intentar “dar lecciones a China”, dada la profundidad de sus propios problemas políticos y económicos.

Los críticos de Occidente en China ven los dilemas de Europa y Estados Unidos con la cruel claridad que aporta la distancia. Sin embargo, con su orgullo y seguridad corren el riesgo de pasar por alto hasta qué punto el auge de China, India y el resto ha dependido de un Occidente próspero y seguro. Si la enfermedad occidental empeora, surgirá la tentación de probar curas nuevas y más radicales. Entre ellas puede que se incluya un giro hacia el proteccionismo y el control del capital. Si la globalización da marcha atrás, China podría sufrir su propia crisis económica y política.

Chávez desconoce consejo de transición de Libia: “No reconocemos la pantomima esa”

HERRAMIENTAS
Foto: Reuters / Prensa Presidencial

CARACAS (AP) — El presidente Hugo Chávez descartó el lunes que vaya a reconocer el Consejo Nacional Transicional de Libia que integran rebeldes de ese país, y dijo que esa decisión “destroza” las bases del derecho internacional y es un precedente “muy peligroso” para todos los países.

Chávez dijo, en cadena de radio y televisión, que las autoridades venezolanas “no reconocemos la pantomima esa de un consejo de transición” que aseguró que está integrado por un “grupo de terroristas”.

Al expresar su solidaridad con el líder libio Moamar Gadafi, quien le envió una misiva a través de unos delegados, el mandatario venezolano indicó que el reconocimiento del consejo de transición por parte de los países europeos y Estados Unidos “destroza las bases del derecho internacional. Esto es muy peligroso”.

“Mañana puede ser cualquiera de nosotros”, indicó Chávez al exhortar a la comunidad internacional a reflexionar sobre el reconocimiento del consejo de transición libio, acción que consideró como una “parafernalia farisea de estos países europeos y otros países”.

El mandatario aprovechó un encuentro con sus ministros para leer parte de la carta que le envió Gadafi para solicitarle su respaldo contra el consejo de transición libio.

“Yo lo respeto y lo quiero mucho a Moamar Gadafi”, dijo Chávez al saludar a su aliado norafricano al que le gritó vivas secundado por sus ministros.

“Donde quiera que estés, que Dios te cuide, que te dé salud y vida y al pueblo libio”, agregó.

“¿Quién iba a sospechar la celada europea-yanque que le tenían montada?; Y allá está resistiendo, sorprendiendo al mundo”, acotó.

Más temprano, Chávez informó, en una llamada telefónica a la televisora estatal, que la víspera arribaron a la capital unos enviados de Gadafi que esperaban reunirse con las autoridades locales para entregarle una carta del líder libio.

“Traen una carta para mí. Eso es bueno, el mundo tiene que saberlo”, agregó.

Chávez reiteró su condena a las acciones de la Otan en Libia, y exigió que se “respete a ese país”, donde desde principios de año se vienen registrando violentos enfrentamientos entre las autoridades y grupos civiles. Agregó que detrás de las agresiones contra la nación norafricana está el interés de algunas potencias mundiales por el petróleo libio y los depósitos de agua que habría en esa región.

Chávez, un crítico abierto de Washington, ha manifestado su respaldo a Gadafi, a quien considera su amigo.

A continuación, la carta completa:

El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela recibió en Caracas, el día lunes 1 de agosto de 2011, al Secretario del Comité Popular General de Finanzas y Planificación de la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista, Abdul Hafid Al Zleitni, Enviado Especial del Líder de la Revolución Libia, Muammar Al Gaddafi, y portador de un mensaje para el Comandante Hugo Chávez.

Al Zleitni, quien viaja acompañado de Mohamed Zydan, Secretario del Comité Popular General de Comunicaciones y Transporte, sostuvo una reunión de trabajo con el Canciller Nicolás Maduro, durante la cual se analizaron los escenarios planteados por la guerra de agresión ilegal que conduce la OTAN contra el pueblo libio, ejemplo de heroísmo y resistencia para los pueblos libres del mundo.

El gobierno venezolano reiteró su apoyo incondicional a la causa legítima del pueblo libio y de su Líder, Muammar Al Gaddafi, única autoridad legalmente constituida y reconocida por la Comunidad Internacional, al tiempo que repudió los intentos de las potencias colonialistas de imponer por la fuerza a grupos sometidos a sus intereses.

El gobierno bolivariano, al ratificar su condena al intento de destrucción de la sociedad libia y al pillaje de sus riquezas por las potencias imperialistas, formuló votos por que se alcance una solución política y negociada al conflicto interno libio, que preserve su soberanía y su integridad territorial.

EE UU espera que Chávez le “recomiende” a Gadafi retirarse del poder

HERRAMIENTAS
Foto: Pete Souza / Casa Blanca

Washington, 1 ago (dpa) – Estados Unidos espera que el presidente venezolano, Hugo Chávez, aproveche su estrecha relación con su par libio Muamar al Gadafi para recomendarle que dimita de una vez y permita una “transición democrática” en su país, dijo hoy un alto funcionario en Washington.

“Espero que inste a Gadafi a dimitir y a permitir que tenga lugar una transición democrática”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, cuando un periodista le pidió un comentario sobre el anuncio de Chávez este lunes de que Gadafi le ha hecho llegar a través de un emisario una carta personal, cuyo contenido no reveló.

Es bien difícil, sin embargo, que los deseos de Washington se vean cumplidos, en vista de que al anunciar Chávez la misiva, a través de la estatal Venezolana de Televisión (VTV), el presidente venezolano animó hoy al líder libio a “resistir” la “agresión” de la OTAN y reiteró el “respeto” de su país al régimen de Trípoli.

Chávez reaparece en público con el pelo rapado: “Es my new look”

HERRAMIENTAS
Foto: Reuters / Palacio de Miraflores

El mandatario venezolano Hugo Chávez reapareció este lunes en público con el pelo rapado en un acto en el que juramentó a varios ministros. Iris Varela no se encuentra en el Salón Simón Bolívar del Palacio de Miraflores pues tiene gripe, por lo que “no pasó la prueba médica”, infomó Chávez.

“Les pedí a estos compañeros más que asumir una cartera ministerial, asumir una responsabilidad con el pueblo”, declaró.

“Juramento a un grupo de compatriotas, amigos, camaradas que han aceptado esta tarea nada fácil. (…) Pero trabajamos por la historia que aquí nos trajo, a Miraflores, en la casa de batalla del pueblo y el epicentro de la Revolución Bolivariana”, expresó al juramentar a María Pilar Hernández como ministra del Poder Popular para la Juventud; Pedro Calzadilla en el despacho de Cultura y al general de Brigada Wilfredo Figueroa Chacín como comandante de la Brigada de Honor Presidencial.

Varela no fue juramentada porque no pasó la prueba médica

“Ibamos a juramentar a la camarada Iris Varela, pero no pasó la prueba médica, como tiene gripe no me puedo acercar mucho a ella”, detalló el mandatario, quien ha recibido quimioterapia para tratar el cáncer que le fue detectado en Cuba.

En varias oportunidades Chávez ha expresado que hay un “cerco sanitario” a su alrededor debido a que tiene las defensas bajas por el tratamiento.

“Te juramentaré cuando se te pase la gripe”, dijo el Presidente a Iris Varela quien, según informó. “El juramento es algo sagrado”, agregó.

Criticó a la “MUS” y presentó su pelo rapado: “my new look”

El mandatario explicó que “la quimioterapia es un tratamiento que ataca de manera genérica, el hecho de la caída del cabello es normal y además indica que el tratamiento esta siendo efectivo”.

Video cortesía de VTV. 01 de Agosto de 2011.

En este orden de ideas criticó duramente a los opositores que han especulado sobre la gravedad de su enfermedad. A la Mesa de Unidad la llamó “Mesa de Ultraderecha” y “Mesa de los United States… la MUS”, asegurando que se encuentran muy mal asesorados cuando hacen afirmaciones sobre su enfermedad que no se encuentran soportadas por informes científicos.

“Los voceros de la MUD estarán buscando asesoría, tienen muy malos asesores además, ellos quieren oír lo que quieren y dirán que tengo el tumor aquí y allá, en la verruga, por eso me rasparon la cabeza, este es mi nuevo look… my new look”, bromeó el primer mandatario nacional.

Reiteró que no es cierto que padece cáncer en el colon, recto, vejiga o nariz. “Nada de eso es cierto, lo vuelvo a decir con absoluta transparencia. Se extrajo un tumor, se sigue en la vigilancia, no hay presencia -hasta ahora- de células cancerígenas en este cuerpo”. Destacó que la quimioterapia es un “ataque preventivo”.

El presidente ya había señalado esta mañana que anoche sintió que se le cayó un “pedazo” de pelo y decidió cortárselo todo. “Tuve que llamar al barbero y decirle: mira, se me está cayendo el pelo”.

En el transcurso del acto mostró una foto de su infancia en la que se le ve también con el pelo rapado, volvió a bromear diciendo que ha rejuvenecido con el corte de cabello.

Foto: Minci / Miguel Angulo
Foto: Reuters / Palacio de Miraflores
Foto: Reuters / Palacio de Miraflores
Foto: Reuters / Palacio de Miraflores
Foto: Reuters / Palacio de Miraflores

Wall Street modera su caída

Wall Street modera su caída pese a las dudas por la recuperación económica

El peor índice de manufacturas en dos años y los recelos hacia el acuerdo in extremis entre demócratas y republicanos se han cernido sobre el parqué neoyorquino durante toda la jornada, que ha terminado cerrando con sendos descensos, del 0,09%, en el Dow Jones; 0.41% en el S&P y 0,43% en el Nasdaq




DOW JONES -0.089 % 22:03

Finalmente la caída no ha sido tan dura como se ha llegado a aventurar. Al cierre, el Dow Jones ha retrocedido un 0,09%, situándose en los 12.132 puntos. Los 500 del S&P han seguido la misma estela con un descenso del 0.41%, hasta los 1.286 puntos. Y los 100 tecnológicos del Nasdaq han bajado un 0,43%, instalándose en los 2.744 enteros.

La sesión partía del entusiasmo inicial por el anuncio, anoche, del esperado acuerdo sobre el techo de gasto. Sin embargo, apenas media hora después, la publicación del índice ISM ha sentado como un jarro de agua fría. Los datos revelan que la actividad de la industria manufacturera en EE UU ha caído hasta los 50,9 puntos, lejos de la cifra prevista en 54,4 y más todavía del dato del mes anterior, cuando se situó en los 55,3 enteros. Según los expertos, una cifra inferior a los 50 puntos significa técnicamente la entrada en recesión de la economía.

Así, los principales índices de la bolsa de Nueva York han pasado de abrir con un rebote por encima del medio punto a caer alrededor del 1% a mitad de sesión.

El entusiasmo inicial por el acuerdo entre demócratas y republicanos ha derivado finalmente en la percepción de que difícilmente sea la solución definitiva a los problemas estructurales. Así pues, la sombra de la rebaja del rating sigue sin alejarse del país. Después de una semana de duras negociaciones y votaciones frustradas, el plan consensuado finalmente proyecta elevar el techo de la deuda por un valor mínimo de 2,1 billones de dólares y una reducción del déficit de tres billones de dólares en los próximos 10 años.

En el continente europeo también se respiraba mayor tranquilidad al inicio de jornada, pero tras la apertura de Wall Street, los principales índices de los parqués europeos se han teñido de rojo. Al cierre, todas las plazas del viejo continente acumularon pérdidas contudentes. ElFTSE MIB italiano se dejó un 3,87%, el Dax alemán perdió un 2,86% y en nuestro país el Ibex 35 acabó la sesión con su peor caída en 13 meses.

Otro dato publicado hoy, pero que no ha podido contrarrestar el pesimismo ha sido el de gasto en construcción de viviendas del mes de junio. El índice aumentó un 0,2%, un décima más de los pronosticados por los analistas.

Empresas

Continúa la presentación de resultados trimestrales en EE UU. Hoy era el turno, entre otras, del grupo de servicios sanitarios Humana. Durante el segundo trimestre mejoró sus resultados y se adjudicó un beneficio de 535,9 millones de dólares, un 35% más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el acuerdo sobre el recorte del déficit que se aprobará esta noche y que influye directamente sobre el sector sanitario hace que sus títulos pierdan un 2,90%.

También publicó su balance trimestral la compañía Loews.El holding empresarial ganó 252 millones de dólares, un 31% menos respecto el segundo trimestre del año 2010 en el que obutvo un beneficio de 366 millones. Su cotización en bolsa cae un 1,43%.

El consenso: un mal acuerdo que dañará la economía

El consenso: un mal acuerdo que dañará la economía

Un suspiro de alivio ha recorrido Europa tras el acuerdo entre demócratas y republicanos, que permitirá incrementar el techo de deuda. No obstante, los expertos no se muestran tan complacidos. El pacto supone apenas una tirita que permite ganar tiempo, pero que no corrige los desajustes estructurales ni evita una rebaja de las calificaciones. Es más, muchos aseguran que los empeora.

Crisis en el sector financiero . - Thinkstock

G. S. V. - Madrid - 01/08/2011

El primero en criticar el acuerdo ha sido Paul Krugman. El Premio Nobel de Economía en 2008 se mostró demoledor en las páginas del New York Times. Acusa a Obama de "rendirse", y asegura que el pacto "dañará seriamente una economía ya deprimida; probablemente hará peor el problema del déficit; y lo más importante: al demostrar que la extorsión pura y dura funciona y no tiene coste político alguno contribuirá a llevar a América a través del largo camino cuesta abajo por la carretera hacia el estatus de república bananera". Krugman asegura por último que "recortar el gasto mientras la economía está deprimida no ayudará a la situación presupuestaria, sino que la empeorará".

El periódico en el que escribe, por su parte, también se muestra muy duro en su editorial. "Hay poco que agrade del acuerdo preliminar aparte del hecho de que se haya alcanzado", asegura el rotativo en un texto titulado muy gráficamente Para escapar del caos, un acuerdo terrible. "Dañará los programas para la clase media y los pobres y obstaculizará la recuperación económica", sentencia.

El diario Financial Times asegura en su columna Lex que el acuerdo firmado el domingo que el acuerdo "no resuelve los problemas fundamentales del Gobierno -el excesivo déficit fiscal (que se espera sea de un billón de dólares, o el 7,5% del PIB en 2012), y unos programas de bienestar social demasiado generosos". Afirma, además, que "si el objetivo era evitar el default en los próximos días, este acuerdo hace las veces. Si el objetivo era otro, es un fracaso.

Algo más comedido en sus expresiones (aunque igualmente duro en el fondo) ha sido Barclays. En un informe emitido esta mañana, el departamento de análisis del banco inglés asegura que el acuerdo "supone un progreso" pero no supone "una cambio en las reglas de juego, y mantendrá la posibilidad de una rebaja de calificaciones a corto plazo" y advierte que todos los recortes contemplados en el pacto pueden quedar en nada si el crecimiento del PIB sigue siendo más débil que lo contemplado en las líneas maestras fiscales que maneja el Gobierno.

Natialia Aguirre, de Renta 4, se muestra de acuerdo con esta afirmación. "Claro que es una noticia positiva", aseguró. "Pero tenemos que ver cómo se lo toman las agencias de calificación, dado que habían apuntado que a la economía de EE UU le hacía falta un plan de recortes de al menos cuatro billones de dólares, y el acuerdo apenas contempla 2,5 billones". Aguirre, como Barclays o el New York Times, ve probable una degradación del rating soberano y que pierda la triple A.

Moody's da la razón a la analista de Renta 4. En un informe emitido el pasado viernes (antes de los acuerdos, por lo tanto) aseguraba que "las limitadas magnitudes de las propuestas para la reducción del déficit sugieren que incluso un incremento temporal en el techo de gasto conducirá a una perspectiva negativa del riesgo soberano". Y esta perspectiva, ya se sabe, suele ser la antesala de una rebaja. Aguirre, de hecho, añade que los mercados han seguido un comportamiento similar al que se produjo cuando se cerró el paquete de rescate a Grecia: a una primera oleada de optimismo le siguió la desconfianza una vez se comenzó a leer la letra pequeña.

Sobre todo, después de que el viernes pasado se supiese que el PIB del país registró en el segundo trimestre de 2011 un crecimiento del 1,3% anualizado, un resultado que mejora el dato del primer trimestre (0,4%), pero no alcanza la cifra estimada del 1,8%. El fondo de capital riesgo BlackRock aseguró por su parte que el acuerdo era una buena noticia. No obstante, aseguró que habrá que esperar la "composición precisa y el calendario para determinar si esta propuesta da lugar a una reducción del déficit significativa y real".

Wall Street Journal asegura que si un buen acuerdo político es aquel que contiene algo por lo que todos lo odian, el de la pasada madrugada "es un triunfo". Eso sí, para el rotativo neoyorquino es un éxito del ultraconservador Tea Party y para el partido republicano, "lo que muestra hasta qué punto ha supuesto un vuelco en la política estadounidense la victoria republicana en las elecciones legislativa de noviembre".

Hugo Chávez aparece rapado por cáncer

Caracas.- El presidente venezolano, Hugo Chávez, quien batalla contra el cáncer tras ser operado de un tumor hace más de un mes, apareció este lunes en un acto público con el cabello rapado y aseguró que el tratamiento de quimioterapia al que se somete ya está haciendo efecto.

De buen humor, vestido con un traje oscuro y una vistosa corbata roja, Chávez encabezó un consejo de gabinete en el que juramentó a nuevos ministros. Con gafas, el presidente cantó y bromeó con sus ministros sobre su nuevo aspecto.

"Ahora estamos viendo, como se preveía, los efectos del tratamiento. La quimioterapia es un tratamiento que ataca todo el cuerpo y la caída del cabello es normal", declaró el mandatario al abrir la ceremonia.

"Y además indica que está siendo efectivo", complementó el presidente, explicando que la quimioterapia afecta a las células que experimentan rápido crecimiento "como las de los folículos capilares".

"Es 'my new look' (es mi nuevo aspecto)", bromeó el presidente, que a fines de junio fue operado de un tumor en la zona pélvica y ya recibió un primer ciclo de quimioterapia en Cuba.

Más temprano este lunes, el mandatario venezolano había adelantado que tuvo que llamar al barbero porque se le estaba cayendo el cabello y dijo que pronto se mostraría casi calvo.

Chávez ha seguido al frente del gobierno, incluso cuando viajó a La Habana para recibir quimioterapia durante una semana en julio, y poco a poco ha retomado el ritmo aunque nunca a la velocidad frenética anterior a la noticia del cáncer.

Aunque continúa encabezando reuniones de ministros o firmando leyes, el presidente aparece menos en público que antes, pronuncia discursos más breves, no se relaciona directamente con la gente y ha cambiado sus horarios nocturnos por una saludable actividad matutina. Menos café y más yogurt y frutas, ha descrito el mandatario.

Pero Chávez se prepara para enfrentar más sesiones de quimioterapia que impidan la aparición de nuevas células malignas. Y este lunes, como lo ha hecho otras veces, reafirmó que avanza positivamente en la batalla contra la enfermedad.

"El tumor se extrajo, se sigue la vigilancia. No hay presencia y ojalá más nunca (haya presencia) de células cancerígenas en este cuerpo, pero se decidió aplicar la quimioterapia como prevención", dijo durante la ceremonia, que fue transmitida en cadena de radio y televisión.

"Con el amor del pueblo y esa fuerza mágica del amor, con la voluntad de vivir, seguiremos caminando por el escenario óptimo. Con el favor de Dios y ojalá que siga así", insistió Chávez, que acaba de cumplir 57 años y siempre se ha declarado muy católico.

Desde que se conoció la noticia de la enfermedad, Chávez ha evitado hablar de "muerte" y ha reemplzado el lema de "patria socialista o muerte" que solía utilizar en sus actos públicos por otro con menciones a la "vida".

"Propongo otros lemas, porque aquí no hay muerte, aquí hay vida", dijo Chávez la semana pasada.

En el poder desde 1999, Chávez aspira en 2012 a ganar las elecciones presidenciales para un tercer mandato de seis años. Su enfermedad abrió un debate sobre la necesidad de buscar un relevo a su enorme liderazgo, pero él mismo ha asegurado que seguirá al frente del gobierno por muchos años más.

Por estos días, incluso, aseguró que descarta retirar su candidatura, que defenderá ahora "con más fuerza que antes".

"Estamos trabajando en el programa de gobierno 2013-2019. Ese va a ser el programa del candidato Chávez", planteó este lunes el presidente confiado en que ganará las elecciones.

"Aquí seguirá gobernando el pueblo porque con Chávez gobierna el pueblo", aseguró.

"íTe gusta mi corte, verdad que sí? No salen piojos ni nada y no se le ven las canas a uno tampoco", dijo Chávez ante unos niños que lo visitaron después de la reunión con sus ministros.

Slim y el NY Times

Slim y el NY Times

Alberto Aguirre M.

El escándalo por la fabricación de noticias y el espionaje a celebridades que llevó al cierre del diario londinense News of the World y la liquidación anticipada del préstamo que permitió a The New York Times (NYT) sortear una amenaza de quiebra fueron festejados con regocijo y satisfacción por la mayoría de los analistas de medios, dentro y fuera de Estados Unidos. En apariencia, éstas serían sendas derrotas para dos de los magnates considerados más perniciosos en el mundo de las telecomunicaciones. Debido a las dimensiones que tomó el escándalo por las escuchas telefónicas, el australiano Rupert Murdoch -quien ya se había hecho del control de The Wall Street Journal- tuvo que frenar sus planes para hacerse del control total de British Sky Broadcasting. Y, en el caso del pago hecho por los directivos de la compañía editora de esa publicación progresista a Carlos Slim Helú, fue interpretado como la cancelación definitiva a la posibilidad de que se convirtiera en una más de las empresas de Grupo Carso. El simbolismo de ambos casos equivaldría al espejismo de un oasis en pleno Sahara. En el caso del NYT, a los problemas que padeció desde finales de la década de los 90 por su falta de precisión y rigor profesional -allí están, como ejemplos principales, el caso de los relatos inventados de su cronista estrella Jayson Blair o las notas sobre las armas de destrucción masiva que supuestamente acumulaba Saddam Hussein en Irak- se sumaron las complicaciones de unas finanzas a punto del colapso.

En enero del 2009, a cambio de 250 millones de dólares que les prestó Slim Helú, los directivos de New York Times Company cedieron las órdenes de compra de un paquete de 15.9 millones de acciones. Dos meses más tarde, obtuvieron otros 225 millones a través de un acuerdo de compra-venta de nueva sede, construida apenas dos años antes bajo el diseño del arquitecto Renzo Piano sobre la parte sur de la mítica Times Square. Para salvar al periódico de la quiebra, sus dueños estuvieron dispuestos a vender su alma al diablo; sin embargo, a mediano plazo volvieron a aplicar la fórmula que los colocó como la referencia global en el periodismo: ofrecer a sus lectores contenidos de calidad y de impecable manufactura. En el camino fueron adaptándose a las realidades contemporáneas en la producción noticiosa -la información en tiempo real y el uso de las nuevas tecnologías- y tomaron decisiones polémicas como duplicar el precio del ejemplar que llegaba al puesto de periódicos.

La caída en la circulación y en la publicidad se detuvo. Y la directiva del periódico se preparó para el siguiente paso en la reconversión de su modelo de negocios: la implementación del paywall, un ingenioso esquema de “suscripciones digitales” que se ofrece por la módica suma de 99 centavos de dólar durante las primeras cuatro semanas. Aunque el balance financiero del segundo trimestre del 2011 de la compañía registró pérdidas atribuibles a la merma de algunos diarios regionales, las ventas de este nuevo mecanismo superan cualquier expectativa: en cuatro meses tuvieron 244,000 nuevos suscriptores.

Dentro de dos semanas, el NYT terminará de pagarle a Slim. Lo hará tres años y medio antes de lo pactado. Pero, a todo esto, ¿cómo le fue en esta aventura al magnate mexicano? Al parecer, muy bien.

Y es que, además de la tasa de interés pactada (14.03% anual), a finales del 2015 -cuando caducaba el contrato- Slim Helú obtendría el derecho a comprar un bloque de las acciones de la compañía a un precio preferencial de 6.3572 dólares por acción.

Es necesario hacer un desglose de estos elementos. En el caso de la amortización de los intereses, las partes fijaron que 11.03% se pagaría en efectivo y el resto en especie. En cuanto a la opción de compra del paquete accionario, un cálculo realizado por el bloguero Felix Salmon para Reuters sostiene que podría valer 57.1 millones dólares. Lo más significativo es que se trata de lo que se conoce como detachable warrants, lo que significa que Slim podría salir a vender esas opciones en el mercado abierto mañana, si quisiera. Y no sólo eso: las partes acordaron que si The New York Times pagaba el préstamo antes, devolvería el dinero a una tasa de 105 centavos de dólar. De acuerdo con Salmon, en los dos años subsecuentes a la firma del contrato la directiva del diario tomó otros 15 millones de dólares de las arcas de Slim, por lo que el préstamo al final ascendió a 265 millones de dólares. En el esquema de pronto pago, la devolución sería por 278 millones 250,000 dólares. Aun con el pago anticipado, no hay duda de que éste fue un gran negocio para Slim Helú.

EFECTOS SECUNDARIOS

DESALOJO. Los problemas que vive hoy la Sagarpa, que encabeza Francisco Mayorga, son mucho más copiosos que la fuga de agua potable que inundó el pasado fin de semana el estacionamiento de su sede central. Y es que, tras de la renuncia de Manuel Martínez como Director de la paraestatal Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria -que tendrá plena validez hasta dentro de tres semanas- y los enredos en el levantamiento del nuevo padrón de beneficiarios del Procampo, brotan problemas más serios.

APÓCRIFO. El volante tiene el tamaño de un oficio. Por un lado, aparece una composición que asemeja una plana de la edición de “Ciudad”, del diario Reforma, fechada el pasado martes 27. En la otra cara, una página de La Razón. Ambas contienen sendas entrevistas en las que se destapa Laura Velázquez, secretaria de Desarrollo

Wall Street comienza la semana con pérdidas

Wall Street comienza la semana con pérdidas: el Dow Jones cae el 0,09%


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Wall Street ha moderado los descensos con los que respondió a la caída de la actividad del sector manufacturero de EEUU, que eclipsó el acuerdo para evitar la suspensión de pagos en el país, por lo que finalmente el Dow Jones ha acabado con un descenso del 0,09%, hasta los 12.132,49 puntos. Por su parte, el selectivo S&P 500 ha bajado el 0,41% y el tecnológico Nasdaq ha cedido el 0,43%.

El parqué neoyorquino no pudo mantener ni durante media hora los avances con los que respondió al acuerdo alcanzado el domingo entre la Casa Blanca y los líderes del Congreso para elevar el techo de endeudamiento y evitar así la suspensión de pagos, ya que a esa hora los inversores recibieron como un jarro de agua fría la noticia de que la actividad manufacturera de EEUU cayó en julio hasta su nivel más bajo en dos años.

Además, los inversores están expectantes ahora a que el Congreso proceda a la votación y aprobación del plan acordado el fin de semana, que prevé elevar el techo de endeudamiento en 2,1 billones de dólares -con lo que se evitaría la suspensión de pagos del Gobierno federal mañana- y una reducción del déficit de 2,5 billones de dólares en la próxima década.

Protagonistas del día

Así, la mayor parte de los componentes del Dow Jones terminaron la jornada en terreno negativo, liderados por la farmacéutica Merck (-2,02%), la cadena Home Depot (-1,95%), la también farmacéutica Pfizer (-1,24%) y la aseguradora Travelers (-0,94%).

En el lado de los avances destacaron el fabricante de maquinaria pesada Caterpillar (1,95%), la operadora de telefonía Verizon (1,64%), la petrolera Chevron (1,31%) y Bank of America (1,03%).

Fuera de ese índice la energética Peabody bajó el 1,46 % un día en que anunció que ofrecerá junto a ArcelorMittal 12,03 euros (15,66 dólares australianos) en efectivo por cada acción de la australiana Macarthur Coal una vez acabado el plazo de valoración de activos y con la finalidad de hacerse con la totalidad del capital de la empresa.

Materias primas y divisas

Por otro lado, las acciones del banco HSBC que cotizan en la Bolsa de Nueva York ganaron el 1,62% después de anunciar que recortará 30.000 empleos en todo el mundo pese a haber registrado un aumento del 36,3% de sus beneficios semestrales, muy por encima de lo esperado por el mercado.

En el mercado Nasdaq subieron NVIDIA (5,35%), Apple (1,61%), eBay (0,81%) y Google (0,51%), entre muchas otras, al tiempo que subieron los fabricante de automóviles General Motors (1,41%) y Ford (1,15%).

En otros mercados el petróleo bajó el 0,84% y cerró en 94,89 dólares por barril, el oro descendió hasta 1621,7 dólares la onza, el dólar ganaba terreno frente al euro (que se cambiaba por 1,4248 dólares) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a 10 años retrocedía al 2,75%.

El ISM manufacturero de EEUU se desploma

El ISM manufacturero de EEUU se desploma inesperadamente en julio

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El índice ISM de gestores de compra del sector manufacturero estadounidense cayó en julio hasta los 50,9 puntos desde los 55,3 de junio. Se trata de la cifra más baja desde los 49 enteros de julio de 2009. Una lectura por debajo de los 50 puntos muestra contracción de la actividad.

El dato ha sido decepcionante para el mercado que esperaba un descenso mucho más suave. Los analistas consultados por Bloomberg habían previsto de media una caída hasta los 54,5 puntos.

El índice de nuevos pedidos cayó en territorio de contracción, y los índices de precios y el empleo sufrieron grandes bajadas.

El dato ha centrado la atención de los mercados, que una vez resuelta la incertidumbre de la deuda de EEUU, buscan nuevas pistas sobre la situación económica estadounidense, que últimamente ha mostrado preocupantes signos de debilidad.

Las dudas sobre la mayor economía del mundo se desataron el viernes pasado, cuando se divulgó la primera estimación del Producto Interior Bruto (PIB) en el segundo trimestre de 2011, que creció un decepcionante 1,3% anualizado. Lo peor fue la brutal revisión que se produjo del dato de los tres primeros meses del año: crecimiento del 0,4%, frente al 1,9% que se anunció anteriormente.

Elba Esther, la mujer más poderosa de México

Elba Esther, la mujer más poderosa de México: Los Angeles Times

Elba Esther Gordillo, líder del SNTE. Foto: Miguel Dimayuga
Elba Esther Gordillo, líder del SNTE.
Foto: Miguel Dimayuga

MÉXICO, D.F. (apro).- El periódico Los Angeles Times publica en su edición dominical una amplia nota sobre Elba Esther Gordillo, en la cual hace un recuento de la carrera de la lideresa del SNTE, las acusaciones y los escándalos en los que se ha visto envuelta “La Maestra”. También aborda el nuevo papel que Gordillo empezó a jugar rumbo a la contienda electoral del año próximo

La mujer más poderosa de México porta bolsas marca Hermes de 5 mil dólares y puede allanar u obstaculizar el camino hacia la Presidencia.

Ella es la lideresa del principal sindicato de maestros del país, el gremio más grande de Latinoamérica, y en alguna ocasión regaló Hummers a los profesores leales.

Elba Esther Gordillo, conocida como “La Maestra”, encabeza a más de un millón y medio de docentes, y en años electorales, eso significa un millón y medio de votos. Casi todos los partidos políticos la cortejan.

Y sin embargo, los escándalos parecen seguirla, incluyendo acusasiones de enriquecimiento inexplicable y hasta de homicidio. No se le han formulado cargos, convirtiéndola en intocable en apariencia. Supuestamente, su sindicato acepta millones en fondos del gobierno mientras que ella, otrora una humilde maestra del empobrecido sur mexicano, vive gran parte del tiempo en propiedades lujosas al sur de California.

Los críticos de Gordillo dicen que sus 22 años de extravagancias como líder sindical tal vez no fastidiarían tanto si la situación de la educación en México no fuera tan precaria.

Aun cuando su gremio ha trabajado con éxito para mejorar los salarios y las condiciones de trabajo para los maestros, ha fracasado en mejorar la calidad de la educación.

El año pasado, poco más de la mitad de los estudiantes de preparatoria reprobaron Matemáticas en los exámenes estandarizados, mientras que más de un tercio reprobó Español. Los estudiantes mexicanos obtuvieron las calificaciones más bajas en lectura entre los países en desarrollo en la más reciente encuesta de la Organización de Cooperación Económica y de Desarrollo.

En tanto, en 2010, el 75% de los maestros en proceso de capacitación reprobaron el examen que los hubieran colocado en una plaza de trabajo, y el año pasado apenas el 1% de los trabajadores en activo aprobó un examen que les hubiera aumentado el salario.

Aún hay más: muchas escuelas no tienen servicio de agua, y una inspección de 2008 halló que 33 mil escuelas a nivel nacional necesitan reparaciones importantes.

Gordillo está otra vez ante los reflectores porque México empieza a sentir la campaña electoral para elegir al presidente de la República en julio de 2012.

El apoyo de la lideresa fue considerado decisivo en la victoria por estrecho margen de Felipe Calderón, abanderado del conservador Partido Acción Nacional (PAN). Y hoy día, ella parece estar preparada para emitir su y sus votos a favor del amplio favorito, el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“Yo diría que tengo muchos adversarios”, dijo Gordillo durante una entrevista radial este mes cuando le preguntaron sobre la constante lluvia de críticas que recibe. “Mi conducta incomoda a mucha gente. … Aunque usted no lo crea, mi verdadera causa es el país”.

Gordillo, con su afición por los vestidos de diseñador y joyería extrema, y al parecer, cirugías plásticas, es de hecho un producto del estilo autocrático del antiguo PRI que rigió el país durante siete décadas hasta 2000 y que es muy posible que regrese al poder. El PRI controlaba casi todo, incluyendo los sindicatos.

En 1989, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari ungió a Gordillo como presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), luego que ella había pasado años como una trepadora infatigable y feroz dentro del PRI y del sindicato.

En 2007, durante una reunión a puerta cerrada y protegida por escoltas particulares, la cúpula del gremio supuestamente hizo a Gordillo “presidenta vitalacia”. Desde entonces, un grupo disidente de maestros sindicalizados ha estado amenazando con denunciarla ante la Organización Internacional del Trabajo por abuso de poder.

Muchos en México la consideran como un símbolo de la corrupción y de la concentración del poder que desde hace mucho tiempo ha plagado al país y que ha sido un obstáculo hacia la modernización y la plena democracia. Ella es temida, y ningún gobierno ha dado señales de emprenderla contra ella.

Recientemente, Gordillo reconoció que hizo un pacto con Calderón en el que él acordó dar plazas de trabajo en el Gobierno a los amigos y familiares de ella a cambio de su apoyo en las elecciones del 2006. Elba Esther dijo que su meta era mejorar la calidad de la educación.

“Ella es la musa más importante de los políticos mexicanos”, dijo la comentarista social Guadalupe Loaeza.

Gordillo, de 66 años, se hace llamar “La Maestra”. Sin embargo, en discursos, a veces suena más como una estudiante reprobada que como una educadora consumada, equivocándose de palabras y en sintaxis.

Aun cuando ella puede ser encantadora, algunos allegados la califican de arrogante. Ella rechaza los alegatos de que se ha apropiado de fondos federales, de nepotismo, y de homicidio. En ese caso, un maestro que era su rival en el sindicato fue asesinado en la década de los ochenta. La muerte fue investigada y Gordillo jamás fue acusada, pero quedaron las sospechas.

En el más reciente escándalo que ha envuelto a Gordillo, su otrora aliado, Miguel Ángel Yunes alegó que en 2007 ella había intentado extorsionarlo con cerca de 2 millones de dólares al mes de las arcas del ISSSTE que él encabezaba en aquel tiempo. Yunes dijo que Gordillo quería el dinero para ayudar a financiar su propio partido político, el cual es dirigido por una de las hijas de “La Maestra”.

Gordillo, quien no concedió una entrevista a Los Ángeles Times para este artículo, rechazó en público las acusaciones “frívolas y difamatorias”, agregando que “Yunes está muerto para mí”.

El SNTE no ha abierto sus libros al público; sus finanzas, incluyendo el salario de Gordillo, son mantenidas en privado. Sin embargo, crecen las demandas de parte de los críticos y de algunos políticos para que el sindicato sea sometido a una auditoría. Gordillo dijo que a ella le encantaría que se revisaran las finanzas algún día, pero que no haría eso bajo presión.

Jorge Castañeda, excanciller de México y autor del libro Mañana Forever?, estimó que el SNTE recibe 10 millones de dólares mensuales de parte del Estado.

Castañeda, quien se considera amigo de Gordillo, dice que el poder de ésta sólo puede compararse con dos fuerzas en México: Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, y Televisa, el gigante de los medios de difusión que actúa como un monopolio virtual.

“En contraste con sus destrezas como dirigente sindical está su inhabilidad radical de usar su enorme poder para cualquier causa que no sea su propia causa personal”, dijo Castañeda. (Tomado de Los Ángeles Times)

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